Gastón Santos aumentó su afición a los caballos durante su estancia en una academia militar en los Estados Unidos donde cursó estudios de secundaria y bachillerato y ya de regreso en México continuó tomando clases de monta a la alta escuela. Como parte de esas clases, se incluían ejercicios relacionados con suertes del rejoneo, mismas que ligadas a su afición por la fiesta de los toros le llevaron a procurarse un mayor y mejor conocimiento del llamado Arte de Marialva.
Para ello se traslada a Portugal y consigue que Joâo Branco Nuncio, una de las piedras angulares del rejoneo lusitano moderno, a su vez discípulo de Antonio Luis Lopes y de Antonio Cañero le admita en su finca y le transmita sus conocimientos. Para el año de 1954, el maestro Nuncio considerará que su discípulo mexicano está listo para la siguiente etapa y le programa la alternativa en el coso de Campo Pequeno para el día 2 de septiembre, en un cartel en el que actuarán él mismo, el rejoneador Francisco Sepúlveda – también discípulo suyo – y los matadores de toros portugueses Diamantino Vizeu y Paco Mendes ante toros de Faustino da Gama.
En esa tarde tuvo una lucida actuación y así se Gastón Santos se convertía así en el primer rejoneador mexicano en ser alternativado en la primera plaza del mundo para el toreo a caballo, para de allí arrancar una carrera que terminaría alrededor de un cuarto de siglo después, presentándose en las principales plazas de México, España y Sudamérica.
Toreó catorce tardes en la Plaza México, siendo la primera el 6 de marzo de 1955, precediendo a Luis Briones, Emilio Ortuño Jumillano y Juan Posada que confirmaba su alternativa en la lidia de 4 toros de Ernesto Cuevas – uno para rejones – y 3 de Tequisquiapan. El toro de su presentación se llamó Antequerano.
En 1963 haría una primera campaña europea, actuando nueve tardes en ruedos de España. Se presentó en Sevilla el 12 de mayo, tarde en la que cortó una oreja y la tarde final de esa gira la firmó en Madrid, el 23 junio, en una corrida de toros en la que alternaron Antoñete, Joaquín Bernadó y Rafael Chacarte, quienes enfrentaron un encierro portugués de Infante da Cámara. Por su parte, Gastón Santos lidió uno de Dolores de Juana de Cervantes.
Su segunda campaña en ruedos hispanos se dio en 1969 y constó de siete tardes. En esta oportunidad se presentó el día de Santiago en Barcelona, y en Madrid lo haría en dos ocasiones, el 27 julio, para enfrentar un toro de El Pizarral de Casatejada en una corrida en la que Vicente Punzón, Aurelio García Higares, José Falcón, quien confirmaba su alternativa, lidiaron una corrida de Murteira Grave y volvería el 7 de septiembre, en la corrida en la que actuaron de nuevo Antoñete y José Falcón con Florencio Casado El Hencho ante toros de José María Moreno Yagüe. El toro que enfrentó el ya llamado Centauro Potosino fue de El Jaral de la Mira.
Seis toros en solitario
El que un torero a caballo enfrente seis toros en solitario es un hecho infrecuente en la historia del toreo. De la información que pude recabar para redactar estos apuntes, solamente pude encontrar breves referencias a lo que traigo a estas páginas virtuales el día de hoy, porque incluso, en su día, la prensa mexicana poco o casi nada se ocupó del hecho.
Para del domingo 26 de mayo de 1968 se anunció en la plaza de toros Rodolfo Gaona de Tampico, que Gastón Santos enfrentaría en solitario una corrida de San José de Buenavista, ganadería guanajuatense con importantes antecedentes vazqueños.
Pude localizar solamente una breve gacetilla en el periódico El Informador de Guadalajara, de la agencia Informex, que reseña lo sucedido en esa corrida y que es de la guisa siguiente:
Tampico, Tamps., mayo 26. - Buena entrada. El rejoneador Gastón Santos se encerró con éxito con seis toros, caso que se produce por primera vez en la historia del toreo... La corrida tuvo en pie un promedio de 460 kilogramos... Gastón cumplió en su primero; cortó una oreja a su segundo; las dos orejas al tercero. Realizó a pie toda la lidia del cuarto, dando una vuelta más, y volvió a cabalgar para lidiar a la jineta al quinto y al sexto, dando en ellos sendas vueltas al ruedo...
Llama la atención lo que se relata acerca de que Gastón Santos se bajó del caballo para lidiar a pie al cuarto de la tarde. No tengo duda de su capacidad y calidad como estoqueador, porque en varias tardes en las que le vi actuar en los ruedos, al no ser efectivos los rejones de muerte, preparaba con eficacia la suerte de matar a pie y se tiraba tras de la espada con decisión, dejando buenas estocadas, pero el hecho de hacerse cargo de la lidia completa de un toro a pie, es algo que no me imaginaba que pudiera haber hecho.
La capacidad y calidad como estoqueador de Gastón Santos queda patente si recordamos que en el año de 1979, se le otorgó el Trofeo Domecq a la estocada de la temporada en la Plaza México por la que le dio al toro Lisboeta de Zotoluca, en la corrida a la portuguesa que allí se dio el domingo 4 de febrero de ese año, misma que fue de extraordinaria ejecución y colocación.
En suma, la tarde del 26 de mayo de 1968 en Tampico, resultó ser para Gastón Santos una de esas que resultan ser auténticamente redondas para un torero, porque pudo probarse a sí mismo y a quienes se reunieron en la plaza a verle actuar, que tenía la capacidad artística y técnica para resolver los enigmas que le representaron los seis toros que enfrentó en esa oportunidad.
La continuación de su carrera
Gastón Santos fue un torero que mantuvo firme el bastión del toreo a caballo en nuestro país durante un cuarto de siglo. Toreó en ese lapso alrededor de 1,350 corridas de toros y se preocupó por que el rejoneo tuviera presencia en las principales plazas y ferias de la República, consiguiendo, el 22 de abril de 1974, que se incluyera por primera vez en una feria, la de San Marcos, una corrida del arte del rejoneo.
También se dedicó a la crianza del caballo lusitano y del toro de lidia, esto último a partir del año de 1966, llevando líneas de origen Saltillo con simiente de Campo Alegre y Mariano Ramírez y de Parladé, con simiente de Palomeque, formada con vacas y sementales españoles de Gamero Cívico.
Torea su última corrida en la Plaza México el 2 de marzo de 1980, conmemorando el vigésimo quinto aniversario de su alternativa, cuando abrió la tarde en la que actuaron Gabriel de la Casa, Marcos Ortega y Cruz Flores ante toros de Santoyo. El último toro que enfrentó se nombró Don Cosme, de la ganadería tlaxcalteca de Zotoluca.
Vendrá a Aguascalientes por vez final el 5 de mayo de 1982, para actuar en una corrida nocturna en honor al Cuerpo Diplomático acreditado en México, junto con Gerardo Trueba y los matadores a pie Mariano Ramos y Marcos Ortega, con un variopinto encierro de San José de Buenavista.
La tarde final de su dilatada carrera la torearía el 2 de abril de 1983, en Tantoyuca, Veracruz, cuando formó cartel con Manolo Espinosa Armillita, Jesús Solórzano y Ernesto Sanromán El Queretano, para lidiar toros de su propia ganadería, anunciada como Palma Cerrada.
A partir de esa fecha, el nombre de Gastón Santos seguiría apareciendo en los carteles, pero ya en el renglón correspondiente al ganadero. Siguió también dedicado a la cría de los caballos lusitanos, actividad de la que fue el pionero en México.
Gastón Santos falleció en su rancho de San Luis Potosí, a los 92 años de edad, el 17 de enero de este 2024, siendo el decano de los rejoneadores. Esta es una pequeña estampa de su historia en los ruedos, de la que queda mucho por contar todavía.