Hoy nos hemos percatado de la presencia en la blogosfera de
Toreros Antiguos, la bitácora taurina de
Carlos González Ximénez, propietario del
Archivo Ragel.
Javier,
Bastonito,
Manón y
Pablo G. Mancha ya han dado las albricias de esta gratificante compañía entre quienes nos hacemos presentes por estas veredas. No soy un experto en esta materia, pero creo que vale repasar los orígenes de este arte y por ende, del sitio que me invita a hacer esta reflexión.
Sobre la fotografía, entiendo que es
Louis Daguerre quien logra la primera impresión fotográfica definitiva en 1837, aunque la fotografía como hoy la concebimos se considera inventada en 1839, cuando las emulsiones químicas que fijan las imágenes se logran estabilizar sobre papel y las impresiones se pueden trasladar con cierta ligereza de un lugar a otro sin los cuidados que exigían las placas de vidrio en las que se imprimían los originales daguerrotipos.
Así es como se empiezan a plasmar de una manera realista, con una menor filtración de la imaginación del realizador, las escenas del diario vivir y aunque,
…durante el Siglo XIX se ejecutaba un toreo rápido, casi a la carrera. La fotografía por el contrario, era lenta, lo que no permitía captar imágenes en excesivo movimiento. El hecho se debía a que el obturador de las cámaras no contaba con el mecanismo para abrir y cerrar en mínimas fracciones de segundo… (Manuel Durán Blázquez y Juan Miguel Sánchez Vigil. – Historia de la Fotografía Taurina, Espasa Calpe, Colección La Tauromaquia, Vol. 40, 1ª edición, Madrid, 1991)
No obstante las limitaciones técnicas la fotografía se liga con los toros pues en 1852 la
Sociedad de Bibliófilos Españoles encarga la perpetuación fotográfica de la
Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla y por otro lado,
Jean Laurent, francés afincado en Madrid, realiza una serie de álbumes taurinos con fotografías de estudio de los
Primeras Espadas de la época, como
Cúchares,
Chiclanero,
Paquiro,
Pepete y
Cayetano Sanz (¿pertenecerá a esos álbumes la que se encuentra en el
Archivo Ragel?).
Antes de la fotografía brillan con luz propia la litografía, en la que resulta ser un histórico exponente
Daniel Perea en la revista española
La Lidia, llamada por
Luis Nieto Manjón modelo de periodismo y el grabado en metal o en madera, especialidad en la que nuestro
José Guadalupe Posada trascendió los límites de su tiempo.
Posteriormente la fotografía se aprovechó para a partir de ella, dibujar la realidad
y de allí, realizar un grabado en metal que podría ser utilizado en la imprenta, (como lo hacían en
La Ilustración Española y Americana), pasando ya a finales del Siglo XIX a ser prácticamente como la conocemos ahora.
Me congratulo de la presencia de
Toreros Antiguos en la blogosfera y espero que nos mantenga la visión de un tiempo que no por ido, deja de ser añorado. ¡Enhorabuena!