miércoles, 15 de julio de 2009

15 de julio de 1908: Se inaugura la Plaza de Toros de Vista Alegre en Carabanchel

Hoy hace ciento un años que se abrió al público la Plaza de Toros de Vista Alegre, un sitio en el que se escribieron muchas historias interesantes de esta fiesta y que en los tiempos más recientes, resultó ser el lugar del que varios toreros, aprovechando los certámenes de oportunidad allí organizados, salieron del anonimato para convertirse en figuras del toreo. Quizás los más conspicuos de ese pasado reciente lo sean Palomo Linares, Ángel Teruel y Curro Vázquez.

Las cuestiones previas a la inauguración no estuvieron exentas de vicisitudes, según parece resultar de la crónica de Corinto y Oro publicada en El Globo y que abre con la siguiente reflexión:

Y como en este mundo, «pícaro y sinvergonzón» todo tiene su arreglo «menos la muerte», AL FIN tras de tantos cabildeos, desazones, dolores de cabeza, esperanzas, amarguras, conferencias, órdenes gubernativas, reconocimientos periciales, sonrisas hipócritas, recaditos al oído y otras zarandajas y bagatelas por el estilo, la inauguración del «calvariento» circo taurino de Carabanchel, tuvo en la tarde de ayer solemne y cumplido efecto. ¡Y nada menos que con la «Corrida de la Prensa»!...


Esa versión es confirmada por la crónica de Paco Media Luna, en El Toreo que reseña:

…La plaza de Vista Alegre, ó de Larga Espera, ó de las Vicisitudes, que de todos estos modos pudiera llamarse, abrió ayer sus puertas para celebrar la corrida á beneficio de la Asociación de la Prensa, con seis toros de la Marquesa Viuda de los Castellones, que habían de ser lidiados por Bombita, Machaquito y Gaona…


Estas dos versiones del festejo de apertura, quedan confirmados por una información previa, publicada también en el diario El Globo, el 27 de junio de ese año, en el que se dice lo siguiente:

NUEVO CIRCO TAURINO. Anoche, á última hora, nos fue comunicada la noticia de haberse concedido a D. Francisco Romero permiso para inaugurar la nueva plaza de toros de Vista Alegre, de Carabanchel.

Hoy, pues, se fijarán seguramente los carteles anunciando la corrida inaugural que se verificará mañana, lidiándose seis toros de Castellones, que estoquearan Minuto, Conejito y otro que se dice será Gallito, pero sin asegurarlo por completo.


Por lo que se ve, la nueva Plaza de Toros, que sustituía a una que anteriormente funcionó en Carabanchel, pasó por múltiples trabas antes de poder abrir sus puertas al público. De la crónica de Corinto y Oro, se puede inferir que Indalecio Mosquera no tenía mucho interés en que empezara a funcionar.

Así pues, el festejo de apertura se ofreció tal como estaba anunciado, con los toros de la Marquesa Viuda de los Castellones, para Ricardo Torres Bombita, Rafael González Machaquito y el en ese entonces recién alternativado, Rodolfo Gaona. Desde la fecha se manejó información en el sentido o de que era la alternativa del Califa de León o de que era la confirmación de aquella. Ninguno de los dos casos es correcto, pues Gaona había recibido el grado de matador de toros el 31 de mayo de ese año en Tetúan de las Victorias, de manos de Manuel Lara Jerezano y había ya confirmado en la Plaza de Toros de Madrid – que dicho sea de paso, era el único sitio en España en el que se podía hacer eso – el 7 de junio anterior, de manos de Saleri II y llevando a Mazzantinito de testigo, con toros de González Nandín.

La confusión deviene del hecho de que Bombita le cedió el primer toro de la tarde a Gaona. Paco Media Luna explica en El Toreo del día siguiente de la corrida la cesión de la siguiente manera, aunque sin dejar de incurrir en la errata de la confirmación:

…Bombita, que lucía precioso terno violeta y oro, confirmó la alternativa a Gaona ¡échese usted alternativas!, y el muchacho, que lucía terno morado y oro, empezó á torear tan parado y tan quieto, como sabe hacerlo, dando algunos pases de lujo, y después de tres cambiados, dos de pecho, uno alto y tres naturales, entró á matar sobre corto y recto, soltando una estocada entera, algo ladeada, que tumbó al toro.

Palmas. Tiempo, cuatro minutos.

Esto de ceder el primer toro, á la antigua usanza, cuando se torea con un torero nuevo por primera vez, nos parece bien y nada tendríamos que argüir si los mismos toreros no hubieran abolido la costumbre…


Para la estadística, ese toro se llamó Sentimiento, que fue negro mulato bragado según el cronista de El Imparcial; según N.N. de El País fue negro mulato, sin las bragas; para Corinto y Oro de El Globo era negro albardado; negro para B en La Correspondencia y castaño oscuro bragado según Paco Media Luna en El Toreo. Todas las crónicas le califican de buen mozo.



En cuanto al inmueble, quienes lo conocieron, afirman que tenía sabor y eso es importante para una Plaza de Toros. De la inauguración, Maximiliano Clavo Corinto y Oro, en el diario El Globo, de Madrid, describe lo siguiente:

…Empezaré por decir que la plaza (que hasta ahora no había visto) es en cuanto al conjunto, un bonito edificio; que la distribución de localidades es perfectísima y sus condiciones para la lidia inmejorables; sigamos manifestando que el tiempo es de verdadero día do toros, predominando la fuerza irresistible de Febo; que la entrada, en consonancia con el cartel y la categoría de la corrida, es completa; y terminemos haciendo constar que las cuadrillas inauguradoras, precedidas de cuatro alguacilillos, son saludadas con aplauso al hacer el paseo…


Originalmente tuvo 8 mil localidades y en la década de los veinte se le agregó otro millar. Durante la Guerra Civil Española sufrió daños que motivaron su reparación entre 1944 y 1947, siendo adquirida por la familia González Lucas (Dominguín) a finales de la década de los cuarenta, manteniéndola en su dominio hasta cerca de 1980.

En 1995 fue demolida, para dar lugar a la edificación de un centro polivalente, cubierto, en el que no están excluidos los espectáculos taurinos, pero en el que son minoritarios, denominado Palacio Vistalegre, con una capacidad cercana al doble de la original Chata, pues es de 15,000 espectadores y que en lo taurino fue inaugurado en abril del año 2000.



Así pues, ha sido un torero mexicano, Rodolfo Gaona, el que mató el primer toro en ese redondel, hoy sustituido por otro escenario, pero que conserva, en buena medida, la esencia y el recuerdo de lo que para la fiesta ha representado la tradicional Chata de Carabanchel.


Para ampliar detalles, recomiendo visitar El Rincón de Ordóñez, en el que Juanpasmo tiene una interesante reseña histórica de este hoy escenario multiusos.

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