domingo, 18 de septiembre de 2022

Merced Gómez, una promesa incumplida

Merced Gómez
Foto: INAH - Archivo Casasola
Nació en Mixcoac, Ciudad de México, el 6 de agosto de 1887. Su familia se dedicaba a la explotación de minas de arena, material usado en la construcción. En los albores del siglo XX, empieza a intentar ser torero, logrando presentarse en la plaza de toros Mixcoac que era propiedad de don Joaquín Artau, señalándose desde esas primeras tardes como un torero que tenía por divisa el valor.

En el año de 1910 llega a la principal plaza mexicana, El Toreo de la Condesa, debutando en ella el 3 de abril de 1910, alternando con Luis Freg y Rosendo Béjar en la lidia de novillos de Tenguedó. A partir de ese domingo se iniciaría una atractiva rivalidad entre quien después sería conocido como El Rey del Acero y el torero de Mixcoac. Hace falta hacer notar que, en esos primeros encuentros, Luis Freg denotaba mayor conocimiento del oficio, y es que, fue quizás, el último discípulo de Saturnino Frutos Ojitos, de quien abrevó las artes necesarias para desenvolverse delante de los astados.

Merced Gómez era carismático, le llegaba a los que ocupaban los tendidos y llegó a ser el novillero mejor pagado de esa temporada. Así lo contó Luis Freg a Armando de María y Campos, para las memorias que éste le publicó:

…Fui personalmente a ver a los empresarios, que lo eran “Cuatro Dedos” y el “Tití”. Y no me quisieron oír y no me tomaron en serio hasta que fue herido el novillero Merced Gómez, que tenía mucho cartel. Yo no sabía qué pedir, y pedí lo mismo que le pagaban a Merced Gómez. Cada vez que me preguntaban algo, yo sólo respondía: “Sí señor, lo mismo que a Merced Gómez”.

El 12 de junio de ese 1910, en El Toreo de la Condesa, fue anunciado para lidiar, junto con Agustín Velasco Fuentes Mexicano y el hispalense Antonio Ortiz Morito, un encierro de Jalpa. Esa fue la tarde en la que se metió de lleno en el gusto de la afición capitalina. Le cortó una oreja al sexto de la tarde y fue tal la emoción que produjo, que se lo llevaron a hombros al concluir el festejo.

Actuaría todavía un par de tardes más en ese ciclo novilleril, los días 19 de junio y 3 de julio. En esta última fecha alternó mano a mano con el sevillano José Álvarez Tello, siendo herido de gravedad en el muslo derecho por un novillo de Cañada Honda, percance que detuvo su participación en el resto de ese ciclo de novilladas, pero que le permitió, el 12 de febrero de 1911: salir en una especie de fin de fiesta en la corrida en la que, ante toros de Felipe de Pablo Romero, actuaron Cocherito de Bilbao, Vicente Segura y Rodolfo Gaona. Merced Gómez enfrentaría al final del festejo dos novillos de Sinkeuel.

17 de septiembre de 1911, su primera alternativa

Los resultados obtenidos por el diestro de Mixcoac le permitieron obtener la alternativa en la principal plaza de México en el marco de la Corrida de Covadonga. A ese efecto se anunciaron toros del Duque de Veragua para Francisco Bonal Bonarillo, Merced Gómez y Alfonso Zambrano, recibiendo estos dos últimos la alternativa. Al final se lidiaron reses de Veragua (1º, 3º), Anastasio Martín (2º, 5º y 6º) y San Nicolás Peralta (4º). Señala en su obra de historia don Heriberto Lanfranchi que los toros de Veragua y Anastasio Martín estaban ya pasados de edad, pues tenían varios años padreando en San Nicolás Peralta. Escribe quien firmó como Pata Larga en el periódico El Diario de la Ciudad de México al día siguiente de este festejo:

Merced Gómez. – Para mí que se precipitó al tomar la alternativa, pues debió haber esperado a que la temporada diera comienzo para recibir el doctorado... Ha sido sin duda una de las mejores tardes que ha tenido Merced, o a lo menos la mejor que le he visto... No es un torero muy largo y tiene sus defectos, pero está valiente y con deseos de toros, de escuchar palmas, de competir y de ir más adelante en su carrera... Los dos toros que llegaron en mejores condiciones a la hora de la muerte, le tocaron a este diestro y si no se precipita con el primero, hubiera sacado mejor partido... Lo toreó desde cerca y con solo tres pases que le dio, entró a matar sobre corto, dejando el estoque hasta la empuñadura y cayendo el de Veragua patas arriba... A su segundo lo toreó bien de capa... Con la muleta se arrimó y remató bien los pases y a la hora de herir lo hizo como en el anterior, dejando el estoque un poco caído, pero volviendo a caer el bicho a sus pies...

Pata Larga llevaba algo de razón en su apreciación, pues poco toreó como matador de alternativa en esos días. Se le registra una corrida en Guadalajara, el 1º de octubre siguiente, en la que fungió como testigo de la alternativa que Arcadio Ramírez Reverte Mexicano le concedió a Cayetano González, lidiándose en la fecha toros de Espíritu Santo


Retorno a las novilladas y una nueva alternativa

Pero para el serial novilleril de 1912 se volvió a anunciar en los carteles a Merced Gómez, que actuó en siete tardes y volvió a ganarse el derecho a recibir la alternativa, misma que le fue concedida de nuevo en El Toreo de la Condesa el 1º de diciembre de ese año, por Diego Rodas Morenito de Algeciras y atestiguando Manuel Mejías Bienvenida, con toros de Piedras Negras. Le cortó la oreja al de su alternativa. Entre otras cosas, Miguel Necoechea Latiguillo, relata lo siguiente en su tribuna de El Imparcial de la capital mexicana:

Desacreditadas las alternativas, que son vistas ya por público y toreros sólo como un recurso de novedad y de atracción usado por las empresas, la de Merced ha tenido, sin embargo, el privilegio de ser tomada en serio. Así fue que, al pisar la arena entre la apretada hueste de toreros, recibió una ovación estruendosa... El entusiasmo recorre toda la escala del clamor y llega al delirio cuando el mexicano eslabona tres verónicas, de la cual, la segunda es oro de diez y ocho y radio puro la larga de serpentina con que remata esta su primera hazaña... La hora de la alternativa ha llegado... Ya armado el mexicano se arrodilla, el toro, tardo al principio de la faena, lo ve estupefacto como le llega de rodillas a los hocicos... Hay marcado compañerismo entre los alternantes; Morenito y Manuel Mejías quieren que Merced luzca y al capote sabio del de Algeciras, sigue el cuidadoso de Bienvenida, en un quite oportunísimo, cuando Merced, arrancando sobre corto y recto, pincha en lo duro saliendo rebotado... Tres muletazos más determinan nueva cuadratura. Merced ataca de nuevo y cobra una estocada hasta la mano que hace rodar al toro. La ovación entonces es delirante, surcan el aire sombreros y bastones, trazan polícromas trayectorias las serpentinas... atruena el aire como un solo grito de júbilo el de diez mil gargantas... Merced, premiado con la oreja de su adversario, da la vuelta al ruedo y se ve por primera vez que el éxito sea tan grande que de él participen Diego Rodas y Bienvenida, que también son aclamados por el público...

Tres semanas después, el 22 de diciembre, reapareció alternando con Manuel Mejías Bienvenida y Curro Martín Vázquez en la lidia de toros de San Diego de los Padres. Le cortó la oreja al tercero, llamado Chatito. Por la otra parte, El Papa Negro fue herido por el primero de la tarde, por lo que el señor Curro Martín Vázquez se quedó con 4 toros, su lote y el del compañero lesionado.

Para el año de 1913, volvió un par de tardes a la Condesa. La primera fue el 5 de enero, en la que actuó mano a mano con Rafael González Machaquito, despachando toros españoles de Pablo Benjumea.

Merced Gómez tuvo una destacada actuación esa tarde, lo que le valió volverse a ver anunciado al domingo siguiente, 12 de enero, otra vez con el califa Machaquito y Reverte Mexicano. Esa tarde se corrieron 5 toros del Duque de Veragua y 1 de Tepeyahualco (5º). Asistió al festejo el presidente Madero y la plaza de la Condesa registró un entradón con sobreventa. Machaquito fue herido por el cuarto y Merced Gómez, por el quinto. Los partes rendidos por el doctor Millán dijeron:

MACHAQUITO. – Este diestro tiene una herida de diez centímetros de extensión en el tercio medio del muslo derecho, interesando la piel, tejido celular y fibras musculares, cuya herida no es de las que ponen en peligro la vida, pero sí de las que tardan en sanar más de quince días... MERCED GÓMEZ. – Tiene una herida en el tercio superior de la cara posterior del muslo derecho, que interesó todas las partes blandas musculares, descubriendo el isquion y siendo de pronóstico reservado...

Reverte Mexicano se negó a matar al sexto, y el regidor que fungió como Juez de Plaza autorizó a Serafín Vigiola Torquito a bajar del tendido y finiquitar al veragüeño que Arcadio Ramírez dejó a su suerte en el ruedo, siendo detenido por esa actitud. La crónica de Pata Larga en El Diario y Heriberto Lanfranchi señalan que los toros del Duque fueron sementales durante 3 años de San Nicolás Peralta. Esta fue la última corrida que toreó en su vida Merced Gómez.

Se tuerce el camino de Merced Gómez

Durante el proceso de recuperación de la cornada sufrida a mediados de enero de 1913, Merced Gómez hacía gestiones para ir a torear a España la temporada de ese calendario. Para ello comenzó a frecuentar a Alberto Ortiz Cuatro Dedos mexicano, encargado de organizar las temporadas de novilladas para que le auxiliara en las gestiones necesarias. Se transportaba de Mixcoac a la casa de Ortiz en la avenida San Juan de Letrán en una motocicleta que había comprado para facilitar sus traslados. 

Una falla mecánica le hizo permanecer varios días en la casa de Cuatro Dedos, un sitio de reunión de muchos personajes de distintas tallas de la fiesta, en la que prácticamente noche a noche había jolgorio y veneración a Birjan. La madrugada del 4 de marzo de ese 1913, se suscitó una reyerta entre Merced y un banderillero español, Antonio Ramos Ruiz Carbonero de Sevilla, quien en respuesta a un golpe del torero mexicano que lo depositó en el suelo, sacó de entre sus ropas una puntilla y se la clavó al joven diestro en el muslo izquierdo, produciéndose de inmediato una gran hemorragia.

Se llamó al doctor Carlos Cuesta Baquero, quien vivía en ese rumbo y al ver el estado de Merced Gómez, pidió su traslado al sanatorio de su propiedad, lugar en el que intentó reparar los destrozos del arma blanca. El diario capitalino El País del día 6 siguiente, relata:

El doctor Cuesta, hábilmente secundado por su colega Grande Ampudia, procedieron a practicar una delicadísima operación a fin de examinar la herida y poder proceder con acierto... Después de larga y ardua labor, lograron ligar los dos cabos de la arteria femoral... Terminada esta curación, el valiente espada fue trasladado al sanatorio del doctor Grande Ampudia... temiendo los facultativos, muy seriamente, por la conservación de la pierna, pues la circulación colateral no se ha logrado restablecer aún. Si esto no llega a conseguirse, irremisiblemente tendrá que perder la pierna...

En el número de El Imparcial fechado el 11 de marzo, aparece una información titulada: Merced Gómez murió ayer para la vida del arte taurino. Le fue amputada la pierna herida después de los desesperados esfuerzos hechos por los médicos para salvarlo. Entre otras cosas, dice allí el doctor Cuesta Baquero:

Antier se acordó la amputación en una junta de médicos. Había que tratar de salvar la vida... La pierna, corroída por la gangrena, estaba ya muerta: toda negra hasta la tuberosidad de la tibia; era, pues, imposible salvar ese miembro que el herido arrastraba ya sobre el lecho con hedores de sepulcro, y se eligió para cortar, la parte media del muslo, hasta donde ya comenzaban a notarse las apariencias de la infección gangrenosa...

Así se puso punto final a la prometedora carrera de Merced Gómez, matador de toros. El 20 de abril siguiente, en El Toreo de la Condesa, se le organizó un beneficio, festejo en el que actuaron Eduardo Leal Llaverito y Eligio Hernández El Serio, ante toros de San Mateo. Ese día, Merced dio su última vuelta al ruedo en el escenario de sus triunfos.

Lo que vino después de la tragedia

Decía al inicio que la familia de Merced Gómez y él mismo, tenían por negocio la explotación de minas de arena. Pero, aunque el torero en retiro se dedicó a ellas, supo aprovechar la popularidad que ganó en los ruedos y fue electo alcalde de Mixcoac, cargo que ejerció todo el año de 1921. 

Merced Gómez, pese a ya no tener la posibilidad de enfrentar toros en el ruedo, no dejó de peinar coleta. El que fue quizás, su primer acto como alcalde, fue precisamente cortarse esa seña torera de identidad. Para ello invitó a Rodolfo Gaona, quien le aplicó el tijeretazo el día 3 de enero de 1921, en un evento organizado ex – profeso. El torero permaneció en la alcaldía hasta el 1º de enero de 1922.

El 17 de mayo de 1923, cuando inspeccionaba una de sus minas de arena en Mixcoac, Merced Gómez queda atrapado por un derrumbe en ella. Cuando se logró encontrarle, ya había fallecido.

Una plaza de toros, una calle y una colonia

El 8 de noviembre de 1925, don Próspero Montes de Oca, un comerciante reconocido por su afición a los toros y por ejercer de mecenas de esta fiessta, inauguró una plaza de toros que ubicó en el polígono que forman las actuales calles de Anillo Periférico, Alconedo, Tiburcio Sánchez de la Barquera y Merced Gómez, en lo que hoy en día es la colonia Merced Gómez. La plaza de toros llevó el nombre del diestro mixcoaquense y el festejo de apertura lo torearon José González Carnicerito y Jenaro Corona, quienes lidiaron cuatro novillos de Atlanga. El número de El Ruedo fechado el 6 de diciembre de 1944, relata:

En Méjico, como ya hemos dejado dicho, hay un total de 85 plazas de toros. Pero en realidad, con categoría y capacidad, con un regular número de festejos al año, no pasan de veinte. Aparte de las cuatro plazas que existen en Méjico capital – El Toreo, con 25.000 espectadores de capacidad; Merced Gómez, con 7.000 localidades; Vista Alegre, con 7.500 y La Rosa, con 4.000 –, sólo hay otras quince o dieciséis plazas más en que se den festejos taurinos o se hagan temporadas o ferias...

Por su parte, Heriberto Lanfranchi da como fecha de cierre de la plaza Merced Gómez el año de 1942. Allí se presentaron en la capital mexicana como novilleros toreros de la talla de Carmelo Pérez, Luis Castro El Soldado y Alberto Balderas, además del ya nombrado Carnicerito.

Hoy sigue vivo el nombre de Merced Gómez por la calle y colonia a las que se puso su nombre y en el recuerdo de los aficionados a esta fiesta.

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