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domingo, 6 de octubre de 2019

Detrás de un cartel (XIII)

Colección: Modesto Borreguero
En Jerez de la Frontera se celebra desde hace muchísimos años una Feria de Septiembre, pero es a partir de 1948 que hace coincidir con la Fiesta de la Vendimia, que nació como un medio de difundir los productos de la industria vitivinícola y muy principalmente para reanimar el mercado de la exportación del Jerez, que por esas fechas sufría los daños que le causó la Guerra Civil.

Originalmente los festejos relacionados con la vendimia se celebraban en Jerez en las cercanías del día de San Ginés de Arles, que es el 25 de agosto, pero es a partir del calendario mencionado antes, que esos festejos se recorren al mes de septiembre para hacer coincidir la feria tradicional con esos festejos.

En esa nueva versión de la Fiesta de la Vendimia se celebraban Juegos Florales, pisa de la uva, elección de Reina y se ofrecían por supuesto, festejos taurinos. 

Tal es el caso del año de 1962, en el que se ofrecieron a la afición dos corridas de toros y dos novilladas los días 8, 9, 10 y 11 de septiembre.

Abrió el serial la tradicional corrida concurso en la que se disputó el Catavino de Oro entre las ganaderías de José Luis Osborne, Duque de Pinohermoso, Fermín Bohórquez, Rafael Peralta, Ricardo Arellano y Gamero Cívico y Juan de Dios Pareja Obregón; el cartel de toreros lo integraron Julio Aparicio, Antonio Ordóñez y Curro Romero. El toro ganador del Catavino fue Fusilero de José Luis Osborne y la Oreja de Plata que se disputaban los diestros fue para Antonio Ordóñez.

El segundo festejo se anunció con un encierro de toros de don Álvaro Domecq y Díez - actual Torrestrella - y uno para rejones del Marqués de Villamarta para el caballero en plaza Fermín Bohórquez Escribano y a pie Juan García Mondeño, Rafael de Paula y Andrés Vázquez. Al final, Rafael Chacarte sustituyó a Mondeño y tanto Paula como Andrés Vázquez cortaron una oreja, en tanto que Chacarte fue herido por el primero de su lote, al que le cortó las dos orejas.

La primera de las novilladas se dio el lunes 10 de septiembre, con novillos de Julio Aparicio - que llevaban el antiguo hierro de Guadalest - para Mauro Liceaga, Carlos Corbacho y Luis Parra Jerezano. Al día siguiente se dio el cierre del serial con novillos del Marqués de Villamarta para Carlos Corbacho, Manuel Benítez El Cordobés y Luis Parra Jerezano.

Será el primero de esos festejos menores el que me ocupe en esta ocasión, dada la actuación en el mismo de un torero mexicano que es parte de una de las dinastías toreras mas largas que conoce la historia del toreo. Me refiero a Mauro Liceaga.

Mauro Liceaga Guevara

Nació en la Ciudad de México el 30 de noviembre de 1942. Es hijo de Mauro Liceaga Maciel, matador de toros y destacadísimo hombre de plata. Inicia su andadura como novillero en el año de 1958 y es el 27 de agosto de 1961 que se presenta en la Plaza México, alternando con Fernando de la Peña y Joel Téllez El Silverio en la lidia de novillos de Matancillas.

En 1962 y 1963 hace campaña por ruedos españoles, presentándose en la Plaza de Las Ventas el 2 de septiembre de 1962, para lidiar novillos de Felipe Bartolomé en unión de José García Mondeño II y Carlos Corbacho.

Recibe la alternativa en Monterrey el 17 de noviembre de 1963, siendo apadrinado por Juan Silveti y atestiguando la ceremonia Juan García Mondeño. El toro de la ceremonia se llamó Africano y fue de La Punta, como todos los lidiados esa tarde.

Esa alternativa la confirmaría el 14 de febrero de 1965 en la Plaza México, recibiendo los trastos de manos de Rafael Rodríguez El Volcán de Aguascalientes, y fungiendo como testigo Manuel Benítez El Cordobés. El encierro fue de Matancillas y el toro de la confirmación se llamó Rancherito.

Mauro Liceaga tuvo todo para llegar a ser figura del toreo, pero las cornadas le rompieron el paso, primero una sufrida en Monterrey el 23 de febrero de 1964 por un toro de Santa Marta y después otra del 15 de febrero de 1970 en Guadalajara, por un toro de El Rocío le frenaron el paso hacia la cumbre.

Mauro Liceaga falleció en la Ciudad de México el 19 de marzo de 2017.

La novillada

Ha sido poca la información que encontré acerca de este festejo. El semanario El Ruedo solamente se ocupa de los dos festejos mayores y por haberse celebrado en lunes, las Hojas del Lunes tampoco cubren ese festejo, sin embargo la crónica que dejara en las páginas del ABC de Sevilla del día siguiente al del festejo, quien firmó como R. de M., nos da buena cuenta de lo allí sucedido. En dicha crónica se relata así la actuación de Liceaga:
Jerez, 10. – De excelente calidad ha sido esta novillada de hoy de la Fiesta de la Vendimia, donde las palmas han echado humo y bien caliente, porque si la cosa empezó fría, los espadas supieron ponerla al rojo vivo, no porque el ganado fuera superior, que era debilucho, desigual, sosote, frío, recibiendo en total cinco varas nada más, sino porque los tres espadas salieron a torear de verdad y con ganas de agradar. 
El mejicano Lauro (sic) Liceaga, nuevo en esta plaza, cooperó al éxito de la tarde con sus faenas de capa, muy bonitas en sus dos toros, colocando tres pares de banderillas a cada bicho, realmente superior el tercero y de gran espectacularidad los tres últimos. El público, que ya se había deshelado en el primer quite de la tarde a cargo de Liceaga, por chicuelinas, le ovacionó no solo con el capote, sino en toda su actuación con la muleta. Mejor en su segundo toro, por ser de mejores condiciones que el primero, cobrando en los dos sendas y buenas estocadas, que le valieron aplausos y vuelta y una oreja que paseó en triunfo...
La tarde representó pues, un triunfo para Mauro. Habrá que añadir que Carlos Corbacho dio una vuelta al ruedo en cada uno de sus novillos y que Jerezano, le cortó las dos orejas al tercero, para ser paseado en hombros al final del festejo.

Al final de la campaña los novilleros mexicanos tuvieron alguna acción por los ruedos hispanos y así, Guillermo Sandoval actuó en 27 novilladas; Fernando de la Peña en 18; Mauro Liceaga sumó 11; Óscar Realme también 11; Pedro Jiménez Pedrín logró 2, al igual que Roberto Segovia El Sepulturero y Rafael Bejarano cerró el calendario con una actuación, de acuerdo con el escalafón publicado en el semanario El Ruedo.

Retales de la prensa de esos días

Mauro Liceaga
Foto: El Siglo de Torreón
En Córdoba, 9 de septiembre. 5 novillos de Hijos de Juan Valenzuela y 1 de Núñez Moreno de Guerra para Joaquín Miranda, aviso y ovación; Gabriel de la Haba Zurito, dos orejas y oreja; y Manuel Cano El Pireo, ovación y silencio.

En San Roque, 9 de septiembre. Novillos de Juan Gallardo Santos para Armando Soares, oreja y silencio tras aviso; Luis Parra Jerezano, dos orejas y dos vueltas con salida en hombros y Vicente Fernández El Caracol, dos orejas y rabo y dos orejas.

En Barcelona, 9 de septiembre. Toros de Julio Aparicio para Julio Aparicio, ovación y ovación; Alfredo Leal, ovación y silencio y Curro Romero, saludos y vuelta.

En Andújar, 9 de septiembre. Novillos de Ángel Ligero para Fernando de la Peña, palmas y ovación; Manuel Benítez El Cordobés, oreja y ovación y Julio Romero, dos orejas y pitos.

En Madrid, 9 de septiembre. 5 novillos de la Viuda de Alicio Tabernero y 1 de Ángel Rodríguez de Arce (2º) para Mauro Liceaga, silencio, silencio y silencio en el que mató por Espartaco; Antonio Ruiz Espartaco, silencio y herido y Alejandro García Montes, oreja y silencio.

En Haro, 9 de septiembre. Toros de Alberto González Carrasco para Joaquín Bernadó, vuelta, silencio y silencio en el que mató por Osuna; Pepe Osuna, dos orejas y herido y Carlos Chaves Barrón que recibió la alternativa, vuelta y silencio.

En San Martín de Valdeiglesias, 9 de septiembre. Novillos de Mariano Poriné Panadero para Guillermo Sandoval, pitos y palmas; José Luis Barrero, palmas y saludos y Rafael Corbelle, saludos y saludos.

En Alcañiz, 10 de septiembre. Toros de Juan Muriel para Fermín Murillo, ovación, dos orejas y silencio en el que mató por Antonio de Jesús; Jaime Rangel, ovación y dos orejas y Antonio de Jesús, ovación y herido.

Así fue la historia que está detrás del cartel. Una buena tarde de unos tiempos ya idos, porque en estos días que vivimos, ya no hay toros en septiembre en Jerez.

Agradecimiento

Al amigo Modesto Borreguero, que fue quien me puso en suerte este cartel de su colección y me hizo llegar la imagen que ilustra esta entrada.

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