Esta es la entrada número cien y creo que la ocasión no es mejor para reiterar que lo importante en cualquier colectivo, en este caso, el que representamos todos los aficionados a los toros, nos sumemos a la iniciativa que inicialmente ha difundido la web camposyruedos.com en torno al despropósito anunciado a realizarse en Las Vegas, Nevada.
Transcribo textualmente la proclama de Campos y Ruedos, la que suscribo en su integridad:
Transcribo textualmente la proclama de Campos y Ruedos, la que suscribo en su integridad:
La web camposyruedos.com apoya a la plataforma catalana en su afán de denunciar las corridas incruentas de Las Vegas, considerándolas como una desnaturalización vergonzosa y peligrosa de la Fiesta Brava. Consideramos que esos espectáculos organizados por Don Bull son contrarios a la ética de la corrida y representan un peligro para el futuro. A pesar de ello, queremos también subrayar que Don Bull no es el único peligro que nos amenaza, pues hace ya algunos años venimos asistiendo a numerosos indultos injustificados de toros sin picar, o a vueltas al ruedo a toros mediocres cuya única virtud reside en una pastueña bondad en el último tercio. La Fiesta actual, hasta en las grandes ferias, se encuentra en peligro por la desaparición de la suerte de varas, por la falta de fuerza y poder de la mayoría de los toros, por la generalización del monoencaste, y por la marginación de los aficionados considerados por algunos como terroristas o delincuentes, cuando no son otra cosa que enamorados de la Fiesta. Don Bull es un peligro para la Fiesta y hay que luchar contra él. Es un peligro porque no es otra cosa que el espejo de la Fiesta a la que quieren llevarnos algunos taurinos.
No echemos esto en saco roto, que es por ello que se nos adelantan los que se oponen a esta fiesta.
Enhorabuena por las cien entradas y me sumare a la propuesta, no se que tanato sirva pero valga el tema para volver con un peque;o apunte.
ResponderEliminarSaludos
Octavio
Pues adelante Maestro, eso esperábamos. Saludos.
ResponderEliminarGracias Don Xavier, y, bueno, quizá sólo sirva para decir que lo menos que podemos hacer es embestir al caballo y partirnos los pitones en el peto...
ResponderEliminarsaludos