Mostrando entradas con la etiqueta Alternativa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Alternativa. Mostrar todas las entradas

domingo, 7 de noviembre de 2010

7 de noviembre de 1965: Manolo Martínez recibe la alternativa de manos de Lorenzo Garza

Hoy hace 45 años

Imagen cortesía de Toreros Mexicanos
La corrida que da motivo a esta entrada representa el arranque del prólogo de una época de la Fiesta en México. En la entonces Plaza Monumental Monterrey – hoy lleva también el nombre del padrino de la alternativa motivo de este comentario – el último representante intermitentemente activo de la Edad de Oro Mexicana, Lorenzo Garza, cedería el testigo con el toro Traficante, número 52, de don Luis Barroso Barona, a otro torero de su tierra, quien durante prácticamente las dos décadas siguientes, asumiría el mando absoluto – para bien y también para mal – de las cosas de los toros en este país.

Manuel Martínez Ancira llegaba a la categoría de matador de toros después de haber toreado mucho en el campo y tras de una campaña novilleril que duró un año justo, con 34 festejos toreados entre el 1º de noviembre de 1964 y el 31 de octubre de 1965. No obstante, su presentación en público data desde el año de 1959, aunque la dedicación profesional abarca el periodo primeramente indicado.

Don Ángel Giacomán, por muchos años el titular de la información taurina en el diario regiomontano El Norte, realizó la siguiente crónica, aparecida el lunes 8 de noviembre de 1965, misma que transcribo en su integridad, pese a su extensión, pues deja ver, a mi juicio, la magnitud del acontecimiento y lo que significaría para el futuro del toreo mexicano. El mismo diario en la fecha daba cuenta también de los triunfos de El Cordobés y El Viti en Lima y de Víctor Quesada en Jaén.

Garza es el eje de la apoteosis en la Monterrey

Don Lorenzo, Moro y M. M., el nuevo doctor, cortan orejas

Por Ángel Giacomán

Tarde de apoteosis en la Monumental Monterrey, en la que don Lorenzo Garza cortó una oreja y dio dos vueltas al ruedo. Manolo Martínez tomó la alternativa con gran categoría cortando la oreja y fue cornado por el sexto, el testigo Humberto Moro cumplió con su lote y regaló un séptimo al que cortó un apéndice. Lástima que el coso no se llenara, como correspondía a un cartel de esa magnitud.

Decir Lorenzo es decir categoría

Desde el paseíllo hasta el final del festejo, el coso de la Monumental Monterrey se invadió de la grandiosa personalidad de don Lorenzo Garza llenando el ambiente con su categoría, que crece sin límites cuando parte plaza con la montera en la mano como lo hacen las figuras cuando se presentan en una temporada.

Maravilloso espectáculo fue ver a don Lorenzo dentro del ruedo, con paso firme pisando la arena, la cabeza levantada y la vista al frente, sin mirar abajo, como quien sabe que ha de tropezarse, porque lleva el corazón bien puesto.

Todo en don Lorenzo es categoría y con ella dio la alternativa a Manolo Martínez en el primer toro, cediéndole el lugar de honor y en una acostumbrada ceremonia en la que estuvo presente Humberto Moro como testigo, con palabras sencillas, pero dichas con la sabiduría de quien tiene andado el camino, escalando hacia la cima, le otorgó la borla de Matador de Toros.

Más don Lorenzo Garza no fue lo que muchos suponían, la figura decorativa de una ceremonia de alternativa, sino el alternante que aprieta con su sola presencia y abolengo, que ante sus toros arrancó el alarido con sus verónicas clásicas, hasta darse el lujo de dar un lance con rodilla en tierra y luego una media verónica de gran postín.

Don Lorenzo dibujó los derechazos y los naturales con esa extremura que le da la experiencia y que arrancó el olé sentido y emocionado, ligados al mismo ritmo que los muletazos, dados con maestría pero con el sello tan personal del grandioso torero.

Don Lorenzo arrolló con su grandiosa personalidad y con su torerismo dio triunfal vuelta al ruedo después de matar al segundo de la tarde y cortó una oreja del cuarto, para dar otra vuelta más y hasta en esto da cátedra, porque hacerlo como una gran figura del toreo, hace falta primero serlo, luego tener personalidad y finalmente saber andar en el ruedo.

Triunfo y cornada de Manolo Martínez

Qué agradable sorpresa nos dio Manolo Martínez al tomar la alternativa con la categoría de una figura del toreo, pesando sobre él toda la personalidad de su padrino, don Lorenzo Garza y con Humberto Moro como testigo también dotado de una gran calidad y con un sitio de torero consumado.

Desde los primeros lances para recoger al primero de la tarde, se vio seguro, sin complejos y responsable de su actuación ante el público para luego seguir con verónicas señoriales cargando la suerte, para rematar en los medios con media verónica que fue una estampa, agregando otra media rodilla en tierra y finalmente una revolera espléndida y majestuosa.

El único momento de nerviosismo de Manolo fue el de la alternativa. Al verse frente a esa institución del toreo regiomontano don Lorenzo Garza y de Humberto Moro para luego pedir la venia a la Autoridad, armar la muleta e ir a paso firme a confirmar que ya es un matador de toros.

Con ayudados por alto y uno de pecho arrancó el jaleo que perduró durante la faena, repitiéndose en cada muletazo con la derecha o la izquierda, en la que no hubo falla alguna, toda fue perfecta, ligada y señorial.

El derechazo inmenso surgía uno a uno con la solidez del que tiene el don del temple, para cuajar una de las faenas más puras que se hayan hecho en muchos años por su limpieza, por lo bien estructurada y la verticalidad de Manolo Martínez. Un pinchazo y una estocada honda que fueron suficientes para que en los tendidos flamearan los pañuelos en demanda de apéndices.

Se concede una oreja a Manolo Martínez, lo que puede traducirse en poco estimulante, puesto que a ley se ganó dos orejas, perdiendo el rabo por haber pinchado, pero la estructura de la faena y la pureza de procedimientos que merecen mucho más y cabe aclarar que no por pecar de demasiado exigentes, lindemos con la ignorancia.

El triunfo que parecía venir inminentemente redondo cuando Manolo toreaba al sexto con la muleta en maravillosos firmazos ligados con los trincherazos, doblegando la bravura inmensa del Mimiahuápam, para continuar de inmediato en derechazos de los que dos fueron estupendos, quedando mal situado para el tercero, atravesado y con riesgo de ser corneado, sin enmendarse, en un alarde de torerismo, fue cogido en forma impresionante, resultando con una cornada grande.

Don Lorenzo mata al bravísimo sexto toro, al no permitírsele a Manolo regresar al ruedo, recibiendo otra gran ovación.

Moro triunfa con un séptimo

Donde más deseos de triunfar tiene Humberto Moro, la suerte no le favorece y así, ayer se llevó el lote malo, como sí los dos únicos malos toros hubieran sido escogidos y metidos en un solo lote.

Regala un séptimo toro y con él, Humberto hace faena estupenda, jaleada, con la que corta una oreja y fue levantado en hombros.

Rinden parte médico de Manolo Martínez

Herida producida por cuerno de toro, con orificio de entrada en su cara posterior, tercio medio, muslo izquierdo, de forma multiforme, en piel que presentó a la exploración una trayectoria hacia arriba y adentro de treinta centímetros de profundidad, produciendo desgarros musculares y contusión del paquete vásculo – nervioso de la región, descubriendo el fémur. Bajo anestesia general se practicó limpieza, resección de tejidos contundidos y exploración, dejando canalizaciones. Dr. Rafael Olmos Morton.

Recapitulando

Decía que Lorenzo Garza era el último representante de nuestra Edad de Oro y que actuaba con intermitencia. Y es que entre 1958 y esta fecha de 1965 se vistió de luces 21 ocasiones, pero entre 1961 y 1965 no había actuado en festejos formales. Reapareció en Nuevo Laredo el 30 de mayo de 1965 y volvió a actuar el día de la alternativa de Manolo Martínez.

Ya solamente le quedarían dos corridas más, la del 20 de enero siguiente en León, Guanajuato, alternando con Joselito Huerta, el linarense José Fuentes y su ahijado Manolo Martínez y la de su despedida definitiva – varias veces toreó despedidas – el 20 de febrero en su tierra, alternando con Paco Pallarés y Raúl Contreras, Finito. Sus contemporáneos Armillita, Silverio, El Soldado, David Liceaga e incluso Fermín Rivera ya habían concluido sus carreras y aunque por esos días Carlos Arruza seguía en activo, lo hacía como rejoneador, ya no vestido de luces.

Alfredo Leal, Manolo Martínez, Eloy Cavazos
Julio 1968, El Toreo de Cuatro Caminos
Humberto Moro era el representante de la Edad de Plata del Toreo en México. Fue un fino torero nativo de la Linares mexicana y afincado en Aguascalientes. Por esas fechas vivía ya el tramo final de una carrera que fincó sobre la excelencia de su toreo al natural. Toreó su última tarde en la Plaza México el 31 de enero de 1971, plaza en la que recibió la alternativa veinte años antes. Joselito Huerta y Curro Rivera serían sus alternantes para dar cuenta del encierro que su amigo José Julián Llaguno le preparó para su despedida. El último toro que mató El de la Izquierda de Oro fue Durangueño y tras su muerte dio la última vuelta al ruedo vestido de seda y alamares.

El análisis de la carrera de Manolo Martínez seguirá siendo tema recurrente en esta y en otras muchas bitácoras, el espacio este día, es solo para recordar el arranque de lo que resultaría ser el inicio de una época trascendente del toreo mexicano.

martes, 23 de junio de 2009

23 de junio de 1964: Gabino Aguilar recibe la alternativa en la Corrida de la Beneficencia de Madrid


La Corrida de la Beneficencia ha marcado la cima de la temporada de Madrid a través de la historia, aunque hoy en día su trascender sea más mediático que de efectividad taurina, pues ya no se programa a partir de los triunfadores de la temporada de Madrid o de la Feria de San Isidro, sino que se anuncia de antemano en la cercanía o del abono isidril o en tiempos recientes, del de la Feria del Aniversario.

La Beneficencia de hace 45 años representó para la fiesta mexicana un hito importante, pues en ella recibió la alternativa que le convirtió en matador de toros, el hoy ganadero de toros de lidia Gabino Aguilar, convirtiéndose así en el quinto mexicano en adquirir el grado en la principal plaza de Madrid, tras de Ponciano Díaz, Refulgente Álvarez, Edmundo Maldonado Tato y Antonio del Olivar.

Gabino Aguilar León nació en la hacienda de San Mateo Huiscolotepec, asiento de la ganadería de Piedras Negras en el año de 1941 y su padre del mismo nombre, probó suerte en los redondeles también, habiendo cortado una oreja a un novillo de La Laguna en el viejo Toreo el 22 de octubre de 1933. Gabino hijo se presentó como novillero en Tlaxcala en 1959 y hace lo propio en la Plaza México el 2 de septiembre de 1962, despertando el interés de la afición mexicana.



Marcha a España en 1963, forjando allá una interesante campaña de 25 novilladas, en las que destacan 4 tardes en Las Ventas y 2 en Sevilla, estas, saldadas con corte de dos orejas cada una. La primera fue el 30 de junio, cuando para lidiar novillos de Manuel Álvarez, actuaron la rejoneadora Amina Assís y a pie, Agustín Rodríguez, Manuel Álvarez El Bala y Gabino y la segunda, el 11 de agosto, en la que se llevó una oreja de cada uno de los guardiolasotos que le tocaron en suerte.

La temporada de la alternativa la cerró con 7 novilladas y 16 corridas. La Beneficencia se había anunciado originalmente con toros de Atanasio Fernández para Manuel Benítez El Cordobés, Agapito García Serranito y Gabino Aguilar que recibiría la alternativa, pero Serranito, que había recibido la alternativa apenas el 17 de mayo anterior, fue herido 9 días antes de la corrida en Madrid por un toro de Manuel Santos Galache, razón por la cual debió ser sustituido y para ello se eligió al segoviano Andrés Hernando, motivo por el cual, el de Palma del Río ya no fungiría como padrino de nuestro paisano, dada la diferencia de antigüedades.

La relación de la corrida, hecha por Manuel Lozano Sevilla para el diario La Vanguardia de Barcelona del día 24 de junio de 1964 es la siguiente:

La corrida de Beneficencia de este año fue honrada con la presencia de SS.EE., el Jefe del Estado y esposa, a quienes el público, puesto en pie, hizo objeto de una clamorosa ovación, repetida cada vez que los toreros brindaron al Caudillo sus primeras faenas; cariñosas muestras dé entusiasmó registradas de nuevo cuando abandonaron el palco de honor a los acordes del Himno Nacional... Don Atanasio Fernández, uno de los mejores ganaderos de reses bravas en la actualidad, envió una corrida muy bonita, fina, de excelente presentación y sobre todo, que salió brava y manejable, que es lo bueno; principalmente el segundo y quinto toros fueron superiores. Así como suena. Otro triunfo, pues, para don Atanasio, ganador, por cierto, del trofeo que el Ayuntamiento madrileño otorga todos los años al toro más bravo de la Feria de San Isidro, en la que se lidiaron cerca del centenar... Lucida actuación de Gabino Aguilar. El mejicano Gabino Aguilar, que tomaba la alternativa, tuvo también una lucida actuación, mostrándose buen torero con capa y muleta y escuchando muchísimos aplausos a lo largo de la corrida. Lástima que no estuviera acertado con la espada, aunque siempre entrase a matar valientemente. De todas maneras fue ovacionado al acabar con sus dos enemigos y en el que cerró plaza debió dar la Vuelta al ruedo, a la que se opusieron algunos exigentes, ignoramos por qué causa. El mejor elogio que podemos hacer del diestro mejicano es que no parecía ésta su primera corrida de toros, sino la sesenta o la setenta... Resumen: Un festejo brillantísimo, triunfo clamoroso de ese torero que ha revolucionado la fiesta brava, llamado "El Cordobés", autor de un pase natural sencillamente maravilloso; éxito grande también de Andrés Hernando, y… todos contentos, que es lo bueno... ¡Ah! Las cuadrillas muy acertadas, y registremos que Antoñete Iglesias, el fino y veterano peón, se retiró del toreo. Que Dios le de mucha suerte en su vida particular... Finalizada la corrida, ocho bellas amazonas llegadas a España con los charros mexicanos, realizaron una bonita exhibición de su maestría como caballistas, siendo muy aplaudidas.
En la misma Ciudad Condal, un mes justo después de su alternativa, tuvo Gabino otra interesante actuación, en un redondo cartel junto a Paco Camino y El Cordobés en la lidia de toros salmantinos de Barcial. La crónica de Julio Ichaso, cronista titular de La Vanguardia es del siguiente tenor:
Cartel: Paco Camino, Manuel Benítez, "El Cordobés", y Gabino Aguilar. Ganado de "Barcial" don Arturo Cobaleda, de Salamanca, divisa blanca y negra. Pesos: 539, 521, 504, 588, 518 y 530 kilos respectivamente… GABINO AGUILAR. Tercero, número 23, "Capuchino", negro, lucero, bragado. Este diestro; mejicano tomó la alternativa en Madrid recientemente y se presenta, por primera vez en Barcelona. Aguilar puso en suerte a los caballos muy artísticamente... El toro, como sus hermanitos de encierro, no era partidario de tolerar mucho castigo y por eso Gabino pidió que se pasara a banderillas, clavándole dos pares... Brindó al público el azteca y tuvo una buena actuación pues prodigó muchos buenos pases porfiando a su enemigo en terrenos muy comprometidos... Cruzándose valerosamente sacó unos naturales muy ceñidos, todo ello "rociado" con oles, ovaciones y la música. Mató con una estocada efectiva, y le fue concedida la oreja paseándose por el ruedo entre ovaciones, saliendo, por último, al tercio
En esta oportunidad, Gabino se le fue por delante a sus dos importantes alternantes, quienes dejaron la plaza entre división de opiniones y se llevó la única oreja de la tarde.


A partir de 1965 realizó campaña únicamente en ruedos de México y en la actualidad Gabino Aguilar sigue ligado a la fiesta mediante la titularidad de la ganadería de El Batán, ubicada en el Estado de Querétaro y formada con simiente encastada en Piedras Negras y La Laguna, con la que ha logrado significativos triunfos en plazas importantes de la República Mexicana.

viernes, 1 de mayo de 2009

Tal día como hoy: 1º de mayo de 1960. Triunfal alternativa del trianero Rubén Salazar en la Plaza de Toros San Marcos

NECESARIA ACLARACIÓN: Hoy debiera celebrarse la quinta corrida de la Feria de San Marcos. Por las razones que han sido profusamente difundidas, esta corrida y las que siguen, no se llevarán a cabo. La razón de seguir publicando estos recuerdos, es que el trabajo ya lo tengo hecho y me parece algo ocioso dejarlo “añejar” un calendario completo, así que seguiré las fechas del cartel original de los festejos y continuaré publicando estas ideas, si Ustedes no tienen objeción.

En la Plaza de Toros San Marcos se han otorgado 15 alternativas entre el año de 1910 y el de 1974, año en el que también, se verificaron por última vez los festejos de la feria abrileña en su ruedo. De los diestros que en su ruedo salieron matadores de toros, solamente cuatro son nativos de esta tierra y es precisamente el personaje de esta fecha uno de ellos.

Originario de nuestro Barrio de Triana, donde nació en 1932, Rubén Salazar había realizado ya varias campañas como novillero en las plazas de México y en Aguascalientes, fue integrante de una promoción que se compuso por toreros como Felipe Bernal El Chelín, Javier Maceira, Carlos González y Fernando Brand, en tanto que en lo nacional, compartió carteles en la novillería con toreros de la importancia de Alfredo Leal, Antonio del Olivar, Jaime Bolaños, Joselito Huerta y Fernando de los Reyes El Callao.

Como novillero actuó en once ocasiones en la Plaza México, destacando sus tardes del 7 de junio de 1953, cuando cortó la oreja de Presumido de Cerralvo; la del 14 de junio de ese mismo año, cuando se llevó las dos orejas de Farolito de Miguel Franco y siete días después cuando cortó una oreja de Rumboso y otra de Jazminero de Santa Marta. Viaja a España y se presenta en Las Ventas el 19 de marzo de 1957, alternando con Antonio León y Ruperto de los Reyes en la lidia de novillos de El Jaral de la Mira.

El cartel confeccionado para la ocasión que hoy les recuerdo lo integraron el torero regiomontano Luis Briones, llamado Luis de Seda y Oro por sus refinadas maneras y el moreliano Joselito Torres, quienes junto con el toricantano, enfrentarían un encierro también hidrocálido de Garabato, propiedad del pintoresco don Celestino Rangel Aguilar El Tato, una de las ganaderías tradicionales en los festejos de la región.

Sobre la tarde de la alternativa, de nueva cuenta recurro a la crónica de don Jesús Gómez Medina, aparecida en El Sol del Centro del día 2 de mayo de 1960, que nos cuenta lo siguiente:

…Triunfalmente, cortando la oreja y el rabo del sexto burel y además saliendo a hombros de los capitalistas, de esta guisa coronó Rubén Salazar la tarde de su alternativa.

Con su éxito, mediante su magnífica y emotiva faena a dicho cornúpeta, Salazar corroboró sus merecimientos al doctorado y además, revistió la última etapa del festejo con la brillantez y el calor que son el marco insustituible de las jornadas de éxito. De aquí que, cuando el último de los astados de Garabato cayó en mitad del ruedo, fulminado por el acero del nuevo matador, el entusiasmo del público – de un público que llenó casi los dos departamentos – llegó a su clímax: tiñéronse de blanco los tendidos, los más impacientes izaron a Rubén y, aclamado estruendosamente, portando orgullosamente los apéndices del burel, recorrió en dos ocasiones la pista y finalmente, abandonó la plaza en hombros de los entusiastas.

La faena del triunfo

No le habían rodado las cosas a la medida de sus ilusiones a Rubén Salazar con el primer burel. ¡El toro de su alternativa!

Fue este – ¡oído al parche, los amigos de las estadísticas! – un bicho cárdeno, oscuro, bragado y lucero, capacho de encornadura, con el número 83 en los costillares.

Casi de salida se coló por un burladero al callejón; más tarde mostraría carencia total de bravura…

Ya tenemos a Luis Briones armando de estoque y muleta a Rubén Salazar, para otorgarle el grado máximo de tauromaquia. Atestigua Joselito y asiente el público con su aplauso.

El toro, manso, busca la zona de adentro. Permutando terrenos, Salazar lo trastea brevemente, destacando dos pases de pecho de su labor. Y para concluir, alarga el brazo y deja medio acero desprendido. Remata con descabello al cuarto golpe…


Rubén Salazar vio truncada su carrera por una inoportuna cornada sufrida en Ciudad Juárez en 1963, que le partió el Tendón de Aquiles y que le limitó la movilidad de su pie derecho. Por ello encauzó su afición en la organización de festejos y principalmente en la enseñanza de las artes toreras y fue el instructor titular de la Primera Escuela de Tauromaquia que se tuvo en Aguascalientes, llamada Abogado Jesús Ramírez Gámez, que organizara Guillermo González Martínez, entonces empresario de las plazas de Aguascalientes y que funcionó en la propia Plaza San Marcos en los años ochenta del siglo pasado y en la que contribuyó a la formación de los matadores de toros José María Luévano, Jorge Mora, Pedro Montes, Fabián Barba y César Delgadillo, que en la primera etapa de su preparación, pasaron por la que fuera la primera escuela taurina formal de Aguascalientes

Rubén Salazar falleció en su tierra el 15 de diciembre de 2006.

El cartel que estaba anunciado para hoy: Toros de Begoña para Sebastián Castella y Arturo Macías, mano a mano.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Jesús Córdoba. Seis décadas de magisterio


Cuando el día de Navidad de 1948, el maestro Fermín Espinosa Armillita, mano a mano, le cedió a Jesús Córdoba el primer toro de Xajay corrido ese día en la plaza de toros Rodolfo Gaona de Celaya, Guanajuato, se cerraba una importante etapa de la historia taurina mexicana, en la que tres toreros juntos cimentaron el porvenir de su oficio y de la historia futura del toreo en su patria.

El clasicismo de Jesús Córdoba contrastó con el valor sincero e indomable del Volcán de Aguascalientes y la personalísima expresión taurina de Manuel Capetillo. Por ello, antes de finalizar la temporada novilleril de 1948, Los Tres Mosqueteros marcaban el paso en las cosas del toro.

Nada fácil fue este logro. Recordaré una vez más que la llamada Generación del 48 en materia de novilleros fue muy rica. Basta revisar los carteles de las 29 novilladas ofrecidas por el doctor Alfonso Gaona ese año y veremos nombres como los del recordado Alfonso Pedroza La Gripa - después un excelente torero de plata; Héctor Saucedo; Jorge El Ranchero Aguilar; Fernando López El Torero de Canela; Curro Ortega; Paco Ortiz; Alfredo Leal y otros nombres ilustres de la tauromaquia mexicana. Para sobresalir en esas condiciones, algo muy grande tenía que llevarse dentro y además se debía tener una gran facilidad para expresarlo, lo que sin duda se conjugó en estos tres toreros. Sobre esta última afirmación, creo que la historia me da la razón.

De su paso por los ruedos nos queda la grata impronta de faenas como las de Luminoso, Cortijero o Estanquero en la Plaza México o las realizadas en Madrid el 29 de septiembre de 1957, fecha que marcó la reaparición de Luis Miguel Dominguín en Las Ventas, o la de Sevilla del 24 de abril de 1953, junto a Calerito y Jerónimo Pimentel, festejo al que asistió el Jefe del Estado y que le valió levantarse como triunfador de esa edición de la feria de abril sevillana.

Los toreros de su corte siempre tienen la desventaja de ser considerados o fríos o estilistas o académicos y el primer reproche que se les hace es su supuesta incapacidad de conectar con los tendidos. Creo esas afirmaciones son equivocadas pues hoy recordamos a una figura del toreo, a un gran torero que hizo de su conocimiento de los toros y de sus terrenos y de la finura con la que realizaba las suertes, una tauromaquia que es hoy día un referente.

La visión del Maestro Córdoba acerca de algunos temas de la Fiesta es la siguiente:

La expresión del torero:

Siempre hay una razón del por qué existe algo que se puede expresar con certeza, consciente en la realidad de la expresión natural de un arte. Es la interpretación al exterior de sí mismo, de la inspiración con la seguridad técnica de su ejecución; siendo la razón el estudio y la enseñanza práctica que se ha recibido, unido a la intuición propia…


La creación artística:
El ser humano…. ha creado una de las artes más hermosas, en la que refleja su destreza y personalidad. En una sola frase, su expresión física e inteligente…

Nuestra capacidad de asombro:

El arte del toreo, que actualmente lo entendemos como la expresión que pone a flote los más hondos sentimientos del hombre - miedo, valor, coraje, duda, alegría y nobleza - hacen brotar también una de sus más grandes cualidades: La capacidad de admiración (tan desgastada en la actualidad)…

El estilo en el torero:

En la ejecución de los pases nacieron los estilos… Algunos son inspirados por una capacidad creadora, otros simplemente son técnicos, es decir, aplican hábilmente su conocimiento de la lidia, o como a veces decimos, su oficio. Ambos estilos son muy importantes. Pero hay otro tipo de torero fundamental para la fiesta: El valiente. Es el que hace alarde de ese dominio al miedo llamado valor, estrujando así al espectador, despertando en él una angustia que le provoca emoción. El público siente admiración y respeto por quienes ejecutan ese tipo de toreo…

La personalidad del torero:

El estilo de los toreros se define conforme a su sensibilidad, su forma de ser, su personalidad y propio sentimiento, su carácter y naturalmente, su valor. De todo esto va impregnado su toreo, ¡qué es lo que nos gusta! Más aún cuando llega la inspiración y todo el entorno se muestra propicio. Por ello los diferentes estilos mantienen ese interés por la fiesta. Nunca se pida que un torero actúe como el otro. Debemos conservar esa variedad, pero siempre dentro de una autenticidad
.

Hoy reconozco a este gran hombre y gran torero su aporte a la fiesta. Tras de dejar los ruedos, se ha preocupado por formar a quienes han de continuar llevando adelante la tradición y la historia que representa la Fiesta de los Toros.

¡Enhorabuena Maestro y que sean muchos años más!

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Manuel Capetillo. Sesenta años de un nuevo canon

El 24 de diciembre de 1948 se anunció en la vieja Plaza Colón de Querétaro, la tradicional corrida de Navidad. Seis toros de La Punta para Luis Procuna, Rafael Rodríguez y Manuel Capetillo, quien recibiría la alternativa. Había transcurrido poco más de un año desde que Rafael González, ganadero de La Esperanza, le hubiera conseguido ese puesto extraordinario de sobresaliente en la plaza de El Progreso y que un quite por fregolinas lo lanzara a la cabeza de la novillería en ese momento.

El primero de la tarde fue Juchiteco, negro como todos los punteños y el toricantano se vio bien con él. El segundo toro de su lote, Callebaja, le infiere una cornada grande en el muslo izquierdo, por lo que se frustra la confirmación programada para el 2 de enero siguiente. Recuperado ya del percance, logrará ese objetivo cerca de un mes después. En efecto, el 23 de enero de 1949, hizo el paseo en el Coso de Insurgentes flanqueado por Luis Castro El Soldado y Antonio Velázquez. En los corrales se encontraba una corrida de don Antonio Llaguno y el sexto de ellos, bautizado por su criador como Avellano, permitió a Manuel el obtener el primer rabo de su carrera como matador de toros en esa plaza. Al respecto, el propio Manuel es el que relata:

La alternativa la tomé el 24 de diciembre de ese 1948 en Querétaro siendo, Luis Procuna el padrino y Rafael Rodríguez el testigo y recibí una cornada en el muslo izquierdo. Después, en enero del año siguiente, confirmé la alternativa en la Plaza México con El Soldado como padrino y Antonio Velázquez como testigo. Esa tarde me salió un toro de San Mateo que resultó de bandera y le corté las orejas y el rabo. Debo decirte, no obstante, que el toro estuvo muy por encima de mí y que a la fecha creo que los trofeos me los dieron por estimularme y como recuerdo de mi temporada novilleril, Las cosas como son…


En cuanto a su forma de hacer el toreo, Manuel Capetillo resultó ser un heterodoxo, se apartó de los cánones. Eso le hizo lograr – aprovechando su elevada estatura – dar una gran extensión a los muletazos, hecho que motivó que tras su triunfo del 17 de febrero de 1957, don Alfonso de Icaza Ojo, le proclamara El mejor muletero del mundo.

Así describe Capetillo sus procedimientos ante el toro:

Mi manera de pararme ante el toro es contraria a los cánones clásicos. La escuela rondeña especifica que torear es cargar la suerte, echando la pierna contraria para adelante. Más yo toreo descargando la suerte. Con la pierna que cita por delante y la otra un poco atrás.

¿Con qué objeto?

Alargar el muletazo a una dimensión tal, que se puede hablar del cuarto tiempo. Además, la fuerza inicial del toro se aminora con esa vuelta, con ese consentirlo, con ese curvarlo. El paso del toro se vuelve más lento y su lentitud consiguiente es que me permite templarlo con una suave cadencia que de otro modo no conseguiría.


A confesión de parte, relevo de prueba. Aún así, no hay duda sobre la calidad de figura del toreo que tuvo Manuel Capetillo. De los toreros de su tiempo, ha sido el mas longevo, pues en mi opinión, supo adaptarse al cambio que se fue gestando en el toro mexicano, que fue definiéndose cada vez mas hacia la suavidad – perdiendo raza y por ende emoción en su lidia – permitiendo faenas de muleta muy largas, en desdoro del primer tercio de la lidia, que fue el que paradójicamente permitió a este torero salir del ostracismo, pero estableciendo un nuevo canon que es el que a la fecha sigue vigente.

Hoy se cumplen seis décadas de su alternativa como matador de toros y por ello le recuerdo en este espacio.

viernes, 19 de diciembre de 2008

El Volcán de Aguascalientes, a 60 años de su alternativa

Hoy se cumplen sesenta años de que recibiera la alternativa Rafael Rodríguez El Volcán de Aguascalientes. Hoy quiero, en recuerdo de este importante sostén de la historia taurina mexicana, presentar una serie de reflexiones que hizo en una conferencia – si los recuerdos no me traicionan, la última que pronunció en Aguascalientes – el 22 de abril de 1992, sobre diversos tópicos de la fiesta que tanto amó, por lo que recurro a las notas tomadas en aquella fecha, mismas que someto a su consideración:

Sobre la afición

El aficionado es un comprador de ilusiones. Esa gran afición que sabe llenar los tendidos representa una responsabilidad, hay que cumplirle en una forma real, verdadera, transparente, no se le puede defraudar ya que ésta es quien da el sí. Esto debemos llevarlo siempre en la mente.


El toro y el ganadero

El hombre de campo se decide a formar una ganadería en la que pone todas sus ilusiones, todo su empeño y el más grande de todos sus deseos para criar una vacada que llegue a ser relevante en la fiesta de los toros y sea capaz de propiciar los éxitos anhelados.

El toro es una de las figuras más hermosas que se pueden encontrar dentro del mundo animal. Es necesario conocerlo con toda su grandeza, pujanza, fuerza y vigor, en el campo como dueño y señor de su hábitat común, celoso de él mismo, buscando siempre la superioridad. Me parece observarlo altivo, ofreciendo el pecho y enfrentándose a cualquier intruso. Pienso: Toro que vas por el campo en la noche de luz blanca, buscando peleas de muerte por la supremacía de tu raza…


El triunfo

El triunfo sí, pero es más hermoso disfrutar de la gloria excelsa donde se van diluyendo todos los sentidos de la plaza de toros. Parece que se viaja a un espacio etéreo donde no existe nada ni nadie. Únicamente toro y torero girando en el centro del arco iris que forman los rizos de papel picado de las banderillas, la sangre del toro y el alma del matador entregado. Por eso se juegan la vida los toreros. Por eso, bien vale la pena si así Dios lo quisiera, perder la vida.


El adiós

Cuando crucé por última vez la puerta de una plaza de toros hacia la calle, era otro totalmente. ¿Dónde iba a quedar mi traje de luceros. ¿Dónde las ilusiones? ¿Quién era yo? ¿Un desempleado? ¿Qué sabía yo hacer? o ¿Qué podía yo hacer? ¿Qué compromisos tenía con la vida y con la sociedad?

Hoy mi vida transcurre lenta y suave como agua que recorre el arroyuelo y de su cristalino recorrer emanan, viven y afloran los recuerdos. Recuerdos de existencia placentera. Recuerdos de gloria y de sonetos. A sus aguas se asoman las estrellas, quiebran su luz hasta llegar al lecho de aquél arroyuelo que retrata la digna majestad del toro negro. Diamantino fulgor sobre sus astas; amplio, severo y arrogante el pecho. Suave su paso sobre la campiña, hondo bramar de su paso lento. ¡Cuán lejos de has ido de mi vida! ¡Cuánto te añoro aún, cuánto te quiero! No importan mis carnes desgarradas, ni mi sangre regada sobre el ruedo, ni tampoco las tardes de desdicha, ni tristeza que hiera mi recuerdo.

¡Cuán lejos te apartas día tras día, mas no se vivir sin ti!... ¡Sé que no puedo!



Mi visión acerca del hombre

Rafael Rodríguez Domínguez contrajo matrimonio con la señora María Teresa Arellano Madrazo y en su unión procrearon a Rafael (+), María Teresa, Nicolás, Lorena y Sara María, quienes como el torero, viven y desarrollan sus actividades en Aguascalientes. Por otra parte, Rafael Rodríguez, al retirarse de los redondeles, se distinguió por su carácter emprendedor y es reconocido como uno de los introductores de nuevas tecnologías y sistemas productivos en la vitivinicultura y en la crianza de ganado Aberdeen Angus de alto registro.

En reconocimiento a sus méritos tanto dentro de los ruedos, como con relación al desarrollo económico de su tierra, una de las calles aledañas a la Plaza de Toros Monumental lleva su nombre desde el año de 1979, nombre que fue impuesto por el Cabildo del H. Ayuntamiento de Aguascalientes y el 25 de abril de 1996, se develó en su honor una monumental escultura en la Expoplaza de la ciudad de Aguascalientes, obra del artista michoacano, otrora novillero, José Luis Padilla Retana El Seminarista.

Más allá de la arista humana, no va de más reiterar que es precisamente Rafael Rodríguez el torero que más rabos ha cortado en la Plaza México con un total de once, los de Panadero de Pastejé, Palomo y Bolchevique de Zotoluca, Chupa Flor de Zacatepec y Toledano de Coaxamaluca cuando novillero y los de Collarín de Coaxamaluca, Visitón de La Punta, Lagartijo y Cordobés de Zotoluca, Churumbelo de Torrecilla y Morcillero de Piedras Negras a partir de su alternativa y que es también el primer torero mexicano que ha cortado una oreja en una feria de San Isidro, la de Guitarrero de don Felipe Bartolomé, el 16 de mayo de 1951, la tarde de su confirmación de alternativa en Las Ventas.

Hoy le recuerdo en una de las importantes efemérides de su historia personal, pero además, en lo que representa en una importante medida también, el nacimiento de la Edad de Plata del Toreo en México, un tema del que espero ocuparme más adelante.

Aldeanos