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domingo, 9 de abril de 2023

Feria de San Marcos 1973. La consolidación de un proyecto (II)

Las primeras vicisitudes


El día 6 de abril se dieron a conocer los carteles del serial abrileño del 73 y para el día 15, aparecía en los diarios de esta capital el anuncio de que los boletos para el acceso a los festejos, estaba abierto al público en general. La inserción pagada que se publicó en El Sol del Centro, era de la siguiente guisa:


Los festejos anunciados eran atractivos y seguramente la afluencia de público a los puntos de venta, que eran el lobby del Hotel Francia – donde se manejaban los numerados –, las taquillas de la plaza, la Bolería Calesero, la farmacia Colonial y la peluquería Imperial era constante durante las horas de atención a los interesados en asistir.

Lo que se cocía allende el mar

El semanario madrileño El Ruedo, en su número aparecido el 10 de abril de 1973 publicaba una nota en la que se daba a conocer que Paco Ortega, apoderado de Francisco Ruiz Miguel, le había arreglado a su torero una gira de diez festejos por México para el mes de abril y los primeros días de mayo, toda vez que no se había podido arreglar su participación en la feria de Sevilla.

Las fechas anunciadas fueron: el 8 de abril en San Miguel de Allende; el día 15 en Acapulco; el 22, Ciudad Juárez; el día 28 en Tepic; el 1º de mayo en Orizaba; el 5 de mayo en Puebla y el 6 de mayo en Tijuana. También se le incluían dos actuaciones aquí en Aguascalientes, aunque en términos distintos a los que al final se anunciaron. La primera tarde se decía, sería el 23 de abril, alternando con Curro Rivera y un tercer alternante sin designar, con toros de Piedras Negras y la segunda, para el día 29, con Manolo Martínez, Eloy Cavazos y Curro Rivera, con toros pendientes de anunciar.

Cumplido el compromiso de Tijuana, decía la información, Ruiz Miguel regresaría a España para actuar dos tardes en la feria de San Isidro y seguir adelante la temporada que su apoderado, primo de Rafael Ortega El Tesoro de la Isla y quien llevó los primeros pasos de diestros como Paquirri o Luis Parra Jerezano, le tenía preparada para ese año.

En ese orden de ideas, la feria sanmarqueña anunciada parecía que se cumpliría íntegramente y tal como se ofreció en un inicio, pero muchas cosas pueden cambiar en un breve lapso de tiempo y así, el día 16 de abril de ese año del 73, se anunció que Ruiz Miguel no vendría a nuestro San Marcos, que sería sustituido el día del santo patrono por el príncipe Alfredo Leal y el día último del mes, por Mariano Ramos.

Al día siguiente, en Madrid, El Ruedo publicaba la siguiente información:

Se han producido los últimos reajustes en la discutida Feria de Sevilla de este año. Pedro Moya «El Niño de la Capea» se «cae» de los carteles por decisión de sus apoderados. Julián García, el discutido torero valenciano, también ha sido víctima de última hora, al parecer, por diferencias importantes entre el empresario de Sevilla y los responsables de la Empresa de Madrid. (Ya saben nuestros lectores que Manolo Cortés, apoderado por Canorea, no vendrá a Madrid, y la baja de Julián García en Sevilla puede ser la réplica de don Diodoro.) … El valeroso y joven torero Francisco Ruiz Miguel, olvidado inexplicablemente en un principio por la Empresa sevillana, ha salido favorecido con estos últimos toques de los carteles de la famosa Feria. Ha sido contratado dos tardes. En la primera, el próximo día 24, alternará con Jaime Ostos y Santiago López; en la segunda, el día 30, hará el paseíllo con Miguel Márquez y Manolo Cortés. Los toros, respectivamente, serán de don Celestino Cuadri y don Ramón Sánchez. Con Ruiz Miguel se ha hecho, sencillamente, justicia. No hay que olvidar las dos buenas actuaciones del diestro de San Fernando en las dos últimas ferias de Sevilla.

Al final, un desacuerdo en los despachos fue el que vino a hacerle justicia a Ruiz Miguel, quien el 25 de abril de 1971, entrando al cartel por la vía de la sustitución, le cortó el rabo al toro Gallero de Miura y al año siguiente, refrendó lo hecho el anterior, ganándose a ley el derecho a ser llamado de nueva cuenta por don Diodoro a sus carteles abrileños. Pero no fue así. Se tuvo que producir un desacuerdo entre quienes no torean, para que el torero isleño pudiera ocupar el sitio que delante de los toros se había ganado sin margen para la discusión.

Al final Ruiz Miguel toreó en Sevilla el 24 de abril los toros de Celestino Cuadri, alternando con Jaime Ostos y Santiago López tarde en la que cortó la primera oreja de esa feria a Lechón, quinto de la tarde y el día 30, compartiendo cartel con Miguel Márquez y Manolo Cortés en la lidia de un encierro, al final compuesto por tres toros de Manuel Arranz (3º, 4º y 5º) y otros tres de Ramón Sánchez. En este festejo solamente mató un toro, pues fue herido por el sexto, de Ramón Sánchez, Torerito, apenas al abrirse de capa.

Así pues, no había iniciado propiamente la feria y ya se había tenido que remendar la cartelera. Se prefirió a los diestros nacionales y al final de cuentas veremos que el resultado deja claro que don Guillermo González no se equivocó en su decisión.

Un encontronazo con las autoridades

Apenas un par de días después del anuncio de la salida de Francisco Ruiz Miguel de la feria, apareció en las páginas de El Sol del Centro la siguiente información:

El Ayuntamiento de la capital decidió intervenir con energía en el caso de la venta condicionada, y la reventa de boletos para las corridas de toros de la Feria de San Marcos, y aplicó tres infracciones a la empresa, por hacer caso omiso de los reglamentos… Lo anterior fue informado por el Regidor de Espectáculos, señor Atanasio López, quien indicó que una de las infracciones había sido aplicada por la venta condicionada de boletos, otra por la reventa y una más por los insultos que un empleado de la empresa, de nombre Julio Saleri, profirió en contra del citado funcionario municipal, cuando éste intervino para detener las maniobras de la empresa y sus empleados… Señaló el Regidor de Espectáculos que, de acuerdo con lo expresado por el Presidente Municipal, señor Ángel Talamantes Ponce, las infracciones levantadas no serán revocadas bajo ningún aspecto, sino que se harán efectivas como medida ejemplar para que la empresa de las corridas de toros se ciña a lo que señalan los reglamentos municipales… Por otra parte, se informó que la empresa había sido conminada en forma enérgica a cesar en sus maniobras de reventa, para lo cual se obligó a vender los boletos exclusivamente en las taquillas de la plaza y en algunos estanquillos previamente aprobados por el Ayuntamiento… Finalmente, el Regidor de Espectáculos, señor López, indicó que el Alcalde Talamantes Ponce desea que el público coopere con las autoridades para frenar y evitar en forma definitiva las maniobras de la empresa, denunciando a los revendedores y toda clase de artimañas que se observen al adquirir boletos, pues de otra manera no será completa la labor que ha emprendido el Ayuntamiento en defensa de la afición a la fiesta brava.

Como se ve, lo que hoy es una práctica usual, es decir, la de condicionar la adquisición de la entrada a unos festejos, a la compra obligada de las de otros menos atractivos, hace medio siglo fue motivo de sanción. Sobre el capítulo de la reventa, prefiero guardar silencio, que es una actividad que persiste y que, en lugar de ser regulada y controlada, únicamente es objeto de un remedo de combate, porque en cualquier espectáculo de masas que resulte atractivo estará presente, funcionando a todo tren, sin que nada la detenga.

Lo que seguiría

Estas primeras vicisitudes se produjeron, casi todas, antes de que saltara el primer toro a la arena del ruedo de la San Marcos. El próximo sábado intentaré comentar lo que puede ser considerado, según se vea, el primer festejo de la feria o si nos ceñimos al calendario oficial, el festejo de preferia, la novillada de triunfadores. Hasta entonces.

domingo, 20 de noviembre de 2022

12 de octubre de 1972: Se presenta la ganadería de Zacatepec en Aguascalientes

Hace 50 años se respiraba un ambiente taurino bien distinto en nuestra ciudad. Don Guillermo González Muñoz recién había adquirido la propiedad de la Plaza de Toros San Marcos y entre sus intenciones estaba la de reestablecer el sitio de privilegio que tuvo siempre Aguascalientes como una de las ciudades importantes en el mapa taurino de México, decaído en los años anteriores, cuando su actividad se había reducido a unas cuantas novilladas desperdigadas en el calendario y dos o tres festejos, casi de compromiso, en la Feria de San Marcos.

Para ello, desde el año anterior, había dotado al coso de la calle de la Democracia de un alumbrado moderno que permitiera dar festejos nocturnos en días laborables y ofreció en abril, 6 corridas de toros y una novillada en días casi consecutivos, demostrando que, con imaginación en la confección de los carteles, era posible llevar a la gente a la plaza. Y no se limitó al tiempo ferial, recuperó fechas tradicionales del calendario civil y religioso para establecer entre corridas de toros y novilladas, una verdadera temporada de toros en Aguascalientes y así, por ejemplo, en el ciclo 1970 – 71, ofreció 24 festejos entre corridas de toros y novilladas.

Ese ambiente propició que, bajo el auspicio de la Casa Pedro Domecq, se celebrara aquí en las primeras dos semanas del mes de octubre de 1972, la anunciada como X Convención Internacional de Aficionados Prácticos y Peñas Taurinas. Todos los días de esas dos semanas, por las noches, destacados aficionados prácticos se enfrentaban a erales en el hoy más que centenario ruedo de la plaza San Marcos.

Así, vimos actuar por aquí entre otros a Chucho Arroyo, Lalo Azcué, José Antonio Morales – que también se presentó por las afueras con su cuadro flamenco –, al peruano Raúl Aramburu Tizón, al Ing. Valente Arellano, Rogelio Contreras, Guillermo Torres Landa, Paul Armand, Pepe López Hurtado – éste después sería matador de toros –, al Dr. Manuel Hernández Muro o a Philip Jongeneel por los visitantes y por los locales, entre otros, al inolvidable Ángel Talamantes El Exquisito, a los hermanos Alejandro y Carlos Paredes, al apodado El Veterinario quien se anunciaba como El tapado de Aguascalientes, al inefable Adolfo de la Serna El Botas, o a Jaime Femat, entre los que mi traicionera memoria recuerda por el momento y que llevaban más gente a la plaza que muchos de los que hoy se autonombran figuras.

Todos ellos y varios más, se disputaron la Oreja de Bronce, donada por la compañía vinícola que ya mencioné y que en los eventos alusivos a la convención era representada por el matador Eduardo Solórzano, que noche a noche organizaba alguna reunión alusiva, con la finalidad de difundir y dar a conocer esta fiesta. Y hoy hablan de defenderla

Una corrida de toros en honor de los convencionistas

Don Guillermo González Muñoz era un extraordinario hombre de negocios y un gran aficionado a los toros. La plaza de toros y sus gastos, corrieron por su cuenta para la convención de aficionados y a la vista del ambiente que generaban los festejos de prácticos, anunció una corrida de toros en su honor. El ambiente era de expectación para el festejo, como lo describe en su Columna Taurina de El Sol del Centro, el periodista Everardo Brand Partida:

La noticia del día es indudablemente la celebración de la primera corrida de la temporada 1972 – 73, que se dará hoy a las 21:30 horas en el Coso San Marcos, con Currito Rivera, Antonio Lomelín y Mariano Ramos en el cartel. Se correrán astados de Zacatepec, con kilos y presencia... Como lo hemos informado, este festejo se dará en honor de los concurrentes a la X Convención Internacional de Aficionados Prácticos y Peñas Taurinas que se verifica en Aguascalientes y que día a día logra mayor lucimiento...

Así, para esa noche del jueves 12 de octubre de ese 1972, anunció la presentación en nuestra plaza de una de las ganaderías históricas en México, la de Zacatepec, a cargo en esos días de don Mariano Muñoz, para Curro Rivera, recién regresado de su triunfal campaña por ruedos europeos, Antonio Lomelín y Mariano Ramos. Curro Rivera toreaba aquí su segundo festejo en plazas mexicanas desde su vuelta a suelo patrio, pues había reaparecido en Morelia el 30 de septiembre anterior alternando con Joselito Huerta y Mariano Ramos en la lidia de toros del ingeniero Mariano Ramírez.

La entrada a la plaza fue cercana al lleno, y en los tendidos se percibió una cierta hostilidad hacia Curro Rivera, quizás rescoldos de lo que quedó de la anterior feria de abril, cuando las cosas no rodaron como se había programado, sin embargo, el festejo al final, fue uno de esos que, pueden considerarse de los que vale la pena recordar.

El triunfo de Mariano Ramos

Mariano Ramos todavía no llegaba al año de haber recibido y confirmado su alternativa, pero avanzaba con un paso firme y continuado hacia la posición de ser figura del toreo. En San Marcos se le anunció en la corrida de apertura del ciclo con una corrida de La Punta que no dio posibilidad de triunfo y en esa actuación dejó su carta de presentación, estableciendo que no había toro complicado para él. La noche del 12 de octubre del 72, se alzó, aunque con una sola oreja en las manos, como el triunfador de la corrida. Escribió Everardo Brand Partida para El Sol del Centro:

Fue el tercero de la noche, “Tahúr” de nombre, con 478 kilos de peso, el primero de los toros a los que se enfrentó Mariano Ramos, toreando a la verónica superiormente, abriendo el compás y cargando la suerte sobre la pierna contraria, para rematar la serie, que había parado al público de sus asientos, con media verónica sencillamente extraordinaria… En el centro del ruedo hizo el buen toreo con clase y templando superiormente, y así surgieron los ayudados en redondo y por abajo, que mantenían al público de pie; coreando lo que Ramos hacía, y los ¡olees!, se escuchaban largos en los tendidos… La pañosa fue a la izquierda de Ramos, y el natural largo y templado, sedeño el muletazo, surgió entre los olés en los tendidos, y el torazo de Zacatepec, colaboraba extraordinariamente para que el muchacho bordara una faena realmente primorosa, como hacía tiempo no se veía en el ruedo de la San Marcos. Concluida la hazaña, se perfila un tanto precipitadamente tan solo para pinchar en lo alto, y en el segundo intento sepulta media estocada en bastante buen sitio, que fue suficiente para que “Tahúr” se entregara a los servicios del puntillero. Los pañuelos florearon en los tendidos y la autoridad concedió la oreja del tercero de la noche a Mariano… Con el que se suponía se cerraba plaza, el sexto de la noche, de nombre “Catador”, Mariano volvió a exhibir su toreo fino, de mucha calidad, ya que desde sus lances iniciales los instrumentó en el centro del ruedo, dos de ellos a pies juntos y otros tantos, abriendo el compás y cargando la suerte, y los tendidos que estaban con el muchacho, volvieron a enloquecerse… Lamentablemente Mariano se puso bastante pesado con el acero, y cuando finalmente logró una estocada en bastante buen sitio, el público lo obligó a dar varias vueltas al ruedo. Se había entregado por completo a un torero, a la clase al pundonor, a la valentía y al torerismo de Mariano Ramos...

Curro Rivera y el exigir a las figuras

Decía que en el ambiente flotaba cierta animadversión hacia Curro Rivera. En cuanto salió el primero de la noche, con los avíos en sus manos se encargó de acallarla, pero al final, con la espada en la mano, echó todo a perder. Un espadazo muy delantero, casi un golletazo, trocó las cañas en lanzas y volvió a encender los ánimos en su contra.

El cuarto de la noche se llamó Bohemio, un toro que se quedó parado y al que había que andarle cerca y sacarle los muletazos de uno en uno. Curro Rivera así lo entendió y lo llevó a la práctica. Escribió en su día Jaime Martínez Fonseca para El Heraldo de Aguascalientes:

Su segundo no era una “perita en dulce”, pero el potosino le puso la casta, después de que parte del público empezó a exigirle de más, y a base de porfiar, poniendo su físico a tan solo una cuarta de los pitones, pudo sacar un partido extraordinario, mismo que los conocedores pudieron captar en su calidad y en su arte, al igual que el palco de la Autoridad, para que después de haber matado bien, se le concediera una oreja. Hubo algunas protestas, pero el chaval es una gran figura y a nadie más que a él, se le puede exigir así...

En El Sol del Centro, el cronista Everardo Brand Partida cuestionaba de manera ácida la concesión de la oreja sin que mediara la petición de la concurrencia. La realidad es que el reglamento aprobado en la víspera del serial abrileño establecía que si se pedía mayoritariamente el Juez de Plaza – en esos días don Jesús Gómez Medina – estaba obligado a concederla, pero no le quitaba la facultad de concederla sin petición, si consideraba que la faena la ameritaba.

Antonio Lomelín con un toro de regalo

A veces las cosas se tuercen para los toreros desde el enlotado de los toros antes del sorteo. Ese 12 de octubre, eso le sucedió a Antonio Lomelín. Los dos huesos de la corrida le tocaron a él. Pero su carácter y su voluntad de triunfar y de ser no le iban a impedir tratar de salir triunfante esa noche de una importante exposición, dado el hecho de que la afición asistente a la plaza no era solamente local.

Entonces, regaló uno de los toros de reserva, de Peñuelas, sin que las crónicas registren cómo fue nombrado. A ese propósito escribió para El Heraldo de Aguascalientes, su cronista Jaime Martínez Fonseca:

Regaló uno de Peñuelas, al que inició su faena con lances a pies juntos, para luego despatarrarse y darle tres verónicas que remató con una vistosa revolera. Hizo un magnífico quite por chicuelinas y tomó los palos para dejar un buen par, otro más y el último extraordinario, escuchando una diana. En el tercio final dio muletazos con la derecha de muchos kilates, obtenidos a porfía, pues el toro se refugió en las tablas y terminó su faena toreando por alto, mirando a los tendidos. Remató con un pinchazo y una entera, para que le fuera concedida la oreja...

Ese fue el resultado de una corrida de toros que, se organizó en una fecha no tradicional y en un día laborable, pero que llevó a la gente a la plaza y que tuvo un interesante resultado.

El año del 72 en Aguascalientes

El resumen de 1972 en Aguascalientes es interesante se dieron 23 festejos de enero a diciembre, 13 corridas de toros y 10 novilladas y de ellos, solamente ocho sucedieron en la Feria de San Marcos. Las corridas de toros fuera de la feria se dieron en días como el 23 de enero, 12 de octubre, 12 de noviembre y el 25 de diciembre, fechas algunas convencionales y otras no, pero que, en el sentido del aprovechamiento de la oportunidad, pueden invitar a la gente a asistir a las plazas.

Aguascalientes y Zacatepec

Los toros de Zacatepec no volvieron a nuestras plazas sino hasta casi 50 años después, cuando un toro para rejones, salió al ruedo de la Monumental, para el caballero en plaza Diego Ventura. Fue el 2 de noviembre de 2019, se llamó Arlequín, y sustituyó al titular de Fernando de la Mora que se lesionó al estrellarse en un burladero. El rejoneador luso le realizó una faena intensa, que terminó intempestivamente, cuando al toro se le terminó el gas. Hoy llevan la ganadería los hermanos Bernardo, Juan Pablo, Alejandro y Mariano Muñoz Reynaud, tercera generación de la familia que la fundó. Ojalá un día de estos podamos ver una corrida completa suya, encastada ya en Murube, para toreros de a pie.

Aviso Parroquial: Agradezco al Community Manager de la ganadería de Zacatepec el haber avisado a este amanuense la fecha correcta de la vuelta de ese histórico hierro a nuestras plazas, lo que me ha permitido hacer la corrección correspondiente.

domingo, 11 de octubre de 2020

El anarquista de la fiesta...

11 de octubre de 1970: Manuel Díaz de León El Bule – Bule es gravemente herido en la Plaza de Toros San Marcos


Aunque los documentos archivados en el Registro Público de la Propiedad reflejan que Guillermo González Muñoz adquirió la plaza de toros San Marcos en agosto de 1970, la realidad es que él ofreció su primer festejo en ese escenario el 21 de diciembre de 1969, una corrida de toros en la que se lidió un encierro del ingeniero Mariano Ramírez para Rafael Rodríguez que reaparecía después de varios años de ausencia de los ruedos, Joselito Huerta y Raúl García.

Ya propietario oficial del coso, para el domingo 11 de octubre de ese 1970 inició la temporada que comprendería el resto de ese calendario y buena parte del siguiente y se haría con una novillada en la que alternarían el novillero de Aguascalientes Pepe Caro, José Torres El Pajarito de San Luis Potosí y Armando Chávez Carnicerito de Puebla en la lidia de un sexteto de novillos de Chinampas, hierro puesto a nombre de la señora Esperanza de la Torre de Madrazo y fundado en 1944 por el doctor Manuel Cortina Rivas.

Pese a que Carnicerito de Puebla se alzó como el triunfador de esa tarde al cortar las dos orejas a Andaluz, número 60, tercero de la tarde, sería un espontáneo, Manuel Díaz de León apodado El Bule – Bule quien se quedara en la memoria colectiva y enseguida veremos por qué.

Algunos conceptos doctrinarios

Luis Nieto Manjón, en su Diccionario Ilustrado de Términos Taurinos define al espontáneo como: El aficionado que se arroja al ruedo a intentar alguna suerte...

Por su parte, José Carlos de Torres, en el Diccionario del Arte de los Toros lo define así: Persona que asiste a un espectáculo público como espectador, y, en un momento dado interviene en él por propia iniciativa, especialmente en las corridas de toros...

El encabezado de estas líneas lo he tomado de un capítulo del libro de José María Requena titulado Gente del Toro. El capítulo es El Espontáneo y allí Requena reflexiona esto entre otras cosas: Es el espontáneo, el anarquista de la fiesta, el que clava la vista en las parejas de los guardias, el de la vida a punto de aliviarse una manía de gloria en ese medio suicidio de echarse al ruedo contra lo ordenado y consabido…

Es decir, un espontáneo es alguien que rompiendo con el orden y la tradición establecidos, irrumpe en la lidia para intentar hacer la suya.

Prolegómenos del festejo

El encierro de Chinampas llamó la atención desde que fue bajado a los corrales de la San Marcos. Como era la costumbre de don Paco Madrazo, envió seis ejemplares muy bien presentados, bien comidos y bien rematados. La nota previa al festejo, aparecida en El Heraldo de Aguascalientes el viernes 9 anterior y firmada por José Luis Espinosa Ponce, encargado de la sección taurina en aquellas calendas, entre otras cosas refleja lo siguiente:

Seis primorosas estampas, auténticos toros, con un promedio de 414 kilos es el lote de Chinampas que serán lidiados mañana por los novilleros José Torres “Pajarito”, “Carnicerito de Puebla” y el hidrocálido Pepe Caro. El número y nombre de cada uno de los toros son los siguientes: 58, “Bonito”, negro zaino; 60, “Andaluz”, negro salpicado; 78, “Hilario”, negro bragadillo; 83, “Aragonés”, negro mulato; 93, “Zumayo”, negro zaino y 99, “Firulais”, negro zaino… Los corrales de la plaza están abiertos a todo el público para que pase a ver los toros y darse una idea del banquetazo que será servido para el domingo…

Si consideramos que el peso reglamentario para corrida de toros en esa época era de 425 kilos, la novillada estaba excelentemente presentada, aunque coincido con quien me diga que el peso no tiene nada que ver con la presencia del ganado. Aclaro también que ese peso es el que dieron al salir de la ganadería, pues en la plaza no había báscula por ese entonces, pero en el viaje de a lo sumo hora y media de la finca al coso, no debieron perder gran cosa.

Al final del festejo, se informó en la prensa que de los seis novillos, dos llevaban el hierro de Pastejé, propiedad también de los señores Madrazo y en la crónica del festejo publicada en El Sol del Centro, Everardo Brand Partida hizo este comentario:

El público aplaudió los seis novillos, 4 de la ganadería de Chinampas y dos de Pastejé, escogidos por el ganadero para la novillada inaugural de la temporada. Parejo, en términos generales venía el encierro, pesados, ya que promediaron 400 kilos y bien armados de pitones, empero algunos aficionados comentaron y criticaron la actitud de la empresa y el ganadero, al anunciar seis novillos de Chinampas, cuando efectivamente sólo cuatro provenían de las dehesas de la ganadería jalisciense y los otros dos estaban herrados con el fierro de Pastejé.

Si bien, esta ganadería, o el fierro de la misma es propiedad de Francisco Madrazo, ¿por qué no anunciarlo correctamente? 4 toros de Chinampas y 2 de Pastejé. De cualquiera forma, el público hubiera asistido al festejo.

Coincido con el argumento de Everardo Brand. Hoy se diría que por ser de ganaderías hermanadas por pertenecer los hierros a una misma persona, se pueden lidiar bajo una misma denominación por así permitirlo el estatuto de la Asociación de Criadores. Sin embargo, ese estatuto rige de la puerta de esa Asociación hacia adentro. Los toros son de la ganadería de la que vienen herrados y así se deben anunciar, por respeto al que paga por entrar a la plaza.

La tarde del festejo

Nada más salir el primero de la tarde, el número 58, Bonito, que correspondió a Pepe Caro y ya se había tirado El Bule – Bule al ruedo. Las cuadrillas lograron quitarle al toro y éste saltar al tendido de sol sin lograr su cometido de torear al de Chinampas. Pero no tardaría en volver al ruedo.

El segundo de la tarde se llamó Aragonés, número 83, negro mulato y le correspondió a José Torres El Pajarito. De nueva cuenta Manuel Díaz de León se tiró al ruedo en cuanto salió el novillo por la puerta de toriles, sorprendiendo a todos los que estaban allí y de acuerdo con la crónica de Everardo Brand Partida, aparecida en El Sol del Centro al día siguiente del festejo, sucedió lo siguiente:

…Al mismo tiempo que aparecía el segundo de la tarde, Manuel Díaz de León, mejor conocido como el “Bule – Bule”, brincó de nuevo al ruedo y en esta ocasión sí logró su propósito, brindó al respetable varios ayudados por alto que le fueron coreados. El muchacho, sintiendo el respaldo del público, que lo aplaudía, se creció y de esta forma aguantó al novillo en varios pases por abajo.

Hubo uno que paró al público de sus asientos. El espontáneo siguió aguantando al novillo, lo supo llevar y torear, hasta que, finalmente el toro fue llamado desde el burladero de matadores por uno de los peones de brega, y se interrumpió “la faena” de Díaz de León, quien siguió al astado y se colocó frente a él. Lo citó, y en el momento que el burel embestía, fue tocado, y sobrevino el percance. El bicho le pegó un cornadón en el muslo izquierdo de tres trayectorias, que lo tiene al borde de la tumba.

En los tendidos se escuchó el comentario de un entendido, que cabe reproducir: “¿Quién le pegó la cornada al espontáneo?”, y ese mismo aficionado preguntó a la vez: “¿El público?”, “¿el toro?”, o “¿LA AUTORIDAD?...

Entre Pepe Caro y un monosabio levantaron al espontáneo herido y lo llevaron a la enfermería de la plaza, donde fue estabilizado y trasladado al Sanatorio La Esperanza para ser intervenido. El parte facultativo que se rindió por mi padre, que era el Cirujano Jefe de los Servicios Médicos de la Plaza fue el siguiente:

Herida por cuerno de toro que produjo desgarro cutáneo irregular de 25 centímetros de longitud, siguiendo una dirección oblicua a dos centímetros por debajo y paralela al pliegue inguinal del muslo izquierdo, desde 6 centímetros por abajo y por dentro de la espina ilíaca anterior y superior hasta la cara postero – interna del muslo en su tercio proximal, lesionando la Safena mayor en cayado de este vaso. Se profundiza en la parte media de esta trayectoria y presenta una segunda, con dirección posterior y externa hasta llegar al fémur donde descubre trocánter menor, diseca la inserción del Psoas y se vuelve hacia arriba rodeando el cuello del fémur en su cara posterior y se extiende hasta la cara anterior del Glúteo mayor. Tiene esta trayectoria una longitud de 25 centímetros, causando desgarros importantes en el abductor medio, interesando numerosas venas musculares que causaron hemorragia profusa y presenta una tercera trayectoria, por la cara interna del muslo hacia abajo, hacia afuera y hacia atrás desgarrando los planos musculares del aductor mayor, vasto interno, cuádriceps, hasta llegar al fémur en su cara posterior, disecando y contundiendo la arteria femoral posterior. Esta trayectoria tiene una longitud de 30 centímetros.

Se hace debridación de las tres trayectorias, se ligan los vasos mencionados y se canalizan con 4 tubos.

Estas lesiones son de las que ponen en peligro la vida por el sitio en que fueron hechas y el instrumento que las produjo y ameritan hospitalización. Tardarán en sanar más de 15 días sin que se puedan predecir sus consecuencias.

Firmado: Dr. Jesús González Olivares, Cirujano. Dr. Juan José de Alba Martín, Traumatólogo. Dr. Jesús Juan Esparza González, Transfusionista. Dr. Agustín Franco Zermeño, Anestesiólogo.

Grave sin duda el percance, además de aparatoso, pero, siguiendo la sentencia de Frascuelo, los toros dan cornadas porque no pueden dar otra cosa.

La evolución del herido

Dos días después de la cornada, una nota publicada en El Heraldo de Aguascalientes daba noticia de la evolución de El Bule – Bule:

Manuel Díaz de León “Bule – Bule”, el espontáneo que el domingo pasado recibiera fea cornada de uno de los astados, a grandes pasos se recupera, según los informes de los médicos que lo atienden, doctor De Alba y González Olivares. De no presentarse complicaciones en la herida el muchacho sanará en unos quince días, esta posibilidad cobrará fuerza al transcurrir las 72 horas reglamentarias para decir que se encuentra fuera de peligro.

El diagnóstico de los doctores que lo atendieron fue de gravedad, pero la fortaleza del muchacho ha permitido que la herida que recibiera en el muslo no se complicara, su estado de salud es satisfactorio y hasta el momento de cerrar la presente edición no se había reportado complicación alguna.

Por esas mismas fechas, el empresario Guillermo González ofreció públicamente a Manuel Díaz de León dos novilladas en la temporada, para cuando estuviera completamente restablecido y en condiciones de enfrentar a los toros.

Dramatis personae

Pepe Caro, el primer espada del cartel, tuvo una carrera prolongada en los ruedos. Se anunció que recibiría la alternativa el 12 de diciembre de 1981 en Calvillo, Aguascalientes, de manos de Manolo Espinosa Armillita. Ese hecho nunca se concretó. Actualmente es presentador de programas de televisión y radio y escribe una columna taurina en un diario de esta ciudad, titulada Arrastre lento.

Armando Chávez “Carnicerito de Puebla recibió la alternativa el 1º de febrero de 1976 en Manizales, Colombia. Le apadrinó Álvaro Laurín y fue testigo Fernando Manuel, los toros de Mondoñedo. Falleció en la Ciudad de México el 12 de agosto de 1999. Nunca la confirmó en la Plaza México.

José Torres El Pajarito recibió la alternativa en San Luis Potosí el 25 de agosto de 1976, de manos de Manolo Martínez y llevando como testigo a Eloy Cavazos, con toros de Tresguerras. Nunca la confirmó en la Plaza México.

Manuel Díaz de León El Bule – Bule, originario de Fresnillo, Zacatecas y que había llegado a Aguascalientes un par de años antes de estos hechos, fue devorado por sus demonios interiores. Nunca toreó las dos novilladas que le ofreciera Guillermo González y no recuerdo haberle visto anunciado en alguna por estos rumbos. Se convirtió en un personaje de la picaresca taurina de esta tierra, pero al final de esta historia, fue el que permaneció en la memoria colectiva.

En conclusión

Al final de cuentas terminó por suceder lo que Juan Belmonte contó a Manuel García Santos acerca de los espontáneos:

Ahora que soy torero me doy perfecta cuenta de lo que es en la plaza un espontáneo. No tiene medio de hacerle nada al toro como no sea por casualidad, ya que los toreros lo acosan para llevárselo y le distraen al toro para que no embista. Además, el espontáneo se echa al ruedo mal armado, con una muletilla insignificante y un palo, y antes de llegar al toro, entre la emoción que él lleva y las carreras que le hacen dar los toreros, la muleta se le lía y se le arruga, y cuando está delante del toro apenas si tiene con qué defenderse de la arrancada. Hay algo peor. Con ese ir y venir del espontáneo y los toreros, el toro se avisa mucho, estropean la lidia y se hacen odiar por nosotros… ¡Pero hay que soportarlos!...

Así es el paso del espontáneo por los ruedos...

martes, 1 de mayo de 2012

Tal día como hoy. 1973: José Antonio Gaona se alza con el triunfo en la novena de Feria


El modelo de feria taurina iniciado por Guillermo González Muñoz comenzaba a adquirir carta de naturalidad en Aguascalientes. En apenas dos años, el número de corridas que integraban el serial sanmarqueño se incrementaron, de las seis ofrecidas en 1971, a siete en el año siguiente y a once en ese 1973, llevando a la conclusión, como lo expresé ya en algún otro espacio aquí mismo, de que Aguascalientes requería de una nueva y más amplia plaza de toros. 

En ese serial se programaron toreros de distintas generaciones y nacionalidades. En el cartel que hoy les recuerdo, integrado por toros tlaxcaltecas de Coaxamalucan para el rejoneador Jorge Hernández Espinosa y los matadores de toros Jaime Rangel, Raúl García y el nieto del Califa de León, José Antonio Gaona, que recién había recibido el 3 de septiembre anterior en Málaga, de manos de Andrés Jiménez El Monaguillo, llevando de testigo a Pepe Luis Román, siendo el toro de la ceremonia Serenito, de la ganadería de José Luis Vázquez Garcés y que apenas la había confirmado en la Plaza México el 21 de enero anterior de manos de Jesús Solórzano hijo, llevando como testigos a Francisco Ruiz Miguel y el colombiano Jaime González El Puno, quien también confirmó esa tarde, con el toro Cazador de Tequisquiapan.

El triunfo de Gaona

En esta oportunidad la crónica a la que recurro para recordar este suceso es de Jaime Martínez Fonseca, de El Heraldo de Aguascalientes, dado que por cuestiones del descanso obligatorio del día de la corrida, don Jesús Gómez Medina no relató este festejo:

José Antonio Gaona ha hecho magnífica faena a su primero, que tuvo cierta bravura, administrándolo bien en varas. El astado fue pasado con un ligero puyazo para que conservara algo de fuerza y que el nieto del "Califa" pudiera hacerle faena... Con el capote le dio lances a pies juntos y luego abrió el compás para hacer la verdadera verónica, rematando con revolera. Luego, con la muleta empezó a desarrollar una faena derechista, con pases largos, con temple y mando, ejecutados con serenidad y verticalidad... con plasticidad. Luego vinieron los naturales, tranquilos, con ese tipo de embestida, para ir tirando de ella limpia, suavemente, calmadamente. Fueron muletazos largos, completos y las tandas rematadas con el de pecho, girando al tomar el burel, dándole la espalda y llevándolo embebido en el engaño, para despedirlo a la perfección... Entró a matar dejando una entera en lo alto, suficiente para que el cornúpeta rodara muerto. En los tendidos la gente agitaba los pañuelos pidiendo trofeos para el chaval y le fueron concedidas las dos orejas, con las que recorrió el anillo en dos ocasiones... Lo exhibido por Gaona hace pensar que pronto estará en la órbita grande. El chamaco se ve con sitio y sabe moverse entre los pitones como debe ser... El festejo contrastó con los anteriores. Poca clientela en los tendidos.

Raúl García sólo pudo lucir en banderillas y Jaime Rangel terminó estrellándose con la debilidad de sus toros, circunstancia que resultó ser la constante de los toros enviados por don Felipe González y González en esta oportunidad.

No obstante el triunfo obtenido por José Antonio Gaona en esta corrida, para él, así como para Jaime Rangel y Raúl García, esta sería la última vez que les veríamos vestidos de luces en nuestra Feria de San Marcos, pese a que en ciclos anteriores, ellos dos fueron piezas importantes en su desarrollo y crecimiento. Después vendrían por aquí, pero realizando labores de apoderamiento.

El festejo de hoy. 6ª corrida de feria: 6 de Fernando de la Mora para Fernando Ochoa, Julián López El Juli y Octavio García El Payo.

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