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domingo, 31 de agosto de 2025

Aguascalientes en agosto: toros por la Asunción y la vendimia (IV)

La postrera presentación de Garza, El Soldado y Silverio en  Aguascalientes el día de la Asunción

La XII Feria de la Uva tuvo verificativo entre los días 11 y 15 de agosto de 1965. Por lo que las crónicas periodísticas refieren, el agosto de hace seis décadas, también trajo agua, porque se refería en los diarios que el exceso de lluvia retrasaría la cosecha o vendimia y pondría en peligro al fruto cosechado, por ser más propenso a la pudrición una vez separado de la parra.

Esta edición de la Feria fue más austera a comparación de las que la precedieron, pues la información publicada no da cuenta de la presencia de grandes personalidades de los mundos de la política, de las artes o de los medios de comunicación, salvo la del literato mexicano Mauricio Magdaleno, quien en esos días era titular de la Subsecretaría de Asuntos Culturales de la Secretaría de Educación Pública, quien además tenía lazos personales en esta ciudad.

La coronación de la soberana Lucero I se verificó la noche del 11 de agosto, escogiéndose para el efecto, no un espacio abierto, como se había acostumbrado, sino el Teatro Morelos, aprovechándose el evento para su reinauguración, después de haber sido sometido a una profunda remodelación.

Los toros en la Feria del 65

Decía hace unas líneas que esta edición de la Feria de la Vendimia fue más austera y en alguna medida esa austeridad se reflejó también en su arista taurina, porque en lugar de una corrida de toros o una novillada para engalanar los festejos, se anunció desde los primeros días del mes de agosto, que se ofrecería un festival de auténtico lujo dentro de las fechas de las festividades.

Así, el sábado 7 de agosto de ese 1965, en el diario El Sol del Centro, se publicó la siguiente información:

Ya por todos los sitios acostumbrados circula la publicidad del magno festival taurino del próximo domingo 15... ¡El festival organizado en homenaje de la filial devoción a la Reina y Patrona de Aguascalientes! … Y es que, tratándose de una festividad tan acendradamente religiosa, no podían dejar de sumarse a ella los representativos de un arte esencialmente español y mexicano y, en consecuencia, católico... ¡El toreo, arte católico!, se intitula nada menos que un volumen que demuestra palmariamente la veracidad de este aserto...

Al final de cuentas, por la fecha de la conclusión de la Feria, se decidió ofrecer el festival anunciado en honor de Nuestra Señora de la Asunción, cuya festividad y Romería se celebra precisamente el día 15 de agosto, en lugar de incluirlo en la agenda de la Feria que ya vivía sus últimos instantes.

A propósito del cartel de toreros, la propia información, refleja lo siguiente:

Nada más justificado, por tanto, que Lorenzo Garza, Silverio, “El Soldado”, Fermín Rivera y David Liceaga, cinco gloriosas figuras del pasado taurino de México y unido a ellos el estupendo rejoneador Evaristo Zambrano, vengan ahora como toreros y como sinceros católicos, a realzar con su presencia – ¡y con su actuación, especialmente! – el festival del día 15...

En el papel, era un auténtico festival del recuerdo, con cinco toreros que habían escrito páginas muy importantes de la Historia del Toreo y quienes, además, todos tenían sus tardes de triunfo escritas en el escenario de la Plaza San Marcos, donde se verificaría el evento. Los toreros enfrentarían novillos de San Diego de los Padres, Peñuelas, Matancillas, Armillita Hermanos, Ramiro González y Cerralvo.

Lo que sucedió en el festival

La crónica que ubiqué fue una muy apretada de don Jesús Gómez Medina, aparecida en El Sol del Centro, al día siguiente del festejo. Lo primero que revela, es que únicamente actuaron en él Lorenzo Garza, Luis Castro El Soldado, Silverio Pérez y el caballista Evaristo Zambrano, correspondiendo enfrentar dos novillos a estos dos últimos actuantes. No se explican las razones por las cuales no comparecieron Fermín Rivera ni David Liceaga, así como tampoco se hace especial mención de la respuesta del público a los tendidos de la Plaza de Toros San Marcos.

El triunfo de Lorenzo Garza

Vestido de luces, El Magnífico había comparecido en Aguascalientes por última vez en abril de 1958, justamente en una campaña de reaparición en los ruedos. Actuaría intermitentemente entre ese año y el que nos entretiene en este momento, porque el 30 de mayo de ese año 65 había toreado una corrida de toros en Nuevo Laredo y tengo la impresión – sin pruebas que la sostengan – de que este festival, y seguramente otros, eran parte de un plan de preparación para una corrida que tenía pactada para el 7 de noviembre de ese mismo año en Monterrey, su tierra, para cederle los trastos a un prometedor joven paisano suyo.

Ese 15 de agosto de hace 60 años, salió de Aguascalientes con las orejas en las manos. Así describe su tarde don Jesús Gómez Medina:

¡Personalidad, invaluable tesoro! … Personalidad, sí, y también arte y torerismo. Un torerismo acendrado, alquitarado. Un torerismo al que los años – ¡los muchos años! – habrán despojado, quizá, de acometividad y de afán, pero que esplende ahora con el reposo y la serenidad de los crepúsculos... El “Califa de Monterrey” además, hizo derroche de una habilidad y una pupila realmente singulares para “torear” al margen del toro. Cordial, versallesco casi con el público y prodigando sus intervenciones en ayuda de sus alternantes, muy pronto se hizo de las simpatías populares y terminó por echarse a la afición al bolsillo... “El Magnífico” ayer, utilizó más la mano izquierda para conquistar adeptos que para torear de muleta a su enemigo... ¡Ah!, pero cuando lo hizo - en lo poco que llevó a cabo -, ¡cuánto sabor y qué admirable señorío! ¡Cuánta prestancia la suya y qué aroma a solera la destilada por su capote y su muleta! … Algunas de sus verónicas, los lances rodilla en tierra y los remates de pie y de hinojos propinados al suave y noble astado de don Ramiro González; y, la verticalidad de su toreo de muleta, fueron, para los espectadores, revelación y añoranza. Para los neo aficionados, en efecto, constituía aquello la revelación, el descubrimiento de un toreo y de un torero que ¡ay!, no llegaron a conocer en plenitud. Y para los taurófilos de viejo cuño, la actuación de Lorenzo, pese a producirse en el reducido marco de un festival, fue ocasión para rememorar una época; una etapa que, pese a lo añeja, no deja aún de provocar apasionamientos... Y como para poner a su faena la rúbrica netamente garcista, toreó por último Lorenzo en varios muletazos rodilla en tierra, precursores de una media delantera de rápidos efectos... Ovación y música para “El Magnífico”. Y además el premio de las dos orejas y la doble vuelta al ruedo entre caravanas y sonrisas mil de este Talleyrand de los ruedos que nos resultó ser el “Califa de Monterrey”.

Creo que don Jesús se encontró con una versión añejada y debidamente reposada de lo que fue en su día Lorenzo Garza, y pudo observar cómo se adaptó a su circunstancia en ese momento y además fue descubierto por los aficionados que solamente lo conocían por la lectura o por la tradición verbal. Lorenzo Garza todavía tenía cuatro tardes portando el terno de luces por delante y casi todas ellas marcadas por el signo del triunfo, porque sería hasta el 20 de febrero de 1966 que se despediría en definitiva de los ruedos en su natal Monterrey.

El arte de Luis Castro El Soldado

En estos apuntes agosteños ya había tenido oportunidad de ocuparme de El Soldado, porque fue el eje del cartel de la corrida del año 1959. Siguió en la brega y hasta donde pude indagar, una de sus tardes postreras vistiendo el terno de seda y oro, fue la del 29 de abril de 1962 en el Toreo de Cuatro Caminos, cuando le cortó una oreja al toro Perlito de Tequisquiapan

A Luis Castro le correspondió un novillo complicado, pero en su turno al quite, en el de Garza, estuvo sublime. En su conjunto, así lo vio el cronista:

Luis Castro, antaño enconado rival, tenaz opositor de Garza; Luis Castro, el gran torero cuyo capote y cuya muleta solía tener suavidades de terciopelo, ritmo y cadencia de estrofa, inició ayer su actuación realizando un quite por chicuelinas … ¡Pero qué chicuelinas! Grave, pausado el movimiento del engaño, que Luis mantenía muy abajo; lleno de plasticidad y de garbo la actitud del torero; lento, preciso su girar. ¡Un quite pleno de armonía, de arte y de belleza! … ¡Un quite... para soñarlo! … Ocurrió lo anterior durante la lidia del enemigo de Garza, el nobilísimo burel enviado por don Ramiro González. Posteriormente, en su turno, como su rival, de la vacada de Cerralvo, andaba resentido de los remos posteriores y por ello escaso de fuerza, “El Soldado” llevó a cabo una labor pletórica de torerismo: la lidia sobria, medida, toda precisión y eficacia. Los muletazos de exacto remate, algunos concluidos rodilla en tierra; algún adorno de circunstancias y el espadazo entero propinado con facilidad... Ovación y vuelta al ruedo para el torero de Mixcoac, un torero cuyo capote bordó ayer el lance de Manuel Jiménez con el primor y la plasticidad con que toreó por chicuelinas a “Famoso” y a “Porrista”...

No todos los toros se prestan para hacerles florituras, pero cuando surge la ocasión de hacerlas, aunque sea en los del rival o del alternante, hay que salir a ello. El Soldado aprovechó la bondad del novillo Lorenzo Garza en su turno al quite y lució y consiguió el momento más destacado de su tarde.

¿El sino de Silverio?

Silverio Pérez fue uno de los dos alternantes que enfrentaron dos novillos. Por eliminación y porque la crónica no refleja otra cosa, le correspondieron los de San Diego de los Padres y de Armillita Hermanos. De la crónica aparecida en El Sol del Centro, se aprecia que simplemente esta no fue su tarde. Escribe don Jesús:

LOS INFORTUNIOS DEL “COMPADRE”: Decididamente Silverio Pérez al salir de su solar texcocano lo hizo bajo adversos auspicios. De allí que los dos bureles a los que ayer se enfrentó resultasen igualmente inadecuados al lucimiento: sin respeto y sin fuerza ambos... De esta manera el arte del genial inmortalizador de "Tanguito", el toreo pleno de sabor y hondura del "Faraón de Texcoco" - actualmente el señor Diputado por Texcoco - apenas asomó en este o aquel momento; en algún lance a pies juntos y particularmente, en varios muletazos de trinchera que algo tuvieron del arte silverista. Y nada más...

Silverio Pérez, si mis apuntes y memoria no me traicionan, había estado entre nosotros, vestido de luces por última vez en abril de 1944, reapareciendo después de la cornada de Zapatero de La Punta y se había despedido de los ruedos, en la Plaza México, en 1953.

Tras de su despedida de los ruedos, incursionó en la política, siendo electo Presidente Municipal de Texcoco, su tierra y después Diputado Federal por el distrito correspondiente a esa región. Hago el apunte, porque se refiere a él don Jesús Gómez Medina como el señor Diputado por Texcoco, cuando en realidad, el primer día de enero de ese año, había iniciado su segundo periodo como Alcalde de Texcoco, su pueblo natal.

La actuación de Evaristo Zambrano

Por su parte, Evaristo Zambrano enfrentó a los novillos de Matancillas y Peñuelas. Lució con el primero, sobre todo, dice don Jesús, con las banderillas a una y a dos manos, pero falló con el rejón de muerte, por lo que el sobresaliente, Jorge Reina El Piti hijo, tuvo que despenar al novillo, siendo llamado el rejoneador después a dar la vuelta al ruedo. Ante el de Peñuelas, complicado, se limitó a cumplir, aunque en ese sí estuvo fino con el rejón de muerte.

Terminando

En Aguascalientes, los festejos taurinos en agosto no son necesariamente abundantes en cantidad, pero se intenta presentar esta tradición de nuestra tierra asociándola a las actividades agroindustriales que nos distinguen o a las festividades religiosas que nos son propias, porque donde la taurinidad es parte de la entraña de los pueblos, en realidad no falta razón para celebrar fiestas de toros.

Aviso parroquial: Los resaltados en los textos transcritos son obra imputable únicamente a este amanuense, porque no obran así en sus respectivos originales.

domingo, 24 de agosto de 2025

Aguascalientes en agosto: toros por la Asunción y la vendimia (III)

La clase de El Callao y el arrebato de Tirado, lo más destacado de la corrida de feria

Para la IV Feria de la Uva, verificada del 23 al 25 de agosto de 1957, fue invitada para fungir como reina la señorita Laura Irene Ortega Hernández Duque, quien tenía además la particularidad de ser hija del Gobernador del Estado, Ing. Luis Ortega Douglas. En esta oportunidad ya no se encomendó la difusión desde la capital al Brigadier Antonio Arias Bernal – quien solamente asistió como invitado especial –, lo que le restó difusión periodística a nivel nacional e internacional, así como tampoco se procuró la asistencia de diplomáticos y artistas de renombre.

La intención fue que conocieran las festividades escritores y personajes de la cultura y la industria como Jean Sirol, Agregado Cultural de la Embajada de Francia; los vitivinicultores europeos Paul Antebí, Jean Laine y Antonio Migliano.

Y por otra parte se convocó a un grupo de periodistas entre los que se encontraron Rodolfo Landeros Gallegos, Francisco Martínez de la Vega, Jorge Joseph, Rafael Solana, Elena Poniatowska, el decano del Periodismo Nacional, Luis Lara Pardo, Miguel Carriedo, y Fernando Castro entre los más destacados.

Por la presencia de todas esas personalidades y los visitantes del extranjero, se proclamó que la comida ofrecida en Viñedos Ribier tuvo carácter internacional, pues en torno a la mesa hospitalaria de don Nazario Ortiz Garza, se reunieron representantes de países tradicionalmente vinícolas. Además, el anfitrión estaba de plácemes, pues había enviado sus productos vínicos a concursar en la Feria de la Viña, en Montpellier, Francia, resultando galardonado por varios de ellos.

El festejo taurino de la feria

Para el domingo 25 de agosto de ese 1957, fecha del cierre de las festividades, se anunció una corrida de toros en la que actuarían Luis Procuna, José Ramón Tirado y Fernando de los Reyes El Callao, ante un encierro de El Rocío, ganadería que se presentaba ante el público de Aguascalientes. También se presentaban ante el público de Aguascalientes el mazatleco Tirado y El Callao, quienes habían recibido la alternativa apenas en el tramo final del año anterior, por esa razón eran "nuevos en esta plaza".

En la edición de El Sol del Centro del día de la corrida, se comentó lo siguiente acerca de los diestros debutantes:

Ramón Tirado pertenece al grupo de los toreros dotados de valor y decisión. Merced a su arrojo, el diestro mazatleco llevó a cabo en España, una relampagueante campaña novilleril, yendo de un triunfo al siguiente, hasta que sus reiterados triunfos tuvieron su epílogo cuando Tirado recibió la alternativa, en festejo de tronío, para luego venir a México a participar en la Feria Guadalupana... A su vez Fernando de los Reyes representa, en esta contienda de valor, destreza y arte, la solidez, el bien hacer y la calidad del toreo clásico... Es el suyo un arte sobrio, pero dotado de hondura y sentimiento, características que le permiten despertar las más intensas reacciones de admiración y entusiasmo...

Respecto de la ganadería que acudía por primera vez a la Plaza San Marcos, encastada principalmente con ganados de Pastejé y Mimiahuápam y procedente de Jiquipilco, Estado de México, propiedad de don Manuel Buch y Escandón, con divisa amarillo y rojo, y que se había presentado con corrida de toros en la Plaza México el 18 de enero de 1953, se decía:

Vacada que, entre las jóvenes, goza del mayor cartel, puede ufanarse de haber enviado el más bravo ejemplar que se lidió en México durante la última temporada. Y quien hace cesto, hace ciento... ¿Por qué no esperar que, entre los seis astados de esta tarde, esté el toro de bandera que, con su bravura y nobleza contribuirá a hacer memorable esta fecha en el recuerdo de los aficionados? …

Ese era el ambiente previo a una corrida en la que el cartel, encabezado por Luis Procuna, tenía siempre ese signo de incógnita que le imponen los genios:

Procuna, torero desconcertante y desigual, como suelen serlo los de su corte, en las tardes de inspiración ha ejecutado el toreo con un sello personal del que hay pocos ejemplos... Ahí están sus grandes triunfos, sus faenas cumbres a la vera de los más grandes ases, para testimonio de lo que estamos aseverando...

Como se ve, el cartel anunciado tenía imaginación, miga, no se veía repetitivo y resultaba interesante a la afición, aunque la mayor parte de los ingredientes del mismo, fueran de nuevo cuño.

El resultado del festejo

La crónica escrita por don Jesús Gómez Medina para El Sol del Centro, tiene un introito donde hace un resumen amplio de lo sucedido esa tarde del 25 de agosto de hace 68 años, y entre otras cosas apunta:

No fue muy pródiga en resultados de orden artístico la corrida de la IV Feria de la Uva... Hurgando en la lidia de los seis bureles, apenas cabe destacar, en este apartado de valores artísticos, una tanda de verónicas y unas chicuelinas de “El Callao”, el farol de rodillas – ¡auténtico chispazo de emoción y de arte! – con que prologó Luis Procuna su labor en el cuarto, y ampliando el alcance del significado del arte, la actuación de Ramón Tirado en su primero... El resto de la jornada quedó reducido a la exhibición de los propósitos triunfales que, al parecer, alentaban el ánimo de los tres espadas; a meros bocetos de obra de arte que a la postre no llegaron a cristalizar porque, entre el deseo del artista y la consumación de un intento, se interponía de continuo el mal estilo, el aplomamiento y la carencia de acometividad de que... dieron muestra los toros de “El Rocío”... Formaron dichos bureles un encierro desigual en tamaño y también en edad y casi todos bien dotados de cornamenta. Y, si bien los seis se mostraron prontos y recargaron ante los montados, ante los peatones de taleguilla, hicieron la lidia cambiante de las ganaderías cuyo estilo no está aún definido... efectuando medias embestidas o buscando el abrigo de los tableros, según suelen hacerlo los bureles que han alcanzado la mayoría de edad...

Pareciera que con esto queda contado el total de los sucesos del festejo, pero resulta ser que José Ramón Tirado le cortó la única oreja del festejo al segundo de la tarde. Ya en el desarrollo del hacer de los toreros, en lo individual, el cronista refiere a este propósito:

Ramón Tirado, ya lo hicimos constar, resultó el más aplaudido de los tres espadas actuantes. Inclusive, el único apéndice otorgado en la jornada, correspondió al mazatleco... Empero, como ya también lo dejamos consignado, el toreo de Tirado, espectacular, fosforescente, no llega a calar hondamente en el ánimo de los aficionados: al menos así ocurrió ayer... Diríase que cuanto se ha alejado Ramón Tirado de las normas perennes del arte taurino para adentrarse en el modernismo a ultranza, ha perdido su toreo en intensidad, en hondura, en calidad emocional, en suma, pese al innegable valor que posee este diestro. Sin embargo, este derroche de agallas y cuanto hay de impresionante, de sugestivo en su estilo, suelen valerle – como ayer ocurrió – la obtención del aplauso popular y, al final de cuentas, la consecución del éxito...

Pues no convenció a don Jesús Gómez Medina el pupilo de El Pipo, quien se convertía en un exponente de la corriente encimista que llegaría a su culmen unos cuantos años después cuando el mismo Rafael Sánchez sacara del anonimato a uno de Palma del Río y ahora sí, revolucionara el toreo, por completo.

De la actuación de Procuna, ya citaba que don Jesús resalta la ejecución de un auténtico farol de rodillas al cuarto de la corrida, agregando:

Al cuarto le dio la bienvenida con un farol de hinojos al que ya aludimos: fue aquel un lance impregnado de brillantez y de emotividad dentro del tono gris de la tarde. Pero luego el morito saltó al callejón y cuando tornó a la arena, había perdido la alegría de la que inicialmente parecía estar dotado... Y aunque Procuna forzó la máquina e inclusive tomó los palitroques en un intento infructuoso de ganar aplausos, el toro, reservón y con media embestida, pese a los arrestos de que dio prueba Luis al torearlo de muleta, impidió la realización de proezas dignas de mención...

Por su parte, El Callao tampoco tuvo tela de donde cortar, aunque el cronista refiere que los mejores momentos y de mejor calidad torera, corrieron a su cargo:

Los lances saturados de mayor calidad taurina, los de mejor ejecución, brotaron del capote de Fernando de los Reyes. Fueron estos los que “El Callao” instrumentó, embarcando al morito, templando y mandando en la embestida y cargando la suerte con la pierna y con el busto, al saludar al primero de la tarde... Todavía pudo “El Callao” dibujar dos o tres chicuelinas parsimoniosas y ceñidas; pero, en el último tercio, y con el toro aquerenciado en tablas, la escena perdió su brillantez inicial. Intentó Fernando torear por derechazos, sacando para ello al bicho a terreno más propicio; más, visto lo inútil de su propósito, recurrió al empleo de la tizona...

Como se puede deducir de la lectura de este pasaje, aunque breve, la actuación de El Callao ante el primero de su lote, le resultó satisfactoria y conforme a su manera de entender lo que es el toreo. 

Para terminar

La Feria de la Uva en esa primera etapa de su existencia era breve, apenas de un fin de semana, entonces, el azar del toreo no dejaba mucho margen para que en un solo festejo se pudiera tener una tarde triunfal cada año, sin embargo, como parte de las tradiciones de nuestra ciudad, se seguirían ofreciendo festejos en estas fechas.

Hasta la próxima semana.

domingo, 17 de agosto de 2025

Aguascalientes en agosto: toros por la Asunción y la Vendimia (II)

La clase y el oficio de El Soldado se imponen en su actuación final vestido de luces en nuestras plazas

Para el año de 1959, la Feria de la Uva o Feria de la Vendimia, que en el vocabulario popular la denominación era indistinta, se celebró entre los días 14 y el 16 de agosto. Fue un evento que se diferenció de los anteriores, tratando de acercarlo más a toda la población, según lo refiere el académico Luciano Ramírez Hurtado:

En lo que respecta a la VI Feria de la Uva,99 ésta duró tres días, se celebró del 14 al 16 de agosto, y se aseveró que era “eminentemente popular”. No obstante, se llegaron a ventilar en la prensa ciertas dificultades, pues algunos de los vitivinicultores se negaban a cooperar con la amplitud necesaria en los gastos que implicaba su organización... (Luciano Ramírez Hurtado, El Paraíso Perdido, Pág. 247, UAA, 2016)

Así, aparte del desfile de la reina con sus embajadoras para compartir la abundancia mediante el obsequio de uvas a la población, en esta oportunidad se organizó un concurso de racimos, un concurso de tragones de uva, la carrera de meseros a la manera de la de la Feria de San Marcos, un desfile de calesas y algunos otros eventos más. Llama la atención también el apunte del profesor Ramírez Hurtado en el sentido de que los vitivinicultores no estuvieron por la labor de aportar los recursos necesarios para la organización de las festividades.

Ese giro del sentido de la Feria no impidió que se engalanara con la presencia de invitados especiales, y así, destacó la presencia del ex presidente de la República, General Lázaro Cárdenas, el General Raúl Madero, gobernador de Coahuila; el embajador de Colombia, Daniel Brigard Herrera; el embajador de los Estados Unidos, Robert C. Hill; el embajador de Perú, Germán Aramburu Lecaros; Antonio Arias Bernal El Brigadier, en su calidad de presidente del Comité Nacional de la Feria de la Uva; Abel Quezada, caricaturista del diario Excélsior; Emilio Sánchez Piedras, líder de la Cámara de Diputados; y, el Gobernador de Tlaxcala, Joaquín Cisneros Molina, entre los más renombrados.

El anuncio de la corrida de feria

El día 13 de agosto se desembarcó la corrida de Golondrinas, ganadería propiedad de los señores Jacobo y José María Domínguez Lecea, vecinos de Lampazos, Nuevo León, misma que se presentaba en Aguascalientes y se hizo público el cartel de toreros que la enfrentaría, encabezado por Luis Castro El Soldado, Gabriel España y Teófilo Gómez, estos dos últimos toreros de reciente alternativa y que se consideraba serían del interés de la afición local. Al día siguiente de esa operación, en el diario El Sol del Centro, se publicó lo siguiente:

Ayer fueron desencajonados los seis toros de Golondrinas que el próximo domingo lidiarán aquí Luis Castro “El Soldado”, Gabriel España y Teófilo Gómez, en el festejo taurino de la VI Feria de la Vendimia… Trátase, en efecto, de un encierro apropiado a la categoría del festejo: con peso y romana, lo cual podrán atestiguar los aficionados que concurran a las corraletas de la plaza desde esta mañana… Los ganaderos de Golondrinas han escogido minuciosamente este encierro para hacer su presentación en la plaza de San Marcos, sabedores de la categoría que taurinamente hablando, guarda ésta...

De lo dado a conocer en la información periodística, los toros a lidiarse, visualmente eran adecuados para el festejo a celebrarse y tenían el cuajo suficiente para atraer una buena entrada al coso San Marcos, el domingo en el que se cerrarían las festividades por el calendario de hace 66 años.

El día de la corrida, nuevamente se publicó información relativa al festejo, en el mismo diario, resaltando por una parte las ilusiones de los toreros de más reciente alternativa y la impresionante hoja de servicios del primer espada, por supuesto:

Al lado de un torero plenamente cuajado, poseedor de toda la ciencia que puede derivarse de los muchos años de andar por los ruedos del mundo; junto a un diestro que, además, puede alardear de ser poseedor de una clase de la mejor ley, como es Luis Castro “El Soldado”, veremos actuar hoy, en el coso San Marcos... a Gabriel España y también a Teófilo Gómez son dos jóvenes espadas que, con un crecido bagaje de ilusiones y de virtudes taurinas, inician actualmente el recorrido del cual, “El Soldado”, se halla ahora en su fase última. De esta manera, todo lo que Luis Castro pueda significar en experiencia, su lograda madurez, la vastedad de sus recursos y la calidad de su arte, lo compensan el arrojo juvenil y el explicable afán de triunfar, de marchar adelante, de que, naturalmente están animados Gabriel España y Teófilo Gómez...

Así pues, las cosas quedaron dispuestas para que se diera ese festejo de la sexta versión de la Feria de la Uva.

La corrida del 16 de agosto de 1959

Al final de cuentas la corrida no resultó lo triunfal que se hubiera esperado. El encierro de Golondrinas no dio el juego que tanto la afición como sus criadores hubieran esperado. La corrida, de acuerdo con la crónica, fue mansa, con un par de toros manejables, pero fuera de esos dos, los demás no permitieron el lucimiento de los toreros.

La actuación de El Soldado

Lo que resultó ser la última tarde en la que Luis Castro El Soldado actuó vistiendo el terno de luces en las plazas de Aguascalientes, no le fue redonda, pero sí obtuvo en ella el reconocimiento de la afición – de la auténtica – por su hacer ante los toros que le tocaron en suerte. Relata don Jesús Gómez Medina en su crónica escrita para el diario El Sol del Centro:

Es una verdad indiscutible que las figuras cumbres del arte taurino, todos los llamados toreros de época, han sido o llegado a ser, grandes lidiadores… Pues bien: “El Soldado” es, hoy por hoy, uno de los diestros más sobresalientes en este decisivo aspecto del toreo; lidiador consumado que, además, realiza la lidia con una limpieza, un aplomo y un señorío que difícilmente tienen paralelo en la actualidad... En este aspecto, Luis Castro es torero para el buen aficionado, nunca para el espectador adocenado, para el villamelón incapaz de percibir cuánto hay de mérito y valer en esto... ¡Y ayer había tantos espectadores de este tipo en la plaza! … La actuación del de Mixcoac, por cierto, tuvo un primer capítulo que, por su espectacularidad, satisfizo a todos los parroquianos: su actuación con el primer burel, uno de los dos astados de Golondrinas que se dejaron torear... Con el capote y con la franela, Luis toreó pausada y rítmicamente, haciéndose ovacionar repetidas veces. Y con medio acero lo puso en manos del veterano Chino Lara... Y al reclamo popular, “El Soldado” salió hasta los medios para agradecer las palmas... A su segundo lo lidió de principio a fin, haciendo cabal demostración de talento y eficacia… A todo esto, no faltaron los pitos... ¿De los exigentes, acaso? ¡No, de los exigentes que exigían que toreara! … ¿Acaso lidiar no es torear? … Con otro espadazo similar al anterior, Luis Castro puso término a la lidia de este cuarto y difícil astado...

La eterna contradicción que se produce entre la afición y entre el público se hizo patente en esta tarde, al no entender que no a todos los toros se les puede parar y pegar muletazos. Por eso, ante el segundo de su lote, a El Soldado, un grupo de espectadores le afeó su hacer, por no comprender que era lo adecuado a las condiciones del astado.

El resto de la corrida

Teófilo Gómez se mostró como un torero que tenía el valor por divisa. Se puso donde los toros hacen daño y logró entusiasmar a la concurrencia – escasa, refiere el cronista – con su despliegue de valor:

Por ser valiente aguanta a los toros e inclusive, en fuerza de parar casi por sistema, los obliga a tomar el engaño con mayor docilidad y continuidad que las previsibles, vistas las condiciones de los astados… Con su primer adversario – el otro de los dos manejables del encierro – el queretano tragó paquete con el percal, y luego, muleta en mano, prosiguió haciendo demostración de agallas en el toreo por alto, antes de ligar una tanda de muy buenos derechazos, rematados con superior pase de pecho. Repitió la dosis, y se adornó luego con manoletinas, Pero con el acero, el hombre es una calamidad: no tiene ni valor ni habilidad para estoquear. Se eternizó pinchando en la peor forma, y hasta escuchó un aviso... Con el quinto, nuevamente a base de parar y aguantar, consiguió hacerse del bicho, para torearlo sobre la derecha, entre aplausos... Y con el pincho, nueva dosis de desaciertos y exhibición de medrosidad e indecisión. Y justificadamente se “ganó” otro recado de la autoridad...

Lo conseguido con las telas, Teófilo Gómez lo perdió por manejar mal los aceros. No encontré referencia de que volviera a nuestras plazas vestido de luces, pero años después, sería visitante frecuente en su nuevo hacer como criador de reses de lidia y en esa arista de su vida taurina, se resarciría con muchos triunfos, del que se le escapó esta tarde.

Gabriel España, quien apenas el 24 de abril anterior había tenido una buena tarde en la Feria de San Marcos, en esta oportunidad cargó con los huesos del encierro y bastante hizo con salir del paso. Refiere el cronista:

Los toros que integraron su lote sacaron mansedumbre y el peor estilo; en estas condiciones, el estilista cordobés, pese a haberlo intentado, nada consiguió digno de encomio. Y a la hora de la verdad, a punto estuvo de seguir la huella de Teófilo Gómez...

Así, la corrida concluyó, insisto, sin un triunfo resonante, pero con la impronta que dejó la actuación firme y resuelta de un gran torero.

Un par de apuntes finales

Don Jesús Gómez Medina cierra su crónica con un par de reproches a los organizadores de la corrida, que bien vale la pena reproducir:

Dos detalles tuvo el festejo, que mucho desdijeron de su categoría y del prestigio de nuestra plaza: la presencia de una desafinada murga, que estuvo desafinando toda la tarde, y la inoportuna comparecencia en el ruedo del regio cortejo... cuando habían sido lidiados ya dos toros...

Y creo que razón no le falta. La música en los toros es esencial, en una medida justa y en los momentos oportunos. Pero siempre con calidad. Y los desfiles también tienen su momento, son antes del paseíllo o se dejan para mejor ocasión.

Hasta la próxima semana.


domingo, 10 de agosto de 2025

Aguascalientes en agosto: toros por la Asunción y la vendimia (I)

A 70 años de la primera corrida de una Feria de la Uva

Existen registros en los archivos de que en lo que hoy es Aguascalientes se cultivaba la uva y se producían vino y aguardientes desde el siglo XVIII. En ese entonces la Villa tenía apenas alrededor de seis mil habitantes y de acuerdo con el censo de cepas levantado a propósito de un expediente administrativo, conforme a los procedimientos agrícolas de la época, la superficie cultivada llegaría a lo sumo a unas diez hectáreas.

Posteriormente, en el primer cuarto del siglo XX, con la apertura del Distrito de Riego 01, en lo que hoy es Pabellón de Arteaga, originalmente la Colonia Progreso, ante la posibilidad de contar con aguas para el riego, se plantaron vides en esa región, pero sin la posibilidad de una explotación industrial, siendo su aprovechamiento como fruta en fresco y se relata que se hicieron algunos intentos de vinificación, pero principalmente a nivel doméstico o familiar.

Es a la mitad del pasado siglo cuando don Nazario Ortiz Garza inicia en Aguascalientes la viticultura con vocación industrial, al plantar inicialmente trescientas hectáreas de vid con la intención de vinificación y crea la Vinícola San Marcos, que fue el buque insignia de la vinicultura acalitana durante las casi tres décadas que permaneció esa industria, que junto a los talleres de los ferrocarriles y la del vestido, se convirtieron en el sostén de la economía de Aguascalientes por ese tiempo.

Habrá que señalar que el producto principal que se elaboraba en esas épocas era el aguardiente, comercializado principalmente bajo la forma de brandy, siendo el más reconocido el Brandy San Marcos, a pesar de que existieron otras marcas locales como Parián, Filso, Cardenal, Alonso o Montoro. La superficie cultivada de vides, se afirma fue de alrededor de unas ocho mil hectáreas.

Después de un paréntesis de un par de décadas, causado por la absorción de los primeros viñedos por la mancha urbana, el encarecimiento del costo de la energía eléctrica para extraer el agua del subsuelo para la irrigación por la cancelación de subsidios, y sobre todo, por la apertura comercial de México, que hizo inviable la vitivinicultura en la región, se comenzó a retomar en superficies más reducidas y con la idea de producir vinos de mesa de calidad. Eso ha regresado a nuestra tierra una tradición reciente, pero que arraigó pronto en la población y ha sido, una de nuestras señas de identidad.

La Feria de la Uva

Es en el año de 1954, que el gobernador Benito Palomino Dena, juntamente con don Nazario Ortiz Garza, instauran la Feria de la Uva o Feria de la Vendimia, a celebrarse en la tercera semana de agosto de cada año, en la que se organizarían eventos culturales y sociales y en la que también, muy señaladamente, los viticultores obsequiarían algo de su producto a la población de Aguascalientes. Esto último se hacía mediante un desfile de tractores que remolcaban tolvas cargadas con racimos de uva, que las embajadoras de los viñedos entregaban a los espectadores del desfile.

El quincenario de la Asunción

Aunque la cédula de fundación de la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes está fechada en octubre – día 22 –, la ciudad está encomendada a su patronazgo y la fecha de su conmemoración es el día 15 de agosto. 

Los primeros quince días del octavo mes del año convierten a Aguascalientes en el escenario de una serie de expresiones de devoción hacia la patrona de la ciudad. De todos los puntos de la diócesis llegan peregrinaciones hacia la Catedral Basílica a proclamar su fe y su admiración y respeto por la Virgen de la Asunción y los fastos concluyen el día 15 por la noche con la Romería de la Asunción, celebración que tiene ya casi siete décadas de llevarse a cabo.

Los toros, la Asunción y la vendimia

A partir de la mitad del siglo XX, se aprovecharon indistintamente las fiestas de La Asunción o de la Vendimia para ofrecer algún festejo taurino a la afición. Nunca se estructuró una feria taurina en forma, porque la fiesta patronal se concentraba en una sola fecha – el 15 de agosto – y la celebración de la vendimia se reducía inicialmente a un fin de semana largo después de las celebraciones patronales, así que sin una fijeza en el calendario, lo mismo se daba una corrida de toros, una novillada o un festival, vinculado con cualquiera de las dos celebraciones, dependiendo de la forma en la que los días de la semana se acomodaran.

En estas próximas entradas trataré de recordar algunos de los eventos más destacados de los sucesos ocurridos en el ruedo de la plaza de toros San Marcos entre 1955, cuando se dio la primera corrida de toros vinculada a la Feria de la Uva y el año de 1977, en el que, a mi juicio, lo taurino alcanzó su máximo esplendor con un magno festival en homenaje a Calesero. 

Seguramente en ese lapso de tiempo hubo varios festejos más en esa época del año, pero trataré de exponer aquí los que me parecen los más significativos.

La primera corrida de la Feria de la Uva

Para el domingo 7 de agosto de 1955 se anunció la celebración de la corrida extraordinaria con motivo de la Segunda Feria de la Uva. El cartel se componía con un encierro de Torrecilla, entonces todavía propiedad de don Julián Llaguno, que enfrentarían Alfonso Ramírez Calesero y Rafael Rodríguez mano a mano.

El festejo revestía un interés propio de nuestra ciudad. El solo anuncio de los dos toreros de Aguascalientes en el mismo cartel, producía ese ambiente de enfrentamiento que el amigo Gustavo de Alba señalaba como fácil de confundir con una especie de lucha de clases, cuando nos decía:

...sin necesidad de tener brochazos de marxológo, la comparación fácil de una lucha de clases que se dirimía, año tras año, durante la Feria de San Marcos en el ruedo del centenario coso de la calle de la Democracia: ricos versus pobres, curros versus descamisados, los de sombra frente a los de sol. Sin embargo, creo que esa rivalidad va más allá de la lucha de clases o, quizás mejor dicho, la trasciende con algo más importante que con el paso de los años se ha perdido en la afición aguascalentense: la emoción, el interés profundo por la fiesta... Aquellos que no iban a la plaza, solían acercarse, con genuina atención a los conciliábulos de taurinos que se formaban, ya fuera en la legendaria “Bolería Calesero”, en el Parián, o en los cafés de la época, para preguntar cómo habían estado “El Calesa” y “El Volcán”, aun cuando no fuera tiempo de feria...

Entonces, el ambiente estaba a punto y la entrada asegurada, sobre todo si se considera que Rafael Rodríguez había estado ausente de la Feria de San Marcos el abril anterior.

Cuando el toro todo lo descompone

Uno de los subtítulos de la crónica de don Jesús Gómez Medina para El Sol del Centro reza: Torrecillas mandó 6 feas ratas... Y la narración acerca de su comportamiento y presencia que hace acerca de ese encierro, es la siguiente:

...la lidia de los seis primeros toros (?) a punto estuvo de hacer naufragar al festejo en el mar de sosería y mal estilo que aportaron al festejo los pupilos de don Julián Llaguno. Su endeblez, además, y su carencia de respeto, los hacían inadecuados para lidiarse en un festejo de categoría. La conclusión se impone: o al Sr. Llaguno no le interesa conservar el prestigio de su ganadería, o bien tiene en muy poca estima a la afición de Aguascalientes...

Ante un encierro de tales condiciones, Calesero tuvo pocas oportunidades de lucimiento, teniendo algunos momentos brillantes ante el tercero de su lote, quinto de la tarde, pero sin pasar más allá.

Rafael Rodríguez y Tapatío de Ramiro González

Aunque ya le había cortado dos orejas al segundo de su lote, tras ser picado el sexto de la corrida, Rafael Rodríguez anunció el regalo de un toro, que fue autorizado por quien presidía el festejo. El sobrero era precisamente el toro llamado Tapatío, de la ganadería de don Ramiro González, toro que describe así la crónica:

“Tapatío” de las dehesas de Ramiro González fue el encargado de salir por los fueros de los de su especie. ¡Fue un hermoso ejemplar de toro de lidia! Fuerte, enmorrillado, corto y apretado de pitacos; con trapío, en suma, marcado con el número 91. Además, con bravura, poderío y nobleza, y con más de 450 kilos sobre los lomos. ¡Lo que se llama un toro! …

La faena, de acuerdo con la narración escrita de don Jesús Gómez Medina, fue emotiva, tanto por la entrega del torero, como por la pelea que dio el toro, que recibió tres puyazos, señala, estrellando a los jamelgos contra las tablas... Así pues, el toro fue bravo y poderoso. Ante él, El Volcán de Aguascalientes realizó lo siguiente:

Bravo, pujante, sobrado de codicia y duro de patas – inclusive pareció haberle faltado otro puyazo –, tal concluyó sus días el de Ramiro González. La faena de Rodríguez tuvo como nota de mayor relieve, la de su emotividad. En cada pase, el riesgo era evidente, la distancia, mínima. Pues bien: en tal sitio y en estas condiciones se desarrolló la lidia de “Tapatío”, que llegó a su clímax cuando con el engaño en la mano torera, Rafael se enroscó repetidas veces al astado en el pase fundamental del toreo de muleta. Y, tras los desplantes y los muletazos de adorno, la estocada en sitio desprendido... Fue entonces cuando el festejo alcanzó su culminación; al triunfo del torero - rubricado con las orejas y el rabo de su enemigo - se enlazaba el triunfo del ganadero. Entre ovaciones y música recorrieron ambos el ruedo, en tanto que a los despojos del excepcional “Tapatío” se les tributaban los máximos honores...

El encierro titular a punto estuvo de cargarse el festejo y un toro sobrero, de regalo, salvó in extremis la tarde, dejando claro a propios y extraños que el toro y su bravura son la esencia de esta fiesta.

Así fue como concluyó el primer festejo taurino celebrado para celebrar el cultivo de la uva y su vendimia en Aguascalientes, por estos días, hace ya 70 años.

lunes, 21 de abril de 2025

Abril de 1975: La primera Feria de San Marcos en la Plaza Monumental (III)

Lunes 21 de abril. En corrida nocturna, el primer gran triunfo de Fermín Armillita

La segunda corrida del serial abrileño del año 75, por cierto, año del Cuarto Centenario de la fundación de nuestra ciudad, fue la primera que se ofreció por la noche. El cartel que se ofreció para realizarla implicaba la reaparición de tres diestros que participaron en los festejos de la celebración de su inauguración cinco meses antes. Manolo Martínez, Antonio Lomelín y Fermín Espinosa Armillita, quienes darían cuenta de un encierro zacatecano de Suárez del Real, hierro que hacía su presentación en el ruedo de la Plaza Monumental.

El primer gran triunfo de Fermín Armillita

Al paso de los años, resultaría que Fermín Espinosa Armillita sería uno de los toreros de la Monumental”. En una trayectoria que duró casi tres décadas, Fermín fue un torero que realizó en esa arena una serie de faenas que han quedado para la historia del toreo, que son parte de la columna vertebral de la historia de la plaza y que establecen, sin duda, una etapa importantísima para la fiesta en Aguascalientes.

Esa noche del lunes 21 de abril de hace 50 años, vestido de tabaco y oro, ante el sexto de la función, llamado Orfebre por su criador, firmó, decía, la primera de sus grandes obras en ese redondel. A ese propósito manifestó en su tribuna de El Sol del Centro, don Jesús Gómez Medina:

...la faena de “Orfebre” fue un dechado de quietud, de ritmo y de mando; de ligazón y de bien hacer. Estructurada sobre la mano diestra, dicha faena alcanzó la hondura entrañable, gozosa que suelen adquirir las obras culminantes del arte del toreo. Y dejó, en cuantos la admiramos, un regusto de tal exquisitez, y tuvo una brillantez y una vibración tan acentuadas, que ella sola bastó para resarcirnos de penalidades precedentes: la que nos deparó el festejo inaugural y las que habíamos vivido durante la lidia de los cinco primeros astados... ¡Ah!; pero esa faena, esos minutos durante los que Fermín bordó positivamente el toreo, habrán de pervivir fúlgidamente en nuestro recuerdo, señalando el día y la hora en que “Armillita” reafirmó de manera incontrastable que, verdaderamente tiene derecho a llamarse Fermín y apellidarse Espinosa... Concluyamos haciendo constar que, como justo tributo a tan singular trasteo... que fue rematado con un pinchazo en hueso y una estocada en todo lo alto, de rápidos efectos, Fermín Espinosa fue galardonado con las dos orejas del noble “Orfebre”, un toro de magnífico estilo, sí, pero que lució especialmente por la forma en la que fue toreado. Y con tales apéndices recorrió “Armillita” el ruedo, saliendo de éste entre aclamaciones...

Por su parte, en el Heraldo de Aguascalientes, su cronista, Alejandro Hernández, observó lo siguiente:

Qué gran faena la que nos regaló el hijo del maestro Fermín, a su segundo enemigo... Esto es torear, es muy difícil, pero en Fermín no lo es tanto, templando y mandando, consintiendo al toro, que en honor a la verdad fue muy bueno, haciendo una faena variada, al intercalar molinetes, afarolados... y más gusto nos dio al ver a buenos aficionados que eufóricos aplaudían al chiquillo, pero como nunca falta un pelo en la sopa, perdió el rabo que ya tenía en la espuerta al pinchar en lo alto, para dejar después una gran estocada, muy bien colocada, que hizo rodar sin puntilla al noble “Orfebre”, el que se fue al destazadero sin las orejas...

En lo medular, ambas narraciones son coincidentes. La faena se fundó en el mando y en el temple. También las narraciones reflejan una obra debidamente estructurada, que, como tal, fue reposada y permitió el cabal aprovechamiento de Orfebre. Un apunte más, ambas crónicas reflejan una situación inimaginable en estos tiempos que corren: el torero triunfador salió por su propio pie de la plaza, entre ovaciones, sí, pero sin costaleros voluntarios o a sueldo, que lo sacaran en hombros.

Antonio Lomelín, redivivo

El 16 de febrero anterior, el torero de Acapulco, Antonio Lomelín había sido herido gravemente en la Plaza México por el toro Bermejo de Xajay, en una corrida muy accidentada, que fue pasaportada casi en su totalidad por Antonio José Galán, porque el cuarto mandó también a la enfermería a Rafaelillo y el festejo se quedó prácticamente en una involuntaria encerrona del torero de Bujalance, quien saldó con un par de orejas el trance.

En su estancia hospitalaria, Antonio anunció que reaparecería en Aguascalientes, en su Feria de San Marcos, pero en realidad, su apoderado, Rovira, le arregló la vuelta a los ruedos para el 20 de abril en Durango, donde mató en solitario una corrida de Reyes Huerta, a la que le cortó un par de apéndices.

Con esos antecedentes reaparecía en la Monumental después de haberse presentado en ella el 24 de noviembre del año anterior, en la segunda corrida del ciclo de inauguración del coso. El resumen de su hacer en esta noche abrileña, fue, en la óptica de Alejandro Hernández, cronista del Heraldo de Aguascalientes, el siguiente:

Antonio Lomelín, a quien la gente recibió muy bien, después de la grave cornada, lo vimos muy bien de facultades y sobre todo, sin amilanarse nada, pero el lote que le correspondió, fue el más malo, tocándole en primer lugar un toro que siempre buscó la salida, y al que Lomelín le sacó buenos muletazos y lo mató con un gran volapié... En su segundo, lo más sobresaliente fue la gran estocada con que pasaportó al toro, valiéndole esta el dar la vuelta al ruedo...

Independientemente del reconocimiento público al torero, por su presencia en la plaza y por la labor realizada ante toros que no tuvieron mucho que aportar al lucimiento, considero que lo más destacable es que el torero se observó recuperado y sin secuelas anímicas para volver a ponerse delante del toro. Faltaban todavía un par de años para que llegara el día en el que se encaramara en la cumbre del toreo, pero tenía la onza y esperaba la oportunidad para cambiarla.

Manolo Martínez y el eterno diferendo

La noche de Manolo Martínez fue aprobada por lo mínimo. Como la principal figura mexicana que era en ese momento, era un diestro sumamente exigido y se consideraba que cualquier toro le valía para realizar una faena redonda. Cuando las circunstancias no se prestaban para ello, las masas no siempre lo aceptaban así, o lo toleraban a regañadientes. Esta, la noche de su presentación en la feria, fue una de esas últimas. Cuenta don Jesús Gómez Medina:

De Manolo tan solo recordamos sus lances al cuarto, de buena factura, y una tanda de muy buenos derechazos al que salió en primer lugar. Luego, el torillo se acobardó por completo y Manolo concluyó con un pinchazo y nueva ración de acero un tanto desprendido. Con el cuarto, manso, gazapón, abrevió al máximo y lo puso en jurisdicción de los destazaderos mediante dos picotazos y un espadazo caído...

La brevedad en el relato es clara. La actuación de Manolo, seguramente apenas evitó la bronca. Pero el torero de Monterrey tendría ocasión de reivindicarse.

Así se dieron los hechos en la segunda corrida de la Feria de San Marcos de hace 50 años, un festejo en el que las crónicas, en un par de renglones, ya ponían en entredicho las declaraciones del nuevo Juez de Plaza, señalando que la corrida que se lidió, carecía de trapío, una queja que se seguirá escuchando prácticamente per sécula… Nos vemos mañana.

domingo, 20 de abril de 2025

Abril de 1975: La primera Feria de San Marcos en la Plaza Monumental (II)

Domingo 20 de abril, primera corrida de feria en la Monumental

La apertura del ciclo de corridas de toros abrileñas en la Plaza Monumental se ofrecía con un cartel formado por un encierro del ingeniero Mariano Ramírez para ser lidiado por Jesús Solórzano, Mariano Ramos y Humberto Moro. El hijo de El Rey del Temple venía con la vitola de ser el primer gran triunfador de la nueva plaza, pues el 24 de noviembre anterior había cortado el primer rabo que se otorgaba en ese ruedo al toro Pinocho de la misma ganadería jalisciense que lidiaba en esta señalada fecha; por su parte, Mariano Ramos había sido, de manera arrolladora, el triunfador indiscutible de la feria de 1974 y al igual que Humberto Moro, era nuevo en esta plaza.

La ganadería del ingeniero Mariano Ramírez venía a tratar de recuperar aquel impresionante paso que demostró en el año de 1973, cuando lidió dos encierros, el segundo programado en corrida extraordinaria, mismos que en su conjunto fueron extraordinarios. Al año siguiente, tanto en la feria de abril, como en los festejos de inauguración de la nueva plaza, apenas un par de toros lograron salvar el honor de su divisa, así que el compromiso era importante también para el ganadero. 

Así, todos los elementos sumados, daban a la afición un cartel interesante en el papel y con la posibilidad de imprimir un rumbo triunfal al serial sanmarqueño desde el inicio.

La presentación de Humberto Moro

Humberto Moro, nacido en esta ciudad, es hijo del Humberto Moro nativo de Linares, Nuevo León, llamado El de la Izquierda de Oro, había recibido la alternativa en León, Guanajuato, apenas el 19 de enero anterior, de manos de Manolo Martínez y atestiguando Curro Rivera la cesión del toro Buena Suerte de San Miguel de Mimiahuápam. Esta corrida de apertura de feria le representaba su presentación en la Plaza Monumental, y por ello, en la edición del 20 de abril de 1975, el diario El Sol del Centro, don Jesús Gómez Medina publicó un artículo dedicado al hecho de su presentación y al primer festejo ferial, del que extraigo:

...en marzo de 1974, en Durango, toreaba su primer novillada y diez meses más tarde, el 19 de enero, en León, con veintiséis novilladas en su haber, el imberbe torero obtenía el doctorado en su profesión... Humberto alterna - alternar es un verbo muy taurino - la profesión de lidiador de reses bravas con la de estudiante de primero de Preparatoria en el Instituto Aguascalientes. Y con buen aprovechamiento, por cierto... ahora, está ya a punto de debutar como matador de toros en Aguascalientes... Y en la Feria de San Marcos, nada menos. En el primer festejo ferial, al lado de Chucho Solórzano, artista supremo, supremo definidor del toreo de calidad, y de Mariano Ramos, el arrollador torero capitalino, triunfador indiscutible de la recién concluida temporada en México... Y si a todo esto añadimos que el Ing. Mariano Ramírez es quien aporta la materia prima – ¡hay que ver la preciosidad del encierro enviado por el ingeniero! – tenemos la evidencia de que la feria iniciará por todo lo alto... ¡Suerte, Humberto! … ¡Suerte, Chucho y Mariano! … ¡Suerte Ing. Ramírez! … ¡Suerte, aficionados! …

La idea de don Jesús no iba mal encaminada, porque reitero, en el papel, la corrida de toros anunciada era redonda, pero hasta que no sale el toro al ruedo, es cuando se puede saber si el presagio que representa el cartel anunciador, se va a cumplir.

El encierro lidiado esa tarde

Al final de cuentas, el festejo no resultó triunfal como su anuncio lo prometía. De las relaciones que guarda la prensa de aquellos días, resulta que los toros no tuvieron las aptitudes para que se lograran con ellos grandes hazañas. Escribió Alejandro Hernández para el diario Heraldo de Aguascalientes:

“Los toros no tienen palabra de honor”, reza un refrán taurino, y como tal, y la corrida que tantas esperanzas había fincado, merced a los triunfos obtenidos en ferias pasadas, ahora ha fallado… El encierro del Ing. Mariano Ramírez resultó ser débil de fuerza, cayéndose casi todos los toros y llegando al tercio final con medias embestidas o muy agarrados al piso…

Por su parte, don Jesús Gómez Medina, en su crónica para El Sol del Centro, con un poco más de desarrollo, expresó:

Integraron un encierro de buena presencia y fino corte; todos de pelaje cárdeno, aunque con distintos matices. Y todos también, bravos para las caballerías y con magnífico estilo para los infantes. ¡Ah!; pero, cinco de ellos manifiestamente faltos de vigor, endebles en grado tal que, pese a su nobleza y bravura, su lidia resultó deslucida e inclusive tediosa...

Como se puede apreciar, la materia prima falló. Sin toro, no hay lidia posible y esto es lo que al parecer ocurrió esa tarde de hace medio siglo.

El hacer de los toreros

Ante el problema que implica el tener que desarrollar labor de enfermero ante toros inválidos o simplemente intentar cumplir por la manifiesta inutilidad de los astados que se enfrentan, los diestros quedan en desventaja, porque tienen que agradar a la concurrencia, sin mimbres para ello.

El toro que cumplió de toda la corrida resultó ser Andaluz, el primero de la tarde, al que, unánimemente, las crónicas consideran que no fue debidamente aprovechado. Escribió don Jesús Gómez Medina a ese propósito:

El mejor, el que amén de magnífico estilo poseyó más resistencia que el resto del encierro, fue “Andaluz”, el cárdeno lidiado en primer término, al que Solórzano aprovechó cumplidamente con el percal, toreándolo por verónicas plenas de solera, de clasicismo; si bien con la muleta, luego de un preámbulo brillante, prometedor, en el resto del trasteo, no logró Chucho mantener el ritmo, dejando la impresión de que “Andaluz” era merecedor de mejor suerte...

Por su parte, Alejandro Hernández, en el Heraldo de Aguascalientes, con más dureza, reflexionó lo siguiente:

El primer espada Jesús Solórzano tuvo una tarde mala merced a sus dudas y falta de afición, pues en primer término se enfrentó a “Andaluz”, un cardenito muy bonito y con algo de presencia, siendo este toro el que mejor llegó al tercio final y concretándose su matador a torearlo con desmedida precaución, "zumbándose" al toro que iba con la cabeza baja, muy lejos. Fue pitado…

A veces, a alguno le toca el toro de la corrida y no se entera o si lo hace, prefiere esperarse a la siguiente tarde.

Mariano Ramos y Humberto Moro cargaron con los toros que no anduvieron. Refiere don Jesús Gómez Medina:

…Mariano Ramos y Moro se excedieron en determinación y llegaron a terrenos vedados a los pusilánimes, intentando, con raquítico fruto, hacer pasar a sus menguados antagonistas... Con “Fundador”, el segundo de la jornada, plasmó Mariano Ramos su trance más lucido, fue al torearlo de capa, con quietud extraordinaria, ciñéndose, apretándose con el cárdeno y templando a la vez, en forma superior, tanto en las verónicas, como en otros pintureros lances con el capote a media altura... Pero de allí en fuera nada, o casi nada... Humberto Moro reafirmó que lo suyo es un caso de determinación... pues sin enemigos adecuados, puesto que sus dos adversarios terminaron sosos, embistiendo cuando Humberto los obligaba, paso a paso y con la cabeza encima de la muleta, logró, sin embargo, hacerse ovacionar con sus lances al natural en uno y otro turno, y en forma especialísima en tres estatuarias y ceñidas chicuelinas con el tercero...

La conclusión que pronuncia don Jesús Gómez Medina puede dar una idea bastante acercada a la realidad de lo ocurrido en esa, la primera corrida de feria que se dio en la historia de la Plaza Monumental:

En el espectáculo taurino todo es aleatorio, imprevisible... Cualquier resultado, en este que Enrique Vila llama “el negocio de los toros”, se deriva de la intervención de tantos y tan diversos factores que allí concurren: el toro, los toreros, también los empresarios. ¿Y cómo olvidar lo que en un momento cualquiera puede significar la actitud de los aficionados o la gestión de la autoridad? De aquí la conclusión: en toros, nada hay escrito; en un festejo taurino, todo puede ocurrir… Como aconteció... o dejó de ocurrir ayer, en la tan esperada primera corrida de feria… ¿Cómo esperar que, con tan selectos ingredientes, el platillo haya resultado insulso, frío, “esaborío”? … Y, sin embargo, así ocurrió… Ni siquiera la persistente intervención de la charanga, actuando casi siempre a destiempo – a destiempo porque lo que ocurría en la arena no justificaba su intervención – fue capaz de levantar el tono del festejo; de un festejo que se hundía en el piélago de la mediocridad y del tedio a la medida en que la bravura de los bureles naufragaba bajo el faro de su manifiesta debilidad... Y fue de esta manera que el primer festejo ferial, tan esperado y del que pendían tantas esperanzas, haya concluido tristemente, en un clima de hastío y desencanto, a mil años luz del que imperaba cuando dos horas antes, Su Majestad, Luz María I y sus gentiles princesas inundaron la plaza con su lozanía y belleza al hacer el primer “paseíllo” de la feria...

Un apunte importante que hace don Jesús, es la intervención indiscriminada de la Banda Municipal, dirigida en esas calendas por el maestro don Fernando Soto García, quien, por falta de regulación al respecto, “se arrancaba” a petición de los diestros actuantes y que es el antecedente mediato de lo que hoy ocurre todavía, previo permiso de la autoridad, en la misma plaza.

Así transcurrió la primera corrida de feria en la historia de la Plaza Monumental. Nos vemos el día de mañana.

viernes, 18 de abril de 2025

Abril de 1975: La primera Feria de San Marcos en la Plaza Monumental (I)

Se prepara la feria para ofrecerse en un nuevo escenario

Después de 79 años, los festejos taurinos de nuestra feria de abril ya no se ofrecerían en la Plaza de Toros San Marcos. A partir del sábado 23 de noviembre de 1974, Aguascalientes contaba ya con un nuevo escenario para las corridas de toros, que aparte de duplicar en capacidad al coso de la calle de la Democracia, contaba en principio, con algunas otras cualidades producto de las innovaciones de la ingeniería y de la arquitectura que la hacían más adecuada para albergar una feria taurina que en apenas un lustro, se había levantado como una de las principales de América y del llamado planeta de los toros. Es la Plaza Monumental Aguascalientes.

El artífice de ese serial, don Guillermo González Muñoz, coloquialmente conocido como El Cabezón, seguía al frente de la empresa y para esta nueva etapa ofreció ocho corridas de toros en días consecutivos, del 20 al 27 de abril de hace medio siglo, de las cuales, las de los días 21 (lunes), 22 (martes), 23 (miércoles) y 24 (jueves) de abril, se celebrarían a las nueve de la noche, pues por esas fechas todavía esos días eran considerados hábiles o laborables en la ciudad y las de los días 20 (domingo), 25 (viernes), 26 (sábado) y 27 (domingo) de abril, se verificarían a la tradicional hora de las cinco de la tarde.

Aunque este año se cumple el medio siglo de dar toros de feria en la Monumental, el serial 2025 es el cuadragésimo noveno (49º) de su historia, porque habrá que tener en cuenta que, en el año 2020, a causa de la pandemia de COVID, la feria quedó suspendida al completo y además, los casos atípicos de los años 2009, cuando por la influenza A – H1N1, el serial se suspendió apenas completado el tercero de los carteles anunciados y que, en el año 2021, solamente se ofreció una corrida el 25 de abril. Así, seguramente habrá el próximo año, la ocasión de celebrar el quincuagésimo serial sanmarqueño en la Plaza Monumental.

El anuncio de la feria del 75

En nota aparecida el día 10 de abril de 1975 en El Sol del Centro, se daba cuenta de la feria taurina que ofrecía la empresa de don Guillermo González. A las ocho corridas seguidas, se añadía una novillada, que se puede considerar de preferia, el domingo 13 de abril, una semana antes del arranque oficial de la celebración. El elenco que compondría los carteles se formaba con los diestros Manolo Martínez, Curro Rivera y Mariano Ramos, quienes actuarían cuatro tardes cada uno; con tres fechas: Jesús Solórzano, Antonio Lomelín y Humberto Moro; con dos corridas, Fermín Espinosa Armillita; y, con una actuación: Eduardo Liceaga y los rejoneadores Gastón Santos, Pedro Louceiro, Jorge Hernández Andrés y Fernando Álvarez y los encierros a lidiarse provendrían de Mariano Ramírez, Suárez del Real, San Carlos (para rejones), Las Huertas, Tequisquiapan, Los Martínez, Torrecilla y Valparaíso.

Cabe señalar que la corrida de toros con la que arrancaría la feria, sería apenas la cuarta a celebrarse en la nueva Monumental, porque aparte de los dos festejos de la inauguración, el 8 de diciembre del año anterior, se había celebrado una corrida en la que, ante toros de Matancillas, actuaron mano a mano Eloy Cavazos y el sevillano de Gines, Manolo Cortés.

La novillada de preferia

Señalaba que para el domingo 13 de abril se anunció la celebración de una novillada. Se anunció un cartel formado por el teziutleco Gabriel Franzoni, el local José Antonio Picazo Zotoluco y el capitalino Ricardo Balderas, quienes enfrentarían un encierro de El Rocío. El festejo no dejó nada para el recuerdo. Escribe don Jesús Gómez Medina:

El dilatado ayuno a que se había visto sometida la afición de Aguascalientes, llegó a su término ayer cuando las puertas de la Monumental fueron abiertas para dar lugar a la verificación de su festejo novilleril... Sin embargo, es indudable que, a despecho de la novillada en cuestión, el apetito de los taurófilos hidrocálidos no está satisfecho ni mucho menos: ¡fue tan escaso lo que dio de positivo el festejo! El lucimiento, la brillantez, escasearon tan rotundamente a lo largo de la lidia del desigual encierro de El Rocío... Y es que, en realidad ni Gabriel Franzoni ni Ricardo Balderas ni tampoco José Antonio Picazo consiguieron atacar la nota aguda. O lo que es igual: ni los debutantes ni el reaparecido “Zotoluco” supieron dar el do de pecho. Resultado: un festejo anodino, gris, cuya monotonía tan solo fue capaz de romper la charanga con intervenciones que prodigó a través de la novillada con un entusiasmo digno de mejor justificación...

Al final, de la relación de don Jesús podemos rescatar solamente que quedó para la efeméride el hecho de su celebración, por haber sido el primero de su categoría que se celebró en el ruedo de la nueva Plaza Monumental.

Un nuevo Juez de Plaza

El día 15 de abril, el diario Heraldo de Aguascalientes publicaba en sus páginas una entrevista que Alejandro Hernández realizó a un joven Ingeniero Petrolero egresado de la UNAM, quien era en esos días Subdirector de Tránsito del Estado, llamado Jesús Herrera Robles, por su reciente nombramiento como Juez de la Plaza de Toros Monumental. La familia del ingeniero Herrera es sobradamente reconocida en el ambiente taurino de esta ciudad ya por varias generaciones y él mismo, por su forma de entender y exigir la integridad en la lidia y en la presencia del toro en la plaza. De la entrevista, extraigo:

El nombramiento de Juez de Plaza involucra una responsabilidad muy grande y un gran honor para un buen aficionado a la fiesta de los toros… Velaré por que los astados que se lidien, tengan un mínimo de 425 kg. de peso y el trapío necesario para una plaza con la importancia y categoría de ésta… Se dará mayor seriedad al espectáculo, evitando la entrada al callejón de personas que no tengan ninguna labor que desempeñar… A petición mía se nombró un Alguacil… que será la persona encargada de la entrega de orejas que la Autoridad previamente conceda, evitando con esto que los trofeos sean cortados a discreción por banderilleros o puntilleros, restando importancia y seriedad a los apéndices cortados.... En varias ocasiones he presenciado las ferias de San Isidro en Madrid y la de Sevilla, estando también en algunas ganaderías españolas como la de Carlos Núñez y la del ex – matador Miguel Báez “Litri” …Espero no defraudar la confianza que en mí han puesto las autoridades municipales, como también algunos taurinos…

Anunció también que colaborarían con él don Gabriel Salazar, en calidad de Juez de Callejón; don Guillermo Morfín, como Asesor Técnico; y que, el Alguacilillo al que asignó tarea específica, sería el charro Javier Cuéllar. Debo referir que, durante muchos años, el titular del palco de la autoridad, no daba a conocer quienes eran las personas que con él colaboraban. También debo señalar que, por disposición reglamentaria, el servicio veterinario estaba a cargo del Municipio de Aguascalientes.

Una nota luctuosa

El 17 de abril de ese año de gracia, el diario Heraldo de Aguascalientes daba a conocer que la víspera, en su finca Agua Bendita, ubicada en Santuario de Atotonilco, San Miguel de Allende, Guanajuato, había fallecido Pepe Ortiz El Orfebre Tapatío a la edad de 72 años, después de una serie de males crónicos que fueron minando su existencia. 

Estudió canto en la academia de José Pierson, teniendo como compañeros a José Mojica y a Pedro Vargas. En esos ejercicios obtuvo un papel como cantante en la ópera Carmen, que se presentaba en el teatro Esperanza Iris; y para realizar su actuación, tenía que vestirse de luces. En ese lugar el empresario taurino Pepe del Rivero al verlo le dijo: Tú lo que deberías ser es torero. Eso le animó a iniciar el aprendizaje del toreo con Luis Güemes, quien fuera banderillero de Rodolfo Gaona y discípulo de Ojitos.

Su extraordinario manejo del capote le llevó a crear quites como la orticina, la tapatía, el quite de oro, o la guadalupana. Esa creatividad fue la que le ganó el sobrenombre de El Orfebre Tapatío. También fue criador de toros de lidia en la Hacienda de Calderón, de 1937 a 1962, lidiando a su nombre y presentándose en tal calidad en la Plaza México el 24 de agosto de 1946.

Incursionó también en la actividad cinematográfica y teatral como guionista, compositor de las pautas musicales y también como actor en cintas como El Tigre de Yautepec, Bolero, Cielito Lindo, La golondrina, Seda, sangre y sol y más destacadamente como autor del argumento de la histórica ¡Ora Ponciano!, que pretende biografiar a Ponciano Díaz y que fue estelarizada por Jesús Solórzano y Consuelo Frank (1937) y por supuesto Maravilla del toreo en la que compartió papel estelar con Conchita Cintrón.

Contrajo matrimonio con la actriz Lupita Gallardo, quien le sobrevivió hasta el año de 1992.

Un par de notas publicitarias

El día 13 de abril, juntamente con la información previa de la novillada del día, se publicó por la empresa, la siguiente inserción:

AVISO: Se hace del conocimiento del público, que a partir de las 9:30 horas de hoy, estarán a la venta los boletos para las 8 GRANDIOSAS CORRIDAS DE FERIA. – TAQUILLAS EN: Peluquería Imperial. Farmacia Colonial. Restaurant Chela y Bolería Calesero. – NUMERADOS: Hotel Francia

Es decir, aunque faltaba prácticamente una semana para la coronación de la reina de la feria Luz María Alba Román (Luz María I), la actividad ferial prácticamente se echaba a andar ese domingo anterior, poniendo a la disposición de la afición el boletaje para asistir a los festejos taurinos de la feria.

Y cuándo todos nos preguntábamos: ¿Y la Plaza San Marcos?, días después, el 19 de abril, apareció este otro reclamo, respondiendo a nuestra interrogante:

POR PRIMERA VEZ EN LA FERIA DE SAN MARCOS, la categoría y excelente servicio en el ambiente artístico y taurino, el FAMOSO RESTAURANTE ARROYO, único en el mundo. Antes y después de la corrida, el ambiente está en su casa, RESTAURANTE ARROYO, ahora en una proyección maravillosa, instalado en la PLAZA DE TOROS SAN MARCOS. ¡¡SERVICIO DESDE LA UNA DE LA TARDE!!

Es decir, el coso de la calle de la Democracia no mantendría sus puertas cerradas, aunque no se dieran en él festejos taurinos, los personajes del ambiente de la fiesta se darían cita en ella, la presencia de don Jesús Arroyo así lo garantizaba.

Así se encaminaron los sucesos para dar paso a la celebración de la Feria de San Marcos en su vertiente taurina hace medio siglo. En los próximos días seguiremos los sucesos que en ella se fueron produciendo. Hasta entonces.

domingo, 24 de noviembre de 2024

23 de noviembre de 1974: A 50 años de la inauguración de la Monumental de Aguascalientes


La escasez o dificultad de los gobiernos estatales para acceder a los recursos federales no es cosa exclusiva de estos tiempos que corren. Cíclicamente se presentan periodos en los que, por razones diversas, algunas entendibles, la redistribución de los dineros públicos no es precisamente equitativa. Hace 50 años se vivía una situación así, cuya inercia se rompió en el año de 1974, cuando el Estado de Aguascalientes recibió una importante bolsa para destinarla a la realización de obra pública.

En esas condiciones se decidió construir nuevos centros de readaptación social para mujeres y para hombres y así sacar del centro de la ciudad los existentes. Habiendo adquirido el basquetbol profesional un gran impulso, teniéndose incluso aquí un equipo campeón, se construiría un auditorio polivalente con capacidad adecuada que sustituyera a la vetusta Cancha del Estado, ubicada en los aledaños del Mercado Terán y también se acordó destinar una fracción de esa partida presupuestal a la edificación de una nueva plaza de toros que sustituyera a la de San Marcos, dado el éxito que tenía el modelo de feria taurina de abril implantado por don Guillermo González Muñoz.

Aunque se afirma que las obras de construcción de la hoy Plaza Monumental de Aguascalientes comenzaron en enero de ese año de 1974, la realidad es que esos trabajos comenzaron a trascender hasta marzo, cuando se empezó a percibir un movimiento inusitado en un punto de lo que fuera un relleno sanitario clausurado que ya estaba entre la colonia de Las Flores y la avenida Adolfo López Mateos, sitio en el que asentaría el nuevo coso taurino.

Al mismo tiempo, se hablaba de que los costos de la plaza se abatirían porque se convertiría en fija, una plaza de toros desmontable que aportaría el empresario aguascalentense Víctor de los Reyes El Embajador, misma que itineraba en el Estado de Sinaloa. El reciente rescate de imágenes de las obras de construcción de la plaza deja claro que al menos parte de esa estructura está embebida en la actual de la Monumental.

El avance de la obra

El 22 de septiembre de 1974, don Jesús Gómez Medina, en su tribuna de El Sol del Centro, daba cuenta del avance de las obras de la nueva plaza de toros, haciendo un repaso histórico de los cosos fijos habidos en Aguascalientes hasta ese día. También adelantaba una fecha tentativa para la inauguración de la Monumental:

Cuando el viernes 29 del próximo noviembre quede inaugurado el circo taurino que día a día vemos crecer, en volumen y altura, sobre la hondonada existente en el lado sur de la Avenida López Mateos, entonces, ese día dará principio una nueva etapa dentro de la historia de la fiesta brava en Aguascalientes... ¿Mejor que las que la antecedieron? ¡Tal vez! ¿Superior en brillantez a las que ya han transcurrido? ¡Quizá! … De algo, sin embargo, podremos estar ya plenamente seguros: de que el espectáculo va a desenvolverse en un escenario indiscutiblemente más lucido que los que hayan existido hasta ahora. Y que, al mismo tiempo, los espectadores, los taurófilos van a encontrar en el flamante tauródromo comodidades y ventajas que hasta el día no han tenido las plazas de toros que hayan existido en Aguascalientes...

En gacetillas por separado, se aseguraba que uno de los toreros que formaría parte del primer cartel de la nueva plaza, sería Mariano Ramos, pero sin señalar la fuente de la información que pudiera asegurar su presencia en tan señalado día.

En medio ya de las pruebas de carga estática del inmueble, publicadas mediante diversas imágenes en los diarios de la ciudad, para dar seguridad de que la nueva plaza tenía la seguridad estructural requerida, pues no olvidemos que está edificada sobre lo que fue un relleno sanitario, se empezó a rectificar la fecha de la inauguración y se barruntó ya, por parte de la empresa de don Guillermo González Muñoz, el cartel que se daría en el primer festejo de ese ruedo:

Definitivamente, será la tarde del sábado 23 de noviembre próximo cuando se inaugure la nueva plaza de toros, con un cupo superior de 8 mil espectadores y que se localiza por la avenida López Mateos poniente... Tal información emanó de Guillermo González, quien dará los dos festejos inaugurales, un precisamente el sábado 23 y otro al siguiente día, por lo cual ya se trabaja en la preparación de los mismos, y cabe adelantar que los planes que se tienen al respecto, son verdaderamente ambiciosos... dada la importancia de estos festejos, que forman parte de un bonito programa de actos sociales, religiosos – considerándose entre estos la bendición del nuevo coso – figura preponderantemente lo que se refiere al aspecto taurino, y el propio empresario... agregó que para la primera corrida que allí se dé, están seguros los nombres de Manolo Martínez y Eloy Cavazos... Y para tales toreros... tales toros. La tarde del sábado 23 de noviembre se correrá un precioso encierro de Valparaíso, la prestigiada ganadería zacatecana de don Valentín Rivero... A los nombres de Manolo y Eloy se unirá el de un tercer espada, y no es nada remoto que este sea, según los planes de la empresa, el del vástago del Maestro de Maestros, Fermín Espinosa "Armillita", con lo cual quedaría completamente redondeado...

Esa información, publicada en El Sol del Centro y firmada por Everardo Brand Partida, quien tenía a su cargo la fuente de la empresa taurina, deja delineado casi en su totalidad, lo que efectivamente sería el cartel inaugural de la nueva plaza de toros.

En las cercanías de la apertura de la plaza

Ya entrado el mes de noviembre, a unos días de la inauguración de la Monumental, don Jesús Gómez Medina publicó, seis días antes, un artículo derivado de una charla que sostuvo con los responsables de la obra, don Jesús Urzúa Quevedo, el ingeniero Javier Macías Arellano y el arquitecto Enrique Pimentel Serrano, acerca de las particularidades del nuevo escenario taurino:

En la construcción se han utilizado exclusivamente materiales de la máxima solidez y resistencia: hierro y cemento. Posteriormente, en los detalles de ornamentación, entrarán en juego otros elementos que aportarán al conjunto el toque de belleza y señorío que debe acompañar a toda obra de la importancia de la que ahora nos ocupa... Un amplio andador circular de cinco metros de ancho permitirá a los aficionados encaminarse fácil y cómodamente a sus localidades... Asomémonos ahora al vasto graderío, por alguna de las diez puertas que a él dan acceso, cinco en el tendido sombreado y en el mismo número en el de sol. El espectador, al rebasar la puerta de acceso, se encontrará en un pasillo que, a la vez que holgado ambulatorio, servirá de límite entre las localidades numeradas y las de tendido general... Pese a no estar concluido el aforo de rigor, se estima sin embargo, que podrá albergar, con toda holgura, a cuatro mil taurófilos en los asientos numerados - que, por cierto, tendrán una anchura de cincuenta centímetros - y a cinco mil más en las localidades generales... Además, contará con veintisiete palcos de contrabarrera, cada uno para ocho personas, dotados... de medio baño y cocineta... Por esta vez, lidiadores y astados tendrán un espacio lo suficientemente dilatado para que aquellos demuestren su bizarría... y los otros, los bureles... su catadura y su fiereza en un recinto donde el trapío y la bravura auténticos encontrarán un escaparate amplio y adecuadamente construido... Otra importante innovación, al menos en Aguascalientes: amén de las puertas de cuadrillas y de toriles, habrá una tercera, que conducirá al patio de caballos y servirá para llevar a cabo el arrastre de los astados...

La prolija relación de las dependencias del nuevo coso detalla efectivamente una serie de novedades que en la plaza San Marcos no existían, además de que, aunque no se desprende del relato de don Jesús, los terrenos de las puertas en la Monumental tienen la orientación tradicional, siendo que, en la calle de la Democracia, están prácticamente invertidos por la disposición del predio donde está edificada.

Entre tanto, los dos diarios de Aguascalientes continuaban informando con imágenes las pruebas de carga estática de la nueva plaza de toros.

Las vísperas de la inauguración

El acontecimiento hizo venir a Aguascalientes a numerosos representantes de medios de comunicación de distintas latitudes. Destacó por el espacio que tuvo en medios locales, Francisco Lazo, que era el jefe de la sección taurina del diario Esto de la capital mexicana y quien en varias oportunidades fungió como cronista huésped en El Sol del Centro, diario en el que el día de la corrida, publicó una nota relatando su visita a la casa del maestro Armillita el día anterior, de la que extraigo:

Tuvimos que repasar la lista y al fin sumamos ocho. Ocho “Armillas”. Por lo que Fermincito será el noveno... Llegan entonces el empresario Guillermo González y Enrique Vargas, apoderado de Fermincito. Traen el traje que va a estrenar el joven espada mañana, cuando Manolo Martínez le ceda los trastos y atestigüe Eloy Cavazos, al matar toros de Torrecilla... El vestido es verde, con bordados en oro, muy bonitos. Se lo lleva a su cuarto Fermín chico y atrás la madre, curiosa: “A ver, hijo, cómo te queda”...

Por otra parte, en nota sin firma, en el mismo diario, se daba cuenta del programa de eventos oficiales para la inauguración de la plaza Monumental:

A las 12 horas se llevará a cabo el acto oficial de inauguración, al que asistirá el Gobernador del Estado, Dr. Francisco Guel Jiménez (bajo su administración se construyó la plaza)… Los técnicos encargados de la Dirección de Construcciones del Gobierno del Estado, a cuyo cargo estuvo la obra, harán una amplia exposición de la misma, y posteriormente, a nombre de toda la afición taurina, el ingeniero Jorge López Yáñez, presidente del Círculo Taurino de Aguascalientes, hablará sobre la significación y trascendencia que representa la nueva plaza de toros... El acto oficial culminará con un brindis...

Terminado el acto oficial, Monseñor Salvador Quezada Limón, el entonces obispo diocesano, bendijo el coso y celebró juntamente con los presbíteros Ricardo Cuéllar y Jesús Rubalcava, éste último en esos días director de la Ciudad de los Niños, una misa en uno de los bajos de las graderías, porque la capilla de la plaza aún no estaba lista. Para la anécdota, se señala que Monseñor Quezada, jocundamente, reclamó que en los anales de la plaza se asentara que la primera vuelta al ruedo la había dado él, justamente en el acto de la bendición.

La corrida inaugural

A las cuatro y media de la tarde del 23 de noviembre de 1974 se abrió por primera vez la puerta de cuadrillas y partieron plaza Manolo Martínez, Eloy Cavazos y Fermín Espinosa Armillita, quienes darían cuenta de un encierro de Torrecilla. El primer toro que saltó a la arena fue Hidrocálido, número 58, negro bragado y el primer capotazo en la brega lo recibió de Alfredo Prado. Los primeros lances a la verónica y la consiguiente ovación fue para el toricantano Fermín Espinosa. A Isabel Prado le correspondió aplicar la primera vara y fue el propio Fermín quien se encargó de colocar el primer par de banderillas.

Huelga decir que el primer torero alternativado en la plaza fue el hijo del Maestro de Saltillo y es a Manolo Martínez a quien correspondió el cortar la primera oreja que se otorgó en la nueva plaza al toro Doctor, primero de su lote.

Así, sucintamente se dieron los acontecimientos que llevaron a la edificación de nuestra plaza Monumental, la que ha sido remodelada en dos ocasiones hasta darle su fisonomía actual. Ayer se celebró su cincuentenario. Esperemos que pueda llegar a los cien.

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