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miércoles, 1 de mayo de 2024

Abril de 1974: la última feria de la Plaza de Toros San Marcos (X)

Novena corrida de feria: Corrida extraordinaria que no correspondió a lo esperado

La memoria a veces lo traiciona a uno. Tenía presente la celebración de la corrida del 1º de mayo de hace 50 años, porque asistí a ella y daba por hecho de que había sido anunciada con el conjunto de la feria, pero al revisar la prensa de la época para elaborar estos apuntes, me sorprendí con el hecho de que tuvo el carácter de extraordinaria, por haber sido anunciada hasta el 29 de abril, un par de días antes de su celebración, y además, por etapas, según podemos deducir de esta nota aparecida en El Sol del Centro de esa fecha:

Fue hasta ayer cuando se dio a conocer el cartel con el que el día primero se dará el cerrojazo a las corridas de toros de la Feria Nacional de San Marcos. Lo integran Ernesto Sanromán “El Queretano”, Alfonso Ramírez “Calesero Chico” y Rafael Gil “Rafaelillo” quienes despacharán un encierro de la ganadería de don Guadalupe Medina…

Resulta al menos curioso, que Rafaelillo entrara casi con calzador a uno de los festejos feriales, cuando el año anterior había firmado una de las grandes faenas de la feria y sostengo, de la historia de la plaza. Se hablaba insistentemente en esos días, que se preparaba para hacer campaña en ruedos europeos, cuestión que efectivamente llevó a cabo, presentándose el 23 de junio siguiente en Palma de Mallorca. Quizás su temporada allá se comenzó a dilatar y no podía hacer compromisos aquí sin la posibilidad de incumplirlos.

Al día siguiente del anuncio de la celebración de la corrida, se anunció que entraba a la combinación el caballista Felipe Zambrano, quien el día 22 anterior había tenido una destacada actuación en la corrida del arte del rejoneo y que, a pesar de sus fallas con el rejón de muerte, fue galardonado con las orejas del toro de El Rocío que lidió en solitario. Eso añadía interés a la combinación y la posibilidad de que hubiera una gran afluencia de público a la corrida:

El rejoneador Felipe Zambrano, que tan lucida actuación tuviera en la corrida del pasado día 22, ha sido incluido en el cartel del primero de mayo, en donde también actuarán Ernesto Sanromán “El Queretano”, Alfonso Ramírez “Calesero Chico” y Rafael Gil “Rafaelillo”, con toros de la ganadería de don Guadalupe Medina… La noticia la dio ayer la empresa de la Plaza de Toros San Marcos, e indudablemente que causará el consabido beneplácito entre los aficionados, ya que Zambrano dejó una muy buena impresión tras de actuar en aquella atractiva corrida de rejoneadores, segunda de feria…

Así pues, la empresa intentaba aprovechar la inercia generada por la semana anterior, en la que los llenos se sucedieron prácticamente a diario, durante los ocho festejos consecutivos que se ofrecieron en el grueso de la feria en su arista taurina.

La corrida del primero de mayo

Al final de cuentas la corrida no fue una de esas que hayan de recordarse por los triunfos logrados en ella. La entrada a la plaza fue bastante floja, sin el ambiente que se había vivido en las fechas anteriores. De gris la califica don Jesús Gómez Medina en su crónica aparecida el día 3 de mayo siguiente, en El Sol del Centro:

La corrida – epílogo a los ocho festejos anteriores, de los que los dos últimos habían resultado singularmente brillantes tanto por la actuación de los toreros actuantes en una y otra tarde, como por las excelentes condiciones de los bureles, fue la contrapartida de ambas: una corrida gris, carente casi por completo de relieve, en la que, si lo censurable no abundó, tampoco hubo acopio de cosas plausibles… Una corrida más... y basta. Y el público, mostrando su buen olfato, optó por hacer mutis y, por vez primera en la agonizante feria, los tendidos mostraron vacíos desconsoladores…

A veces, aunque lo que abunda no daña, tampoco hace beneficio alguno, y esto parece ser lo que sucedió ese primer día del mes de mayo del año 74. Fue una corrida que se ofreció para aprovechar el día inhábil a mitad de semana, a impulso de la afición del empresario, nada más, porque ni siquiera la presencia de uno de los triunfadores del ciclo anterior, pudo llevar gente a los tendidos.

El encierro de don Guadalupe Medina

Quizás un atractivo no debidamente explotado, era la presentación en un festejo mayor en la Plaza San Marcos de la ganadería aguascalentense de don Guadalupe Medina, ubicada en la zona serrana de San José de Gracia y que seguramente probaba en ese festejo, los productos de los agregados de origen Jesús Cabrera que había añadido en el año de 1970, pero nada de eso trascendió, por la premura con la que se organizó la corrida. Hoy esa ganadería lidia a nombre de don Benito Cortés Blancas. Acerca de ese encierro, escribió don Jesús Gómez Medina:

A todo esto, el encierro de don Guadalupe Medina, tirando más bien a terciado, aunque de buen tipo, resultó sumamente escaso de fuerza, a tal grado que sus frecuentes caídas dieron pie a un grito de actualidad: “¡¿También a estos les echaron amoniaco?!” ... Lástima de lo anterior, pues los toros tenían buen estilo; un buen estilo que no lució debidamente por la razón señalada…

Así pues, terciada, sin fuerza, pero con buen estilo fue la corrida de la ganadería debutante.

La tarde de Calesero Chico

Alfonso Ramírez Ibarra tuvo en sus días de novillero, casi una década antes, una serie de tardes muy brillantes en el coso de la calle de la Democracia. Una de las tardes más recordadas de la historia de esa plaza es aquella que se dio en llamar la de los tres cachorros, cuando alternando con Jesús Solórzano y Manolo Espinosa Armillita, llenaron la plaza el 16 de agosto de 1964 y colgaron un auténtico no hay billetes. Ese día, a pesar de la debilidad de los novillos que le tocaron en suerte, dio cuatro vueltas al ruedo tras de su actuación.

Después, tras de su alternativa, los toros a contraestilo le empezaron a salir uno tras de otro. Esta tarde que aquí me ocupa, intentaba relanzar su carrera, pero la flojedad de los toros que le tocaron en suerte, no se prestaron para muchas florituras. Dijo don Jesús:

“Calesero Chico”, en sus dos débiles adversarios apuntó, en ocasiones con rotundez, las excelencias de un arte y de un bien hacer que pudo encaminarlo hacia la cumbre. Dio una vuelta al ruedo…

Recuerdo que tras de pasaportar a su segundo, él, don Guillermo González y Héctor de Granada entraron a los toriles a ver los toros de reserva, seguramente con la intención de ofrecer alguno de ellos como regalo, pero al final de cuentas, no se produjo. Seguramente no advirtió en ellos el torero la oportunidad de remontar la tarde. Esta fue su última actuación en una corrida de feria en Aguascalientes.

El Queretano

Ernesto Sanromán El Queretano tenía ya un nombre como torero y hombre de empresa, porque para mantenerse activo, él organizaba festejos en los lugares menos imaginados como en la parte no fronteriza de Sonora, en Chiapas, en lugares como Tapachula, Tuxtla Gutiérrez, Huixtla o San Cristóbal de las Casas o en Veracruz, abriendo territorios como Misantla, Martínez de la Torre o Gutiérrez Zamora para la fiesta de los toros. En todas las informaciones de festejos celebrados cada semana, aparecía una actuación suya. Esta corrida fue su presentación en nuestra feria. Refiere el anónimo cronista de el Heraldo de Aguascalientes:

Ernesto Sanromán “El Queretano”, en el toro con el que hacía su presentación ante la afición local no tuvo gran suerte, pues llegó muy aplomado el astado al tercio final, por lo que su faena no fue muy ligada, pero se mostró muy valiente, lo que le valió salir al tercio a petición del respetable…

El quinto de la lidia ordinaria le infirió una cornada en la axila derecha, la que no impidió que liquidara al toro. Este es el parte médico:

El matador de toros Ernesto Sanromán presenta, herida por asta de toro como de 15 centímetros de extensión, situada en la región axilar derecha, perforando el eje de la misma región, que principia en su borde anterior y termina en el posterior. Interesa piel, tejido celular y descubrió paquete vásculo nervioso, conteniendo colgajo en piel interior. Lavado amplio, la herida no pone en peligro la vida, tardará en sanar menos de quince días, de no presentarse complicaciones…

La información anexa al parte facultativo agregaba que el torero perdía por lo pronto, tres fechas que ya tenía comprometidas, sin precisarlas. También esta corrida fue la única y la última que El Queretano toreó en nuestra feria de abril.

Rafaelillo

A pesar de que un año justo antes, Rafaelillo había dejado una importante carta de presentación en nuestra feria, en esta oportunidad conocimos la otra cara de la moneda. Toreo zaragatero, complaciente con la galería y aprovechando cualquier oportunidad para obtener las palmas, a como diera lugar. Escribió don Jesús Gómez Medina:

“Rafaelillo” tiene arte, y arte del bueno. ¿Para qué pues, el apelar con demasiada frecuencia a recursos de muy discutible calidad, si toreando tiene de sobra para triunfar en grande? De sus trabucos se arrancó dando dos vueltas al ruedo tras la muerte de su primero y con el último, hábilmente capitalizó el formidable descabello a la ballestilla de Jesús Gutiérrez “El Callos”, adjudicándose una ovación, que, en rigor, era para el puntillero y una oreja que nadie solicitó y, en consecuencia, tampoco fue otorgada…

Con la idea de que todo vale, el de Tijuana se dio vueltas al ruedo por su cuenta; luego se adjudicó ovaciones que no eran para él y al final, hasta una oreja se procuró, misma que no le fue concedida por la autoridad. A Rafaelillo seguiríamos viéndole por aquí en años siguientes.

Lo que sí es de hacerse notar, es el hecho de que don Jesús Gutiérrez El Callos, puntillero de las plazas de esta ciudad durante muchísimos años, ejecutó la suerte de la ballestilla para apuntillar al sexto de la tarde y le resultó bien y a la primera oportunidad. De allí que se le haya ovacionado. Cada vez que un toro se prestaba, don Jesús lo intentaba, con la anuencia del matador en turno.

Felipe Zambrano

La única oreja digamos, legítima, se la llevó Felipe Zambrano, quien enfrentó un toro del ingeniero Mariano Ramírez y con el que, según el Heraldo de Aguascalientes, realizó:

En primer lugar actuó Felipe Zambrano, quien lidió un astado procedente de la ganadería del Ing. Mariano Ramírez, resultando este soso y que terminó aquerenciado en la zona de chiqueros, teniendo momentos muy lucidos con los rejones de castigo, escuchando música. Mató desde el caballo con un rejón un tanto caído, para cortar una oreja y dar con ella la vuelta al ruedo…

El cierre

Esta fue la última corrida de feria celebrada en la Plaza de Toros San Marcos. La siguiente se daría hasta el 24 de abril de 1996, cuando se ofreció una para conmemorar el centenario del coso. En esas fechas, hace 50 años, se rumoraba que la plaza sería derribada, pero casi de inmediato su entonces propietario, don Guillermo González Muñoz aclaró que eso no sería así, que la dejaría en pie, aunque fuera nada más para que sus nietos quebraran allí sus piñatas. Afortunadamente fue remozada y sigue en uso hasta estos días, primordialmente en lo que su vocación original le ha señalado: para dar festejos taurinos.

domingo, 30 de agosto de 2020

Hoy hace medio siglo: El Queretano confirma su alternativa en Madrid

Confirmación de El Queretano
Foto: Trullo - El Ruedo
La corrida del último domingo de agosto del año 70 en Madrid era una entonces típica del verano madrileño. Un encierro muy serio de Juan Guardiola Soto estaba en los corrales y en la cabecera del cartel anunciados dos habituales de esas fechas que, fuera de feria, llevaban en buena cantidad a la plaza a la verdadera afición de la capital española, se trataba del sevillano Juan Antonio Alcoba Macareno, quien un par de años antes, siendo novillero, toreara en solitario en esa misma plaza y Sebastián Martín Chanito, de Salamanca, quien a poco de tomar la alternativa sufrió un grave percance y no volvió a encarrilarse convenientemente. El tercero en discordia era ese día Ernesto San Román El Queretano, de México, que comparecía a confirmar su alternativa.

El Queretano había obtenido la dignidad de matador de toros en su tierra el 19 de febrero de 1967. Le apadrinó Joaquín Bernadó, torero que hasta hace muy poco quizás, es el diestro español que más festejos ha toreado en México y atestiguó la ceremonia Raúl Contreras Finito, con la cesión del toro Jacinto de Cerralvo. Curiosamente, la confirmación de Ernesto San Román en Madrid ocurriría antes que en la Plaza México, algo que por esas calendas resultaba casi frecuente.

La campaña española de El Queretano

Señalaba al inicio que la corrida de Juan Guardiola Soto era muy seria. Y lo fue. Las crónicas consultadas del festejo de la confirmación de El Queretano se ocupan principalmente de los toros, resaltando que no se cayeron – las caídas de los toros eran un problema endémico en España en esos días – y su impecable presencia. No obstante resaltan la actuación de los diestros y del rejoneador Curro Bedoya – mató un séptimo – y de la de quien firmó como Pepe Luis en la Hoja del Lunes de Madrid, del día siguiente del festejo, titulada Un toro para un torero, extraigo lo que sigue:

El sexto toro fue sustituido, por denuncia pública que no se debió escuchar, por un viejo Palha mansote y corraleado. ¡Esas cojeras inventadas!...

Debut y alternativa

Ernesto San Román (El Queretano), torero azteca con buen cartel en su país, quiso ayer refrendarlo ante la afición madrileña. Es un diestro valiente, menudo de estatura, pero de corazón grande, que no se arredró por la presencia y el trapío de los toros que le cayeron en suerte (y a propósito del verbo: los toros ayer no se cayeron). Ernesto, en el de su alternativa, se lució de capa en lances a lo Enrique Torres, un valenciano que se quería parecer a Chicuelo padre; no se lució con los rehiletes (si acaso en el tercer par...), y con la muleta se hizo ovacionar: comenzó con un pase – cita desde el platillo del redondel, los pies metidos en la montera – de corte arrucino que emocionó a los espectadores. Continuó en una faena efectista y valerosa, en la que no faltaron los derechazos, los rodillazos y los pases encadenados. No mató bien – pinchazo y media estocada con alivio excesivo y cuatro intentos de descabello –.  ¿Premio? Sólo corteses aplausos.

En el Palha sustituto se limitó a intentar hacerse con él; el toro, que había barbeado en tablas, que las saltó una vez, debió ser lidiado por las afueras. El nuevo matador de toros, que con toros ascendió de categoría – así se justifica una ceremonia –, acabó con el portugués de pinchazo y estocada bajita...

Por su parte, Jesús Sotos, en el semanario El Ruedo, también aparecido al día siguiente de la corrida, realiza el siguiente análisis, bajo el título de Mucho trapío y toreo con precauciones:

El “toricantano” se llama Ernesto San Román y es de Méjico. Se presentaba en la capital de España. En las Ventas le hemos visto. Pero poco podemos decir de él Poco en cuanto a toreo se refiere. Es arriesgado poder emitir un juicio exacto guiados por lo que el torero desarrolló el domingo, pues, amén de la insensatez que supone erigirse en juez guiados por lo realizado en una sola actuación, también debe de contar el ganado que tuvo enfrente, de excesivo respeto para un debut capitalicio de campanillas-

Una cosa – de capital importancia en esto del toreo – dejó al descubierto el diestro azteca: es un valiente de tomo y lomo. Un valentón tremendo. Posee, pues, una sólida base. Con la capa y la muleta, cosas aisladas: unas malas, otras regulares, otras aceptables, alguna buena. Mal con las banderillas.

Total: ni cañas, ni tampoco lanzas. Una actuación no da derecho a nada, repetimos, en cuanto a juicio verdadero se refiere. Compás de espera. Mató más mal que bien y escuchó aplausos al doblar el de Guardiola y el de Palha, pues el sexto, de la ganadería anunciada, fue desechado por cojitranco.

Lo dicho: Ernesto San Román “El Queretano”, un torero valiente. Eso sí que se puede demostrar a las primeras de cambio.

La crónica de Antonio Díaz – Cañabate en el ABC de Madrid, titulada El número del toro cojo y aparecida el martes 1º de septiembre siguiente, ni siquiera merece ser tenida en cuenta. Dedica apenas unas cuantas líneas a la actuación de los toreros y en cambio, derrocha todo su espacio en contar la manera en la cual, desde el tendido, según su dicho, sus vecinos de localidad, urdieron y lograron la devolución del sexto de la tarde – segundo del lote de El Queretano – para que fuera sustituido por un sobrero de Palha, corraleado y de esa manera, revertir el aburrimiento que les causaba la tarde. No obstante, quien era llamado El Cañas por sus allegados, en ese breve espacio, reitera su inveterado disgusto por los toreros que llegan de este lado del mar.

Así pues, podemos deducir que la actuación que El Queretano en Las Ventas hoy hace medio siglo, fue digna y adecuada a las circunstancias en las que se produjo.

Ernesto San Román toreó tres festejos más en esa temporada allende el mar. Abrió en San Feliú de Guixols el 26 de julio, con Ángel Peralta (Rej.) y Juan Asenjo Calero lidiando toros de Gabriel Rojas y Hermanos Peralta (Rej.) y cortó una oreja al primero de su lote; luego el 19 de agosto se presentó en Palma de Mallorca, donde alternó con Santiago Martín El Viti y Manolo Rodríguez en la lidia de toros de Juan Pedro Domecq y cortó una oreja al sexto y terminó en Barcelona el 10 de septiembre, acartelado con Victoriano Valencia y Gregorio Lalanda para enfrentar toros de Pedro Salas Garau.

El regreso a México

Ya de regreso en la patria, logró confirmar la alternativa el 28 de febrero de 1971 en la Plaza México, le apadrinó Pepe Luis Vázquez (mexicano), que le cedió al toro Perlito de La Punta, en presencia de Joaquín Bernadó y también actuó en la corrida el rejoneador Gastón Santos ante un toro de Atenco. Sería al final de cuentas la única actuación de El Queretano en la gran plaza.

Pero Ernesto San Román no iba a esperar que las empresas le llamaran. Entonces se propuso torear y si había que organizar los festejos, pues lo haría y lo hizo, creando una especie de circuito en el que llevó la fiesta de los toros a muchas localidades en las que la tradición no se tenía o estaba abandonada y la revisión de los anuarios de 1971 a 1987 nos revela que, por ejemplo, daba corridas en Sonora, en la parte no fronteriza del estado, que abrió al estado de Chiapas dando festejos en Tapachula, San Cristóbal de las Casas, Tuxtla Gutiérrez y Huixtla; que recuperó plazas en Veracruz como Misantla y Gutiérrez Zamora o que en Sinaloa también daba festejos en ciudades como Los Mochis, Rosario o Culiacán.

Esa incansable actividad le permitió mantenerse dentro de los diez primeros del escalafón en su tiempo y torear unas 310 corridas en su carrera, contando la testimonial del 7 de noviembre de 2004, en la que dio la alternativa a su sobrino Juan Carlos San Román en Cortázar, Guanajuato.

Como un hecho anecdótico, El Queretano formó parte del cartel de la última corrida de feria que se dio en la Plaza de Toros San Marcos el 1º de mayo de 1974, pues a partir del año siguiente, los festejos se celebrarían en la nueva Plaza Monumental. Alternó con Alfonso Ramírez Calesero ChicoRafael Gil Rafaelillo y el rejoneador Felipe Zambrano en la lidia de toros de Guadalupe Medina. Fue herido en la axila por el segundo de su lote.

La saga de los San Román

Ernesto San Román El Queretano no ha sido el primero, pero sí quizás uno de los más destacados de una saga de toreros con ese apellido que durante las últimas seis décadas han actuado en las plazas de toros de México. En un breve recuento, ellos son:

Agustín San Román, novillero, se presentó en la Plaza México el 23 de julio de 1963, alternó con José Campos y Alexandro Do Carmo, con novillos de Rancho Seco. Es hermano mayor de El Queretano.

Oscar San Román, matador de toros, recibió la alternativa en Querétaro, el 25 de diciembre de 1991, de manos de El Niño de la Capea y siendo testigo Jorge Gutiérrez, con toros de Javier Garfias.

Jorge San Román, matador de toros, recibió la alternativa en Tequisquiapan, el 18 de marzo de 2000, de manos de Jorge Gutiérrez y siendo testigo Oscar Sanromán, con toros de San Martín. Falleció el 31 de agosto de 2013 en accidente de carretera.

Gerardo San Román, matador de toros, recibió la alternativa en Durango el 1º de mayo de 2001, de manos de Jorge Gutiérrez y con el testimonio de Guillermo González Chilolo y toros de La Playa.

Juan Carlos San Román, matador de toros, tomó la alternativa en Cortázar el 7 de noviembre de 2004, de manos de El Queretano y siendo testigo Oscar San Román, con toros de Campo Hermoso.

Paola San Román, matadora de toros, tomó la alternativa en Morelia (Monumental) el 16 de mayo de 2015 siendo padrino Edgar García El Dandy y testigo Javier Conde, con toros de Carranco.

Diego San Román, novillero, se presentó en la Plaza México el 13 de octubre de 2019, alternando con Héctor Gutiérrez y Miguel Aguilar con novillos de Marrón. Rejoneó Diego Louceiro.

Como se puede ver, la continuidad de la dinastía San Román está asegurada por el momento. Pero hoy el personaje es El Queretano, en el aniversario de su confirmación de alternativa. ¡Enhorabuena!

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