domingo, 27 de febrero de 2011

Reflexiones cuesta abajo...

Ya la temporada grande de la Plaza México va en su tranco de salida. Las corridas que reclaman la presencia de los del clavel o de la gente bonita (como Ustedes gusten llamarles) se terminaron y la empresa se dedica a cumplir contratos pendientes con toreros y ganaderos que poca o ninguna ocasión de triunfo tendrán y de llegar a cobrar el premiado, la escasa concurrencia a los tendidos y el desfase en la temporalidad en la que eso ocurrió, implicará que no genere rédito tangible para el que lo obtenga.

Otrora, la parte final de la temporada era el grand finale y esto no lo invento yo. Releyendo antiguas revistas, me encuentro con esto que publicó en La Lidia de México mi paisano don Luis de la Torre, El – Hombre – Que – No – Cree – En – Nada en abril de 1950, acerca de eso mismo:

…Se utilizaban cinco meses para el desarrollo de la temporada, cinco meses de persistente buen tiempo y suficientes para la verificación de veinte o más festejos en que se barajaban hábilmente los diestros contratados en número prudente, sin imposiciones sindicales o de compadrazgo y a los cuales se les daban las oportunidades necesarias según sus merecimientos. Aquellos que por su mediocridad o franco fracaso no garantizaban la satisfacción del público iban quedando descartados, cediendo el lugar a los triunfadores para llenar los últimos carteles, por ello los más destacados y atractivos; yendo las temporadas con esta acertada medida, siempre de menos a más, evitándose, hasta donde era posible, el decaimiento del entusiasmo en el público asistente…

Como decimos aquí, igualito que ahora… y en nada alivia el real petit finale que vivimos, el hecho de que se haya logrado el pasado domingo una aceptable entrada en torno a la única actuación en la temporada de Pablo Hermoso de Mendoza, combinado con la reaparición de un deslavazado Pana, que en cuanto vio al toro cuajado, confirmó aquello de que hay que saber irse a tiempo; así como tampoco lo remedia el hecho de que, sin visos de continuidad, se haya programado a uno de los dos únicos toreros que – como haya sido – abrieron el año pasado la Puerta Grande de la Plaza de Las Ventas. Por increíble que parezca, ni la administración de Juan Bautista, ni la empresa en cuestión capitalizaron ese hecho y lo relegaron a un intrascendente cierre de una intrascendente temporada.

Entonces, de nuevo serán pasto para el nostálgico comentario las grandes hazañas consumadas en torno al LXV aniversario del coso, aunque como lo señaló en su día Heriberto Murrieta, las mismas parecieran toreo de salón. Ya se va haciendo una lamentable costumbre ver a los principales toreros de un lado y otro del Atlántico, vistiendo ternos de la aguja, enfrentando chotadas indignas y para más INRI, desde su anuncio, procedentes de vacadas que proverbialmente se distinguen por el descastamiento y la falta de pujanza de sus productos.

Y lo peor de todo es que los públicos (no me doy la licencia de llamarles afición), se encantan con esas funambulescas combinaciones, en las que el resultado es de inicio altamente previsible, tanto en el ruedo, como en los tendidos, porque en estos, estarán personajes de la política, del espectáculo, del clero y alguno que otro escriba de cámara de los diestros actuantes; en tanto que en la arena, veremos una extraña combinación de chotos y utreros rodar por la arena a la más mínima provocación, dejando el campo libre a una lacra de este espectáculo, que en estas ya señaladas fechas ha cobrado carta de naturalidad: el torito de regalo.

Y es que el seguro del azar de la fiesta, así como otras cuestiones que le son consustanciales se  han perdido. Hoy, la mayoría de los que asisten a las plazas de toros, pretenden recibir a cambio de su entrada, un triunfo forzoso. Entonces, si los toreros no lo logran con el lote que la suerte les deparó, recurren al séptimo cajón en el que habrá algo que les servirá para obtener lo que la masa exige. No importa que la presencia de la sabandija sea peor que lo que salió en la lidia ordinaria, total, se aplica aquello de que a torillo regalado, no se le ve el trapío…

Como un principio de solución, yo propondría, como alguna vez lo dijo don Antonio, un compañero de la Facultad de mi padre, que los toros sobreros o de reserva, fueran de esos que nadie quiere, para que a la hora del regalito, el obsequioso se lo pensara dos o tres veces y de hacerlo, que el triunfo logrado, fuera serio y no como los de los últimos tiempos, que en realidad, mueven a risa.

En las condiciones actuales, se celebran festejos que duran cuatro horas y media, en los que los triunfos vienen con reses que por lo general, no pasaron el reconocimiento de las autoridades, ni fueron anunciadas para la lidia en los carteles, pero sí impuestas por el generoso diestro que lo lidia o por la atrabiliaria empresa, que entiende a la Autoridad de la Plaza como uno más de sus servidores y no como el guardián de los legítimos intereses de quienes pagaron por ver un espectáculo íntegro, no de utilería, no de toreo de salón…

Sobre esos obsequios, les invito a leer lo que comentan certeramente Antoñito Díaz en su bitácora Hasta el Rabo Todo es Toro, Luis Pla Ventura en el portal Opinión y Toros e incluso el inefable Zabalita en su bitácora del diario madrileño El Mundo. Los tres coinciden, cada uno desde su particular óptica, en lo ridículo y en lo patético que resultan tanto los regalitos, como los triunfos obtenidos con ellos.

¿Tiene remedio todo esto? Yo creo que sí, aunque es muy complicado. El problema reside, como en todos los lugares en los que la Fiesta es, en que en estos tiempos que corren, se considera políticamente incorrecta, entonces, el Estado no entrará de lleno a cumplir la parte que le corresponde, dejando en manos de grupos interesados el manejo de situaciones que con el ingrediente autoridad, tendrían una salida más pronta y justa.

Los ganaderos y los toreros también tienen que hacer su parte. Los criadores, enviando a las plazas animales de presencia más digna y cuando menos, con algunas gotitas más de raza de lo que nos tienen acostumbrados a ver, aún a pesar de los diestros, quienes a su vez, también tienen que admitir que no todo el toreo es la ejecución de verónicas de alhelí, que en su esencia, el toreo es poderle a los toros y que cuando son dificultosos, hay que darles su lidia, que puede ser tanto o más emotiva y lucida que la que es bonita.

Mientras eso no suceda, seguiremos viendo pantomimas como las de los últimos domingos, soportando cátedras plagadas de pedantesca erudición proclamadas por escribas de cámara y toreros que han perdido la elemental vergüenza que caracterizaba a tan nobles profesiones antaño y en el caso nuestro, algo tenemos que hacer, porque no hace tantos años, la Plaza México y muchas otras de este País se llenaban con mucha frecuencia y ahora, los llenos son esporádicos, el testigo de las hazañas de los toreros es el cemento y esto, entiendo, no se trata de eso.

domingo, 20 de febrero de 2011

En el centenario de Armillita, II

20 de febrero de 1944, Fermín Espinosa corta el rabo a Paracaidista de La Laguna, tras de matar 6 de San Mateo en solitario y ejecuta en El Toreo por primera vez el quite de La Saltillera.

La 12ª corrida de la temporada 1943 – 44 en El Toreo de la Condesa estaba pensada originalmente en un mano a mano entre el Maestro de Saltillo y Silverio Pérez para dar cuenta del encierro de don Antonio Llaguno. Desde esta perspectiva o desde la que finalmente se dio, despertó de inmediato un interés malsano en la afición, dado que la malquerencia entre el ganadero de Zacatecas y los dos toreros que formarían el cartel era de sobra conocida. Al final de cuentas, una semana antes el certero pitón de Zapatero de La Punta se atravesó en el camino del Faraón de Texcoco y la fecha se cerró para la actuación exclusiva de Fermín.

Don Antonio Llaguno tenía una especial antipatía hacia Armillita y todo lo que representaba. La negociación de la empresa de El Toreo con el ganadero culminó en la aceptación de este para que Fermín matara su corrida, lo que Luis Niño de Rivera, en su obra Sangre de Llaguno, explica de la siguiente manera:


…El ganadero estaba convencido de la enemistad del torero hacia su persona, misma que canalizaba a través de la lidia que daba a los toros de San Mateo. Reconocía en Fermín una enorme capacidad como torero, que servía de fundamento para creer que con tanto talento, la única explicación era que no quería darle a sus toros la lidia adecuada para hacerlos lucir. A Llaguno únicamente le cabía en la cabeza que “Armilla” tuviera propósitos ulteriores con los toros de San Mateo, y por consiguiente con él, al torearlos a contra estilo, doblándose con ellos, cuando lo que requerían era darles recorrido para que fueran a más...

…La culminación de esta confrontación se dio la tarde del 20 de febrero de 1944, cuando ambos accedieron a una encerrona del diestro coahuilense con seis bureles del zacatecano. Un verdadero duelo de titanes que no estaba planeado como tal originalmente. El programa inicial incluía al “Faraón de Texcoco”, en lo que sería también un cartel controvertido, en mano a mano entre Fermín y Silverio, con toros de San Mateo, pero el destino puso las cosas de tal manera que había que tomar decisiones de gran altura, si querían comportarse como grandes del toreo...
Los toros escogidos por el ganadero de San Mateo para la ocasión fueron cinco de encaste Llaguno (producto del cruce de ganados nacionales con lo importado de Saltillo) y uno de origen Saltillo puro, de los cuales cuatro tenían 6 años de edad y dos eran cinqueños. Por su orden salieron al ruedo: 1º Lucerito, número 32 con nota de tienta regular, nacido en 1939; 2º Tinajero, número 32, con nota de tienta bueno, nacido en 1938; 3º Vencedor, número 37, con nota de tienta regular, nacido en 1938. Este era Saltillo puro y en la plaza fue anunciado como Jerezano; 4º Barretero, número 82, con nota de tienta bueno, nacido en 1938; 5º Desertor, número 17, no se proporciona nota de tienta, nacido en 1938 y 6º Peregrino, número 50, con nota de tienta regular, nacido en 1939.

Si se observa, la corrida, en el papel, tenía mucho que toreársele. Era muy diferente a los toritos de plomoAlfonso de Icaza dixit – que el mismo don Antonio le enviaba a Lorenzo Garza – en esa temporada en el retiro – o a El Soldado, por lo que Fermín El Sabio tenía la certeza de que para triunfar esa tarde no solamente tenía que poderle al envío del señor de San Mateo, sino que tendría además que obtener un triunfo rotundo. En esas condiciones, pidió a su amigo Romárico González, ganadero de La Laguna, un toro para regalar si las condiciones se daban. El propio Luis Niño de Rivera lo narra así:

…Armillita sabía de la capacidad de Llaguno para escoger un encierro que le fuera particularmente molesto y difícil. Por su parte, don Antonio entendía con toda claridad que el torero iría bien pertrechado con un “séptimo cajón”. El encierro no podría ser simplemente malo, puesto que se jugaba el prestigio de San Mateo y la posición de su propietario. Por su parte, el maestro tenía que buscar el triunfo a como diera lugar, para demostrar su superioridad sobre los astados del zacatecano...
Al final del festejo, Armillita le había cortado la oreja al primero, Lucerito, la que le tuvo que ser traída del desolladero y dio una aclamada vuelta al ruedo tras de la lidia del cuarto, Barretero, por no haber culminado con la espada lo que varias de las crónicas consideraron que fue la faena de la tarde. Allí se abrió la ventana para el obsequio de Paracaidista – brindado a Mario Moreno Cantinflas – que le permitió al Maestro la realización de una gran faena y el corte de la oreja y el rabo y la salida en hombros de la plaza.

Críticas posteriores a la actuación de Fermín Espinosa se decantaron por intentar minimizar su triunfo ante Paracaidista, señalando la diferencia notoria de trapío que guardaba con los toros de San Mateo que compusieron el encierro titular de la corrida del 20 de febrero. Uno de los que con más insistencia puntualizaron ese hecho, fue Roque Armando Sosa Ferreyro Don Tancredo, en La Lidia de México, que desde su crónica del festejo refería el triunfo del Maestro ante un utrero.

Don Luis de la Torre, El – Hombre – Que – No – Cree – En – Nada, en refutación a Don Tancredo, expresó lo siguiente:

...nos hemos mostrado extrañados de que el señor ganadero de San Mateo en esta ocasión haya enviado a la arena de “El Toreo” una corrida con toda la barba... Si hablamos de dedicatoria especial por parte del señor Llaguno, téngase en cuenta que lo hemos hecho no por tratarse de “Armillita” y de Silverio, para quienes estuvo destinado el encierro, sino porque de de la ganadería de San Mateo es de donde salen la mayor cantidad de toros con bravura tendiente a la docilidad y en edad cercana a la juventud, con los cuales puede hacerse alarde de preciosismo y pinturería, y siempre han sido puestos sus pupilos en manos de determinados lidiadores para quienes nunca hubo vetos ni prohibiciones. Esta es la verdad escueta, no “nuestra verdad”, pues en ella solamente está comprendida nuestra manera de pensar, y en la primera se halla también el convencimiento de toda la afición... Que hábilmente “Armillita” haya obsequiado un toro de distinta ganadería y en condiciones diversas de edad, peso y estilo, en relación con los primeramente lidiados, para con él hacer patente la diferencia de lo que encierra el lidiar un TORO y un utrero, también es una verdad unánimemente aceptada; pero ello, a mi humilde entender, carece de relación directa con la hazaña momentos antes realizada. Se trató de un obsequio y en él concurrieron las características que quedan mencionadas, y no vamos a querer que Fermín haya contado de antemano con tropezar con un toro que de manera definitiva redondeara su triunfo. Pudo haberse equivocado y entonces, quizá, pudiera él mismo haber hecho disminuir el valer de su actuación, quedando, entonces sí, en un posible ridículo...
No puedo coincidir en que porque se tratara de un regalo, se justificara la alegada falta de presencia del toro de La Laguna, aunque ninguna de las relaciones del festejo – las favorables y las que no lo son – refieren que Paracaidista haya sido protestado, lo que me sugiere que en todo caso desentonó entre los toros de 5 y 6 años por ser quizás cuatreño; pero también me queda claro que el encierro de San Mateo sí iba con dedicatoria y que al final de cuentas, Armillita resolvió con eficacia la papeleta que le planteó don Antonio Llaguno con los toros que le preparó para la ocasión. En esa tesitura, el Maestro obtuvo el triunfo que la afición esperaba y mantuvo su categoría con el toro de Romárico González que previsoramente estaba dispuesto como sobrero.



El apunte de Antonio Ximénez en el que se describe
el nuevo quite de Armillita llamado después saltillera


Para concluir y sobre la nueva suerte que presentó a la afición, el pintor Antonio Ximénez, que elaboraba apuntes para La Lidia de México, la describe brevemente como una gaonera renovada, en tanto que Alberto Lázaro, en su columna semanal Cargando la Suerte en la misma publicación, dice lo siguiente:

…El 20 de febrero de 1944 – fecha que figurará con letras de oro en los anales de la tauromaquia – creó Fermín Espinosa un lance nuevo… Quién afirmó que Fermín había practicado la “tapatía”, quién aseguró que era la “fregolina” y quién, por fin, dijo que era la “caleserina”… Está inspirada en la “gaonera” y en el pase alto ligado a la manera de Victoriano de La Serna… El torero se echa la capa atrás, como para torear por “gaoneras”. Inicia la suerte exactamente como si fuera a dar una “gaonera”, pero en lugar de rematarla llevando el brazo a la altura natural, el torero lo levanta como para dar un pase alto… Es, pues, la suerte creada por Armillita, mezcla de “gaonera” y de pase alto. En su ligazón cobra gran semejanza con los pases lasernistas que se dan con la muleta… Este lance puede ligarse también por el lado izquierdo en la misma forma en que se hace hoy por el lado derecho… Y como la creación es obra de Armillita, por más que haya quienes, como siempre, le discutan el mérito, debemos llamarla en justicia “armillina”…
La historia nos demuestra que el nombre que le quedó al lance, sería el de saltillera, no en recuerdo al nombre taurino de su creador, sino al del lugar del nacimiento de Armillita, Saltillo, Coahuila.

Así es como se escribió otra de las páginas de gloria de la historia en los ruedos de Fermín Espinosa, Armillita.

N.B. El subrayado en la transcripción de la obra de Niño de Rivera es obra de este amanuense.

domingo, 13 de febrero de 2011

La Feria de San Marcos y su actual estructura a 40 años vista, II

10 de febrero de 1971: El empresario Guillermo González Muñoz anuncia que la Feria se integrará por 6 corridas y 2 novilladas

Guillermo González, artífice de la
actual estructura de nuestra Feria
Cuatro días después de la inauguración del alumbrado de la Plaza de San Marcos (que jugaría papel importante en el proyecto que se presentaba en la fecha), el empresario Guillermo González Muñoz hacía el segundo anuncio de trascendencia que implicaba un cambio en la manera de ofrecer la Feria de Abril en Aguascalientes. Aunque desde 1828 se celebra en esta tierra una feria, primero en el mes de noviembre y posteriormente ya en abril y en sus fastos, siempre se incluyeron los festejos taurinos, la manera de hacer las cosas fue diferente antes de este 1971.

En efecto, si atendemos a los puros números, encontraremos que en los 15 años anteriores, que el promedio de corridas de toros ofrecidas por feria era de 3, siendo los calendarios en los que más se dieron fueron los de 1960 y 1962, con 5; en tanto que los que menos fueron los de 1956, 1965, 1968 y 1969 con solamente 2. En ese periodo la feria entró al mes de mayo (y solamente al día 1º, en tres ocasiones, los años de los años de 1960, 1964 y 1970).

A la inversa, en los 15 siguientes, el promedio sube a 10 corridas por año, con los años de 1975 y 1979 en el número más bajo con 7 corridas, en tanto que en 1986 fue el más alto, con 18. En este periodo, la feria no ingresó al mes de mayo solamente en dos años, 1975 y 1979; se dio la última feria en la Plaza de Toros San Marcos en 1974 y en el año de 1982, el día 25 de abril se dieron 2 corridas, las números 999 y 1000 de Curro Rivera, que en ellas mató 14 toros en solitario.

Como podemos apreciar, el anuncio de seis festejos se desprende del promedio del periodo de los 15 años anteriores e inicia la escalada hacia el promedio que mantiene la cifra que en la actualidad es la norma en cuanto a la oferta que hace la empresa que maneja la Plaza Monumental Aguascalientes, que es donde la Feria tiene su escenario en estos tiempos.

El trascendental anuncio

A continuación, sin más preámbulo, transcribo la información publicada en el número correspondiente al 10 de febrero de 1971 del diario El Sol del Centro, firmada por Everardo Brand Partida, misma que dice lo siguiente:


Sensacional feria taurina en abril. ¡Seis corridas de toros y dos novilladas! El único cartel seguro hasta el momento, encerrona de Rafaelillo

La Feria Taurina de Aguascalientes, que se llevará en la tercera decena de Abril próximo, y los dos primeros días de mayo, precisamente durante la gran Feria Nacional de San Marcos, constará de 8 festejos en total, seis de los cuales serán corridas de toros y los otros dos novilladas, según fue dado a conocer por el empresario Guillermo González.

Sin precedentes en la historia de esta ciudad será la Feria Taurina de que se habla, en forma especial por las seis corridas de toros, que se darán los días 23, 24, 25 y 30 de abril, así como el sábado 1o de mayo y domingo 18 del mismo mes de abril, y la otra fecha bien puede ser el 21 o 22.

Tratando de brindar a Aguascalientes y a su afición la oportunidad de atestiguar una verdadera feria taurina, el señor González dijo que los ocho festejos son seguros, y en los mismos actuarán las figuras de la torería andante mexicana, indudablemente las que más interesan actualmente no solo en nuestro país, sino también en Sudamérica y España.

Agregó que se encuentra en tratos con varios matadores de toros. Algunos de ellos están ya apalabrados y firmados, como el sensacional diestro de Monterrey, Manolo Martínez, quien toreará tres de las seis corridas que se darán durante la feria.

Es también segura la participación del “Volcán de Aguascalientes”, Rafael Rodríguez, de Alfredo Leal, Chucho Solórzano hijo, Raúl Ponce de León y otros. “No descartes la posibilidad de que presentemos también a Eloy Cavazos, José Huerta, Manuel Capetillo y... por qué no, a Francisco “Curro” Rivera”, dijo.

La pregunta se hacía obligada. Pero, Cavazos y Currito Rivera para esas fechas andarán toreando en España, ¿cómo es posible su actuación en el Coso San Marcos?

Con un leve encogimiento de hombros, que dejó muchos caminos abiertos y echó a volar nuestra imaginación, agregó y enfatizó el señor González: “no descartes la posibilidad de que precisamente “Curro” y Eloy estarán en la Feria, al menos en un festejo”.

Con los nombres que baraja la empresa, es conveniente apuntar que se pueden montar magníficas combinaciones, carteles que efectivamente interesen a los aficionados. Uno de ellos, el único seguro, es el del sábado 1o de mayo, cuando Rafael Rodríguez, “El Volcán de Aguascalientes” se encerrará con seis torazos de La Punta.

Se dijo que ese encierro está actualmente en 540 kilos y para cuando venga a ser lidiado en el coso de la calle Democracia, dará sobre la romana más de 600. ¡Ni hablar, verdaderos tíos!

PRECIOSOS ENCIEROS, DE LAS GANADERÍAS MÁS ACREDITADAS EN EL PAÍS, FUERON YA ADQUIRIDOS

Los encierros de que dispone la Empresa, adquiridos con mucha anticipación, desde hace más de un año, proceden de las dehesas de Chucho Cabrera, Valparaíso, José Julián Llaguno, Torrecillas, La Punta y Suárez del Real, Nada se informó sobre los encierros que serán lidiados en las dos novilladas a las que hacemos alusión en líneas anteriores.

Las ganaderías, todas ellas, son extraordinarias, y por sus toros se pelean todas las empresas de México, incluso de la “Catedral del Toreo”, pero ya lo observamos, serán lidiados en Aguascalientes, y nada menos que por las figuras que más apasionan e interesan en la actualidad a los aficionados mexicanos.

Muy posible, dijo finalmente nuestro informante, que sea el encierro de Chucho Cabrera, el que abra la Feria, para ser lidiado posteriormente el de José Julián Llaguno, Valparaíso, Torrecilla y cerrar con el de Suárez del Real, con la participación de los triunfadores de la Feria Taurina de 1971.

En consecuencia

Vista del tendido de Sol de la Plaza de Toros San Marcos
(Circa 1970)
El anuncio de los carteles de la Feria tardaría mes y medio más y se ajustaría en mucho al primer avance dado por el Cabezón González. El efecto que tendría una feria de esa naturaleza sobre la manera de hacer las cosas de los toros en Aguascalientes, a la larga, sería en buena medida devastador, pues si bien Guillermo González procuró ofrecer festejos fuera del periodo ferial, buscando fechas como la Navidad, el Año Nuevo, el mismo 5 de febrero, el 15 de agosto, el 15 de septiembre, el 20 de noviembre y además, tenía un extraordinario sentido de la oportunidad para traer en fechas libres a los principales toreros extranjeros que hacían campaña en nuestro país, quienes le sucedieron en la responsabilidad, se limitaron al periodo abril – mayo, desterrando otros tiempos, terminando con el concepto temporada y reduciéndonos a ser una plaza de feria, con todo lo bueno y lo mucho de malo que ello implica.

Cuando la fecha se llegue, en la siguiente entrada sobre este asunto, veremos en qué culminó la propuesta de Guillermo González Muñoz hace cuatro décadas.

domingo, 6 de febrero de 2011

La Feria de San Marcos y su actual estructura a 40 años vista, I

6 de febrero de 1971: Se inaugura el alumbrado de la Plaza de Toros San Marcos. Curro Rivera mata 6 de Santo Domingo en solitario.

De acuerdo con la versión de don Jesús Gómez Medina, es en junio del año de 1969 que terminó una época en el manejo de los asuntos de la fiesta en Aguascalientes. Don Jesús Ramírez Alonso, después de casi medio siglo, dejó la empresa de la Plaza de Toros San Marcos, para dar paso a la gestión de don Guillermo González Muñoz, quien sería el organizador de los festejos taurinos en nuestra ciudad hasta el año de 1983.

Guillermo González adquiriría la propiedad de la plaza de San Marcos en el año de 1970, de la familia Madrazo Solórzano – en ese tiempo también titulares de la ganadería de La Punta –, según documentos archivados en el Registro de la Propiedad y acometería una serie de reformas a la misma, la primera de ellas, la introducción de un sistema de alumbrado que permitiría la celebración de festejos nocturnos en su ruedo, en previsión de la introducción de una nueva manera de presentar la arista taurina de la Feria de Abril, mejorando la calidad y la cantidad de los festejos que la componían.

Los prolegómenos del festejo

La idea de presenciar una corrida de toros por la noche causó expectación en la afición local y generó curiosidad dado que era en buena medida un espectáculo inusitado en Aguascalientes. Un par de días antes del evento, Everardo Brand Partida, en ese tiempo encargado de la información taurina del diario El Sol del Centro, proporcionaba la siguiente información:


…Es muy grande el interés que ha despertado en la afición no solo de Aguascalientes, sino de varias Entidades circunvecinas e incluso de la misma Capital de la República, la corrida del próximo sábado por la noche en el Coso San Marcos... Ese interés, es oportuno señalarlo, se ha reflejado en la gran demanda que han tenido los boletos de admisión, especialmente del tendido cálido, que en esta ocasión brindará, salvo la distinción, las mismas comodidades que el de sombra. Se trata de una corrida nocturna... es oportuno señalarlo, que después de 25 años volveremos a presenciar una corrida nocturna, en una plaza a la que se le ha introducido un extraordinario sistema de alumbrado… Las pruebas al respecto se verificaron recientemente, y con bastante éxito, ya que se apreció una perfecta visibilidad en el Coso, desde cualesquiera ángulo... Todo en sí, nos hace suponer que el sábado presenciaremos el acontecimiento taurino de la temporada. La inauguración del alumbrado, la lidia por vez primera en el Coso San Marcos de una corrida de Santo Domingo, y la actuación del chaval del ex – diestro Fermín Rivera, “Currito”, quien se las verá ahora, ante seis toros...
Como se desprende de la transcripción, se hacía notar el interés de la afición por el festejo, la facilidad con la que se adquirieron las localidades del tendido de sol, que con precios más económicos, de noche, tenían las mismas ventajas que el de sombra y las excelencias del alumbrado. Asistí a ese festejo y sí recuerdo que efectivamente, el tendido cálido estaba lleno, en tanto que el de sombra tenía grandes huecos en sus localidades. También hay la mención a otro festejo en la noche de un cuarto de siglo antes, pero como veremos después, el mismo se dio, pero no tanto tiempo antes y el alumbrado utilizado en aquella oportunidad, antes de la instalación del que en esta ocasión se inauguraba, fue retirado por completo, según alcanzo a recordar.

El día de la corrida

La ceremonia protocolaria de inauguración del alumbrado ocurrió a las 5 de la tarde del 6 de febrero de 1971. Acudieron el Gobernador del Estado, el Alcalde y lo bendijo el padre Roberto González Padilla, originario de esta tierra y en esas fechas, Capellán de la Plaza México. Entre otras prendas, don Roberto era también un notable aficionado práctico. También asistieron al acto, algunos de los diestros que residían en esta ciudad, como Rafael Rodríguez, Humberto Moro, Alfonso Ramírez Calesero y el mismo Fermín Rivera que acompañaba a su hijo Curro entre otros.

No obstante lo que se pregonaba en las informaciones previas a la corrida, el encierro de Santo Domingo no fue lo que se esperaba. La información publicada en El Sol del Centro del día del festejo dice lo siguiente:

…BONITO, PERO MUY CHICO, EL ENCIERRO DE SANTO DOMINGO; NÚMEROS Y NOMBRES. – Como lo imaginábamos, desde que tuvimos conocimiento de esta corrida y la procedencia del ganado, el encierro de “Santo Domingo”, ganadería que hoy debuta en Aguascalientes, es precioso, muy fino, bastante cómodo de cabeza, muy pareja, empero... muy chico. Si acaso, el toro más pesado, dará en la romana 360 kilos... Esto dio margen a la intervención de las autoridades locales, quienes estarán precisamente en el Palco de la Autoridad esta noche, haciendo un llamado de atención a la empresa, ya que de acuerdo con el Reglamento Taurino en vigor, los toros no dan el peso. Ayer por la mañana, en los mismos corrales de la plaza se suscitó una polémica de uno de los inspectores de espectáculos, quien finalmente accedió a que se lidiara el encierro... Por primera vez una ganadería envió dos toros de reserva. Olvidándonos un poco del tamaño y peso de los astados, recalcamos que el encierro es muy bonito y consideramos que trae una excelente, extraordinaria nota de tienta, lo que dará margen para el lucimiento, para el triunfo de "Currito" Rivera, único espada en el cartel… Los toros que se lidiarán esta noche son: “Campasolo”, marcado con el número 4; “Marquesito”, número 11; “Tunero”, número 215; “Guantero”, número 196; “Faisán”, número 194; “Tunero”, número 221, y los dos de reserva “Peluquero”, número 128 y “Potosino”, número 233, éste un precioso cárdeno, que repetimos, trae una muy buena nota de tienta…
Como podemos ver, el festejo, antes de iniciar, ya suscitaba polémica, pues habiendo razón suficiente para suspenderlo, el mismo se echó para adelante. Sin embargo, su presunto matador no parecía preocuparse por esas pequeñeces, según se desprende de una entrevista que le realizó Everardo Brand minutos antes de la corrida, en el hotel en el que se vestía de torero:

...“Me siento muy bien”, dijo en tono un tanto suave, evitando hacer movimientos en tanto le colocaban la “coleta”, “y pueden afirmar que les cortaré las orejas” agregó “Currito” en tono seguro y determinante... “Sé que los toros están preciosos, y que vienen de ‘Santo Domingo’, es una extraordinaria ganadería, de primera – enfatizó – y siempre salgo muy a gusto con ese ganado”… “Con esta será la cuarta corrida que mato de Santo Domingo, y confío plenamente en el éxito”...
La corrida

Corrida de expectación, corrida de decepción, dice el adagio, y para no dejarlo hueco, se cumplió. Recuerdo que la gente se comenzó a meter con Curro a partir del tercero de la noche y al final salió abroncado, tanto por lo insignificante del encierro, como por lo que le hacía a lo que le salió por la puerta de toriles. Al final, hasta por lo estrambótico del terno que sacó – rosa mexicano y plata – le tocó un rapapolvo. Tal parecía que se cuidaba para mejor cumplir en San Luis Potosí, donde junto con Manolo Martínez era base de una feria de tres festejos en la que también participaba Paquirri. Esa noche fue el principio de una relación de amor – odio entre la afición de Aguascalientes y Curro Rivera.

La relación de Everardo Brand Partida en El Sol del Centro, destaca lo siguiente:

La otra faceta de “Currito”. La apatía. – Tras de desorejar al cuarto de la noche, fue despedido a cojinazos; inaugurando el alumbrado. – Francisco “Curro” Rivera nos mostró, anoche, el reverso de la medalla... su otra faceta, la apatía. Su primera “encerrona” de la que fue escenario el Coso San Marcos y testigo la afición hidrocálida, fracasó rotundamente, y en ese fracaso arrastró a la ganadería debutante en esta plaza, “Santo Domingo”... Sólo de esa forma se explica el triste final que tuvo la corrida nocturna de la que fue único protagonista Francisco Rivera, quien había desorejado a su cuarto enemigo, empero, su abulia y apatía en la lidia de los corridos en primero, segundo, tercero, quinto y sexto lugar, originó la cojiniza que se desató sobre el matador actuante, al doblar “Faisán”, un cárdeno bragado, marcado con el número 194, que cerró plaza... Así demostró el público hidrocálido su indignación por la pobre, desangelada y triste actuación de Curro Rivera...
La actuación de Curro Rivera efectivamente se distinguió por su falta de ajuste, por estar llena de precauciones y sin entrega. Como asegura el cronista de El Sol, no se vio mal en ningún momento, pero tampoco se vio bien, simplemente se vio… apático.

El antecedente inmediato

El día 2 de febrero de 1956, es decir, 15 años antes, no 25, como decía la nota previa al festejo, se ofreció a la afición de Aguascalientes otro festejo nocturno. En aquella oportunidad actuaron ante toros de Heriberto Rodríguez, Luis Procuna, Rafael Rodríguez y se presentaba ante nuestra afición Joselito Huerta. A propósito del encierro a lidiarse, El Sol del Centro de la víspera del festejo, reseñaba lo siguiente:

...amén de lo inusitado que a estas alturas resulta un encierro formado por toros de pelambre castaño, el aficionado pudo apreciar en los de don Heriberto Rodríguez, las características de la casta sanmateína, que tan acertadamente ha conservado el ganadero de Apan. Y pudo apreciar además, que en Apan los barberos están en huelga de brazos caídos, porque ¡vaya que los seis bichos ostentan desarrollada y bien pulida cornamenta!...
Si observamos, la diferencia entre una corrida nocturna y la otra, está bien marcada en cuanto al ganado, pues en esta, los toros resultaron ser uno de los principales atractivos, tanto así, que el reclamo publicitario de la empresa iba en el sentido de invitar a la afición a apreciar el trapío de la corrida en los corrales de la plaza.

Al final, el resultado de este festejo fue exitoso. Rafael Rodríguez cortó la oreja a Cantinero, segundo de la noche y Joselito Huerta desorejó a Cordobés, tercero de la jornada. Luis Procuna estuvo discreto nada más.

40 años después

Les decía que Guillermo González Muñoz preparaba un vuelco en la forma de presentar los toros durante la Feria de San Marcos. La instalación del alumbrado en la Plaza de la calle de la Democracia resultaría ser uno de los ejes sobre los cuales giraría esa gran reforma proyectada. Unos cuantos días después del festejo inaugural, se anunció esa nueva fisonomía de la feria, la que actualmente tiene y que este próximo abril cumplirá 40 años. Con esta, inicio una serie de participaciones acerca de este aniversario, que considero importante para lo que hoy sucede en las cosas de los toros aquí en esta tierra.




 

domingo, 30 de enero de 2011

En el centenario de Armillita I

30 de enero de 1946: Armillita, Manolete y Silverio lidian en El Toreo, el último encierro español que se ha corrido en la capital mexicana

Necesaria aclaración

El día 3 de mayo de este año se cumple el primer centenario del natalicio de don Fermín Espinosa Saucedo Armillita, quien resulta ser, a la luz de los hechos, una de las más altas cumbres de la Historia Universal del Toreo. A partir de este día y cuando menos una vez al mes, procuraré ocuparme de alguno de los hechos notables de su paso por los ruedos del mundo, distintos a los que ya he dejado constancia en las virtuales páginas de esta bitácora. Espero que los encuentren de interés y que sirvan para dejar claro que independientemente de que haya un océano entre América y Europa, la Fiesta es una y así debe seguir siendo.

La temporada 45 – 46 en El Toreo

A la reparación de la ruptura de las relaciones taurinas entre España y México, producida en 1936 y la forma en la que se gestó la temporada en la que se dio la corrida que aquí me ocupa, dediqué otro espacio de esta misma Aldea y a él les reenvío. También escribí ya a propósito del impedimento oficial al ingreso de ganado español a nuestro territorio, a causa de una epizootia de fiebre aftosa, así que para aligerar, les pido también, si es el caso, dirijan sus pasos al espacio relativo.

Solamente añadiré que esa temporada 45 - 46 encontraba en puerta, aparte del serial de El Toreo, la inauguración de una nueva plaza de toros en la capital mexicana. La ya bautizada como Plaza de Toros México, con capacidad inicial de 50,000 espectadores – después reducida en un 10% por disposición gubernativa –, manejada por una empresa distinta a la de La Condesa y con la que se iniciaría una competencia en materia de asuntos taurinos en la Ciudad de México, con el Monstruo de Córdoba como eje de ella, tanto así, que el día 22 de abril de 1946, se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto del Jefe del Departamento del Distrito Federal, Javier Rojo Gómez, limitando la celebración de festejos taurinos a 2 por semana, pues se aducía entre otras cosas, que con más, se afectaba seriamente la actividad productiva y la economía de las familias.

En ese entorno se anuncia en El Toreo un festejo con un cartel encabezado por Armillita, Manolete y Silverio Pérez, para enfrentar un encierro español de origen Murube. Aludo a su origen, dado que en las distintas informaciones que he podido recabar, me encuentro con autores como Guillermo Ernesto Padilla, que aseguran que la corrida era de doña Carmen de Federico, en tanto que Filiberto Mira y Francisco Narbona señalan que los toros fueron de don Luis Vallejo Alba y  por su parte El Tío Carlos simplemente dice que fueron de Murube. Cualquiera que sea el caso, lo único seguro es el origen de los toros, puesto que la familia Urquijo de Federico compró a la familia Murube la ganadería que formaron a partir de ganados de Vistahermosa, vía Arias de Saavedra y en su caso, don Luis Vallejo Alba o compró a doña Carmen de Federico el pie de simiente para formar la suya o como afirma el veterinario Juan José Zaldívar, adquirió directamente de Tomás Murube una fracción de la ganadería de su familia.

Un festejo accidentado

La corrida estuvo envuelta en varios accidentes previos. La presencia de Manolete en las plazas mexicanas representó un revulsivo para las cosas de los toros de este lado del mar. Las entradas para ir a verle se cotizaban a altos precios y las instalaciones para ir a adquirirlas resultaban insuficientes. Me encuentro en el diario El Informador de Guadalajara, la víspera de la corrida, con la siguiente información:

Multa por falta de taquillas. – México D.F., enero 28. – Mil pesos de multa fueron impuestos a la empresa de “El Toreo” por no haber colocado las taquillas que dispuso el Gobierno del Distrito Federal en los terrenos de la plaza, para facilitar la venta de los boletos. Cada semana que pase sin cumplirse, aumentará la multa.

El equivalente en dólares de esa época eran 125 aproximadamente. Y es que las colas que se formaban alrededor del coso hacían imposible la adquisición de las ansiadas localidades. Pero no solo se tomaban medidas gubernativas, el asunto tomó también tintes políticos. Un senador, Vidal Díaz Muñoz, arremetió en contra de las empresas, tanto de El Toreo como de la Plaza México en los siguientes términos:


Continúa la reventa en la Capital. Todas las medidas que se han adoptado, parece que resultan inútiles. – México D.F., enero 29. – El señor senador Vidal Díaz Muñoz, expresó que no se había acabado con la reventa de boletos para los toros, por más medidas que se habían adoptado. Que es vergonzoso que antes de expenderse los boletos en las taquillas oficialmente, la víspera o el mismo día de la corrida, desde varios días anteriores se ven a los revendedores con blocks de boletos en los cafés, peluquerías, clubs y demás sitios de reunión, a donde se trasladó la perseguida reventa de las calles. El senador Díaz Muñoz hace responsable de esta reventa al gerente de El Toreo, Antonio Algara, de quien dijo que era un personajillo que al parecer goza de grandes favores oficiales. También dijo el mismo senador que los precios en la nueva plaza México eran excesivos, lo que demuestra que su dueño, el licenciado Neguib Simón va igualmente por el camino de la especulación y la explotación.
Ese era el ambiente en el que se iba a desarrollar la corrida a la que me referiré enseguida.

Armillita sin los toros de Murube

Al final de cuentas Fermín El Sabio no lidió ninguno de los toros españoles que le hubieran correspondido, sino dos de Zacatepec, de la misma procedencia, pero de origen nacional. En el sorteo se desechó uno de los de Urquijo o Vallejo – según la versión que se acepte – por chico y el cuarto de la tarde fue devuelto por manso, así que acabó enfrentando dos pupilos criados en Tlaxcala por don Daniel Muñoz, quien después de haber intentado fusionar los ganados familiares de origen Piedras Negras con simiente zacatecana de San Mateo que le facilitara su amigo don Antonio Llaguno, se decantó por lo saavedreño, vía Murube, siendo una de las contadas ganaderías mexicanas que se mantuvieron fieles a esa línea de sangre.

¿Cómo fue la actuación de Armillita en esta señalada tarde? Voy a recurrir a la relación de don Carlos Septién García El Tío Carlos, que en el diario El Universal publicó la crónica de la corrida bajo el título Manuel Rodríguez Manolete o la pureza del arte y que de la actuación del Maestro Armillit, destaca lo siguiente:

FERMÍN: El de Saltillo – vestido de paja y oro, como trigo maduro – salió por la victoria. Pase a pase, lance a lance, fue elaborando un triunfo sólido, consciente, sereno; dijérase que Fermín estaba cuidando su tarde con el mismo esmero cariñoso con que se cuida un toro suave y dócil. Fermín quería cortarle las orejas a la tarde... Era ese Fermín distinto que hemos visto desde que llegara “Manolete”: el Fermín que despojado de su profesoral indiferencia ante los retozos más o menos brillantes de sus discípulos, ha encontrado en la solemne presencia del cordobés un estímulo digno para hacer esplender toda la vasta dimensión de su ciencia... Así, el toreo de Armillita ha dejado de ser el monólogo entristecido o la algarabía sofística que solía ser antes, cuando no había quien lo entendiera o cuando, aburrido, apelaba al engaño para recibir algún calor de palmas. Hoy es un diálogo levantado, profundo: diálogo que, en mutua fecundación, se ha entablado entre la plenitud de Fermín y la liturgia de Manuel Rodríguez. Diálogo cuyas frases de clásica prosa imperial están siendo nuestro regalo y nuestro afán... “Número 28”, de Murube, fue el cuarto. Negro, apretado de encornaduras y bizco, astillado del derecho. Chico también, como todos los de esta tarde. Salió trotón; luego se puso abanto; después se dio a revolver al revés. Por fin, se mantuvo con la cabezota alta... En un derroche de maestría, Fermín lo recogió, lo hizo humillar y luego se lo pasó en varios lances seguidos. Lo que se llama corregir los defectos y luego torear con lucimiento... Vinieron las varas y el toro salió suelto... Luego, el toro hizo asco y por evidente mansedumbre, fue devuelto... En sustitución apareció un toro de Zacatepec, negro bragado, chico y sacudido... Tres varas y el toro salió suelto... Como preludio, un pase de costado; un pase alto y un natural y otro pase por abajo... Luego se lo llevó a los medios. Y allí trazó cinco pases naturales, dos de ellos muy buenos, los otros con ligero enmiendo... Un pase alto; otro de pecho, y de nuevo por abajo. El animal huía por momentos. Además, había necesidad de acosarlo para que embistiera. Fermín lo probó así, cuando en un descanso le metió la muleta hasta los propios hocicos y se la agitó varias veces. Como si se lo hiciera al “Caballito”... A fuerza de aguante, Fermín logró tres derechazos muy ceñidos, toreando con el brazo, y un derechazo con remate alto en el que sintió el calor del toro, y en el que aguantó un gañafón... Se marchó el toro a su querencia de toriles. Y allí lo siguió toreando por alto y por abajo. Luego, con pases de tirón, lo sacó de la querencia para volverlo a citar al pase natural; sólo que el toro rehusó la pelea y, huyendo, volvió a las tablas... Allá fue entonces Fermín. Se dobló con él varias veces. Lo volvió a sacar, y el toro se volvió a marchar. Una lucha con el bueyote... Al fin, en la propia querencia de tablas, Fermín toreó en cuatro derechazos magníficos. Al final de ellos pescó por el rabo al manso para hacerlo regresar. Lo dobló varias ocasiones más para igualarlo, y entrando con habilidad, dejó una estocada caída que hizo doblar. Se levantó el toro y al fin cayó definitivamente... La mayoría pidió la oreja. La minoría la rechazó. Fermín, entonces, al igual que Manolete en el toro anterior, hizo un signo diciendo que para él estaba bien ganada. Y se la guardó tranquilamente en la bolsa de la chaquetilla... Y les peló los dientes a los que le chillaban… Vueltas al ruedo, salida a los medios, música maestro... Fermín había cuidado su triunfo con cariño”.

Manolete cortó un rabo esa tarde y Silverio Pérez estuvo discreto. De allí el título de la crónica de El Tío Carlos. No obstante, la actuación de Fermín Espinosa, según se retiene de la relación transcrita, deja en claro que todos los toros tienen faena posible – sobre todo cuando se tiene que defender el sitio que de figura se tiene – nada más es cuestión de sabérselas hacer y de encontrar el terreno en que la misma sea posible, lo que para Armillita era el eje de su tauromaquia, escribiendo con ello una de las páginas importantes de su historia.


Espero que disfruten esto, como yo lo he hecho al prepararlo.

domingo, 23 de enero de 2011

¿Hacia un nuevo Pacto de Texmelucan? (II/II)

La Temporada Relámpago


La imagen habla por sí sola
 La gestión de Torres Caballero concluyó el 10 de marzo de 1940. Para entonces ya estaba constituida la sociedad Unión Taurina S. de R.L., mediante la cual, los ganaderos del Pacto de Texmelucan se constituyeron en empresa de El Toreo, designando como Gerente al ganadero de Quiriceo, Jorge Jiménez del Moral. Esa sociedad ofreció una Temporada Relámpago, que inicialmente constaría de 7 festejos, pero que como su antecesora, terminó una corrida antes de lo originalmente anunciado.

Los toreros que harían breve serial, que se desarrollaría entre el 24 de marzo y el 28 de abril de 1940, serían Fermín Espinosa Armillita, Jesús Solórzano, Alberto Balderas y Silverio Pérez, que se enfrentarían a encierros de Piedras Negras, La Laguna, La Punta, San Diego de los Padres, Coaxamalucan y Rancho Seco. Es en esta temporada es cuando Silverio Pérez se encuentra con Pizpireto de La Punta y realiza una de las más recordadas faenas de su historia en los ruedos.

La Temporada 39 – 40 y la Relámpago se realizaron con llenos en todos sus festejos. La primera inició animosa y conforme fue avanzando, esa alegría de la afición se transformó en animosidad hacia los hermanos Llaguno y Lorenzo Garza principalmente, a quienes culpaban del fracaso de ella. Por su brevedad, la segunda transcurrió con el gusto de la afición, que después de 14 fechas, esperaba ver a los toreros preteridos en la anterior y disfrutó de la presencia y del juego de los toros de las ganaderías de Tlaxcala, de La Punta y de San Diego de los Padres, que superaron con mucho el promedio de lo que se apreció en la anterior.

Al final de cuentas, para 1941 los bandos se reunificaron, pues entendieron que ninguno de los dos tenía la fuerza suficiente para echar fuera al otro, aunque quizás las oposiciones personales tardaron más en darse por terminadas.

El golpe de mano de don Antonio Llaguno

¿Cuál fue la motivación de don Antonio Llaguno para apostar en la forma que lo hizo en la temporada 1939 – 40? Creo que encontraremos algunas respuestas en el siguiente desarrollo que hace Luis Niño de Rivera en su obra Sangre de Llaguno:


...Había sin lugar a duda ganaderos de prosapia y de prestigio que dominaban el panorama nacional, como los González de Piedras Negras, los Barbabosa de Atenco, Santín y San Diego de los Padres, don José María González Pavón de Tepeyahualco, y los de la Peña de El Cazadero, entre no muchos otros... Los Llaguno naturalmente no pertenecían a la grey taurina de esos tiempos, eran unos intrusos propiamente, sin abolengo dentro de la fiesta brava, que de buenas a primeras querían irrumpir en el medio sin mayor legitimidad... Para el 16 de octubre de 1930, fecha en la cual se reunieron doce ganaderos de bravo, representando once hierros, con el propósito de formar una asociación civil, que a la postre llevó el nombre de Unión de Criadores de Toros de Lidia A.C., Antonio y Julián Llaguno gozaban de un elevado prestigio como criadores. La decisión que tomó Antonio fue de no formar parte de esa asociación civil, puesto que en su opinión no tenía nada que compartir con los demás ganaderos, ni había olvidado los menosprecios y malos tratos recibidos... No solo nunca ingresó a la unión, sino que poco antes de morir pidió a su hijo y a su hermano que nunca lo hicieran...


Publicidad de los logros ganaderos, no
de lidia de don Antonio Llaguno
 Esa falta de empatía con los que les antecedieron en el inicio de la crianza del toro de lidia en México por una parte y por la otra, el hecho de que don Antonio y don Julián Llaguno iniciaban una nueva forma de llevar una ganadería brava, apoyados en los conocimientos obtenidos en el manejo de ganado de abasto y lechero, actividad en la que también sobresalieron, son los que le motivaron en un inicio a mantenerse fuera de la Unión de Criadores, aunque habrá que dejar claro que por su parte, en 1938 auspició la formación de la Unión Mexicana de Ganaderos de Reses Bravas, en la que aparte de San Mateo y Torrecilla participaban las ganaderías de Torreón de Cañas, Carlos Cuevas, Lorenzo Garza, Heriberto Rodríguez y Ayala entre las más destacadas, dándose la temporada 39 - 40 con las 5 primeras la temporada en cuestión.


Entonces, me parece que la apuesta no era tanto el signo de una lucha por el poder en la fiesta, sino un intento de obtener el espacio que correspondía a una nueva manera de llevar la ganadería mexicana, menos dejada al azar y más apoyada en lo que las ciencias zootécnicas y pecuarias tenían dispuesto hasta ese momento, un espacio que don Antonio creyó que estaba listo en ese momento.

Luis Niño de Rivera afirma que don Antonio Llaguno salió airoso del trance, pero la historia nos demuestra que pasarían aproximadamente tres décadas para que su concepto en la crianza del toro acabara por imponerse, pues es prácticamente hasta la década de los setenta del pasado siglo, cuando las ganaderías que descienden del tronco San Mateo acaparan el gusto de los toreros y las que en su día formaron el Pacto de Texmelucan, pasan a un plano más discreto.

La situación en nuestros días

Resulta curioso que en el grupo de ganaderos que sostienen la candidatura de José Arturo Jiménez Mangas se encuentre la médula del grupo de los que importaron simiente española en la década de los noventa o adquirieron de ella después de traída al país, proponiendo con esa importación una nueva manera de criar al toro de lidia en México.

Ese grupo de ganaderos, por encaste, son los siguientes:

Domecq: Benigno Pérez Lizaur – Santa María De Xalpa; José Antonio González Esnaurrizar – El Grullo; José González Dorantes – La Joya; Octaviano García Rodríguez (Hijo) – Los García; Juan Pedro Barroso Díaz Torre – Jaral De Peñas y Villa Alegre.

Santa Coloma - Buendía: José Arturo Jiménez Mangas – San José y El Rosedal; Eduardo Martínez Urquidi – Los Encinos; Jorge Medina Ibarra – Medina Ibarra; José Chafik Hamdam Amad – San Martín.

Atanasio Fernández: Ramón Álvarez Bilbao – Barralva.

Murube: Sergio Hernández González – Rancho Seco.

A estos ganaderos se suman otros de notable presencia en el campo bravo mexicano, como los señores Marco Antonio González Villa de Piedras Negras; Fernando de la Mora Ovando de Fernando de la Mora; Germán Mercado Lamm de Montecristo y Cieneguilla; Javier Sordo Bringas de Xajay y Villar del Águila; Marcos García Vivanco de San Mateo, San Marcos y San Lucas, los sucesores de Felipe González González de Coaxamalucan, Roberto Gómez Canobbio de Teófilo Gómez y Galindo y Pedro Garfias Sitges de Garfias entre los más destacados.

Como se puede ver, la médula del grupo que impulsa la candidatura del ganadero de San José está conformada por varios de los más destacados criadores mexicanos de este momento, lo que me sugiere que el gobierno de la Asociación de Criadores y quizás la manera de hacer las cosas en la fiesta aquí en México está por llegar a un punto de inflexión en el cual, las cosas pudieran mantenerse tal cual están o cambiar de una manera radical, no al extremo de los años 39 y 40 del siglo pasado, pero sí en una manera similar, dado que hay algunas circunstancias que se asemejan.


La afición recriminaba la reiterada presencia de Garza y
El Soldado en los carteles
 En primer término, los ganaderos que apoyan la candidatura de José Arturo Jiménez Mangas, al aceptar que la simiente nacional requería al menos ser refrescada con sangre española, implícitamente proponen una nueva forma de criar al toro de lidia en México. Esta actitud guarda cierto paralelismo con la de don Antonio Llaguno de hace 71 años, cuando creyó que estaba en la posibilidad de demostrar que los tiempos habían cambiado y que las cosas deberían hacerse de una forma diferente a la que venían haciéndose desde décadas atrás.

En segundo término, aunque no hay conflictos legales por la tenencia de la principal plaza de la Capital de la República en sí, pero en la actualidad, la sociedad que hace empresa en la Plaza México y su principal cabeza visible enfrentan problemas judiciales de tipo fiscal, aun sub – iudice, pero problemas legales al fin, que como en 1939 – 40 podrían generar un vuelco en la manera en la que ese escenario se maneja.

Y aparte, aunque la reacción es diferente, la afición está descontenta con la forma en la que las cosas de los toros les son ofertadas, tanto en el aspecto de promoción empresarial, como en el de la manera en la que el toro se comporta en el ruedo en los últimos años. Hoy la afición no llena la plaza y protesta, simplemente no acude más que a los festejos que en el papel son los más señalados.

Quizás esos son los motivos que impulsan a los ganaderos que secundan la candidatura de Jiménez Mangas para ocupar la Presidencia de la Asociación de Criadores de Toros de Lidia, la visión en ellas de una oportunidad de cambiarlas y de dar un nuevo rumbo a la fiesta de toros en México.

Lo que pudiera esperarse

José Marrón Cajiga está físicamente disminuido. Llega este domingo 23 de enero a la Asamblea de los ganaderos en condiciones precarias de salud tras de pasar por una cirugía que por la descripción que él mismo hizo a los medios – y por lo que mis amigos cirujanos me refieren de ella – fue una reparación de una hernia hiatal, lo que requiere un extenso periodo de recuperación. Aún así, ha anunciado que irá por la reelección en su cargo.

La duda aquí es, si logra la reelección, sus condiciones de salud le permitirán mantenerse al frente de los asuntos de la agrupación, o sí una vez logrado su objetivo, tendrá que retirarse a convalecer y dejar sus responsabilidades en manos del resto del Consejo Directivo. Esto puede, al final de cuentas, convertirse en un hándicap en su contra a la hora de la toma de la decisión por los votantes, pues todo indica que no estaría en condiciones de garantizar su presencia en la dirección de los asuntos de la Asociación de manera personal, al menos por un tiempo.

En conclusión


La recepción de la afición a Balderas y
Solórzano en la Temporada Relámpago
 Las similitudes de lo sucedido en 1939 y 40 con la actualidad no son absolutas. No creo que los criadores de toros de lidia se fragmenten en dos grupos antagónicos capaces de dividir a la fiesta, así como tampoco existen toreros con la fuerza suficiente para por ellos mismos, atraer a la afición sin necesidad de los demás – nacionales y extranjeros – de tal manera que esos factores pueden excluirse.

La única y principal circunstancia que coincide con aquellos tiempos, es el intento de proponer una forma nueva y diferente de criar toros de lidia. Un grupo emergente de ganaderos, pero en esta oportunidad apoyado por varios criadores de gran prosapia, intenta acceder al gobierno de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, para desde allí, impulsar esa nueva visión.

Aquí el cuestionamiento es: ¿tendrán los seguidores de Jiménez Mangas el suficiente tirón al interior de su agrupación para lograrlo?

La respuesta no la conozco, pero sí estoy seguro, como aficionado, que ya es tiempo de que en las plazas se vea mayor variedad genética en el ganado que se lidia y la emotividad que genera la bravura del toro, misma que, hace muchos años solo vemos esporádicamente.

domingo, 16 de enero de 2011

¿Hacia un nuevo Pacto de Texmelucan? (I/II)

El pasado 13 de diciembre se dio a conocer el siguiente comunicado:


BOLETÍN DE PRENSA. – México D.F. a 13 de diciembre de 2010. – Atención: Don José Marrón Cajiga / Presidente de la ANCTL. – Miembros de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia A.C. – Medios de Comunicación. – PRESENTE.

Estimados Señores: Por medio del presente, les informo que un grupo de ganaderos interesados en su Asociación, en la sustentabilidad de la fiesta de los toros, y en particular, de la productividad de la ganadería brava, me manifiestan su apoyo para que participe en las próximas elecciones para Presidente y Consejo Directivo en el marco de nuestra Asamblea anual a celebrarse en Guadalajara Jalisco el próximo 28 de Enero.

Es por esto que he decidido integrar y presentar una planilla con el compromiso personal de dedicarle todo mi esfuerzo para llevar a buen término los objetivos planteados en nuestra plataforma electoral, actualmente en proceso de análisis y desarrollo, con base en los siguientes puntos:

- Servicio a los Asociados en materia administrativa, sistemas, fiscal, promoción, abasto y gestiones ante todas las dependencias de gobierno.
- Transparencia y descentralización de las gestiones de administración.
- Defensa y fomento de la fiesta.
- Continuar con los trabajos del libro genealógico de pureza de raza.

Invitamos a todos nuestros compañeros ganaderos a que se sumen a enriquecer los planes y objetivos para elaborar el plan de trabajo que seguiremos, para tal efecto, los mantendremos informados e invitaremos a las juntas de trabajo que para estos efectos llevaremos a cabo previos a nuestra Asamblea de Guadalajara.

Atentamente

Firmado: José Arturo Jiménez Mangas. Ganadero de San José.
La respuesta del actual Presidente de la ANCTL, José Marrón Cajiga, titular de los hierros que van a su nombre y de San Diego de los Padres, se produce dos días después en una entrevista grabada que le realizó Juan Antonio de Labra, manifestó entre otras cosas lo siguiente:
Yo creo que los tiempos han ido cambiando y definitivamente están en todo su derecho de anunciar el buscar la mesa directiva para las próximas elecciones que serán el 28 de 2011 en la ciudad de Guadalajara... lo único que sí... se nos hizo un tanto precipitado y sentimos que no se respetaron ni las fechas, ni las formas... ¿Por qué decimos que no se respetaron las fechas y las formas? Todo el mundo sabe que hay una propuesta para que se celebre la convención o la asamblea en la ciudad de Guadalajara el 28 de enero, pero la convocatoria no ha sido emitida y no ha salido todavía de las oficinas de la Asociación. Entonces, si no hay una convocatoria, se nos hizo raro que ya haya una mesa directiva y que incluso en algún medio impreso saliera una fotografía diciendo que eran los próximos directivos de la Asociación. Por lo demás, están en todo su derecho y qué bueno que lo están haciendo con esa apertura.

Normalmente, desde los años cuarenta, todos los presidentes de la Asociación se han reelegido y han hecho una gestión de cuatro años en lugar de dos, exceptuando, si no me falla la memoria, solo don Raúl González y el Licenciado Lugo Verduzco no habían repetido en el puesto… en muchas reuniones, con muchos ganaderos, al visitarlos en la provincia, precisamente en Aguascalientes, en una comida, yo les externé que a lo mejor no me reelegía… pero dadas estas circunstancias, he tomado la decisión con todo mi equipo de trabajo y con toda la gente que ha estado conmigo, de cerrar filas y de sí buscar la reelección el próximo mes de enero… Yo en este momento seguiré haciendo la depuración que se ha estado haciendo estos dos últimos años…
José Arturo Jiménez Mangas, titular de los hierros de San José y El Rosedal, es uno de los ganaderos mexicanos que junto con Pepe Chafik y Eduardo Martínez Urquidi impulsaron la reapertura a la importación de ganado de lidia español para simiente en la mitad de la década de los noventa, proponiendo con ello una nueva manera de criar toros de lidia en México.

Ello que me sugiere que el gobierno de la Asociación de Criadores y quizás la manera de hacer las cosas en la fiesta aquí en México está por llegar a un punto de inflexión en el cual, las cosas pudieran mantenerse tal cual están o cambiar de una manera radical. Por ello es que el estado que guardan en la actualidad me sugieren en alguna medida, lo que sucedió en 1939, cuando se produjo lo que se conoce en la historia como el Pacto de San Martín Texmelucan, lo que paso a contarles enseguida.

El Pacto de San Martín Texmelucan

Desde quizás la mitad de la década de los treinta del Siglo XX, la propiedad de la Plaza El Toreo, que correspondía a la sociedad El Toreo S.A., tenía iniciados diversos litigios para recuperar la posesión del inmueble de la Colonia Condesa de manos de las diversas personas y entidades que la explotaban. Una de ellas era Espectáculos Taurinos S. de R.L., cuya cabeza visible era el Licenciado Jesús Torres Caballero. La carrera política de este último – era Diputado Federal – y el desgaste que producía la constante defensa de la tenencia de la plaza ante los Tribunales, le comenzaron a producir dificultades para manejar adecuadamente sus negocios taurinos. Tanto así, que comenzó a ceder en plena temporada la plaza a distintos empresarios, a efecto de completar el número de festejos ofrecidos dentro del derecho de apartado. Esa es la historia por ejemplo, de las corridas que organizaron Dominguín y el Coronel Manuel Escalante en 1938 con los encierros españoles que trajo don Domingo y entre los que venía el famoso Tapabocas de Coquilla.

El Toreo de la Condesa, obra Margaret Bourke White y pertenece
al acervo de la revista LIFE, archivado en Google
Esta versión parece confirmarla el propio Coronel Escalante, que en entrevista concedida a Carmen Torreblanca Sánchez Cervantes, publicada en el número 219 de La Lidia de México, aparecido el 14 de febrero de 1947, dijo lo siguiente:

…Dominguín para mi gusto, es el mejor empresario de toros… dábamos las temporadas enjuiciados por el Dr. Luna, quien nos peleaba el derecho de arrendamiento sobre la plaza, logramos, merced a carteles que entusiasmaban al público… al fin ganamos el litigio en tercera instancia en la Corte, más diez días después de que ésta falló en nuestro favor, un decreto presidencial del General Cárdenas manifestó que la Beneficencia Pública era la única autorizada para manejar, dentro de la Capital, la fiesta taurina… Para el año 1938 Dominguín y yo dimos cinco corridas con ganado español que vino de María Montalvo, de San Fernando, de Coquilla y de Parladé… Terminó más tarde el Chato Padilla su gestión y tomó la Gerencia el Lic. Torres Caballero, dentro de cuya actuación todavía dimos combinando con él, tres festejos y dos más por nuestra exclusiva cuenta.

Concluido ese periodo, los co – propietarios de la plaza, “Inversiones Prediales”, representada por doña Amada Díaz de De la Torre, Fernando Romero Quintana, Lic. Antonio Pérez Verdía y el señor Toledo que había comprado la parte que correspondía a Isidoro de la Torre, dieron el contrato al Dr. Gaona, quien formó sociedad con Anacarsis Peralta…
Dentro de ese ceder la plaza para concluir las temporadas, resultaba luego que no se cumplían contratos con toreros, ganaderos y al cabo de un par de años de esa clase de componendas de la empresa constituida con las temporales, se produjo una ruptura que redundó en el referido Pacto, además de que, conforme a los que celebraron el mismo, se dieron otras anomalías, según se lee en la nota publicada en el semanario El Redondel – sin expresar su fecha – y recopilada por Guillermo Ernesto Padilla en su Historia de la Plaza El Toreo, que dice lo que sigue:


…Muy movida ha sido la semana en acontecimientos taurinos, que podríamos llamar de entre bastidores, siendo la nota sensacional la que dieron ayer varios diestros famosos y la Unión de Criadores de Toros de Lidia, al firmar un pacto para no aportar su contingente a la empresa Torres Caballero, en virtud de que esta, el año pasado, tuvo notorias preferencias para ciertos diestros y determinados ganaderos, política que, según todos los indicios, se piensa seguir durante la temporada en puerta.

Así las cosas, Fermín Espinosa ‘Armillita’ telegrafió a Alberto Balderas y a Jesús Solórzano, que se encontraban en León, para que vinieran a México, habiendo celebrado una junta los tres, más el representante de Silverio Pérez, junta en la que acordaron no contratarse con la empresa Torres Caballero, en virtud de que esta obró el año pasado en favor de ciertos elementos, perjudicando a otros, como lo prueba el hecho de que ‘Armillita’ le aceptó la rescisión de su contrato; de que a Balderas se le quedó a deber una corrida, y de que a Solórzano le dejó fuera de la temporada sin razón alguna para ello…
A más de lo anterior, se acusaba a Torres Caballero de preferir a los toros de los hermanos Llaguno y a Lorenzo Garza y a El Soldado para armar los carteles más rematados de las últimas temporadas.

La temporada 1939 – 40

Las tres primeras ganaderías que lidiaron la temporada 1939 - 40
Los hechos anteriores motivaron que se diera en dos partes. La primera, organizada por la empresa de Torres Caballero contaría con encierros de San Mateo, Torrecilla, Lorenzo Garza – debutaba como ganadero –, Carlos Cuevas y Torreón de Cañas y con los diestros Lorenzo Garza, Luis Castro El Soldado, Paco Gorráez, Fermín Rivera, José González Carnicerito, David Liceaga y Luciano Contreras. Para completar el elenco, recibirían la alternativa Ricardo Torres y Alfonso Ramírez Calesero y la confirmaría Eduardo Solórzano.

Esa temporada constó de 14 corridas, pues la décimo quinta ya no se dio por un conflicto entre la Unión de Matadores y la empresa. En ella el peso ganadero lo llevaron San Mateo y Torrecilla que enviaron 75 toros de los 132 lidiados (47 y 28), con resultados que rayaron en la irregularidad en cuanto a juego y en lo tocante a la presentación, evidentemente predominó lo impresentable. En cuanto a hazañas de los diestros, tampoco hay mucho que contar, pues cuando falta el toro, todo lo demás también está ausente.

La próxima semana concluiré con estos apuntes.

Aldeanos