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domingo, 13 de octubre de 2024

5 de octubre de 1974: Rafael de Paula y Barbudo de Fermín Bohórquez

En noviembre de 1981, Rafael de Paula le confesaba en entrevista a Joaquín Vidal:

«¿Qué, que yo codilleo? Tiene gracia. ¿Qué codilleo? Es gracioso eso. Codilleo, codilleo, ¿y qué es codillear? Pero vamos a ver: ¿Qué es torear? Si yo codilleara, me cogerían los toros. Al toro, mire, se le presenta la muleta así y se le llama aquí y se le lleva allá. Yo podría llevarlo lejos, porque sé mandar, tengo recursos y además brazo y estatura para dejarlo en la otra parte de la plaza, ¿me entiende? Pero eso no es torear. Al toro hay que llevarlo detrás de la cadera. El toreo no es en línea recta, sino en circunferencia. Circunferencia es el ruedo y circunferencia es el recorrido del toro tal como yo lo entiendo. Y bueno, a lo mejor doblo el brazo para hacerlo, ¿Qué quiere que le diga? Lo encuentro tan irrelevante que apenas merece comentario»…

En un párrafo exponía el torero de Jerez los entresijos de su tauromaquia, entresijos que le encontrarían un sitio en la afición de Madrid, la que tuvo que esperar tres lustros después de que recibiera la alternativa para verle actuar en sus plazas. No fue porque no lo quisiera el torero, según le contó a José Antonio Ayuste:

A mí me llamaba todos los años la empresa de Madrid para torear en Las Ventas. Eso sí, en agosto. Las corridas de los leones, como yo les decía. Y yo año tras año decía: «a los leones que vaya tu padre». Cuando haya una corrida con garantías ya iré…

Por eso, cuando en el San Isidro de 1974, el 28 de mayo, le confirmó la alternativa José Luis Galloso en presencia de Julio Robles, quien sustituyó al originalmente anunciado Francisco Núñez Currillo, con los toros de Osborne, hasta ese momento, en Madrid, Rafael de Paula era una incógnita. Al final de cuentas cautivó a los asistentes al festejo, que ocuparon tres cuartas partes de las localidades con un quite al tercero de la corrida. Escribió Alfonso Navalón para el diario Pueblo del día siguiente al del festejo:

Rafael de Paula dejó eso tan importante como es un manojo de lances para que los aficionados tengan tema de conversación. Fueron cuatro verónicas y media en el primer toro de Robles; fueron cuatro suspiros de arte dejando correr los duendes por los vuelos del capote y meciéndose con empaque lento y solemne; fueron cuatro pinceladas para que sus amigos de Jerez se vuelvan tocando las palmas y dejar entre la afición de Madrid un sello de toreo distinto. Cómo sería la cosa que la ovación partió y se acabó entre los contestatarios de la andanada. Con eso basta. Sin embargo, a mí me gustaron mucho...

Por su parte, Vicente Zabala Portolés, en el ABC madrileño del 30 de mayo siguiente, en primer lugar, calificó la tarde como una de ambiente de película de Estrellita Castro, talante que seguiría empleando en tardes futuras hacia el diestro gitano, al que también acusaba de no torear de verdad. A propósito del quite relatado por Navalón, dijo:

Tan solo una vez se arrancó el gitano jerezano por «seguiriyas»: fueron tres verónicas en un quite. Ahí sí, ahí toreó de verdad y el público de Madrid se puso boca abajo, como si estuviera contemplando al mismísimo Francisco Vega de los Reyes. «Er Paula» se cimbreó, adelantó el capote, embarcó la embestida y moviendo los brazos rítmicamente se pasó por la faja – Paula lleva faja, que no otros toreros de fuste – a su enemigo, rematando con limpieza y enlazando los tres monumentos del bien torear con una cadencia de sueño. ¡Eso, de sueño! Porque a todos nos parecía que estábamos soñando cuando veíamos torear así de despacio, precisamente ahora que los que se dicen los mejores ejecutan a velocidades supersónicas... Eso fue todo lo que hizo Paula. Después volvió a lo que es él: el Peret del toreo...

La Feria de San Francisco de Carabanchel en 1974

Esos tres lances y su remate le dejaron en el gusto y la memoria de la afición madrileña, y así, Paco Rodríguez empresario de La Chata de Vista Alegre y también de Almuñécar, se propuso dar una feria otoñal en Carabanchel. La Feria de San Francisco la llamó y comprendería nueve festejos entre el 29 de septiembre y el 6 de octubre de ese año, de los que serían cinco corridas de toros, tres novilladas y un espectáculo cómico – taurino. 

La consecución del anuncio de la feria fue accidentada, porque muchos toreros simplemente se negaron a contratarse con la empresa y alguno otro, se vería más adelante, ya puesto en un cartel, simplemente no compareció a la tarde que tenía comprometida. Las presencias destacadas en el serial fueron las de Palomo Linares, que mató una corrida en solitario; las de Miguel Márquez, José Luis Parada y Joaquín Bernadó y señaladamente, los nombres que componían el cartel del séptimo festejo, que eran los de Antonio Bienvenida, Curro Romero y Rafael de Paula, que se enfrentarían a un encierro de don Fermín Bohórquez. La corrida se anunció como la de la despedida de los ruedos del hijo del Papa Negro.

Rafael de Paula y Barbudo

El tercer toro de la corrida de Fermín Bohórquez se llamó Barbudo, negro y si hemos de seguir lo que las crónicas afirman, apenas adecuado de presencia, como toda la corrida lidiada esa tarde. Pronto descubrió Rafael de Paula las bondades del murubeño y retomó el punto y seguido que anotó la tarde de su confirmación el mes de mayo anterior. Escribió Mariví Romero para el diario Pueblo del 7 de octubre siguiente:

Lo que hizo Rafael de Paula es para verlo, no para contario. Su toreo fue sentido, desgarrado, hondo y pluscuamperfecto. Tan profundo que su arte fue infinito. No se podía ser ni estar mejor. No se podía improvisar de la forma que lo hizo y moldear con suavísimos toques la franca embestida de su oponente La faena que Paula hizo al tercero de la tarde fue el epílogo a la obra que ya comenzó en la Monumental de las Ventas en ya lejano San Isidro, con su magistral quite. Pienso que bien pudo ser ésta que vimos en Vista Alegre la obra cumbre de un artista. De un colosal artista como Paula, al que muchos taurinos tachaban de regionalista. O sea, de ser un producto exclusivo de ese rincón gaditano que crea y mantiene con fervor sus ídolos. El argumento se ha caído por su base, porque es imposible limitar el arte. Y el arte, el de los toros, o cualquier otro, no tiene fronteras y sacude a cualquier humano con sensibilidad...

Apunta la cronista un dato fundamental, importantísimo. Rafael de Paula ya no sería a partir de ese momento un torero para los diletantes del llamado Rincón del Sur, había abierto las puertas de las plazas importantes de todo el mundo taurino, en el que querría ser visto.

Por su parte Juan Antonio Pérez Mateos, en el ABC de Madrid, el martes siguiente a la corrida, reflexiona en su crónica en el siguiente sentido:

El apogeo, amigo lector, nació cuando hizo su aparición en el ruedo «Barbudo», un bonito animal de Bohórquez. El bicho no cesa en barbear, incluso se dedica a escarbar… Llega el apogeo: Ahí está Rafael de Paula. Silencio. Paula lleva el capote muy recogido y se lo ofrece, como una dádiva, a su enemigo, que se embelesa y sigue al alado engaño en cuatro verónicas. Un clamor. Un recorte, otro clamor. «Barbudo» toma una vara. Paula se dispone a hacer el quite. Un silencio claustral. Dos verónicas y una media. Otro clamor. Verónicas estas de Paula que levantan a la gente del asiento. El viento, este viento artístico, se nos antoja refrescante ante tanto y tanto capotazo como actualmente se prodiga. El capote, en las manos de Paula, es sutil, ligero, inspirador de formas… Paula inicia la faena de muleta: unos ayudados por alto en los que «Barbudo» pasa obediente ante el muletero. La plaza continúa siendo un clamor. Redondos, naturales. «¡Que no toque la música!» La música deja de oírse para dar paso a las notas de acompañar una faena. Oles, oles y oles siguen cada pase del torero, que embruja con su arte, que hechiza. Paula emerge, se transfigura. Sus pases se nos antojan como algo nuevo, distinto y ahí está su fuerza. Paula mata de una media tras pinchar en dos ocasiones y corta las dos orejas. En la vuelta al ruedo, Sebastián Miranda, desde una barrera del cinco, le arroja su sombrero…

Pérez Mateos relata que Paula silenció a la banda de música. Sí, es que él iba a interpretar la música callada del toreo. Se afirma que tras de esta tarde, fue cuando José Bergamín, gallista confeso, embelesado por lo que pudo apreciar en el ruedo de La Chata, adquirió la inspiración y los elementos para escribir su obra así titulada y dedicada al torero de Jerez.

Las consecuencias de ese triunfo

Don Antonio Abad Ojuel, en El Ruedo, afirma al titular su crónica del festejo que en esa señalada tarde había nacido un nuevo partido taurino, el de Rafael de Paula. Y escribía:

Yo quería haber dicho esto en una pequeña cena que alrededor de Rafael – un artista con capacidad de convocatoria para literatos, pintores, intelectuales – habían organizado, con intuición de triunfo, los portavoces de Jerez y del vino de Jerez. Me ganaron por la mano. Pero lo quiero decir aquí porque ésta, y no la orden oficial, fue la causa del retraso de hora en la noche bruja del sábado...

Un partido de los de antes, de artistas, pintores, literatos, intelectuales… Así subyugó el torero esa tarde de otoño en Vista Alegre a propios y extraños.

En la misma línea de razonamiento se expresó Manuel Molés en su columna de Pueblo:

Lo dije hace tiempo: de mi siesta taurina me ha despertado, en buena parte, ese gitano que se llama Rafael de Paula. Declararme «paulista» fue una hermosa temeridad. Algo así como aceptar la excomunión taurina. Los taurinos por lo general ven el «paulismo» y el «romerismo» como religiones taurinas cargadas de herejía. ¿A cuántos habría que excomulgar ahora? Y es que dicen los «entendidos» que lo de Paula y Romero no es torear. Y estoy de acuerdo. Torear, si ellos quieren, es una cosa inferior a lo que estos toreros hacen. Recondo, uno de los apoderados más en boga, proponía con acierto: «Yo invito a la mayoría de los toreros para que intenten torear como ellos, incluso sin toro. Ni siquiera de salón mejorarían su embrujo». Pues eso...

Así es como se abrió una puerta en el toreo que al día de hoy sigue vigente, que es espacio para la discusión y que permite explorar y disfrutar la memoria y el recuerdo como en estos momentos.

domingo, 21 de julio de 2013

22 de julio de 1979: César Pastor recibe la alternativa en Marbella

César Pastor

El anuncio de la alternativa
de César Pastor
Rogelio César Guedimin Victoria nace en la Capital de la República el 7 de mayo de 1958. Al igual que su padre y sus hermanos dedicados a las cosas del toro, deja para otras causas los apellidos paterno y materno y adopta el alias taurino que ya distingue a los de su casa, para anunciarse en los carteles como César Pastor.

Inicia su andar como novillero el 5 de junio de 1978 en Francia, aunque la mayor parte de ese tiempo se preparó en el campo bravo para obtener el oficio necesario que le permitiera iniciar una campaña formal en su tierra y así, se presenta en la Plaza México el 1º de octubre de 1978 alternando con Luis Miguel Chávez y Felipe González para lidiar novillos de Santa Marta. Su actuación le reditúa la vuelta al ruedo al finalizar la lidia del segundo de la tarde y se gana la repetición para el domingo siguiente, para lidiar junto con Felipe González y José Luis Ortega novillos tlaxcaltecas de Manuel de Haro. Esta fue la tarde en la que el monosabio Rafael Domínguez Gamucita fuera mortalmente herido por Minuto, sexto novillo de la lluviosa tarde, que al saltar al callejón prendió al monosabio y le infirió una cornada que terminó con su vida en la enfermería de la plaza la madrugada siguiente.

El 3 de diciembre de ese mismo año participará junto a Martín Agüero, Ángel Majano, Alfonso Hernández El Algabeño, El Pana y Félix Briones en la disputa del Estoque de Plata. Los novillos fueron de San Marcos y por fallos con la espada solo se lleva una cerrada ovación. Al final de este tipo de festejos, la costumbre era que se presentara a la concurrencia unos carteles con los nombres de los alternantes, a efecto de que por aclamación se determinara al ganador del trofeo en disputa. Era claro que sobre los demás, había dos toreros en el ánimo de la gente; César y El Pana. Las pasiones se desbordaron y convirtieron la premiación en un auténtico herradero, por lo que la Asociación de Matadores en primera instancia determinó declarar desierto el argentino alfanje. Posteriormente se rectificó la decisión y en un acto de estricta justicia, posteriormente se entregó el trofeo a César Pastor, quien lo ganó a ley.

Las pasiones fuera de cauce motivaron que para el siguiente domingo – 10 de diciembre –, la empresa ofreciera un mano a mano entre César y El Pana. Los novillos fueron de Begoña y aunque César cortó dos orejas a Confiado, cuarto de la tarde; El Pana logró el indulto del segundo de su lote – Cariñoso –, lo que dejó dispuestas las cosas para que el siguiente domingo se repitiera el cartel de toreros, quienes despacharon una complicada novillada de Campo Alegre, haciendo efectivo aquello de las segundas partes.

El 6 de mayo de 1979 se presenta en Sevilla, alternando con Fernando Vera y Mario Triana y corta la oreja de uno de los novillos de los Hermanos Sampedro que le tocaron en suerte. El 17 de junio siguiente se presenta en Madrid, alternando con el francés Patrick Varin y el sevillano Mario Triana en la lidia de novillos de Rocío de la Cámara y demuestra estar listo para dar el paso que le convierta en matador de toros.

La alternativa

Para el 22 de julio de 1979 es que se anuncia su alternativa en la plaza de Marbella. Rafael de Paula oficiaría como padrino y Paquirri como testigo. La crónica de la corrida publicada en el diario ABC de Sevilla del 24 de ese mes, fue firmada por Gonzalo Fausto y de ella, recojo lo siguiente:
El domingo, en Nueva Andalucía. El mexicano César Pastor recibió la alternativa. Paula, con el peor lote, fue abroncado y Paquirri cortó cuatro orejas. Buena entrada, pero sin llegar, ni mucho menos, al lleno. El coso tiene mucho aforo y asomaban toneladas de cemento. Plaza de toros de Nueva Andalucía, próxima a Marbella, ahora llamada plaza de toros Puerto Banús… El joven mexicano César Pastor, se convirtió en doctor en tauromaquia. Gustó, porque supo dominar el natural nerviosismo, trascendencia, responsabilidad de la alternativa y estuvo aseado, valiente y tesonero. Vistió de grana y oro, y el nuevo terno terminó roto, a consecuencia de las aparatosas cogidas sufridas. Al dar una media para cerrar una serie de verónicas a su primero, fue volteado, afortunadamente sin consecuencias. El azteca clavó tres pares de banderillas. Alargó demasiado – en su afán de agradar – la faena de muleta al toro de la ceremonia. Pinchazo y media que basta. Fue aplaudido y dio la vuelta al ruedo. En su segundo, que brindó a Antonio Ordóñez, estuvo muy bien. Comenzó con pases de rodilla al filo de las tablas. Midió la duración de la faena. Pinchó dos veces en hueso y estocada. Oreja y vuelta al ruedo.
César Pastor recibe la alternativa de manos
de Rafael de Paula
Foto cortesía del blog Toreros Mexicanos
El toro de la ceremonia se llamó Soñador y esa tarde Rafael de Paula fue abroncado por lo que fue interpretado como una actitud indolente de su parte – aunque la crónica dice que sus toros fueron el peor lote de la corrida – y refiere que se escuchó este grito desde los tendidos: «Paula, ¿es que no puedes ni con las “peritas en dulce” de los carlosnuñez?». Por su parte, Paquirri se alzó como el gran triunfador al cortar cuatro orejas y salir en hombros de la plaza.

Confirmó su alternativa el 22 de diciembre de 1979 en la Plaza México, de manos de Curro Rivera y ante el testimonio de Manolo Arruza, lidiando la terna toros de Campo Alegre – el toro de la ceremonia fue Serenito – y el día de San Isidro de 1982, hizo lo propio en Madrid, de manos de José Fuentes y con Francisco Ruiz Miguel de testigo. El toro de la ceremonia se llamó Pelele y fue del hierro de Francisco Martínez Benavides.

César Pastor se fue de los ruedos en Aguascalientes el 3 de mayo de 1998, después de que las empresas, con su actitud, le dijeron que era un torero que no les interesaba. Esa tarde cortó dos orejas y la impresión que causó fue la siguiente:
El quinto de la tarde, herrado con el número 125, de nombre “Zapatito” y con 488 kilogramos fue el toro de la despedida para César Pastor. El diestro salió a entregarse desde el inicio para recibirlo con dos largas cambiadas pegado a las tablas, posteriormente lanceó a la verónica cargando la suerte. Su enemigo cumplió en varas y Pastor, tras hacer un quite por chicuelinas, se decidió a cubrir el tercio de banderillas... Tras brindar la faena al público el torero hizo un segundo brindis a sus pequeños hijos a quienes entregó la montera. Aprovechó el buen estilo del toro para templar sus embestidas, por ambos lados teniendo de fondo “Pelea de Gallos”. Antes de entrar a matar escuchó “Las Golondrinas” y tras dejar una estocada entera y desprendida, las lágrimas rodaron por sus mejillas. En los tendidos surgió una manta que decía “César, torero honesto, la fiesta te necesita ¡quédate!”… La autoridad concedió las dos orejas y Víctor, hermano del diestro, fue el encargado de retirarle la coleta, misma que César entregó a sus hijos entre la ovación general.
César Pastor retornó a los ruedos el 22 de abril de 2007, para alternar en Mexicali con El Pana y Manolo Arruza en la lidia de toros de Jaral de Peñas. La corrida trascendió por la grave cornada sufrida por el banderillero Pepe Luna, de quien se dijo, había muerto en la plaza, sin que fuera cierto. Al final, lo más torero de la sesión fue la actuación de César Pastor, quien tras de esa tarde, no ha vuelto a vestirse de luces.

Otras informaciones de la fecha

La tarde de la alternativa de César Pastor fue una de acontecimientos importantes en las plazas de España. En el Puerto de Santa María, Paco Ojeda recibía la alternativa, con toros de los Herederos de Carlos Núñez de manos de El Viti y llevando como testigo a José Luis Galloso. También con toros de Núñez, El Cordobés reaparecía en solitario en Benidorm cortando la friolera de cinco orejas y un rabo.

En los hechos por venir, se anunciaban dos mixtas en Madrid, para 25 y 29 de julio, con Andrés Torres El Monaguillo y Bartolomé Sánchez Simón con toros de García Romero y dos novillos de Juan Mari Pérez Tabernero para la torera Maribel Atiénzar. La segunda sería con toros de Arcadio Albarrán, luego sustituidos por un encierro del Marqués de Villagodio para Juan Antonio Alcoba Macareno y Sánchez Cáceres que confirmaba y dos novillos de Peralta para Maribel Atiénzar y también se daba a conocer que la alternativa de Espartaco se programaba para el 2 de agosto en Huelva, de manos de El Cordobés.

En la actualidad, César Pastor se dedica a formar toreros y a guiar la carrera de su hijo José María, quien se prepara para iniciar su carrera en los ruedos como novillero.

jueves, 9 de septiembre de 2010

La confirmación de Rafael de Paula en México

Hoy se cumplen 50 años de que Julio Aparicio hiciera matador de toros en Ronda a Rafael de Paula y por uno de esos nada extraños deslices de la memoria, no tuve presente que el pasado 27 de enero, se cumplieron 30 de que confirmara esa alternativa en la Plaza México, hecho del que no tuve certeza, hasta que, en días pasados, buscando un cartel, me encontré con el programa de mano que ilustra esta breve participación.

Estuve presente en ese festejo y la verdad es que nada sucedió para recordar, salvo la presencia del genial torero jerezano. Tal pareciera que el doctor Gaona se esforzó en que en esa señalada tarde y la de dos domingos después, Rafael nos dejara en el recuerdo dos fracasos, pues lo programó con toros a contraestilo y de ganaderías que hacía tiempo ya que habían visto pasar sus mejores horas.

Sin embargo, en este día dejo aquí este recuerdo de un diestro del que alguien dijo que toreaba, como los toreros sueñan...

Aldeanos