domingo, 1 de diciembre de 2024

30 de noviembre de 1924: Juan Espinosa Armillita recibe la alternativa en El Toreo de la Condesa

Juan Espinosa Armillita había debutado como novillero en el año de 1922 y al año siguiente se había presentado en la plaza Chapultepec de la capital mexicana, alternando con el neoyorkino Sidney Franklin en la lidia de novillos de La Encarnación, en festejo matinal y lo haría en el coso de la colonia Condesa el 18 de mayo de 1924, cuando se abrió la temporada de novilladas de ese calendario, misma que constó de 15 festejos menores y tres corridas mixtas. El torero de Saltillo actuó en 14 novilladas y dos de esas corridas con matadores de toros, un hecho inusitado hasta nuestros días.

Fueron sus compañeros de quinta Pepe Ortiz, Genaro Corona, Miguel Gallardo El Diablito, Manuel Gómez Blanco Yucateco o Sidney Franklin entre los novilleros, porque en ese ciclo actuaron varios diestros que habían recibido antes la alternativa y la renunciaron como Samuel Solís, Julián Rodarte, Porfirio Magaña, Cayetano González o Eligio Hernández El Serio. Se ve que habiéndose barruntado que la despedida de Rodolfo Gaona estaba ya cerca, muchos toreros intentaban escalar una cima que en su día no pudieron alcanzar, aprovechando que El Califa de León dejaba las lides en los ruedos.

Apoderado por el matador retirado Eduardo Leal Llaverito – tío abuelo de nuestro contemporáneo Curro Leal – el saltillense Juan Espinosa Armillita desarrolló una triunfal temporada novilleril en el Toreo de la Condesa, imponiéndose en varias de las tardes en las que actuó al complicado ganado al que le tocó enfrentar, porque las novilladas que don José del Rivero adquirió para la temporada en buena medida provinieron de hierros como Parangueo, Galindo, Cazadero, La Encarnación o San Nicolás Peralta y aunque también se presentaron ganaderías como Piedras Negras, Zotoluca, San Mateo o San Diego de los Padres, el número de novillos que enviaron fue bastante menor a las nombradas en primer término.

Polémica temprana

Pronto se desató una polémica acerca de las posibilidades de Armillita. Se comenzó a hablar de que él sería el sucesor de Gaona, quien ya había anunciado que al final de la inminente temporada de corridas de toros se despediría de los ruedos. Al pontifex máximus del gaonismo, Carlos Quirós Monosabio, no pareció caerle bien la propuesta, porque en el número de El Universal Taurino fechado el 24 de junio de ese 1924, en una pieza titulada No se ganó Zamora en una hora, entre otras cuestiones, escribió:

Espinosa no ofrece la singularidad de un caso. Imita – y muy bien hace en imitarlo –, a Gaona. Gaona lo mismo hubiera hecho, si en sus mocedades encuentra a quien copiar... Espinosa será un gran lidiador, muy seguro, muy enterado, muy fácil, pero no marcará huella personal. Se parecerá a otro... Gaona fue él desde sus comienzos. Tuvo semejanzas con modelos que no conocimos, y por ello no pudo sujetársele a ninguna comparación. Y aun cuando siguiera su escuela, puede decirse que no los imitó, sino que, desde un principio, buscó hacer destacar su personalidad... Juan, hasta hoy, poco es lo que tiene hecho para corresponder a las señaladas muestras de estimación que ha recibido de los aficionados... Los que ya creían ver en Juan Espinosa a enemigo de peso para arrojarlo sobre Gaona, se habrán convencido de que ese deseo está verde...

Juzgó, como se puede ver, con inusitada dureza y sin conceder atisbo alguno de duda al joven Armillita que, si bien tenía ya un par de años recorriendo las plazas de nuestra república, demostraba que entendía el torero y tenía voluntad de ser gente en esto.

Dos números después, el 8 de julio siguiente, en el mismo Universal Taurino, don Luis de la Torre, El – Hombre – Que – No – Cree – En – Nada, replicó a Monosabio y de esa réplica entresaco:

Gaona y Espinosa, cada quien, en su nivel, el uno de maestro cuajado y el otro de aventajadísimo discípulo, los dos son lidiadores estupendos, y si se diera el caso anotado por “Monosabio”, entonces “Armillita” sería algo maravilloso, rayano casi en lo sobrenatural... ¿Qué Gaona creó una personalidad? ¡Quién lo ha dudado hasta ahora! Pero debemos no olvidar, sin que por ello disminuya en algo su enorme mérito, que fue guiado por un maestro que no desatendió el más insignificante detalle a fin de que sus discípulos, de acuerdo con su inteligencia y aptitudes, los aprovecharan, poniéndoles como modelos a los grandes clásicos de su época... Si Espinosa no es muy variado en su repertorio – que sí lo es – culpa debe ser de su modelo, que en los últimos tiempos se muestra demasiado avaro de las riquezas de su arte. Si Espinosa hubiera visto a Gaona en los tiempos a que alude el señor “Monosabio”, indudablemente que sería tan largo como lo era entonces el futuro Califa...

Muy temprano se le tiraron a la yugular al joven Armillita, por su deseo de tratar de ser un torero importante y de escalar con rapidez la primera línea de la torería nacional.

La octava corrida de la temporada 1924 – 25

La alternativa de Juan Espinosa Armillita se programó para el domingo 30 de noviembre de 1924, anunciándose como padrino al leonés Rodolfo Gaona y para atestiguar la ceremonia al madrileño Antonio Márquez quien se presentaba en la temporada. El encierro seleccionado al efecto fue de la ganadería de Zotoluca, propiedad de don Aurelio Carvajal. Las entradas a la plaza se agotaron con bastante anticipación. Escribió Verduguillo para El Universal Taurino:

La alternativa de “Armillita” y la reaparición de Márquez, han hecho el milagro. No cabe la gente en los tendidos y los que han llegado tarde, se han visto en la necesidad de escalar las azoteas y allí tomar asiento… Los Sres. Presidentes, Generales Obregón y Calles, han sido ovacionados al entrar en el circo. La ovación se ha prolongado por varios minutos, y han tomado parte en el agasajo todos los concurrentes… “Chicuelo” es también aplaudido, cuando ocupa su barrera de primera fila, Y para que nadie se sienta, también aplaudimos al C. Regidor que preside la corrida, a pesar de que no conoce el reglamento de toros vigente…

Lleno hasta en la azotea y personajes de renombre en los tendidos. Cuando en los carteles se ofrecen combinaciones formadas con imaginación, inteligencia y atendiendo al interés de la afición, ésta se retrata en las taquillas y llena las plazas. Esta particular fórmula es infalible.

Sigue escribiendo Rafael Solana en su crónica:

Las cuadrillas hacen el paseo, marchando al frente un charro vestido a la usanza de hace algunos años, y tras de éste, los maestros Rodolfo Gaona (de tabaco y oro), Antonio Márquez (de verde esmeralda y oro) y Juan Espinosa “Armillita” (también de tabaco y oro). Los tres espadas son ovacionados, y cuando los varilargueros ocupan sus puestos, sin colocarse ningún peón entre ambos, como lo dispone el reglamento, Rosendo Béjar manda que salga el primero…

El toro de la alternativa de Armillita se llamó Costurero, de pelo cárdeno oscuro, listón, salpicado, bragado y estaba marcado con el número 34. Ante él, el toricantano realizó una faena en la que destacó su actuación en el segundo tercio:

Juan Espinosa toma los garapullos... Después de dos salidas en falso, el niño se decide y prende un magnífico par, llegando a la. cara, y cuadrando como los grandes banderilleros… La ejecución ha sido colosal. Por el lado izquierdo va ahora el muchacho. Se pasa sin clavar una vez, y a la segunda, deja uno de poder a poder estupendo, Las palmas que se le tributaron fueron pocas, y eso que toda la plaza aplaudió... Lo dicho: “Armilla” es as con las banderillas. ¿Estamos de acuerdo? … brinda a los Presidentes, y se encara desde luego con “Costurero” que ha llegado al trance final con la cabeza suelta… Los primeros cuatro muletazos son de torero enterado, por bajo, para castigar… Lograda la cuadratura, el de Saltillo, se perfila en corto, emprende el viaje derecho y rápido, y hunde todo el acero, un tanto perpendicular y delantero, con lo que basta para que “Costurero” quede en condiciones de ser descabellado, lo que hace Juan en dos tiempos, es decir: primero toca un poquitín, cayendo el toro, pero el puntillero lo levanta, y luego Espinosa tiene que descabellar por segunda. vez; ahora sí completo…

Como se puede leer, la alternativa de Juan Espinosa Armillita no fue triunfal, pero sí fue una demostración de que se trataba de un torero poderoso, con capacidad para superar las dificultades que los toros le presentaran y, sobre todo, que estaba listo para la alternativa que le había sido concedida.

Rodolfo Gaona ante Pavo

Señalaba Verduguillo al relatar la actuación de Armillita que éste último era un as con las banderillas. Pues bien, Rodolfo Gaona, quien era un consumado artista del segundo tercio, no iba a dejarse pisar el terreno y aunque el cuarto de la tarde, Pavo, un muy bien armado berrendo en negro no era precisamente el toro ideal, salió a dejar su rúbrica y a establecer que él seguía siendo, todavía, el principal en esos menesteres:

Del segundo tercio se encarga Don Rodolfo. He puesto DON, y van ustedes a ver por qué. Por lo pronto, clava el Indio un par muy bueno, de poder a poder, por el lado derecho. Luego prende un sesgo por fuera colosalisímo. Cuartea en seguida otro par por el lado izquierdo, de maestro, llegando y... “Asómate a la: ventana para que mi alma no pene” ... ¿Y el cuarto par? Bueno: un sesgo por dentro, faltando un milímetro para que el Indio quedara clavado en las tablas. ¿Valientes a mí? Yo borro donde otro pinte. Por supuesto que ese cuarto par, que fue hazaña de maestro y además de hombre, provocó en los tendidos enorme alboroto… No escribí... y conste, que para que yo no escriba, y me dedique a contemplar una faena con todo el afán y toda la sed de emociones que mi pecho encierra, debe ser ella muy grande, enorme. Básteme decir, que las célebres faenas de “Brillantino” y “Faisán” quedaron borradas por la inenarrable labor del Indio…

El celo es un ingrediente fundamental para ser figura del toreo, el tener ese deseo de mantener y defender el sitio que se ha ganado delante de los toros.

El encierro de Zotoluca

La corrida enviada a El Toreo por don Aurelio Carvajal tuvo edad y cuajo. Los toros de la divisa celeste y rojo y que llevaban el antiguo hierro de Tepeyahualco, dejaron satisfechos a todos con su presentación:

Hay encerrados para esta tarde, seis buenos mozos de Zotoluca. Ya sabemos que don Aurelio Carvajal, es entre los ganaderos, uno de los que más se ha venido preocupando porque sus reses tengan buena presentación y tipo. De “Zotoluca” no salen becerros. Y el que quiera desmentirme, no tiene más que ver que las dos corridas que se han lidiado este año, han sido las más serias de cuantas hemos visto… Es una corrida de prueba la que hay encerrada en los corrales. No parece, sino que Pepe del Rivero quiso encerrar a “Armillita” en su alternativa con toros de respeto para que les vaya perdiendo el miedo, y para demostrar a los incrédulos que el joven de Coahuila puede con todo lo que le echen...

Coda

Sin duda que el hecho que se proclamara a Juan Espinosa Armillita como sucesor de Rodolfo Gaona, molestó a muchos de los seguidores del Califa. La historia nos enseña que después de una interesante y digna trayectoria como matador de toros en ruedos de España y de México, sería también un enorme y muy distinguido hombre de plata.

Pero otro Armillita, Fermín Espinosa, que sí sucedió a Rodolfo Gaona y que, sin duda, es la principal figura del toreo que México haya dado a la historia, se presentó en El Toreo, con 13 años de edad, el 13 de agosto de ese mismo año de 1924. 

La dinastía Armillita había llegado para quedarse.

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