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domingo, 1 de septiembre de 2024

1º de septiembre de 1996: Santa Bárbara lidia su primera corrida de toros en Torreón

La ganadería de Santa Bárbara se funda en el año de 1987 por los señores Javier Borrego Estrada y Salvador Álvarez Morán, quienes inician con un pie de cría formado con vacas de Torrecilla, Jesús Cabrera y Valparaíso, a las que pusieron sementales de esta última casa, entonces de la titularidad de don Valentín Rivero Azcárraga y posteriormente de San Antonio de Triana. El primer asiento de esta casa ganadera se ubicó en la Ex – Hacienda de Santa Bárbara – de donde toma su nombre la ganadería – ubicada en la localidad de Estación Castro, en el Municipio de Encarnación de Díaz, Jalisco.

Posteriormente se agregarían vacas de la ganadería De Santiago y de don Javier Garfias de los Santos, mismas que serían empadradas con toros de estos mismos hierros, lo anterior con la intención de fijar las mejores características del encaste Llaguno en sus productos. Para el año de 1990 se mudó la ganadería a lo que ha sido a la fecha su enclave definitivo, el predio conocido como Presillas, en el Municipio de Ciudad Cuauhtémoc – San Pedro Piedra Gorda –, Zacatecas, mismo que históricamente había sido asiento de la crianza de toros de lidia.

Se presenta con su primera novillada en San Luis Potosí el 12 de abril de 1992, misma que fue lidiada por Ricardo García Rojas, Leonardo Benítez y José María Luévano, resultando triunfador del festejo el venezolano Benítez, quien le cortó una oreja al cuarto de la tarde. Su presentación en la Plaza México ocurrió el 22 de diciembre de 2002 con un cartel formado por Jorge Gutiérrez, José Miguel Arroyo Joselito y Juan Salvador, que recibió la alternativa esa tarde.

30 años de alternativa

Eloy Cavazos había recibido la alternativa el 28 de agosto de 1966, en Monterrey, de manos de Antonio Velázquez y atestiguando Manolo Martínez. Por el acomodo de fechas, la segunda corrida de la feria de Torreón sería la conmemoración del trigésimo aniversario de ese acontecimiento. Refiere la nota previa al festejo, aparecida el mismo día de la corrida en el diario El Siglo de Torreón:

Tanto el regiomontano Eloy Cavazos como el lagunero Gilio, son dos figuras que gozan de una gran aceptación entre los gustosos de la fiesta taurina y por lo tanto, se espera un buen duelo entre estos dos matadores... En cuanto a Eloy Cavazos, por muchos considerado como el mejor matador de la actualidad en México, se puede hablar de su gran experiencia dentro de los ruedos, baste recordar que apenas el miércoles anterior cumplió 30 años como matador de toros, lapso durante el cual ha acumulado innumerables éxitos al cortar orejas, rabos, patas y haber indultado una buena cantidad de toros...

La efeméride estaba ya presente en la información de los medios de comunicación y era un atractivo para que la afición acudiera a la plaza a disfrutar el festejo, y como una cuestión que agregaba interés al cartel, era la presentación de la ganadería de Santa Bárbara, según se lee en otra nota previa aparecida en el mismo diario el día 31 de agosto anterior:

Es importante señalar el hecho de que en esta segunda corrida de feria se presenta por vez primera la ganadería zacatecana de Santa Bárbara, propiedad del señor Xavier Borrego, que viene con grandes deseos de tener una tarde triunfal, por tratarse de una plaza de primera categoría, como es la de Torreón...

La corrida de la presentación

La tarde del 1º de septiembre de hace 28 años el triunfo fue compartido por Eloy Cavazos y la debutante ganadería de Santa Bárbara, porque a los toros de ésta, quien era la cabeza del escalafón de matadores de toros en México por esos días, les cortó cuatro orejas con la espada y dos y rabo simbólicas. Por su orden Conquiancito el número 41, Caminero el número 40 y Chinito el número 34, fueron los toros que permitieron la redondez de un triunfo de esos que muy de tarde en tarde se pueden ver en una plaza de toros. Escribió para El Siglo de Torreón su cronista Ramón Sotomayor:

Exitoso debut de Santa Bárbara: Sus colores de divisa rosa, verde y azul ondearon en triunfo, pues sus pupilos dieron excelente juego y el tercero de la lidia ordinaria, “Caminero”, número 40, mereció los honores del indulto por su boyantía, siendo sacado el ganadero Javier Borrego Estrada a dar la vuelta y compartir las palmas con Eloy al que tocó en suerte tan noble animal. Con el pie derecho inició en nuestra arena su presentación nacional... Solo quienes tuvimos la dicha de asistir a esta apoteosis de Eloy podremos seguir paladeando las exquisiteces de su arte, el valor y la efectividad de sus estoconazos con que hacía doblar luego a sus enemigos. Lo dicho, Eloy estuvo en coloso, en excelso y de paso se robó el corazón y la preferencia de todo el público que llenó los tendidos, como lo hace siempre que se le anuncia, pues sigue siendo, a sus treinta años de haberse doctorado, una garantía de pundonor y torerismo. ¡Enhorabuena Eloy y a seguirse conservando, inamovible, en su sitio de primerísima figura del toreo mundial! …

Agregaba Sotomayor en su crónica que la actuación del llamado Pequeño Gigante de Monterrey era más meritoria aún, porque el viernes anterior a esta corrida, en San Luis Potosí un toro le echó mano y sin acusar los efectos de la paliza recibida, salió a entregarse como si fuera un principiante que buscaba hacerse un sitio dentro de la fiesta.

Arturo Gilio, su alternante a pie, se enfrentó a Dominico número 31, Canta Claro número 35 y un sustituto de Rosas Viejas de nombre Presumido. Tuvo la mala fortuna de que el segundo de su lote, Luminazo, número 43, se rompiera un pitón al salir de los toriles y tuviera que ser sustituido y cuando menos de salida, dio la impresión de ser un toro muy bravo. Terminó recibiendo una oreja protestada del sexto.  La tarde fue abierta por Giovanni Aloi, quien cumplió decorosamente ante el toro Alcachofo.

El devenir de Santa Bárbara

Después de esa destacadísima presentación, Santa Bárbara seguiría demostrando que sus toros eran de calidad, así, en el año 2000 en la feria de Encarnación de Díaz, Jalisco, Luis Fernando Sánchez realizó una importante faena a Leonés, el que fue indultado; en noviembre de 2002 Yerbabuena y David Fandila El Fandi se encontraron en Tijuana; y en la Navidad de 2008, Eulalio López Zotoluco lidió por nota a Pintadito, que también fue indultado en Querétaro.

Más no solo de indultos se nutre la fama de las ganaderías y así, en 1998, el Centro Taurino Potosino le premió al toro Jetoncito como el mejor de la Feria Nacional Potosina de ese calendario, mismo que fue lidiado por Manolo Arruza.

En el año 2000, Hotelero fue reconocido con el premio Hidrocálido – Domecq, como el mejor toro de la Feria Nacional de San Marcos, lidiado por Miguel Espinosa Armillita, quien alternó esa tarde con Jorge Gutiérrez y Luis Fernando Sánchez.

Al año siguiente Santa Bárbara repitió en los trofeos Hidrocálido – Domecq, esta ocasión con el toro A1 lidiado la tarde del 4 de mayo por Jorge Gutiérrez, quien formó cartel con Mariano Ramos y Eugenio de Mora.

Hay muchos más toros destacados y premios obtenidos por Santa Bárbara que se pueden relacionar, pero el hacer del ganadero en el campo es una historia que se va escribiendo todos los días en el campo y en los libros, porque es allí de donde surgen los toros que permiten escribir las historias de los triunfos.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Tal día como hoy. 1993: Arturo Gilio se impone a un duro encierro de Reyes Huerta


El anuncio de la Feria de 1993, con la leyenda: corrida sorpresa...
El festejo que cerró la feria de 1993 tuvo algunos ingredientes poco usuales. Primero, cuando se hizo el anuncio de los carteles de la feria, antirreglamentariamente se dejó la fecha apartada y el cartel en blanco, solamente con la leyenda de corrida sorpresa, sin siquiera indicar la procedencia de los toros que se lidiarían ese día, para después, conforme avanzó el serial, con cierta visión empresarial, integrar en el mismo a los toreros que fueron destacando en éste, considerando que su intención era ofrecer lo que por aquí se conoce como la corrida del toro, no tanto porque se lidie en ella al toro con edad, peso y trapío inusitados, sino porque cada uno de los espadas lidia uno solo y generalmente para redondear un determinado número de fechas en una feria o temporada determinados.

En esta oportunidad, el cartel se conformó con el rejoneador potosino José Antonio Hernández Andrés, quien enfrentaría un toro de la ganadería de su hermano Jorge y los matadores de toros Zotoluco, Luis Fernando Sánchez, David Bonilla, Héctor de Granada, Teodoro Gómez y Arturo Gilio, quienes saldrían a lidiar una corrida de don Reyes Huerta.

La corrida de don Reyes, de acuerdo con la crónica publicada sin firma en El Sol del Centro al día siguiente del festejo, pero presumiblemente de la autoría de don Juan Esparza Rodríguez, quien se encargó de esa tribuna tras de la retirada de ella de don Jesús Gómez Medina, refleja que estuvo compuesta por seis prendas, que únicamente permitieron a los toreros exhibir su mayor o menor rodaje y solamente fue el más joven de la sexteta de toreros de a pie, Arturo Gilio, el que materialmente arrancó una oreja al que le tocó en suerte, en tanto que un diestro de Aguascalientes, muy querido por la afición, el Chato David Bonilla, se fue a la enfermería con un tobillo fracturado y Héctor de Granada se llevó por su parte una buena paliza.

De la descripción de la actuación de Arturo Gilio, entresaco lo siguiente:

Aunque correspondió al centauro abrir el festejo, habrá que ocuparse uno en primer término del desempeño que tuvo el diestro lagunero Arturo Gilio frente a “Guapito”, marcado con el número 46 en los costillares y de 473 kilogramos; Arturo, vestido de negro y oro, entusiasmó a los espectadores al torear por verónicas... se encargó de adornar a su socio, el tercer par fue el mejor colocado, pero el lagunero en todos recibió el agradecimiento de una concurrencia que registró bastante menos de media entrada... “Guapito” resultó ser un buen zurdo, por el lado derecho no nada más era malo, sino hasta con mucho peligro; lo anterior lo comprendió Gilio, quien se tuvo que dedicar a ofrecer una faena izquierdista, en la que hubo tandas de bien ejecutados naturales... de mucha calidad y temple... el remate de la labor fue con un farol... premiado con cerrada ovación y música... y a tirarse a matar, un pinchazo y luego la estocada. Como premio, una oreja...

Decía antes que David El Chato Bonilla se fue a la enfermería con un tobillo fracturado, don Juan Esparza describe el trance así:

...La faena de muleta la inició Bonilla con muletazos por alto, una tanda de ayudados, luego a torear con la izquierda; un molinete y dos buenos derechazos en la siguiente tanda para rematar con el de pecho; insistió en torear por ayudados; intentó dar más con la mano izquierda y ya no respondió por ese lado “Bordador”, no había más tiempo para desperdiciar, la muleta a la derecha, resbaló David y el toro fue por su presa, no le pegó la cornada, pero el golpe le fracturó el tobillo izquierdo a Bonilla...

También Héctor de Granada pasó su quinario, en al faenar al cuarto de lidia ordinaria, quinto de la tarde, le sucedió lo siguiente:

...cuando el diestro trataba de demostrar que él se había impuesto, en unos muletazos de pitón a pitón, “Payaso” lo alcanzó en la parte inferior interna del muslo izquierdo... todo quedó en el daño a la taleguilla en grana y azabache. Héctor rodó hasta quedar fuera de la zona de peligro, pero aún se llevó otro susto y tuvo que hacer gala de piernas, “Payaso” estaba decidido a cobrarse con creces cada muletazo en que su acometida había sido burlada...

Por los demás actuantes, por sus fallos con la espada, Zotoluco solamente saludó desde el tercio al igual que Luis Fernando Sánchez, en tanto que el moreliano Teodoro Gómez veía silenciada su labor. El caballero en plaza José Antonio Hernández Andrés fue aplaudido tras de su actuación.

El festejo de hoy. 12ª corrida de feria: 6 de Corlomé para Óscar San Román, Víctor Mora, Ismael Rodríguez, Oliver Godoy, Gerardo Adame y Antonio Romero. (Corrida de la Oreja de Oro)

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