A la memoria de don Isidoro Cárdenas Carranza, gran amigo y aficionado a esta fiesta, en su día corresponsal de los semanarios Dígame y El Mundo de los Toros, quien falleciera hace unos minutos.
Las tormentosas vísperas
Las tormentosas vísperas
El Toreo de la Condesa |
La 19ª corrida de la temporada 1945 – 46 en El Toreo de la Condesa estuvo a punto de no celebrarse. Tres días antes se había efectuado allí mismo la corrida a beneficio del Sanatorio de Toreros – fue la corrida en que Armillita ganó la Rosa Guadalupana y de la gran faena de Pepín Martín Vázquez con Caribeño de Xajay – y el Monstruo de Córdoba se cayó del cartel alegando el agravamiento de una lesión muscular que venía padeciendo desde el mes de enero anterior – no obstante el 5 de febrero actuó en la inauguración de la Plaza México – y le sustituyó en la ocasión Gitanillo de Triana. La Unión de Matadores que lideraba Luciano Contreras no se quedó conforme con el parte facultativo presentado por Manolete y decidió suspenderle en sus derechos sindicales por dos años, quedando el torero impedido en consecuencia, para actuar en todas las plazas mexicanas por ese lapso de tiempo. Una información aparecida al respecto en el diario El Informador de Guadalajara, el 15 de febrero de ese año, dice lo que sigue:
La Unión de Matadores de Toros, del cual es Secretario Luciano Contreras, anunció un veto a Manolete, por dos años para no torear en plazas mexicanas. La determinación de la Unión, obedece por no haber toreado hoy el diestro cordobés estando anunciado, pretextando estar enfermo, pero los médicos que lo reconocieron dictaminaron que estaba bien. Esto viene a suspender la corrida “mano a mano” que estaba anunciada para el sábado próximo en la Plaza México con Silverio Pérez. Se dice también que el cordobés está siendo atacado por un diestro mexicano, que hace labor subterránea en contra de él.
Manolete triunfante el El Toreo |
El resultado del veto que Luciano Contreras y sus huestes intentaron imponer, resultó en la fundación de una nueva Unión Mexicana de Matadores de Toros, presidida por Armillita y a la que se afiliaron también David Liceaga, Jesús Solórzano, Silverio Pérez, Calesero, Juan Silveti, Heriberto García, Luis Procuna, Antonio Velázquez, Fermín Rivera, El Soldado, Cañitas, Carlos Arruza y Gregorio García entre los mexicanos más notables y por los hispanos el propio Manolete, Pepe Luis Vázquez, Manolo Escudero, Gitanillo de Triana, Pepín Martín Vázquez y Angelete, quedándose en la anterior solamente Cagancho y éste, por breve tiempo.
Creo que no es necesario decir, que ni el mano a mano del sábado 16 de febrero entre Manolete y Silverio Pérez en la Plaza México – fue la tarde del Faraón con Barba Azul de Torrecilla – ni la corrida del día siguiente en El Toreo, sufrieron contratiempo alguno.
La apoteosis en El Toreo
La empresa dirigida por Tono Algara anunció un encierro de Coaxamalucan, ganadería tlaxcalteca dirigida por los hermanos Felipe y Darío González. Eran seis toros que por su orden se llamaron Tilapo, Cazador, Cilindrero, Platino, Troyano y Abanico. Seis toros que, de acuerdo con la crónica de Francisco Montes en el número 168 de La Lidia, aparecido el 22 de febrero de ese año:
…Así es como se demuestra la categoría de ganadero de reses bravas, enviando astados que lo sean de verdad y es como se gana la predilección de la afición. Fueron sencillamente magníficos cinco de los bureles de Coaxamalucan habiendo llegado tres de ellos al destazadero sin apéndices, además de que uno de ellos fue paseado en torno del redondel como premio a su bravura, compartiendo el premio el ganadero, que en medio de los tres espadas dio la vuelta al anillo…
Manolete salió con la parroquia en su contra. Algún efecto surtió la campaña que en los días previos iniciara Luciano Contreras, más con su actuación esta tarde pudo resarcir las pérdidas que ello le pudo causar. La gran faena vino con el cuarto de la corrida, Platino, número 264, de pelaje sardo, entresacando de la crónica antes referida lo siguiente:
…inició su portentosa faena con tres pases ayudados por alto, estatuarios, en los que se pasó entero al burel y después del tercero, recibió un fuerte palotazo… pero imponiéndose a éste… se irguió como un genio que es del toreo y ligó seis derechazos de portento, de prodigioso temple y mando… ligándolos en redondo… derechazos que fueron la mecha que prendió la locura en los tendidos… siguió con tres manoletinas… y para poner fin a su portentosa faena ligó tres naturales que ahí quedan en el ruedo de El Toreo de México como modelo de bien torear… entró a matar muy derecho y ejecutando la suerte a la perfección, dejó una estocada en buen sitio, se precipitó porque el toro no doblaba con rapidez y descabelló al segundo empujón… La plaza era un manicomio, veintidós mil pañuelos pedían también la pata…
Pepe Luis Vázquez |
Pepe Luis Vázquez tuvo esta tarde lo que a mi juicio resulta ser quizás la tarde más redonda en su paso por los ruedos mexicanos. Fue ante Cazador, segundo de la tarde, número 275 y El – Hombre – Que – No – Cree – En – Nada escribió en el número 169 de La Lidia, del 1 de marzo siguiente, lo que sigue:
…Hagamos caso omiso de las excelencias de su toreo de capa, cada vez creciendo en ligazón, en gracia, en sabor, para seguir batiendo palmas de entusiasmo a la esencia pura, al clasicismo sin par de su primer faena, preciosa, valiente, segura, sin un solo lunar, en la que lo mismo lucieron los pases naturales armoniosos, ligados con los incomparables de pecho, perfectos, largos, impecables, que todos los de otra índole como complemento de belleza a lo ya por sí mismo intensamente bello…
Luis Procuna a su vez tuvo su gran momento de la tarde con el tercero, Cilindrero, número 278, toro que le dio la ocasión de mostrar su especial tauromaquia y de ejecutar el toreo por alto que tanto le distinguiera. De la ya citada crónica de Francisco Montes, extraigo lo que sigue:
…el torero de San Juan ligó tres faroles de magnífica ejecución y artística rebolera… tomó los palos y después de un vistoso galleo, dejó un palo… cerró el tercio uno de sus peones… Brindó a David Liceaga y principió con pases de tanteo para luego estirarse con tres de costado… luego ligó tres derechazos extraordinarios, dos afarolados artísticos y plenos de gracia, dos derechazos en que aguantó enormidades… luego con el toro en los medios ligó naturales magníficos… y entró a matar dejando media en todo lo alto para tumbar patas arriba al bravo ‘Cilindrero’…
Luis Procuna |
El Toreo de la Condesa vivía su última temporada. Durante cuatro décadas fue la principal plaza de toros de la capital mexicana y ante la puesta en funcionamiento de la Plaza México, que le duplicaba en capacidad, sus días estaban contados. Durante el último año de funcionamiento de El Toreo y primero de La México, no se puede hablar de una real competencia entre ambos escenarios, básicamente por el número de festejos que en una y otra plaza se dieron y en menor medida, porque en el nuevo coso, aún se trabajaba para terminar detalles que lo dejarían en condiciones óptimas de funcionamiento, no obstante esto, la tarde que hoy les recuerdo, debió ser una de las más grandes en la historia de la plaza que se despedía, más que nada, por lo redonda que resultó, pues todo salió bien. Se hizo presente el seguro azar del toreo, que diría José Alameda.
El festejo al final, admite, a 66 años vista, el certero y breve resumen de El – Hombre – Que – No – Cree – En – Nada:
Toros y toreros, conjuntamente, nos proporcionaron el placer incomparable de presenciar una verdadera corrida de toros…
Placer incomparable sin duda y en estos tiempos que corren, cada día más escaso…