Un charro jineteando un toro y otro corriéndolo a una mano (Hermanos Becerril, Madrid, 16/07/1927) Cortesía: Carlos Ximenez González © Aurelio Rodero Reca - Archivo Ragel |
Desde Madrid. Presentación de los Charros Mexicanos hermanos Becerril. Clamoroso triunfo en Madrid… Del debut de los notables artistas envié todas las crónicas que cayeron en mis manos, de las que les publicaron los periódicos de Santander, recientemente, cuando hicieron su presentación en dicha capital… A poco emprendieron el viaje a Madrid donde tuve el gusto de que me honraran con su visita… Estos modestos artistas me expresaron la satisfacción que sentían por el feliz resultado de su primera actuación en España y los vivos deseos que tenían por presentarse en Madrid… El único temor que les embargaba era el de que no pudieran lograr potros a propósito para sus vistosos y arriesgados ejercicios… En esa entrevista que tuve con ellos y que les ofrecí repetir, para conocer sus impresiones después que se presentaran en esta plaza, me insinuaron el deseo que tenían de que reprodujese la siguiente crónica que les había dedicado un periódico de Santander… Con gusto les complazco. Ahí va dicho artículo que dice: «Hemos conversado un momento con don Andrés Becerril, uno de los tres hermanos famosísimos maestros como lazadores de potros salvajes y toros, y que pusieron en alto relieve, de manifiesto en la tarde del domingo, sus excepcionales condiciones. Don Andrés Becerril se muestra muy reconocido del público de Santander que de modo espléndido les exteriorizó sus simpatías en la tarde del domingo. Hombre que tiene un alto concepto del sentimiento de la gratitud, nos ha hablado con veneración del general Cruz, Inspector General de Policía de su país y Presidente de la Asociación Nacional de Charros y excelente caballista. En su amabilidad y en su amor por este deporte han encontrado los hermanos Becerril un entusiasta protector. En los contados momentos de nuestra conversación con don Andrés Becerril nos ha hablado con fervoroso entusiasmo de sus comienzos, cuando tienen que adiestrarse en los difíciles y arriesgados ejercicios de florear y manejar la reata y jinetear; luego, en pleno campo con toros chicos, aprenden a banderillear, suerte que andando el tiempo, consuman a la perfección, citando con gran vista a la res y cuando esta acomete, saliendo con suavidad de la suerte, recortando con supremo arte y habilidad y clavando los rehiletes, a dos manos en lo alto del morrillo. Así, con enorme voluntad y constancia, imponiéndose grandes sacrificios hasta llegar a dominar esas difíciles e impresionantes suertes que realizan ante los toros. Este es el caso de Andrés Becerril y de sus hermanos. Los tres, a fuerza de constantes prácticas y de penosas peripecias, han llegado a alcanzar tal dominio del jinete y del lazo que el primero, hace tres meses, luchando con los americanos en Filadelfia, consiguió el elevado honor de la medalla de campeón. Para realizar estas suertes es preciso ser un gran jinete, un habilísimo lazador. Todas aquellas requieren un gran dominio y una excepcional destreza; pero especialmente el derribar los caballos, deteniéndoles con el lazo, así como pasarse a toda velocidad desde un caballo a un potro salvaje. Sin embargo, hay que reconocer que esta fiesta típica, espectacular y vistosa, que domina todas las pasiones en la República Mexicana, en esta población no se ha comprendido. Y es que es necesario ser un gran caballista para darse cuenta de lo difícil y peligroso que resultan esos ejercicios. Más ya está echada la semilla y pronto ese deporte emocionante será cultivado en este país. Por lo pronto, ya han sido contratados para trabajar en varias provincias españolas, en las cuales deseamos a los hermanos Becerril toda clase de triunfos, en proporción a lo que sus valiosos trabajos se merecen»… En Madrid, puedo decirlo con satisfacción, sí ha sido comprendido y celebrado ese bello y original trabajo de los hermanos Becerril… Los señores don Eduardo Pagés y don Victoriano Argomániz, arrendatarios de la plaza de Madrid para dar una serie de espectáculos mixtos taurinos, por las noches, dado lo acogedores que son de todo lo mexicano, tan pronto supieron la llegada de los simpáticos charros, los contrataron para presentarlos en el festejo de anoche… Este lo integraron: primero, la celebrada cuadrilla bufa de Charlot, Chispa y su Botones; segundo, los charros mexicanos; tercero, dos becerros a muerte para “Chavito”, joven aspirante a matador; y cuarto, fuegos artificiales… Aunque no voy nunca a estos espectáculos, anoche asistí por creerme obligado a ello y por lo que me atrae y seduce todo lo de ese querido país… Comenzó el festejo a las once de la noche y terminó después de la una y media… Desde muy temprano se puso el cartel de “No hay billetes” y quedó público sin poder entrar, como para llenar otra plaza… Y a fe que el festejo no pudo resultar ni más divertido, ni más sugestivo… El «chou», indiscutiblemente, fue la parte a cargo de los hermanos Becerril… En conjunto y en detalle fue un éxito, tan unánime, tan frenético, como pocas veces he presenciado… El público entusiasmado, puesto en pie, los ovacionó sin cesar… Triunfo tan clamoroso ha sido ratificado por la prensa y todo hace esperar que la actuación tan afortunada y brillante de estos artistas mexicanos, sea admirada en toda España y que con los aplausos consigan también muchas pesetas. Su repetición en esta corte es de suponer que no se hará esperar y que no será otra vez tan solo. El filón es de larga explotación…
«Debut» de los charros mejicanos Hermanos Becerril. Anoche, con un lleno imponente y tras una brillantísima actuación de los toreros bufos Charlot, el Chispa y el Botones que fueron ovacionados, como siempre, en la lidia de dos becerros de Santos, debutaron los charros mejicanos Hermanos Becerril… Comenzaron haciendo unos lucidísimos ejercicios de equitación; siguieron, enlazando con singular maestría varios potros; montaron, después de enlazarlo, un novillo, y culminó su labor, que entusiasmó muy justamente al público, pasando uno de los jinetes de un caballo a pelo, a todo galope, a un potro salvaje, que corría, asimismo, a toda velocidad… El notable artista escuchó una ovación clamorosa, como asimismo todo el número, que, repetimos, es interesantísimo y será visto por todo Madrid… El novillero «Chavito» lidió a continuación dos utreros, también de la ganadería de D. Manuel Santos, y si su labor en el primero de aquellos no pasó de regular, y escuchó un aviso, en el otro se hizo aplaudir, especialmente en unos lances de capa, ejecutados con arte, soltura y valor… El espectáculo terminó quemándose una vistosa colección de fuegos artificiales. E.P.
El Paso de la Muerte: Pasar de un caballo manso montado en pelo, a una yegua o caballo bruto del cual el jinete se sujetará exclusivamente de las crines, puede ser a toda velocidad corriendo alrededor del ruedo, del lado de la máscara, pegado a las tablas, auxiliado por tres arreadores de su equipo, quienes se encargarán de que la yegua corra convenientemente una vez que salga del cajón... Mangana a caballo: Lazo que estando el charro a caballo, tira exclusivamente para lazar las patas delanteras de un animal, con objeto de sujetarlo y derribarlo...
Apunte de los sucesos en la Plaza de Madrid R. Marín (ABC, Madrid, 23/07/1927) |
Reportaje en el semanario Mundo Gráfico (Madrid, 17/08/1927) |