Aguascalientes rinde homenaje a El Poeta del Toreo
Esa cuadrilla infantil se integró inicialmente con Alfonso Ramírez y Rodrigo del Valle en calidad de matadores; y Ramón López, Manolo García, Juan Jiménez, y Rubén Ramírez como banderilleros. Se presentarían en la Plaza de Toros San Marcos el 27 de junio de ese año y por el éxito tenido, el gobierno estatal les repetiría varias fechas más.
Deshecha la cuadrilla, Alfonso Ramírez iniciaría su andar como novillero, consiguiéndose con la recomendación de los hermanos Francisco y José Madrazo, ganaderos de La Punta, su presentación en El Toreo de la Condesa para el primero de mayo de 1933, en un festejo de selección. Esa fue una tarde aciaga para él, porque el novillo que le tocó en suerte se le fue vivo y aunque exhibió su calidad al torear con la capa, a propósito de esa actuación, el influyente periodista Carlos Quirós Monosabio escribió lo siguiente: Alfonso Ramírez será torero el día que a las ranas les salgan pelos.
La suerte de Alfonso parecía estar echada, pero un comerciante catalán afincado en la Ciudad de México, Vicente Lleixá, quien había apoderado en su día a Julián Rodarte, observó aptitudes en él y se decidió a apoderarlo y a ponerlo a torear por las afueras, para prepararlo para volver a la capital. Es él quien le pone el mote de Calesero, con el que Alfonso Ramírez pasaría a la inmortalidad, y con él, le consigue la oportunidad de volver a El Toreo el 30 de junio de 1935, donde ante un encierro duro de Quiriceo mostró sus avances, lo que le permite repetir en el ciclo, hasta llegar al festejo de la Oreja de Plata, celebrado el 30 de octubre, cuando alternando con Chicuelín, Juan Estrada, David Liceaga, Eduardo Solórzano y Carlos Arruza, obtiene un resonante triunfo con el cuarto del festejo, Jardinero de San Mateo, llevándose a su casa el trofeo en disputa.
El 24 de diciembre de 1939, en el mismo coso de la colonia Condesa, recibirá la alternativa de manos de Lorenzo Garza, en presencia de David Liceaga, siéndole cedido el toro Perdiguero de San Mateo. Confirmará ese doctorado en Madrid, en la plaza de Las Ventas el 30 de mayo de 1946, cuando lidiando cinco toros de Arturo Sánchez Cobaleda y uno de Julián Escudero, Pepe Luis Vázquez, con el testimonio de Pepín Martín Vázquez, le cede los trastos a Calesero para dar muerte a Cejudo de la ganadería titular del festejo.
Calesero encabezó el escalafón mexicano los años de 1958, 1959 y 1960 y tuvo resonantes triunfos en las principales plazas del país. Aunque suene a ditirambo, el 10 de enero de 1954, en la Plaza México, el día de la reaparición de Armillita, el mordaz cronista del diario Novedades, Carlos León, postulaba a Calesero para un Premio Nobel del Toreo. Y eso, nada más cortando una oreja. En Guadalajara, decía don Ignacio García Aceves, después de su gran faena al toro Yuca de Tequisquiapan, el día de la alternativa de Paco Huerta: Si Calesero saliera así todas las tardes, sería el dueño del Banco de México... Y aunque en Cuatro Caminos, también fueron en la capital aquellas faenas a Trianero de Torrecilla y Príncipe de Pastejé. En pocas palabras, donde quiera que estuvo, Calesero dejó su impronta.
Calesero anunció su despedida de los ruedos para los días 13 de febrero de 1966 en su tierra natal y al siguiente domingo en la Plaza México, pero no dejaría de torear ni de mantenerse presente en el ambiente de la fiesta.
La XXV Feria de la Uva
Para cubrir la arista taurina de la Feria de la Uva de 1979, la Casa Pedro Domecq, en la que Calesero era uno de los encargados de las relaciones públicas, decidió organizar una serie de eventos para homenajear en su tierra al torero que puso su nombre en alto. Así, se elaboró un programa en el que para el domingo 19 de agosto se le recibiría en la estación del ferrocarril, se celebraría una misa en su honor en el templo parroquial del Señor del Encino, después se develaría una placa que señalaría la casa en la que nació y se dedicaría una calle de su barrio con su nombre, para por la tarde, celebrar un festival taurino en el que el propio Calesero y sus hijos actuarían en la Plaza de Toros San Marcos, a beneficio de las obras de un parque infantil que se levantaba al Oriente de la ciudad.
En la información previa de las celebraciones, publicadas en El Sol del Centro del día de los festejos, don Jesús Gómez Medina entre otras cuestiones relata lo siguiente:
Cuando este día, al filo de las 11:15 horas efectúe su arribo a Aguascalientes Alfonso Ramírez “Calesero”, dará principio la serie de festejos que nuestra ciudad tiene dispuestos en homenaje a uno de sus artistas más connotados... Encabezando el contingente de recepción, ahí estará el Prof. J. Refugio Esparza Reyes, Gobernador Constitucional del Estado y el Lic. Francisco Ramírez Martínez, Presidente Municipal... S.G.M. Marcela I, Reina de la XXV Feria de la Uva y su gentil cortejo... Acto seguido, Alfonso, su esposa la gentil Alicia y sus hijos y nietos, abordarán la calesa de la Casa Domecq, para encabezar el desfile a través de la ciudad... También formarán parte del cortejo los amigos y compañeros de su primera etapa: Rodrigo del Valle, Manolo García, Arturo Muñoz “La Chicha”, Rubén Ramírez, etc... Al llegar la caravana a la Plaza Principal, Alfonso y sus familiares descenderán del carruaje para recibir, en la puerta de la Catedral, el saludo y la bendición de nuestro Obispo, Mons. Salvador Quezada Limón... Posteriormente el cortejo proseguirá su recorrido por la calle de Colón, haciendo alto en la casa donde vio la primera luz “Calesero” ... Tendrá entonces la develación de la placa que señala ese hecho... Sin duda alguna, va a ser este uno de los trances más emotivos del programa... Nuevo recorrido y nuevo alto, ahora en el arranque de la legendaria calle de la Alegría... a muy breve distancia del recoleto Jardín del Encino... en este lugar va a ser descubierta otra placa: la que le otorga un nuevo nombre a la calle... que a partir de hoy se llamará “Calle Alfonso Ramírez Alonso”... Concluido este acto, la primera etapa del programa culminará en el Templo del Encino... Tendrá lugar entonces una solemne misa concelebrada, presidida por el párroco Cango. Urbano Rizo...
Al día siguiente de los eventos, Mario Mora Legaspi, entonces un joven redactor del mismo Sol del Centro, contaba como fue la llegada del torero a la estación ferroviaria:
Entre una gran expectación, en punto de las 11 horas de una mañana esplendorosa, digno marco para un festejo de esta índole, hizo su arribo la máquina de vapor número 650 de la Western Railroad, que llenó una brillante página del sistema ferroviario nacional... Venía arrastrando el carro número 4920 de las Líneas Nacionales, en el cual viajaron los integrantes de la familia Ramírez Ibarra... Fueron recibidos por el presidente municipal de la capital del Estado, licenciado Francisco Ramírez Martínez, quien también llevó la representación personal del gobernador J. Refugio Esparza Reyes... Inmediatamente después se inició el desfile que fue muy vistoso, pues se contó con la participación de la Banda de Música del vecino Estado de Zacatecas...
Por su parte, el entonces alcalde, Francisco Ramírez Martínez, al develar la placa que perpetuaba el nombre de Calesero en una de las calles de su barrio, manifestó:
Una sociedad como la nuestra, cimentada sobre una serie de valores morales, cívicos y humanos, solo puede aspirar a su permanencia en la medida en que haya hombres capaces de practicar con plena convicción esos valores; y en la medida en que sea capaz de reconocer a esos individuos que, con todos los atributos cívicos, morales y humanos, dignifican su existencia... El H. Ayuntamiento de Aguascalientes en sesión ordinaria del pasado día seis, acordó romper con la tradición que, en el barrio de Triana, encierra el nombre de la calle de la Alegría, para imponerle, en un acto de elemental justicia, el nombre de un ciudadano poseedor de reconocidos méritos, el señor Alfonso Ramírez Alonso... El H. Ayuntamiento encuentra en este ejemplar ciudadano, los atributos necesarios y suficientes para ofrecerlo como ejemplo a la juventud del Municipio... Reciba usted el reconocimiento popular a su entereza de hombre... el exhorto a continuar por el sendero que lo ha llevado al lugar que ocupa, sin olvidarse que en Aguascalientes se le admira y se le tiene como ejemplo...
Por su parte, don Rodrigo del Valle, que iniciara con Calesero su andar por los ruedos, entrevistado por don Jesús Gómez Medina, comentó:
Sí, Alfonso y yo comenzamos al mismo tiempo... Todo principió como juego... Era gobernador del Estado por aquellos años don Isaac Díaz de León, a quien le llegó el rumor de que se había formado una cuadrilla de pequeños toreros que lo hacían muy bien, fue a vernos acompañado de otros funcionarios... “le caímos bien”, como suele decirse y se convirtió en nuestro patrocinador y hasta en nuestro empresario... Alfonso, desde el principio, pintaba para torero elegante, estilista. Yo más bien me caracterizaba por la decisión para ir al toro...
El cronista de la ciudad, el profesor Alejandro Topete del Valle estuvo presente en todos los eventos celebrados alrededor del homenaje a Calesero, en una breve entrevista para El Sol del Centro, entre otras cosas, manifestó:
El homenaje a “Calesero” ha sido muy justificado, pues su destreza como matador de toros ha sido algo sin paralelo. Ha sido un torero que supo disfrutar el triunfo y que supo poner en alto el nombre de esta tierra, y lo que es más importante, ha sido un hombre recto, consciente de sus deberes cívicos, trabajador, buen esposo y ejemplar padre... La ciudad recibió con emoción a uno de sus hijos más queridos... Todos debemos estar orgullosos de que nuestro Estado cuente con hombres bien nacidos, que destacan en todas las actividades positivas, hasta en el difícil arte de la tauromaquia...
Todos los eventos hasta aquí relacionados tuvieron una muy buena afluencia de espectadores. El atractivo de ver a una máquina de vapor en funcionamiento, la recuperación de la tradición de repartir uvas a la gente desde las tolvas de los viñedos a los viandantes, los charros de las distintas asociaciones locales vestidos a toda gala acompañando a Calesero y a su familia junto con el atractivo de los caballos de la Casa Domecq y la Banda de Zacatecas en el recorrido y posteriormente, el cálido y cariñoso arropamiento que sus combarrianos dieron al diestro homenajeado. Fue una fiesta de todo Aguascalientes, no solamente de un puñado de aficionados a los toros.
Dejo aquí estos apuntes por el día de hoy, dada la extensión que van adquiriendo. El día de mañana concluyo con estos recuerdos, que, desde mi personal punto de vista, se refieren al punto más alto que alcanzó la arista taurina de la Feria de la Uva.