Cuando la afición por nuestra Fiesta se disfruta poniendo el corazón por delante, adquiere un sabor y una significación diferente, que acaba por penetrar el alma del que la vive.
¿Oyes el diapasón del corazón?
Oye en su nota múltiple el estrépito
de los que fueron y de los que son.
Mis hermanos de todas las centurias
reconocen en mí su pausa igual,
sus mismas quejas y sus propias furias...
Así describe Ramón López Velarde, poeta del Jerez mexicano, la manera en que se marca el ritmo del que guía su existencia por lo cordial, dejando que su corazón sea un diapasón que señala el ritmo de su vivir, de su hacer y de su transmitir a los demás las emociones más íntimas de su ser.
Así es como la pintura y el dibujo de Enrique Martín nos refleja su inacabable afición a los toros, a una Fiesta que a veces parece que se nos va como agua entre las manos, pero que Enrique a cada trazo, a cada pincelada, nos recuerda que allí está, que sigue viva y que podemos quererla y disfrutarla a pesar de los pesares.
La Peña Taurina Valdemoro es la que en esta oportunidad acoge la obra de Enrique Martín del 7 al 11 de septiembre. Ojalá que a través de ella, de los ojos y del corazón del pintor, puedan disfrutar intensamente de esta doble representación cultural.