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domingo, 17 de marzo de 2024

18 de marzo de 1979. El Pana recibe la alternativa en la Plaza México

El Pana junto a su cartel de alternativa
La asistencia más o menos continuada a los festejos taurinos nos permite en ocasiones, ser testigos de hechos que pueden marcar o cambiar el rumbo de la historia del toreo. Perdóneseme por hablar en primera persona, pero en esta oportunidad llega la ocasión de hacerlo acerca de algunos hechos vividos por este amanuense. Por motivos que aquí no vienen al caso, residí en la Ciudad de México de 1977 a 1981 y tuve la oportunidad de ver temporadas de novilladas y corridas de toros en la Plaza México y en esa etapa pude conocer de primera mano el desarrollo inicial allí de Rodolfo Rodríguez El Pana, desde aquel domingo 9 de octubre de 1977, cuando se le tiró de espontáneo a José Antonio Ramírez El Capitán en el cuarto novillo de la tarde, Pelotero de San Martín, con el cual, el hijo de Calesero realizaría al final de cuentas, una faena que es considerada una de las modélicas para un novillero en la historia de la gran plaza.

Esa tarde de Pelotero, me enteré por la cofradía que habitaba el balcón dos de sol donde me agregué desde mi primera entrada a esa plaza, que se trataba de un maletilla de Tlaxcala apodado El Panadero y que se dedicaba principalmente a recorrer la legua y a tirársele de espontáneo a quien fuera posible, ante la falta de oportunidades para torear.

Alrededor de año después, la temporada de novilladas del año 78 se inició después de que en las fechas previas dos novilleros, José Pablo Martínez y Gabriel de la Cruz hicieran una huelga de hambre a las puertas de la México. Arrancada la temporada, levantaron su protesta, pero el comentario generalizado era en el sentido de que el doctor Gaona nunca les daría una oportunidad, al menos en esa temporada concreta.

Pero la sorpresa llegó para el tercer festejo del ciclo, cuando se anunció una atípica novillada de selección como culminación de los festejos del Día del Novillero y en ella formaron cartel Rodolfo Rodríguez El Pana, Jesús Trigueros El Tabaco, Héctor de Alba El Pinturero, Longinos Mendoza y sorpresivamente, los huelguistas José Pablo Martínez y Gabriel de la Cruz, quienes enfrentarían un encierro de la debutante ganadería de Santa María de Guadalupe, propiedad del doctor Alfonso Castro Flores y que originariamente fuera fundada por el maestro Juan Silveti Reynoso.

La revelación del festejo fue precisamente El Pana, quien le cortó las dos orejas a Reyezuelo, el que abrió plaza y eso le valió para convertirse, en unión de César Pastor, en el eje de una temporada de festejos menores que es una de las verdaderamente importantes en la historia del llamado Coso de Insurgentes.

Rodolfo Rodríguez El Pana terminó siendo, tras de torear diez novilladas y un festival en ese año, el candidato natural a ser alternativado en la temporada grande siguiente, pero su grandilocuencia y su personalidad desenfadada le granjearon animadversión en el ambiente entre los profesionales. Escribe Daniel Medina de la Serna:

…le gustaba hablar y faltarle al respeto al pinto de la paloma; de hecho, las figuras le tenían decretado un boicot que se prolongó hasta el momento de encontrarle padrino para la alternativa…

Por su parte, el abogado y librero José Rodríguez Téllez – coloquialmente Pepe Rodríguez – expone en su extraordinaria obra El Pana, torero surrealista. Los inicios de una leyenda:

Se anunció la alternativa de “EL PANA” en primera página del periódico “El Redondel”, anunciándose al diestro como un “TORERO DE LEYENDA”, era su primera tarde corno matador de toros y ya era considerado ¡UN TORERO DE LEYENDA"… En esas condiciones cuesta arriba llegó “EL PANA” en la fecha 12 de la temporada a tomar la alternativa el día 18 de marzo de 1979, de manos de Mariano Ramos y de testigo Curro Leal, completando cartel el Caballero en Plaza Gastón Santos, quien abrió el festejo…

Así fue la manera en la que el doctor Alfonso Gaona dio cumplimiento a una regla no escrita de nuestra fiesta, que establecía que el triunfador del ciclo de novilladas anterior, recibiría como una especie de trofeo, su alternativa en la siguiente temporada de corridas de toros.

La corrida del 18 de marzo del 79

La crónica completa que he podido rescatar es la de Carlos León, quien en sus Cartas Boca Arriba publicada en el diario Novedades al día siguiente del festejo, dirigida en la ocasión a don José Ángel Conchello, proclamaba en su exordio lo siguiente:

Llamarse Rodolfo, como el inolvidable califa leonés, que fue el máximo Petronio de la fiesta nacional. Y apellidarse Rodríguez, como el ojiverde “Cagancho”, aquel gitano de leyenda, que a su vez encajó en el gusto de nuestro público como uno de sus ídolos predilectos. Y después de eso, salir a los ruedos desde una modesta tahona de Apizaco, donde en la paz provinciana, lejos del nublumo que envenena la metrópolis, aún se respira lo que López Velarde cantó en las tardes olfativas de su Suave Patria, “El santo olor de la panadería”…

Esa era la expectación que producía la presencia del toricantano que llegó en calesa o jardinera a la plaza y que por alguna razón hasta esas fechas solamente usaba vestidos bordados en plata o en pasamanería. Un torero que, como se deduce del párrafo del cronista, penetró profundamente en el gusto de la afición de la capital mexicana.

De su hacer ante los toros, sigue contando Carlos León:

Verá usted. “El Pana” se ha hecho matador de toros con el astado “Mexicano”, de la vacada de don Alfredo Ochoa Ponce de León, que ha enviado un lote muy bien presentado en cuanto a trapío y con varios de sus ejemplares de bondadosa bravura. Así fue el doctorado, estupendo para el torero, que no pudo con él. Con detalles sensacionales que provocaban un clamor, pero con torpezas que desataban las rechiflas. Pésimo con la espada llegó a escuchar un aviso, mientras se concedió arrastre lento al toro tan lamentablemente desaprovechado. Más tarde, con “Serenito” otro burel que vino de las dehesas de Zinapécuaro con más nobleza que un duque, tampoco pudo “El Pana” justificar la expectación que despertó su alternativa. Cierto que, tanto con el capote como con las banderillas y la muleta, ejecutó cosas que parecen imposibles, pero las hace. Mostró la clase, el aguante, su manera diferente de interpretar el toreo, pero otra vez la faena total se le escapó de las manos, a pesar de contar con otro toro de “Campo Alegre” que fue un dechado de boyantía y fue aplaudido en el arrastre, mientras para su matador hubo división de opiniones. Cosa encomiable, pues provoca pasiones, quedando en incógnita interesante lo que este singular matador pueda dar cuando madure…

Al final de cuentas, el peso de la púrpura superó la voluntad de El Pana. No estuvo absolutamente mal, pero se vio superado por las circunstancias de ese momento y quienes esperaban ver en la corrida de su doctorado una prolongación de los triunfos obtenidos en la temporada novilleril anterior, quedaron de alguna manera, defraudados.

Pepe Rodríguez, en su libro antes citado, lo resume de esta manera:

“EL PANA” recibió la borla de matador de toros con el toro “Mexicano” de Campo Alegre, con el que estuvo voluntarioso y bien a secas, sin lograr el triunfo grande, lo mismo sucedió con su segundo, sin nada digno que comentar, salvo la pasión que empezaba a despertar en los tendidos, unos apoyaban al toricantano, y otros no estaban convencidos de la torería de este diestro, lo que no se discutía era la personalidad del mismo…

La apreciación de Pepe Rodríguez, hecha en retrospectiva, refleja en una importante medida lo que sería una gran porción de la carrera de El Pana en los ruedos, la exposición de una personalidad arrolladora que muchas veces ocultaba al gran torero que llevaba dentro. Pasarían casi dos décadas de altibajos para que la personalidad y la torería encontraran su punto de equilibrio y pudiera eclosionar la figura del toreo que había anunciado ser desde ese domingo 6 de agosto de 1978 en una novillada de selección que nadie, quizás ni él mismo, esperaba.

En conclusión

Decía el pasado domingo, a propósito de otro genio, que el camino hacia la cima no está siempre pavimentado, sino que más bien es pedregoso y lleno de baches. El caso de El Pana que se tuvo que enfrentar a todos y principalmente a sí mismo, es otro ejemplo palpable de que eso es cierto. Ya cerca del ocaso de su andar por los ruedos es cuando pudo vivir el triunfo y su final, fue quizás el que él mismo hubiera esperado, en las astas de los toros. La fiesta es y seguirá siendo porque la nutren hombres como El Pana.

domingo, 26 de noviembre de 2023

26 de noviembre de 1977: Miguel Espinosa Armillita recibe la alternativa en Querétaro

Miguel Espinosa, el menor de los hijos varones del Maestro Armillita, después de torear un importante número de festivales al lado de su hermano Fermín y de los hijos de otros toreros, sobre todo de la Edad de Plata mexicana, empezó a vestir el terno de luces el año de 1976. Se presentó con los del castoreño el 18 de marzo de ese año en Jiquilpan, Michoacán, alternando con Javier Tapia El Cala y Miguel Munguía El Inspirado para lidiar novillos de la ganadería de su padre y unos días después toreó una segunda en San Juan de los Lagos, Jalisco.

La tercera novillada de su carrera fue su presentación ante la afición de la ciudad en que nació, Aguascalientes, el domingo 18 de abril, en el festejo que ese año abría la Feria de San Marcos, disputando el trofeo del Cristo Negro del Encino, junto con Pepe Luis Vázquez hijo, Alfredo Gómez El Brillante, Carlos Liceaga, Juan Miranda y Pedro Loredo, ante un encierro de San Manuel.

Era una apuesta arriesgada, venir a abrir una de las ferias más importantes de América y matando un solo novillo, pero al final, lo resolvió con suficiencia y cautivando a la afición que se reunió en la plaza Monumental Aguascalientes, llevándose a su casa el trofeo en disputa, mismo que le entregó al final de la novillada Alfonso Ramírez Calesero.

Esa temporada torearía una veintena de festejos aquí en México y para 1977 marchó a hacer campaña en ruedos europeos, actuando en plazas de primer orden como Barcelona, Sevilla, Valencia o Pamplona. De su presentación en Barcelona, el 27 de marzo, escribió Julio Ichaso para La Vanguardia:

Es hijo del espada azteca Fermín Espinosa «Armillita», tan conocido y aplaudido en nuestras plazas. Se presenta Miguel, en Barcelona... Como dato curioso diremos que «Armillita chico» actúa en Barcelona precisamente en la fecha que su padre Fermín tomara la alternativa aquí, hace cuarenta y nueve años y dos días, para ser exactos... Miguel tomó las banderillas con buena ejecución y estilo. Muchas palmas... Brindó a Manolo Mateo, el decano de los reporteros gráficos taurinos. Muletazos con agobiante y artística lentitud. Aplausos y música. Lo muleteó por los dos lados... ovaciones... Entró a herir con facilidad, pero la espada enseñaba la puntita. Volvió con dos estoconazos más, concediéndole la oreja, despidiéndole con aplausos, así como a sus compañeros de terna y paseo a hombros por los «capitalistas»...

El jueves 9 de junio de ese 1977, actuó en el último festejo que se dio en la hoy extinta plaza de Las Arenas, también en la Ciudad Condal, junto con José Manuel Dominguín y Tomás Campuzano, ante novillos de Antonia Laa Sánchez.

El 6 de julio de ese mismo año, abrió la Feria de San Fermín en Pamplona, en un cartel en el que participaron los rejoneadores Álvaro Domecq y Joao Moura ante toros de Ramón Sánchez y a pie Miguel alternó con José Luis Palomar ante novillos de Diego Romero. A propósito de ese festejo, relató Vicente Zabala Portolés para el ABC madrileño:

He disfrutado hoy en Pamplona con la felicidad del viejo Armillita, que ha visto cómo su hijo triunfaba en una tarde plena de aciertos. El chiquillo (es un auténtico niño) me parece un estupendo remedo de lo que dicen que fue su padre. Le funciona la cabeza. Torea variado con capote, banderillas y muleta. Le veo talento y decisión para resolver problemas... El nuevo Armillita es torero de escuela. Su padre le ha enseñado el oficio. Se aprecian mil detalles, hasta en la resurrección del molinete con la izquierda y el saber estar en la plaza. Todo lo quiere hacer bien, aunque no siempre lo consiga. Junta las zapatillas para banderillear. Esto es muy difícil y meritorio. Tiene un montón de detalles importantes, que le pueden conducir a ese camino de ver cómo la dinastía azteca de los Armillitas se prolonga por lo menos una generación más. Hubo petición de oreja y vuelta en el primero. Cortó la oreja del sexto en medio del diluvio. Ahora a esperar. Hay que verle más veces. Nada de precipitaciones ni campanas al vuelo, pero el manito tiene muchas cosas de las que agradan al buen aficionado...

Esa fue en general, la impresión que Miguel Armillita causó en su paso por los ruedos de Europa en su campaña novilleril, que cerró con 35 festejos toreados y que, planteado su regreso a México, era con la finalidad de recibir la alternativa al inicio de la temporada mexicana.

La alternativa de Armillita Chico

La primera corrida de la Feria de Navidad de 1977 que ofrecía la empresa de la plaza Santa María de Querétaro, a celebrarse el sábado 26 de noviembre, se componía con ocho toros de don Javier Garfias para Manolo Martínez, Eloy Cavazos, José Mari Manzanares y Miguel Espinosa Armillita, quien recibiría la alternativa.

La crónica del festejo aparecida en el diario El Informador de Guadalajara, fue firmada por Luis Soleares, seudónimo de don Carlos Loret de Mola Mediz, quien dijo del toricantano:

Armillita Chico, Miguel Espinosa, de blanco y oro, recibió al primero de la tarde, “Arlequín”, de 515 kilos, con verónicas de muy buen corte que recordaron a las de su padre el maestro grande. El burel, de buen peso y magnífico trapío, como toda la corrida, acude bien para dos cuarteos con cites en el estribo. El tercero le resulta superior. Brinda el toro de la alternativa a su padre, Fermín, quien está entre barreras. Lleva a su enemigo a los medios, con trincherazos y firmas. Hay derechazos y cinco buenos naturales. Como el toro ya no pasa, lo cierra en tablas y le saca algunos naturales más. Luego medios pases y tres pinchazos, antes de una estocada entera...

Ante el octavo de la función, nombrado Solitario, el cronista le apunta nuevamente lucimiento en el segundo tercio y con la muleta en la mano izquierda, ante un toro que se quedó parado, concluyendo acerca de su actuación lo siguiente:

El público lo despidió con aplausos. Miguel Espinosa tiene el corte de su padre y su inteligencia para entender a los toros. Se augura que será un buen matador...

El resto de la corrida

Manolo Martínez, se llevó tres orejas en la espuerta; Eloy Cavazos le cortó las orejas y el rabo al primero de su lote y el sexto de la tarde, Aladino, número 37, con 478 kilos de peso, fue indultado, concediéndosele las orejas y el rabo simbólicos. Por las protestas de la concurrencia, se negó a dar la vuelta al ruedo, misma que dio en solitario el ganadero don Javier Garfias acompañado por dos de sus nietos. Por su parte, José Mari Manzanares le cortó las orejas y el rabo a Cobrador, cuarto de la corrida y primero de su lote.

En suma, una corrida que fue triunfal e histórica, pues en ella inició su andar por los ruedos como matador de alternativa un torero que durante casi tres décadas figuró en el primer plano de la fiesta en el mundo.

Concluyendo

De las narraciones transcritas podemos ver que en esas primeras tardes se nos describía a un torero más variado, que todavía se encargaba de cubrir el segundo tercio y que, con la muleta, empezaba a barruntar lo que sería el fuerte de su actuar en la cima de su carrera: el toreo al natural.

Miguel Armillita se despidió de los ruedos en Aguascalientes el 1o de mayo de 2005 y regresaría, testimonialmente, una sola tarde, la del 6 de diciembre de 2009, a la Plaza México, a confirmarle la alternativa a Cayetano Rivera Ordóñez.

Falleció en Aguascalientes el día 5 de noviembre de 2017.

domingo, 12 de noviembre de 2023

John Fulton, a 60 años de su alternativa

John Fulton
Foto: Santos Yubero
Hay toreros que son calificados de exóticos por no ser de origen hispano. Quizás a John Fulton, natural de Filadelfia, en Pennsylvania en los Estados Unidos, se le pueda tratar de encasillar allí, pero no es precisamente así su caso. El hecho de no llamarse hispanamente Juan y apellidarse López, Gutiérrez o Martínez, no le hace precisamente una especie de bicho raro en el ambiente de los toros en los lugares donde se verifican festejos, pues, aunque su apariencia física, su manera de hablar la llamada lengua de Cervantes y su nombre delataban su origen anglosajón, su manera de comportarse en los ambientes propios de la fiesta denotaban que se había asimilado plenamente a ella.

John Fulton fue discípulo de Pepe Ortiz, el Orfebre Tapatío, quien en San Miguel de Allende tenía su ganadería de toros de lidia en la Hacienda de Calderón. Allí se convirtió en uno de los continuadores de la verdadera Escuela Mexicana del Toreo, la iniciada por Saturnino Frutos Ojitos y llegada a él por la vía de Luis Güemes, quien fuera banderillero en la cuadrilla juvenil del maestro de Gaona y después también en la cuadrilla del Petronio de los ruedos. A la vera de Pepe Ortiz se formaron toreros como Jesús Córdoba y Pepe Luis Méndez y es significativo que varios de nacionalidad norteamericana, como Robert Ryan, Diego O’Bolger o el mismo Fulton, aprendieron el toreo allí en la casa del gran artista de Guadalajara.

En ese orden de cosas se presentó como novillero en la Plaza de Toros Oriente en 1953 y tras de observar que era complicado actuar en tierras mexicanas, en 1956 marcha a España, estableciéndose en Sevilla, logrando presentarse como novillero en Cádiz, el 29 de junio de 1958, alternando con Pepe Álvarez y Emilio Oliva, en la lidia de novillos de Pepe Luis Vázquez. Álvarez no mató ninguno por haber sido herido por el que abrió plaza y Fulton fue herido por su primero, pero salió de la enfermería a matar al quinto y al sexto, dando vuelta al ruedo en ambos.

Se presentó en Madrid el 15 de octubre de 1961, para lidiar novillos de Jesús Sánchez Arjona en unión de Luis Alviz y Francisco Raigón. A propósito de esta tarde, Benjamín Bentura Sariñena Barico, en su crónica de El Ruedo, aparecido el día 19 siguiente, dice:

Se presentaba el norteamericano John Fulton, mocetón sobrado de facultades y bastante enterado de las reglas fundamentales del arte de torear... Se adivina en el norteamericano el adiestramiento en las placitas de tienta y una cuidadosa observación de lo hecho por toreros de categoría... Mató al tercero de media estocada caída y perpendicular. En el sexto oyó los tres avisos después de trece pinchazos y diez intentos de descabello...

Esa campaña sumó dos festejos más, uno en Sanlúcar de Barrameda, el 14 de mayo, enfrentando novillos de Álvarez Hermanos, junto con el rejoneador Baldomero Gaviño, Facultades y Joaquín Ceballos Quinito y otro, el 12 de octubre, en el Puerto de Santa María, cuando para lidiar novillos de José G. Barroso, se le acarteló con Mondeño II y Antonio Ruiz.

El número de El Ruedo fechado el 31 de mayo de 1962, daba cuenta de que en el Ateneo de Sevilla, se inauguró una exposición de pintura taurina, obra de John Fulton:

En el Ateneo de Sevilla  ha inaugurado una exposición de pintura taurina John Fulton, el torero de Filadelfia, afincado en la ciudad de la Giralda, y que alterna los pinceles con su afición a los toros. John tenía - y tiene - la ilusión de llegar a doctorarse en tauromaquia. Le anima a ello Antonio Ordóñez, su gran amigo. Fulton no quisiera volver a su tierra sin recibir su alternativa de manos de aquel, y en la Plaza de Ronda. De las dieciséis obras que expone en el Ateneo sevillano, la mitad son interpretaciones del artista sobre temas poéticos de Federico García Lorca. Concretamente, cuatro de los cuadros están dedicados a dar vida al celebérrimo "Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías"...

En los ruedos, esa campaña la cerró con dos festejos toreados.

La tarde de la alternativa

Santiago Sánchez Traver, en su obra Un siglo de corridas de la prensa de Sevilla, narra lo siguiente:

Curioso y original el cartel de la Asociación de la Prensa de 1963, el 18 de julio de nuevo. (se) hablaba de estar orgullosos de haber "logrado formar un cartel verdaderamente revolucionario. Ya está listo para su uso el cartel de no hay billetes. Grandioso cartel que forman Susoni, El Bala y Gabriel Aguilar"… Susoni como El Bala fueron cogidos en esos días… Y sigue la previa: "los periodistas sevillanos cambian la novillada por una corrida. A tal fin han conseguido la contratación de tres diestros hace tiempo alejados de nuestro ruedo". Y no era cierto porque ese cartel del 18 de julio ya estaba organizado mucho antes de la suspensión del día 14. Y destaca: "La primera alternativa que se otorga en España a un torero de ese país"...

La Corrida de la Asociación de la Prensa de Sevilla se anunció finalmente para el jueves 18 de julio de 1963, con seis toros de Félix Moreno Ardanuy (Saltillo) y un novillo de Barcial para rejones que enfrentarían don Rafael Peralta, José María Montilla, César Faraco y John Fulton, que recibiría la alternativa.

Antonio de los Santos Cutiño Santiño, fue el encargado de escribir la crónica para el ABC hispalense, misma de la que extraigo lo que sigue:

John Fulton cumplió plausiblemente su quehacer como matador de toros, teniendo en cuenta sus propias aptitudes y las circunstancias adversas en las que hubo de desenvolverse. A su primero, que cabeceaba ostensiblemente al embestir, lo recogió bien en unos lances, y, tras de recibir los trastos de su padrino Montilla, realizó una faena de reducido repertorio... aprovechando las inconstantes acometidas del enemigo, hasta lograr que la música alegrara el trasteo. Se quitó de enmedio al bruto de un pinchazo, estocada contraria y media en buen sitio y hubo vuelta a la redonda, acreditativa de su primera actuación en la categoría superior... En el sexto, bronco e incierto... el diestro de Filadelfia anduvo decidido con capa y muleta, pero la faena adoleció de falta de ligazón, aunque fueron estimables algunos derechazos... repitiéndose en su honor los aplausos que el respetable le otorgase a lo largo de su voluntariosa actuación...

Por su parte, Don Celes, en el ejemplar de El Ruedo del 25 de julio siguiente, opinó en el siguiente sentido:

De John Fulton no sabemos aún si pensar que es un pintor que torea o es un torero que pinta. Ambas aficiones se dan vigorosas en su curiosa personalidad, que esta tarde afrontó valientemente la suprema ocasión de la alternativa. Recibió ésta, en un toro que cabeceaba, de manos de Montilla, teniendo que limitarse, dadas las condiciones del bicho, a un escaso repertorio de pases con la derecha, acabando de un pinchazo, estocada contraria y media en su sitio, dando la vuelta al redondel. El sexto, que también le correspondió, era bronco; pero el diestro de Filadelfia – ¿qué tal le suena, lector? – mostró decisión, tanto en el capote como con la muleta. Lástima que la faena no lograse un poco de ligazón, pues los derechazos que la integraron tuvieron gallardía y mando. Terminó de pinchazo, media y descabello...

Su alternativa sevillana, en la que el toro de la cesión se llamó Espartoncillo, la confirmaría en Madrid el 29 de octubre de 1967, de manos de José Mata con el toro Dormido de Benítez Cubero, junto a Luis Navarro El Isleño quien también revalidaba ese día. La función la abrió el rejoneador Manuel Vidrié quien enfrentó un novillo de Pío Tabernero de Vilvis.

Torearía su última corrida en España el 30 de septiembre de 1973, en Torremolinos, actuando mano a mano con Bartolomé Sánchez Simón y la rejoneadora Antoñita Linares en la lidia de toros de Isaías y Tulio Vázquez para los de a pie y uno de Pérez Valderrama para la caballista.

Después andaría a caballo entre Sevilla y México, donde actuaba esporádicamente, principalmente en las plazas de la frontera Norte y tendría su última actuación en nuestras plazas el 14 de abril de 1995, donde todo comenzó, en San Miguel de Allende, alternando con Mariano Ramos y llevando por delante al rejoneador José María Fuentes para enfrentar un encierro de San Antonio de Triana.

El Estudio de John Fulton

Después de dejar los ruedos, John Fulton instaló su estudio – galería de arte. Lo hizo en la Plaza de la Alianza número once, a unos pasos de los Reales Alcázares de Sevilla. Allí se dedicó a desarrollar su otra pasión, la pintura y pronto adquirió una gran reputación como ilustrador de temas taurinos. Desarrolló una técnica para pintar obra con sangre de toro, tratada con anticoagulantes para que no perdiera su color característico.

Escribió Félix Machuca para el ABC madrileño en 2022:

…Pintaba con la sangre de los toros. Cosa que descubrió en un viaje a las cuevas de Altamira, quedando impresionado de los que los hombres de la saga del Oso cavernario habían pintado en las rocas de sus paredes. Fulton los imitó. Habló con amigos médicos que le aconsejaron qué hacer para que la sangre no se diluyera. Y dibujó sus toros y toreros con la sangre totémica de un animal al que siempre consideró sagrado…


También quiso ser apoderado y se dedicó a introducir en el planeta de los toros a Atsuhiro Shimoyama, un gimnasta originario de Tokio, a quien anunciaba como El Niño del Sol Naciente, quien después de ver la versión de Sharon Stone de Sangre y Arena se fue a Sevilla, se inscribió en la escuela taurina de Alcalá de Guadaira e intentó hacerse torero.

El 16 de agosto de 1995, El Niño del Sol Naciente fue volteado por un utrero en Pedro Bernardo, en la provincia de Ávila y a consecuencia de ello sufrió, según unas informaciones, una cuadriplejia, según otras, una hemiplejia, pero el resultado final fue que se tuvo que quitar de torero. Actualmente reside en Sevilla, recuperado, pero sin perder su afición.

John Fulton sufrió una serie de eventos cardiovasculares el 7 de febrero de 1998, en Sevilla y no se pudo recuperar de ellos, falleciendo el día 20 siguiente.  

Concluyo estas líneas con una reflexión que hizo el torero de Filadelfia a Lyn Sherwood, para su libro Yankees in the Afternoon, acerca de su manera de entender el por qué a los toreros extranjeros y en particular a los norteamericanos, les cuesta tanto trabajo entrar en el ambiente taurino hispano:

Considero que el factor más determinante que ha impedido que los norteamericanos se conviertan en verdaderas figuras del toreo en España y México, es la creencia de que solamente un español, en particular el andaluz, puede llegar a ser figura. El español puede admitir el valor de un extranjero, pero de inmediato lo etiqueta como suicida o temerario, en lugar de valorarlo como sereno, como el de ellos. El torero extranjero jamás recibirá el apoyo o la pasión incondicional de las masas que pudiera recibir el más torpe o desangelado de los suyos...

domingo, 29 de octubre de 2023

A 50 años de la alternativa de Manolo Arruza


Es muy probable que Manolo Arruza se haya presentado en público ya sin el concurso de los demás hijos de las figuras de nuestra Edad de Oro, en San Luis Potosí el 25 de agosto de 1971 en un festival benéfico, en el que alternó con Luis Castro El Soldado, Silverio Pérez, Manolo Martínez, Curro Vázquez y Gabriel Soto El Momo en la lidia de novillos de las distintas ganaderías de esa entidad. Tenía 16 años y por lo que se puede deducir de distintas informaciones de prensa posteriores, el que lo ayudaba en su aprendizaje era Javier Cerrillo, quien fuera miembro de la cuadrilla de su padre y en su día también su compañero de aprendizaje en la escuela que tuvo Samuel Solís en la placita de Tacuba cuando ambos iniciaron su andar por los ruedos.

Fue Cerrillo quien lo acompañó a España el siguiente calendario para dejarlo allá a la vera de don Andrés Gago, quien lo introdujo al ambiente en el campo primero y ya avanzada la temporada, le arregló siete novilladas, todas en plazas de Andalucía, para que se fuera poniendo a punto para una campaña completa y definitiva. También toreó tres festivales benéficos, entre ellos, uno celebrado en Córdoba conmemorando el XXV aniversario de la muerte de Manolete.

La temporada de 1973

Ya establecido su crédito en ruedos hispanos, don Andrés Gago pudo contratarle a Manolo Arruza 33 novilladas en 1973, las que pudieron ser algunas más, pero una fractura en una mano le obligó a iniciar su temporada hasta mediados del mes de julio, perdiendo prácticamente un tercio de la temporada en su rehabilitación. Terminó la campaña en quinto lugar del escalafón y fue considerado, junto con Paco Alcalde y Carlos Escolar Frascuelo, uno de los novilleros más interesantes de ese momento. Eduardo Guzmán, en el número de El Ruedo salido a los puestos el 4 de septiembre de 1973, le veía así:

Manolo Arruza goza de unas envidiables facultades físicas. Alto, joven, sonriente y simpático, puede ser un torero bastante completo. Ya está mucho más hecho de lo que podía hacer suponer el número todavía escaso de novilladas lidiadas. Con el capote es variado y florido, con más lucimiento en los lances de adornos – faroles y chicuelinas – que en la verónica fundamental. Es un banderillero tan excepcional como pudo serlo el autor de sus días. Con la muleta hace algo más que defenderse, llevando en ocasiones perfectamente toreados a los astados mientras guarda una impresionante inmovilidad, arrastrando la muleta por la arena. Mata rápido y bien, a lo que le ayuda su elevada estatura. Todo lo cual no constituye pequeño bagaje para quien está prácticamente empezando…

Cerró esa su temporada final como novillero cortándole el rabo a un novillo de Carlos Núñez en Barcelona y su última actuación en ruedos hispanos ese calendario fue en un festival celebrado el 6 de octubre en Benidorm en homenaje y beneficio del matador de toros colmenareño Agapito García Serranito, quien cuatro años antes, fuera herido en esa plaza y a consecuencia de ese percance, quedara imposibilitado para continuar en su profesión.

Los prolegómenos de la alternativa

Tras del festival de Benidorm, Manolo Arruza anunció su regreso a México a recibir la alternativa. Algunos medios españoles cuestionaron su decisión, porque consideraron que con la sólida campaña novilleril que había desarrollado ese año del 73, podría ser doctorado allá en alguna de las primeras ferias importantes del siguiente calendario. En una entrevista anterior a la corrida del doctorado, pero aparecida en el número de El Ruedo salido a la venta el 23 de octubre de 1973, Manolo Arruza le declaró entre otras cosas a Jesús Sotos, lo siguiente:

Me voy agradecido a todos los españoles. Me han tratado muy bien. Excesivamente. Es un país de caballeros. Algo quisiera decirles a todos ustedes... Qué tomo la alternativa allá en Guadalajara porque es mi país. Pero que amo al de ustedes como al propio; que me llevo el mejor recuerdo de empresarios, ganaderos y afición. Y de ustedes. Repito: Gracias a todos... ¿Te vas a hacer matador de toros en homenaje al padre o por propia afición? ... Siento decirlo. Posiblemente el recuerdo siempre imborrable, de mi padre, me impulsara a la afición. Pero el toreo nació en mí. creo que soy torero desde que me parió mi madre... ¿Cómo será la futura temporada? ¿Piensas en Madrid y en Sevilla? ... Estaré presente en la temporada española. Pero eso habría que preguntárselo a mi apoderado. Él sabe en todo momento lo que tiene que hacer...

Por su parte, Vicente Zabala Portolés, en su tribuna del ABC madrileño, también dedicó espacio a anunciar la inminente alternativa de Manolo Arruza, en información aparecida el 19 de octubre de ese año:

El lunes toma la alternativa también en Guadalajara Manolo Arruza, hijo del «Ciclón Mejicano». El joven Arruza ha llevado a cabo una brillante temporada novilleril en España, aunque le haya faltado el espaldarazo de plazas tan importantes como las de Madrid y Sevilla... El padrino de la ceremonia va a ser el ídolo azteca Manolo Martínez y como testigo actuará el español Paco Ruiz Miguel. Los toros pertenecen a la ganadería del empresario Javier Garfias. ¡Lo que hubiera dado el llorado Carlos Arruza por ver la continuidad de sí mismo! Y es que los toreros que rompen sus dinastías a propósito, alejando a sus hijos de la razón de ser de sus vidas, arrostran una gran frustración. Me refiero, claro está, a aquellos toreros que se sienten eternamente toreros, para los que no cabe nunca lo de «ex – matador de toros». No entiendo los «ex». Los toreros de verdad son siempre toreros, aunque no ejerzan. ¿Qué otra cosa puede poner en su carnet de identidad un Pepe Luis Vázquez, por ejemplo? A nadie se le ocurre llamar a un doctor retirado «ex - médico», ni a un periodista «ex – periodista», ni a un ingeniero «ex – ingeniero». Sin embargo, se utiliza mucho con los toreros retirados, creándoles una amargura innecesaria...

Zabala incurre en un gazapo notable al informar un cartel que raya en lo imaginario en cuanto a padrino, testigo y toros, apoyado quizás en alguna información previa que fue superada por el anuncio oficial de la Feria de Octubre que al final ofreció don Ignacio García Aceves, pero por otra parte cuando menos deja espacio para informar del hecho en una de las tribunas de información más importantes del planeta de los toros.

La corrida de la alternativa

La corrida de la alternativa de Manolo Arruza era la segunda de una Feria de Octubre que arrancó el sábado 20 con una novillada y que continuaría en días consecutivos hasta el domingo 28, con ocho corridas de toros, en las que estaban anunciadas las principales figuras del toreo españolas y mexicanas. Aparte de la alternativa, Manolo Arruza llevaba dos tardes más en ese ciclo, al igual que las demás figuras anunciadas, así entonces, el arranque de su andadura como matador de toros no podía ser menos prometedor.

Esa segunda corrida de feria fue nocturna, por celebrarse en lunes, día laborable y se anunció un encierro de don Jesús Cabrera para Eloy Cavazos, Curro Leal y Manolo Arruza, que recibiría la alternativa. La crónica “in situ” del festejo la escribió don Francisco Baruqui Michel para el diario El Informador de Guadalajara y no fue muy cordial con el ganadero, porque consideró pobre la presentación y el juego de los toros:

La segunda de feria y... nada. Mucha expectación por esta corrida que mal anunciada como tal, debió ser como novillada por los astados que se lidiaron, sin presencia, sin trapío, bureles de «casta aguada» que con ir una vez al caballo se rajaban después; escarbando todos y llegando aplomados al último tercio, y no por falta de fuerza, sino por falta de casta, lo que se confirmaba en tanto que la lidia avanzaba. Y de tan poca presencia que hasta un «animado» espectador, burlándose de las autoridades (que ni esfuerzo tuvo que hacer para llegar descamisado al ruedo), se bajó que no se lanzó siquiera al último novillete de la noche. Eso sí, una novillada que se envió como corrida que deja muy mal parada la divisa de Cabrera...

Es conocida la exigencia que como aficionado tuvo el licenciado Baruqui, que a veces, a decir de muchos aficionados, rayaba en la exageración. Pero también habrá que abonar en su favor que ese acendrado espíritu crítico, es lo que ha dado a Guadalajara a estas fechas, su título de ser la plaza más seria de México, aunque a veces tenga sus desviaciones.

El toro con el que Manolo Arruza fue investido matador de toros se llamó Zacatecano. De su actuación esa noche, relata lo siguiente el citado cronista de El Informador:

Con elegante terno azul ultramarino y oro, muy bien vestido con pañuelo y todo (olé por la solera) y luciendo el capote de paseo de su inolvidable padre (vaya bordados que se hacían entonces), partió plaza Manolo al son de un paso doble muy retrasado e instrumentado por la semidormida banda, en la noche de su alternativa... Muy grata impresión me ha causado Arruza, bien cimentados los comentarios que de él se hacían antes de su presentación. Joven, torero, con planta y figura hacía sentir la presencia del incomparable Carlos, su padre. Lidiador fácil, dominador, imprime a su toreo esa característica del jugueteo que es consecuencia de su firme pisada y valor sereno; vaya forma de caminarle a los astados y de hacer verdad al torear (no usa para nada el pico del engaño, sino que cita con la muleta planchada y al realizar el pase no «saca» al toro de la pañosa, sino que lo torea bien mandado con las bambas de la muleta). Seguro, alegre y con repertorio; ¿hace cuánto que no veíamos quitar por gaoneras?, ¿cuánto qué no se remataba con afarolados?; ¿y la arrucina? ... Con el capote no destaca mucho, salvo en un farol de rodillas, en el que llevó muy toreado al animal. En verónicas acusa el defecto de echar el pie para atrás, pero en banderillas se muestra como un excelente rehiletero, seguro, con verdad, se deja llegar mucho al toro para levantar muy alto los brazos cuadrando bien, «asomándose al balcón»; y aunque luce las cualidades del padre; facultades, elasticidad que le permite verse atlético, tiene el muchacho mucho arte... Ahora que lo hemos visto con novillotes, en una «corrida» muy apañada, habrá que verlo con toros. Pero indiscutiblemente en Manolo Arruza hay una figura del toreo, que será cuña para muchos y habrá de quitar más de algún moño... (y, además, torea con la espada de matar y no pide musiquita). Con el acero se va muy derecho, y además es certero y con su elevada estatura, puede convertirse en un magnífico estoqueador...

Así fue la primera tarde de un torero que permaneció en activo, actuando en las principales plazas de toros del mundo hasta el 8 de noviembre de 2009, cuando se despidió de los ruedos en la Plaza México, alternando con Enrique Ponce y Fermín Spínola. El último toro que mató se llamó Veracruzano y fue de San José, ganadería propiedad de don José Arturo Jiménez Mangas. Hoy en día se dedica a preparar jóvenes que tienen la intención de hacerse toreros en la Academia Taurina Municipal de Aguascalientes.

Aviso parroquial: Los resaltados en los textos transcritos son obra imputable exclusivamente a este amanuense, pues no obran así en sus respectivos originales.

domingo, 3 de septiembre de 2023

3 de septiembre de 1972: Alternativa de José Antonio Gaona en Málaga

Alternativa de José Antonio Gaona
Foto: Arenas / El Ruedo
El año de 1970 despuntó con la presentación en los ruedos del nieto del gran Rodolfo Gaona. Aquí en Aguascalientes lo vimos en una de las primeras novilladas que ofreció don Guillermo González a la afición, en una temporada en la que vimos también por aquí a otros jóvenes descendientes de hombres ilustres de nuestra fiesta, como José Luis Velázquez o José Antonio Ramírez El Capitán. En la tarde de su presentación cortó dos orejas a uno de sus novillos y al decir de don Jesús Gómez Medina, produjo gratísima impresión y despertó grandes esperanzas entre quienes asistimos a su presentación…

El año de 1971 se presentó en la Plaza México y fue uno de los personajes de la temporada novilleril de ese calendario, detrás de Mariano Ramos y Rafael Gil Rafaelillo, quienes al final, en la historia, resultaron ser los estandartes de ese ciclo. Escribió Daniel Medina de la Serna:

José Antonio Gaona, nieto del Califa de León y sobrino de Jesús Cabrera – su madre era hermana del ganadero –, se presentó (7ª) con los mejores auspicios, demostrando personalidad y clase pues no en balde era nieto de quien era, a todos convención con su muleta de seda aunque estuvo muy mal con el pincho; quince días más tarde, con un toro de regalo convenció hasta a los más escépticos de que podía llegar a ser un torero grande y por lo pronto comenzaron a considerarlo la revelación de la temporada…

Sumó seis tardes en esa temporada, en las que echó a perder varias actuaciones de calado por sus defectos con la espada, pero en la novillada del 26 de septiembre de ese año, en la que alternó con José Ángel Adame y Mariano Ramos, por fin pudo redondear una faena. Escribió el cronista de la agencia que proveyó la información al diario El Siglo de Torreón:

Dos cosas buenas para José Antonio Gaona, ahora mata más que el cólera... y otra, que no se achicó ante el éxito de Ramos... se agigantó con el sexto, cuya muerte brindó al excelente as taurino español Domingo González Lucas “Dominguín”, resplandeciendo como oro de ley la clase de José Antonio, en una faena de pases de todas marcas entre incesantes ovaciones y otra vez a matar superiormente, para lograr una oreja muy bien ganada... El paseo triunfal a hombros fue el obligado epílogo a una tarde de muy grato recuerdo de Mariano y José Antonio...

Después de esa fecha participaría en un par de festejos más, incluido el del Estoque de Plata y empezaría a planear el viaje a la Península Ibérica, mismo que podía sospecharse, del brindis relatado en el párrafo antes transcrito.

Su campaña española de 1972

Llegó a tierras hispanas el 9 de marzo de 1972, con la intención de torear novilladas allá para entrar en el ambiente y recibir la alternativa al final de la temporada que por esas fechas iniciaba. Unos días después de su llegada, Jesús Sotos, redactor del semanario El Ruedo de Madrid, publicó una entrevista con el recién llegado, de la que extraigo:

- ¿A qué aspiras en España?

- A torear veinte o veinticinco novilladas y tomar la alternativa. Mi gran ilusión es ésta.

- ¿Tu debut?

- El domingo que viene, en Sanlúcar de Barrameda con Manolo de los Reyes y Currillo, lidiando ganado de Álvarez Hermanos.

- ¿Quién es tu apoderado?

- Manuel Morillas.

Llega el apoderado a la reunión. Le preguntamos:

- ¿Crees que estará listo el torero para tomar esa alternativa esta misma temporada?

- El chico está puesto y posee magníficas cualidades. Debe, primero, «tomar tierra», compenetrarse con el toro y el ambiente español… Posiblemente para el mes de agosto pueda con toda tranquilidad doctorarse en tauromaquia…

Al final torearía once novilladas entre ese 19 de marzo y la fecha de su doctorado, siendo Zaragoza, Córdoba y Sevilla las plazas de mayor categoría en las que actuó. Su segunda actuación en el ruedo maestrante, el 6 de agosto, alternando con José Andana y Andrés Parrado Niño de la Mañé en la lidia de novillos de Arcadio Albarrán, le reportó la oreja del segundo de su lote. Para el ABC de Sevilla, escribió Manuel Olmedo Sánchez Don Fabricio II:

La tarde de su debut en Sevilla, José Antonio Gaona nos pareció un torero correcto y fácil, pero frío. De aquí que pasara sin pena ni gloria. El domingo cambió notablemente la decoración, porque el nieto del famoso Rodolfo Gaona puso ardor en el empeño y superó la prueba airosamente. Su quehacer, auspiciado por el coraje, llegó a tener la vibración necesaria para calentar a la masa, sobre todo en el cuarto novillo, del que cortó una oreja el mozo azteca... A su segundo novillo lo recibió con elegantes lances rodilla en tierra y con ambas rodillas en la arena lo tomó gallardamente en la muleta. Luego, ya erguido, desarrolló un ajustado trasteo, casi todo sobre la derecha, en el que descollaron los pases en redondo. Con celo e inteligencia se impuso al temperamento de la res, a la que tumbó de media estocada, precedida de pinchazo. Por solicitud mayoritaria, obtuvo una oreja, que ostentó con legítima ufanía durante el paseo triunfal...

Terminaría su paso por la novillería la víspera de su alternativa, en Marchena, cortando cuatro orejas y un rabo a los novillos del Conde de la Maza que le tocaron en suerte. 

La tarde de la alternativa

El festejo que se anunció en Málaga para el domingo 3 de septiembre de 1972 tenía un atractivo para la afición local. El cartel era encabezado por dos toreros de la tierra, Andrés Torres El Monaguillo y Pepe Luis Román, quienes, apuntando siempre buenas maneras, no habían tenido suerte para despuntar en plazas de primera importancia. El cartel lo completaba José Antonio Gaona, quien recibiría la alternativa y los toros serían de la ganadería de Pepe Luis Vázquez.

Al final de cuentas solamente se lidiaron cuatro toros de la ganadería titular, uno de Caridad des Allimes de Núñez (2º) y uno de Manuel García Fernández Palacios (3º). El de la alternativa de José Antonio se llamó Serenito. La crónica de Mariano Tudela, enviado especial de El Ruedo al acontecimiento, relata:

LAS BUENAS MANERAS. – Me gustó, y mucho, el temperamento porfión y la gran voluntad torera — de casta le viene al galgo — del nieto de aquel mejicano que tan sonora hizo oír su voz en tiempos en que hacían todo el gasto en los ruedos Joselito y Belmonte. Exhibió, claro, esa falta de placeo de quien no ha toreado mucho en lo que va de temporada, pero demostró, a quienes nos dimos cita en los tendidos de la Malagueta, que mimbres hay para hacer buenos cestos de cara artesanía, teniendo en cuenta, sobre todo, que el joven Gaona se las ha visto el domingo con dos auténticos toros, tan distintos, sin duda, a los novillos que ha despachado hasta ahora en su corta carrera taurina… Si en el toro de su alternativa el público le obligó a dar una generosa vuelta al ruedo, precisamente como premio a las buenas maneras, tras un pinchazo bien señalado y otro hondo, en el otro se le concedió la oreja con toda justeza. Justeza por la valentía y la precisión con que se entregó al matar, volcándose sobre el morrillo y consiguiendo un estoconazo hasta las cintas, que tumbó al toro con espectacularidad. Fue, señores, la estocada de la tarde a un toro – toro que cobraba sentido, probaba, tiraba cornadas y se quedaba a medio viaje…

Si bien la tarde de su doctorado no fue precisamente redonda, José Antonio Gaona pudo dejar una buena tarjeta de presentación en su ingreso al escalafón superior. Agrego aquí que sus alternantes también cortaron una oreja cada uno, El Monaguillo al cuarto de la tarde y Pepe Luis Román al segundo.

Después de la alternativa, torearía seis corridas más, en Melilla, Alcañiz, Morón de la Frontera – plaza esta, propiedad de su apoderado –, Ibiza y dos tardes en Palma de Mallorca, lo que considero que demuestra el interés que creó en su momento, por una parte, su importante ascendencia y por otra, la calidad de su hacer ante los toros.

Su cierre de campaña

El semanario El Ruedo del 17 de octubre de ese año anunciaba que José Antonio Gaona había roto con su apoderado Manolo Morilla. El torero le declaró a Jesús Sotos, entre otras cosas, lo siguiente:

No estaba contento con su dirección y lo mejor que podía suceder era separarnos… ¿Quién te apoderará en el futuro? … La futura temporada española espero que me la trace el gran empresario Diodoro Canorea. Estamos ahora en conversaciones y es muy posible que comience el año taurino precisamente en la Feria de Abril sevillana…

b regresaba a América para estrenar su alternativa en Lima, en la Feria del Señor de los Milagros, en la segunda corrida de ese ciclo, anunciado con toros de Salinas y alternando con José Mari Manzanares y Rafael Puga, quien recibiría la alternativa.

Y todavía, en el número del 31 de octubre, volvió a declarar de nueva cuenta a Jesús Sotos de El Ruedo:

El nieto de Rodolfo Gaona… toreó unas quince novilladas y donde tomó la alternativa. Se llama José Antonio y tiene diecinueve años, y no soy un torero señorito. Yo tengo el apellido Gaona y mi familia el dinero… Vine con el que gané de novillero en Méjico. Allá no se explican siendo el triunfador de la última temporada de novilladas, qué es lo que me ha pasado en España… por una mala administración he pasado inadvertido. Mi apoderado no ha servido ni para aprovechar el cartel que traía de Méjico, ni siquiera para explotar mi apellido... José Antonio piensa que su apellido le debió abrir muchas puertas, y que, si no hubiese demostrado nada después, pues a casa, y en paz. José Antonio dice todas estas cosas del señor Morillas, que también ha roto con José Luis Parada…

Ya en México, José Antonio Gaona empezó el siguiente calendario confirmando en la Plaza México su alternativa malagueña, lo que hizo el 21 de enero de 1973, en una corrida de ocho toros de Tequisquiapan que enfrentaron Jesús Solórzano, Francisco Ruiz Miguel, el colombiano Jaime González El Puno y José Antonio Gaona. En virtud de que El Puno también era confirmante, José Antonio recibió los trastos para pasaportar al segundo de la tarde, nombrado Cazador para la fecha.

José Antonio Gaona ya no volvería a la Plaza México y aquí en Aguascalientes, donde le vimos en sus inicios, le tendríamos en la Feria de San Marcos de 1973, el 1º de mayo y sobre su actuación, escribió don Jesús Gómez Medina:

El José Antonio Gaona que vimos actuar el pasado día primero, sin mengua de su calidad congénita, pudo exhibir un asentamiento, una seguridad y una flexibilidad para hacer el toreo como ahora se estila, sin rigideces ni tiesuras y con ello tuvo para calentar los ánimos de los espectadores… Hay en José Antonio solera taurina de la mejor clase; y no tan solo porque sea nieto del Califa de León, sino también por la calidad y el buen gusto con que hace el toreo…

Así como José Antonio Gaona no volvió a la Plaza México tras de confirmar allí su alternativa, tampoco regresó a nuestras plazas en Aguascalientes. Hoy se desempeña entre otras cuestiones como Juez de Plaza en Puebla y tengo el gusto de recordarle en este aniversario de su alternativa.

domingo, 6 de agosto de 2023

6 de agosto de 1933: Triunfal alternativa de Lorenzo Garza en Santander

Lorenzo Garza
Foto: Luis Reynoso
Lorenzo Garza se marchó a España en 1932, con una carta de recomendación de Carlos Quirós Monosabio para Eduardo Pagés y consigue actuar allí en seis novilladas – Barcelona, Santander, Bilbao, San Sebastián y Burdeos – dejando una buena impresión, a partir de hacerse notar como un torero predominantemente de valor. Algunos lo llamaron en esa primera época torero de parón, como Daniel Tapia en su Historia del Toreo, pero otros, como Néstor Luján, en su obra de igual título, lo califica más bien de estoico.

Sea como fuere, logró interesar a más empresas que a la de Pagés, que era la que lo amparaba y en el año de 1933 suma quince novilladas antes de que, se anuncie su alternativa en la plaza de Santander, que fue el puerto por el que entró a España el calendario anterior, apadrinándole Pepe Bienvenida y fungiendo como testigo Antonio García Maravilla. Los toros serían de Celso Cruz del Castillo, de origen Saltillo – Santa Coloma, vía Dionisio Peláez y cuyo hierro corresponde en la actualidad a la ganadería de La Guadamilla.

La impresión previa del festejo

La crónica que Federico M. Alcázar escribió como enviado para el diario madrileño La Voz, en esta ocasión recoge lo sucedido en la víspera en Vitoria y en la corrida que me ocupa. En la consideración previa a la narración de los sucesos en el ruedo, cuenta:

En Santander nos aguarda una novedad: la alternativa de Garza. Lorenzo Garza no es un improvisado en el toreo. Llega a la alternativa después de una campaña brillante y triunfal de novillero. De todos los toreros que han venido en estos últimos años de Méjico, Garza es el de más acusada personalidad. Tiene un valor tan extraordinario, que raya en la temeridad, y además torea bien… Pero lo característico de su toreo es la emoción, una emoción que hace temblar a la gente de angustia. Si los toros no le echan atrás, va a poner la tila a millón. Palabra…

Como se ve, su narrativa parte de la idea inicial que se tuvo de Lorenzo Garza, que era un torero todo valor, estoico, como lo calificó Luján y que resolvía todo a base de riñones y de jugarse la piel con alegría delante de los pitones de los toros. En suma, era un temerario que sabía torear y que podía complicarle la existencia a los que estaban en la cumbre con su entrega y su valor.

Habrá que agregar que la plaza se llenó y que asistieron al festejo el Ministro de Industria y Comercio José Franchy y Roca, el embajador de Francia, – seguramente ambos vacacionaban en el lugar –, y las crónicas reflejan que había en los tendidos numerosos aficionados de habla inglesa pues estaba atracado en el puerto el vapor Calgary.  

La actuación de Lorenzo Garza en esa tarde

Según la fuente que se lea, la actuación del Califa de Monterrey tuvo importancia, pero las fuentes más fiables que son el propio Alcázar y el cronista anónimo del diario madrileño Luz, reflejan que la tarde fue triunfal para él. En la edición de Luz, salida a los puestos el 7 de agosto de 1933, se relata acerca de su actuación ante el sexto de la tarde:

Negro y más grande que los últimos. Garza intenta armar el escándalo, pero el bicho no acude; cuando lo consigue se lo pasa por la barriga con un valor temerario. Garza brinda desde el centro, y en el primer pase sale trompicado, pero luego hace una faena valentísima. Se desmaya una inglesita en un palco. Cinco pases por bajo, y ya el público se pone de pie. Otros cinco de rodillas y arma el alboroto. Sigue entre los pitones, y entra a matar, dejando una estocada formidable. Descabella y es ovacionadísimo. Se tira al ruedo un grupo de «capitalistas» y lo sacan en hombros por la puerta grande, llevándoselo hasta el ferial de ganado, donde al fin puede escapar hasta el coche…

Por su parte, Alcázar, de una manera más compuesta en el aspecto literario, expone de la siguiente forma la actuación del toricantano:

Lorenzo Garza ha estado a punto de darnos un disgusto en el primer toro. Al engendrar un lance de capa ha sido cogido y volteado, metiéndole el toro la cabeza en el suelo. Afortunadamente el percance no le ha impedido hacer un quite colosal y derrochar un valor extraordinario en la faena de muleta. Empezó con el ayudado por alto, al que siguió uno de pecho formidable. Estalló la ovación, y ligó cuatro naturales estupendos. Al doblar la muleta para echarse el toro por delante en el obligado de pecho se dobló el animal de las manos y la suerte quedó rota. Continuó toreando a los acordes de la música, metido entre los pitones, en medio del entusiasmo del público. Mató de una corta delantera, un pinchazo y un descabello. (Le ovacionaron) … En el último armó un alboroto mayúsculo. El toro era tardo; pero Garza se metió en el terreno, le obligó a embestir, y después de dos ayudados espléndidos que se jalearon dio una serie de pases en redondo formidables. Toro y torero parecían fundirse en un solo cuerpo. Tan ajustado, tan ceñido, le pasaba el toro. Cada muletazo iba seguido de un clamor de entusiasmo y un susto de la muchedumbre. Rompió de nuevo la música a tocar, y continuó toreando temerariamente, entre ovaciones clamorosas. Después se hincó de rodillas, dando varios pases colgado en los pitones. Entró derecho a matar, y el estoque cayó delantero. Por tardar en doblar el toro no le dieron la oreja; pero el público se tiró al ruedo y se lo llevó en hombros por la Alameda. Una alternativa con éxito. Con el valor que ha derrochado esta tarde Garza, sobre todo después del tantarantán del primer toro, se podían hacer varios toreros… Garza es un torero que asusta, y precisamente en esto radica el interés de su figura. También torea, y torea admirablemente, parando, templando, cargando la suerte, sobre todo al toro de pronta arrancada; pero su nota característica es el valor: un valor que, como hemos indicado anteriormente, raya en la temeridad…

El estilo del cronista es más claro para exponer, en conjunto, la realidad de la actuación del torero que se alternativaba esa tarde, describe las suertes que la integraron, pero no es la mera reseña de las mismas, sino que intenta plantear la manera como apreció lo que vio en la plaza. En lo que coincide con la anterior, es en que aún sin corte de apéndices, se lo llevaron en hombros de la plaza.

El resto de la corrida

Dice Alcázar en su crónica que vio a Pepe Bienvenida dar los mejores lances que le había visto en su vida y que como banderillero tuvo un éxito rotundo. No tengo elementos para determinar si esa afirmación era ditirambo o en realidad ocurrió así. Lo cierto es que Pepe Bienvenida es, por lo que le he visto en las cintas y el video, el torero más completo de esa casa, quizás algo corto de personalidad, pero para mí, el más completo de todos.

Maravilla le cortó la oreja al tercero, al que toreó con lucimiento tanto de capa como con la muleta. Esa tarde, según la mayor parte de las relaciones consultadas, fue el que mejor estuvo con la espada, por eso la obtención del trofeo.

Del encierro lidiado, escribió Federico M. Alcázar:

Los toros de D. Celso, hoy de sus hijos, Manolo Muñoz y Celsito, es de lo más puro que pasta en campos de Castilla. Por su procedencia y por su casta merecen la misma estimación que los de Graciliano, Coquilla y demás ganaderías punteras de Salamanca. La corrida de esta tarde ha estado magníficamente presentada. Tipo, peso, pitones, finura y trapío. Una corrida para Madrid, con un peso que no bajará de trescientos kilos. Los seis toros se han arrancado pronto a los caballos, recargando con codicia, derribando con estrépito, haciendo una pelea superior, y sobre todo, acusando la brava casta de Santa Coloma y Saltillo. El más bravo ha sido el cuarto, un ejemplar precioso, y el más flojo, el quinto. Para los toreros no han dado tanto juego. El primero y último, dóciles, y el tercero y quinto, tardos, reservones. Todos han llegado al final quedados por su pelea con los caballos…

Ya aprecio por allí que se puede deducir que hay toros bravos para el ganadero y toros bravos para el torero, cuestión de ver las entrelíneas del párrafo.

Una reflexión hecha algo más de una década después

Con esa alternativa, Lorenzo Garza toreó apenas tres corridas de toros y el 24 de febrero siguiente, volvería a torear novilladas, iniciando la definitiva campaña novilleril en Valencia. Ese calendario torearía quince novilladas y el 5 de septiembre de 1934 recibiría el doctorado definitivo en Aranjuez, de manos de Juan Belmonte. En 1945 regresó a hacer una campaña que resultó de gran importancia, porque el 15 de julio de ese año, le cortó dos orejas al segundo toro de su lote, de Alipio Pérez Tabernero, en la plaza de Las Ventas, alternando con Manuel Álvarez Andaluz, Manolo Escudero y la torera a caballo Conchita Cintrón.

Un mes antes de esa tarde triunfal, en el número de El Ruedo aparecido el 12 de junio de ese año, se publicó una entrevista que le concedió a Cruz Ernesto Franquet, entre otras cosas, Lorenzo Garza dijo:

Me costó mucho trabajo llegar donde quise. Hube de tomar en España dos veces la alternativa. Una, en Santander, que me la otorgó Pepe Bienvenida, siendo testigo Maravilla, y a la que renuncié más tarde, para volver a las novilladas, y luego, la definitiva, en Aranjuez, que me la dio Belmonte, actuando de testigo Marcial Lalanda. Pero hasta llegar aquí hubo mucho que luchar. El principio de mi carrera taurina empieza en junio del año 1934 con una tarde lluviosa, en la que conseguí el éxito que yo perseguía. Desde ahí todo fué relativamente fácil. Actuaba con El Soldado y Cecilio Barral, y me salieron las cosas como uno tantas veces ha pensado...

Así fue como se inició el camino de un torero que, según Néstor Luján:

...tiene una importancia excepcional en la historia del toreo. A él se debe la innovación del cite de perfil absoluto toreando con la muleta, que debía inmortalizar Manolete y hacerse habitual en el toreo moderno... Garza es el primero que cita de perfil... ello le permite encadenar los naturales en redondo con una fluidez que encontrará su máximo exponente artístico en Manolete y emocional en Silverio Pérez...

Sismo y estatua se le llamaría para la posteridad, a quien a partir de la voluntad de ser, inició hace 90 años el difícil camino para tratar de llegar a ser figura del toreo.

Aviso Parroquial: El resaltado en la transcripción de la entrevista aparecida en el semanario El Ruedo, es obra imputable exclusivamente a este amanuense, pues no obra así en su respectivo original.

domingo, 23 de octubre de 2022

23 de octubre de 1910: La alternativa de Luis Freg en El Toreo


Luis Freg era burócrata – funcionario, le dirían en España – pues tenía un cómodo empleo de mecanógrafo en una oficina de la Secretaría de Hacienda en la Ciudad de México, cuando se aficionó a los toros y tras de participar, primero accidentalmente y después ya anunciado, en un par de festivales, comenzó a torear novilladas y a descuidar su trabajo, hasta que fue despedido del mismo.

Fue ascendiendo escalones y para el ciclo de 1910, fue una de las revelaciones, junto con Merced Gómez, aunque el que terminó recibiendo la alternativa ese año fue él. Así lo contó a su biógrafo, Armando de María y Campos:

Cuando Merced Gómez y yo estábamos en pleno apogeo, llegó de España Pepe del Rivero, que venía a contratar los toreros para la temporada, y oyendo hablar mucho de nosotros, organizó dos novilladas, con novillos de Piedras Negras y San Diego de los Padres, para ver quién de los dos merecía tomar la alternativa. Yo tuve el santo de cara, a pesar de los muchos revolcones que sufrí, y salí de esas novilladas con la alternativa firmada...

De la última novillada de “prueba” salí con la promesa de que antes de dos meses sería matador de toros. No obstante que yo sabía bien que nada tenía hecho como torero, ya me figuraba que estaba en camino de serlo. En mi casa, mi madre, mis hermanos, mis hermanas – que a hurtadillas me habían visto torear, para comprobar lo que de mí decían amigos y periódicos – ya no se oponían a que me dedicara a torero...

La corrida de alternativa, por la que Pepe del Rivero me ofreció y me dio mil pesos, fue fijada para el domingo 23 de febrero de 1910. Mi padrino debió haber sido “Minuto”, (Enrique Vargas), pero como se enfermó días antes, fue sustituido por el granadino José Moreno “Lagartijillo”, torero de algún cartel en México. Los toros fueron de Piedras Negras. El público, que estaba conmigo, llenó la plaza hasta las azoteas y me tributó muchas y muy cálidas ovaciones durante toda la tarde, y como tuve mucha suerte con la espada, pues a mis tres toros los maté de otras tantas estocadas, cortando la oreja del cuarto, el éxito que alcancé fue redondo, hablándome allí mismo Pepe del Rivero para que repitiera el domingo siguiente matando en unión de Vicente Segura seis toros de Santín...

No exageró el torero de Nonoalco al contar a quien firmaba sus crónicas como El Duque de Veragua, asegurando que la plaza de la colonia Condesa se llenó hasta la azotea y que, cosa infrecuente en la época, le cortó la oreja a uno de sus toros, concretamente al segundo de su lote. No obstante, las opiniones acerca del desempeño de quien pasó a la historia indistintamente como El Rey del Acero o como Don Valor, fueron encontradas, como veremos enseguida.

Miguel Necoechea, Latiguillo, en El Imparcial:

La versión más ditirámbica y alambicada de lo sucedido esa tarde de hace ciento doce años es esta. También es la más halagüeña:

Tres verónicas mucho más quietas que las del primero y tres lances de tijerilla mucho más ceñidos, fue el preámbulo; después banderilleó y la forma y condiciones en que lo hizo están ya expresadas, faltando solo agregar que fue ovacionadísimo.

Un brindis “cálido” después ya casi no lo dejó anotar la emoción. El tendido todo en pié gritaba olés, pregonaba vivas, pedía música para el muchacho que, metido entre los dos pitones, iba encadenando un pase natural con uno ayudado, éste con uno de pecho que la fotografía graba. La ovación es tal, que el muchacho tiene que suspender su faena para recoger palmas y devolver sombreros, mientras que el toro, noblote y bravo, espera con las cuatro patas juntas a que Freg, después de un perfilamiento irreprochable, entre a matar al volapié como lo haría el mismo Mazzantini en sus principios, despacio y doblando la cintura para cobrar una estocada hasta la mano de la que el toro salió rodando como una pelota.

El entusiasmo llegó al frenesí, llovieron sobre el ruedo los tabacos; un fotógrafo, nuestro fotógrafo, se lanzó al redondel en un impulso de ser el único en obtener la instantánea de aquel momento en que el toro doblaba frente al ídolo triunfante, y la instantánea, instantánea única, la única quizá que hasta la fecha se haya sacado en pleno ruedo, presenta el cuadro grandioso del matador frente a la fiera muerta, mientras las serpentinas cruzaban el aire y las aclamaciones hicieron presumir al público que asistía a las carreras de caballos en el cercano hipódromo que aquel era el preciso momento de la victoria.

¡La oreja! ¡La oreja!, rugió el público, pidiendo el supremo galardón para el diestro y ésta le fue concedida...

Es evidente la buena voluntad que el cronista de El Imparcial siempre le tuvo a Luis Freg y también el deseo de que cuajara en figura del toreo.

Jacobo L. Prantl, Pata Larga en El Diario:

Don Jacobo agrega a la opinión propia la del prestigiado cronista Eduardo Noriega Trespicos, cuya opinión no encontré para consulta pública en las versiones digitales de los diarios de la época, pero que en este caso, da un interés añadido a lo escrito por Pata Larga:

Cuando salí de la plaza tuve la oportunidad de saludar a un viejo y querido amigo mío, el notable revistero “Trespicos” y al pedirle su opinión acerca de la alternativa que tomó Luis Freg, con la franqueza que caracteriza a este buen escritor, me dijo: "la juzgo demasiado prematura".

Algo más me dijo este buen crítico taurino respecto a Freg y debo pedirle mil perdones por externar su opinión que en son de amistad me dio.

“Así como hay individuos que nacen para poetas y otros para cantantes, Freg nació para matador de toros y me gusta como mata, pero lo encuentro deficiente toreando”, me expuso “Trespicos”...

No es usted ni Guerrita, ni tampoco un Frascuelo, pero sí es usted un diestro de mucho porvenir; de un porvenir halagador y risueño, pero váyase con pasos de tortuga y no quiera ser tan rápido en su carrera.

Tenga usted en cuenta que tiene que luchar en la presente temporada con matadores de toros que cuentan con un buen número de partidarios y por lo mismo, hay que poner mucho de parte de usted, para salir avante.

Cuando toree Fuentes, procure estudiarlo hasta en sus más mínimos detalles; haga otro tanto cuando toree Castor Ibarra “Cocherito de Bilbao”, y procure siempre imitar todo aquello que sea bueno, y hasta por hoy de consejos sanos y desapasionados para entrar de lleno a juzgarle en su trabajo...

Curiosa es esta última apreciación del señor Prantl, le sugiere a Freg estudiar a Fuentes y también a Cocherito de Bilbao, creo que el producto resultaría en un interesante sincretismo taurino.

Enrique de Llano, Rascarrabias, en El Heraldo:

Esta colaboración de Rascarrabias aparece en el número uno de este diario, que es el sucedáneo en la lengua de Cervantes del Mexican Herald, diario dirigido a la comunidad angloparlante de la capital mexicana. Es la suya, junto con la de Paquiro, la más crítica con Freg y cuestiona la oportunidad de la alternativa que recibió.

Pertenecía al grupo de los cuales consideraban prematura la alternativa de Freg, y creo, corroborarán con mi opinión todos los aficionados congregados ayer en “El Toreo”. Todos, como yo, reconocerán en Freg un excelentísimo matador de toros, porque dudarlo sería osadía inaudita; pero en cambio, creo igualmente, que estarán conformes, si aseguramos que Luis está muy mal con el capote, y que se le nota que le falta bastante práctica con los astados, con los que se embarulla y entablera con frecuencia.

Debía Freg haber corrido más por las plazas de los Estados, adiestrándose en la difícil carrera del toreo, antes de decidirse a tomar la investidura de matador de categoría...

Paquiro, en El Tiempo:

...Le vimos saltar varias veces la barrera, cosa también ésta que debe corregir, pues de lo contrario, tendrá que oír censuras.

Abusa demasiado de las tijerillas y en los quites está perdido.

Sus serpentinas son malas, pero de verdad malas. ¡Qué diferencia entre las de Freg y las de Gaona y “El Gallo”! ...

El reclame que se le hizo al mexicano fue beneficioso para la empresa, pero muy perjudicial para el diestro, quien no debió tomar la alternativa, pues está como las uvas, muy verde...

Como podemos ver, los pareceres fueron de una amplia variedad y como para intentar quedar bien con todo el mundo. Todos coinciden en que Luis Freg era un extraordinario estoqueador, pero deficiente en la colocación y con las telas, cuestiones estas dos, que podían mejorarse con el paso del tiempo y delante de los toros. 

La realidad es que al paso del tiempo su valor y su espada le llevaron a los más importantes escenarios de la fiesta, y a este día es uno de los toreros mexicanos que más tardes han actuado en ruedos españoles, el tercero, apenas detrás de Rodolfo Gaona y Fermín Espinosa Armillita, con 294 tardes en dos décadas, que corrieron entre el 15 de agosto de 1911, cuando se presentó en Plascencia y el 23 de agosto de 1931, cuando toreó su despedida en Barcelona, asunto del que ya me he ocupado aquí.

El paso de Luis Freg por los ruedos y por la vida – una vida, hasta donde se sabe, dedicada exclusivamente a los toros – parece sacada de una novela y mucho tiene para ser contado. Seguramente por aquí, habrá lugar para presentar alguna otra estampa de ella.

lunes, 18 de julio de 2022

17 de julio de 1927: Refulgente Álvarez recibe la alternativa en Madrid (II/II)

Refulgente Álvarez
Archivo Casasola - Fototeca Nacional - INAH

Rumbo a la alternativa

Rafael Gómez, en su sitio Toreros Mexicanos, le consigna a Refulgente Álvarez una alternativa en el Puerto de Veracruz el día 14 de noviembre de 1926, otorgada por Luis Freg, mismo dato que contiene el opúsculo de don Luis Ruiz Quiroz titulado De Ponciano Díaz a Mario del Olmo. Matadores mexicanos, número 17 de la colección de Lecturas Taurinas Mexicanas publicadas por los Bibliófilos Taurinos de México. La revisión de la prensa mexicana disponible no refleja que Refulgente haya podido hacer uso de su título de doctor en tauromaquia en plazas mexicanas, sino que en cuanto se dieron las condiciones, regresó a España a intentar torear novilladas allá.

La tarde de Madrid

En el diario ABC de Madrid del 17 de julio de 1927, aparece la siguiente información:

Plaza de Toros de Madrid. – Hoy domingo, día 17, se celebrará una corrida de toros extraordinaria, con rebaja de precios, en la que se lidiarán seis toros de la acreditada ganadería de D. Antonio López Plata, de Sevilla, por los afamados diestros Bernardo Muñoz (Carnicerito), Francisco Peralta (Facultades) y Refulgente Álvarez, de Méjico, que tomará la alternativa.

La prensa española que pude consultar no refleja actuaciones de Refulgente Álvarez en 1927 sino hasta el día 17 de julio, esa, la tarde de su alternativa en Madrid, obtenida, según la prensa de la capital hispana, en condiciones sorpresivas, según cuenta Rafael Hernández y Ramírez de Alda Rafael, en el diario madrileño La Libertad, salido a los puestos el 19 de julio siguiente al festejo:

El cartel no fue del agrado de los aficionados, que, por primera vez en esta temporada, dejaron la plaza medio vacía. En realidad, estuvo justificada la actitud de los aficionados. La atracción del cartel era únicamente la alternativa del mejicano Refulgente, quien después de llevar más de tres años en Madrid luchando por que le dieran una novillada, se encuentra que de golpe y porrazo le ofrecen el doctorado en nuestra plaza…

Refulgente Álvarez esperaba ser contratado para torear una novillada en la plaza de la Carretera de Aragón y sin esperarlo, casi a los 40 años de edad, se le ofrece una alternativa en la plaza de toros más importante del mundo.

Respecto de su actuación esa tarde, Ángel Caamaño El Barquero, en El Heraldo de Madrid, consignó:

El recipiendario Refulgente Álvarez a ratos tuvo valentía, a ratos acusó manifiestas torpezas, y a ratos no pasó de querer, sin llegar a poder. Del torerito bullidor y suelto que vino en la cuadrilla de Lombardini y López no queda nada. Se ha transformado en un señor anticuado, que ofrece un arte anticuado también, falto de soltura, escaso de agilidad y únicamente repleto de gran voluntad, con la que no hay bastante para vivir desahogadamente en el toreo. Si la alternativa que recibió ayer le abre las puertas de las plazas mejicanas, sea muy enhorabuena. Para las plazas españolas es poco relieve el que adorna al buen Refulgente, quien con su claro criterio (que lo tiene, nos consta) comprenderá que no le decimos ningún disparate...

Y por su parte, Don Pepe, en El Noticiero, equivalente a la Hoja del Lunes de la época, en un imaginario diálogo entre los amigos Machimbarrena y Vizmanos, escribió:

- Vamos con Reluciente.

- Refulgente, señor. En el primero, que se llamaba “Capotero”, era negro bragado, terciado, con pitones y marcado con el número 33, veroniqueó movido, puso un par fácil de banderillas y después de brindar la suerte al doctor Segovia, pasa al manso con ambas manos, solito y molestado por el aire, para media baja y pescuecera, sin moverse la res en el encuentro. (Palmas de simpatía y salida a los medios).

- ¿Y en el último?

- En el sexto colocó un gran par de banderillas, medio malo y uno regular; brinda al palco de la empresa y tras pocos pases, con tanta valentía como desentrenamiento, atiza un gran pinchazo, otro, una estocada tendida y varios intentos de descabello con el estoque y la puntilla, escuchando un recadito de la presidencia...

Como podemos ver, Refulgente Álvarez mostró una tauromaquia de otro tiempo, falta de sitio y eso sí, un valor a toda prueba, pocos activos para caminar largo en esta fiesta.

Lo que después vendría

Regresó a España en 1928 y solamente alcanzó un contrato. Fue para las fiestas de Jadraque, provincia de Guadalajara, el 16 de septiembre, donde se anunció para matar dos toros de Carreros. Solamente pudo despachar al primero, pues el segundo le hirió de consideración. El semanario barcelonés Fiesta Brava, del 7 de diciembre de ese año, contenía la siguiente información:

NOTAS CORTESANAS: El matador de toros Refulgente Álvarez, ha salido para Méjico, casi repuesto de la grave cornada que le causó un toro en Jadraque en el pasado mes de Septiembre...

Como se puede ver, la cornada de Jadraque fue de bastante consideración, pues todavía en diciembre, no se había repuesto totalmente de ella.

Curiosamente, en una entrevista realizada en 1987 por Joaquín Vidal a Luis Gómez Estudiante, éste afirma que debutó como novillero el 28 de septiembre de 1928 en Pastrana, alternando con Yerberito y Refulgente Álvarez. El recuerdo de Estudiante me parece impreciso, pues el torero queretano era ya matador de alternativa por una parte y por la otra, estaba convaleciente de la cornada recibida doce días antes y que tardó mucho tiempo en sanar.

Decano de los matadores

Algo más de medio siglo después de su alternativa, caído casi en el más absoluto olvido, Refulgente Álvarez volvía a ser noticia. Por edad resultaba ser el decano de los matadores de alternativa en el retiro. José Guerra Montilla, del Círculo Taurino de Córdoba y nieto nada menos que de Guerrita, así lo daba a conocer al ABC madrileño del 11 de febrero de 1978:

Don José Guerra Montilla, vicepresidente y archivero del Círculo Taurino de Córdoba, gran erudito e historiador de la fiesta de los toros, nos remite una carta en la que tras comunicarnos el noventa aniversario del nacimiento del torero mejicano Refulgente Álvarez, matador de toros de más edad de todos los retirados, nos ofrece la relación y numerosos datos de los ocho siguientes que siguen al azteca en edad... Sebastián Suárez Aniño («Chanito»)... Eugenio Ventoldrá Niubu... Bernardo Casielles Puerta... Pedro Alfaro Castro («Facultades de Lima»)... Rafael Rubio Oltra («Rodalito»)... Salvador Freg Castro... Nicanor Villalta Serrés... José Flores («Camará»)... «Camará» es en cambio, el decano por antigüedad de los matadores de alternativa, desde el 21 de mayo de 1975, fecha en la que falleció el famoso torero mejicano Rodolfo Gaona, Su doctorado data del mes de marzo de 1918, en la plaza de Madrid...

Como podemos ver, Refulgente Álvarez retornaba a tener un puesto de importancia en la historia del toreo. Nació nació 2 años, 3 meses y 20 días antes de que Ponciano Díaz recibiera la alternativa en Madrid y él recibió la propia 37 años, 9 meses después, y además en ese determinado momento de su existencia, resultó ser, aunque fuera por un mero accidente demográfico, el matador de toros de más edad con vida sobre la tierra.

Leía en un comentario, lamentablemente sin firma, a esta entrada del blog Toreros Antiguos, del amigo Carlos González Ximénez, custodio y titular del Archivo Ragel, que concentra también los de Aurelio Rodero y Manuel Vaquero, que Refulgente Álvarez terminó sus días como portero en las instalaciones de Televisa en la Ciudad de México. Esa versión no la he podido comprobar con las distintas personas a las que he consultado al respecto. De ser así, el de Refulgente es uno de esos casos en los que, a pesar de haberse doctorado en la principal plaza del mundo, no tuvo espacio para hacer la vida en los vericuetos de la fiesta.

Así concluyo estos apuntes que, pretenden recordar en estampas algo deslavazadas, el paso por los ruedos de un torero valiente, sin duda, de esos de medio sol, de esos que lo dan todo, de esos que son los que constituyen la argamasa del edificio de la historia del toreo.

Dedico estos extensos apuntes a un queretano nativo, el amigo Octavio Lara Chávez, Callao en sus días de bloguero, quien en otro medio se había ocupado ya de este asunto y a otro adoptivo, Gabriel Lecumberri, al que creo que le gustan este tipo de historias.

Aviso parroquial segundo: De nueva cuenta los resaltados en los textos transcritos son obra de este amanuense, toda vez que en sus originales, no constan de esa manera.

Aldeanos