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domingo, 27 de julio de 2014

28 de julio de 1940: Manuel Gutiérrez Espartero recibe en Torreón la alternativa por primera vez

Manuel Gutiérrez Espartero
Manuel Gutiérrez Sánchez, quien el 10 de febrero de este año hubiera cumplido cien años de edad, fue conocido en los ruedos de España y México como El Espartero o Espartero – en los ruedos hispanos se le anunciaba con frecuencia como Espartero de México – a secas y es el suyo uno de esos casos que trascienden al aspecto meramente histórico de la fiesta y también van lo que va más allá de la mera estadística o la anécdota, según intentaré contarles enseguida.

Espartero se presentó como novillero en El Toreo de la Condesa el 21 de mayo de 1933 y a partir de entonces desarrolló una larga carrera en el escalafón menor, principalmente por las plazas del Norte de la República, que le llevó a obtener la alternativa que da motivo a esta entrada. 

La corrida fue programada para el domingo 28 de julio de 1940, eligiéndose para la ocasión un encierro de la ganadería tlaxcalteca de Santiago Garibay. El padrino de la ceremonia sería El Tigre de Guanajuato Juan Silveti, quien reaparecía en los ruedos de México después de una década de ausencia de ellos y fungiría como testigo el muletero de Singuilucan, Heriberto García. La nota de prensa previa al festejo señala lo siguiente:
Juan Silveti “El Tigre de Guanajuato”, una de las más grandes glorias del toreo mexicano, se presentará en la plaza “Torreón” el próximo domingo, al lado de Heriberto García, el muletero cumbre de todas las épocas y de “El Espartero” quien recibirá la alternativa, lidiando 6 grandes toros de la ganadería de Santiago Garibay de Tlaxcala… Silveti, indudablemente uno de los toreros que más grandes triunfos ha alcanzado en su carrera, no ha permitido que el tiempo doblegue su valor y la pureza de su estilo de lidiador macho y ahora, al lado de Heriberto y “El Espartero”, tratará de revivir aquellos inolvidables triunfos que en México y España dieron lugar a las más grandes alabanzas y formaran los triunfos más completos de torero alguno… Los toros se encuentran ya en los corrales de la plaza y han sido admirados por los aficionados. Se trata de un lote grande, con poder y presentados inmejorablemente. La nueva ganadería acusa sangre y es de esperarse que su presentación en esta plaza constituya el definitivo renglón de fama para el futuro.
Sin duda, el atractivo del cartel era el legendario diestro que toreaba en su campaña de reaparición ante los aficionados mexicanos, no obstante que llevaba ya veinticuatro años de alternativa y varias cornadas muy graves, y aunque se podía suponer con validez que no se encontraba en su mejor forma, el gran Meco no dejaba de ser un aliciente en cualquier cartel que encabezaba. Por otra parte, también resultaba un atractivo adicional el hecho de que el escalafón de matadores de toros se vería incrementado por un nuevo valor en la persona de Manuel Gutiérrez.

Al final de los hechos la corrida, de acuerdo con la crónica que de ella se escribió, fue una de esas que quedan para el recuerdo y Silveti fue parte esencial de ese éxito, según leemos en la crónica de Puyazo, publicada en el diario El Siglo de Torreón al día siguiente del festejo:
Silveti fue ayer el mismo que aplaudimos en los tiempos de la trilogía que formaban Gaona y el trianero Belmonte. Reapareció poseído de inspiración y de un valor seco, dándonos en compañía de Heriberto y “El Espartero” una gran corrida en que se lidiaron seis bichos bien armados, grandes y fuertes… Debido quizás a la tirante situación pecuniaria, a los dos millares de laguneros que como excursionistas salieron ayer a la capital, a la presentación de una corrida desconocida, cuyo ganado con su sola presencia podía demostrar al más neófito que se trataba de una ganadería de la más pura sangre brava, pelo brillante, pezuña corta y finísimo corte y largo y sedoso rabo, o por lo que quieran y gusten, la verdad es que el público no correspondió en esta ocasión. ¿Causas?... las que ustedes gusten… “Barrabás” una catedral con cuernos, marcada con el número 80, con algo así como 400 kilos en la canal, negro listón, es el dedicado para doctorar a Manuel Gutiérrez “El Espartero” el que abre plaza… Apenas es corrido por Alfredo Aguilar, ya tenemos a Manuel quien lo saluda con dos lances, saliendo desarmado. Silveti da 2 lances y el burel salta al callejón en dos ocasiones. Toma de los de aúpa 4 caricias en cambio de dos caídas. Alfredo Aguilar pone par y medio y Pineda uno, todos a la media vuelta… Juan Silveti cede los trastos toricidas a Manuel Gutiérrez “Espartero” y lo despide con un abrazo que merece los honores de aplausos y diana… Manuel, de bugambilia y oro da tres pases distanciado, para previo un pinchazo dejar una con alivio que bastó. Aplausos… Resumen: El público satisfecho ya que se puede considerar que fue una gran tarde de toros de las que no suelen verse ya ni una vez al año… De los diestros, a fuer de ser sinceros, debemos decir que nadie esperaba que Juan Silveti estuviera en tan buenas condiciones físicas y que aún se arrima como los bravos. Heriberto un tanto apático en su primero, en el 5o se sacó la espina, ya que hizo la mejor faena de la tarde, en cuanto al nuevo matador, Manuel Gutiérrez “Espartero”, lo que le faltó de suerte en el de la alternativa, le sobró en el que cerró plaza… Bregando “Yucateco” y “Gaonita” y banderilleando, “Yucateco” y “Morenito”. De los del castoreño, los hermanos Carmona. Y es una lástima que por culpa del pésimo servicio de plaza, fuera muerto un caballo por el cuarto toro, lo que no hubiera sucedido tal vez si ahí hubiera estado Simplicio, cuya ausencia se ha notado últimamente. El ganado magnífico en general, sobresaliendo los lidiados en quinto, sexto y segundo lugares, sobre todo este último, uno de mis predilectos que recibió CINCO VARAS EN REGLA sin volver la cara. Vaya mi aplauso sincero al Sr. Santiago Garibay, cuya fama dejó bien sentada en esta su presentación en tierras laguneras de su magnífico ganado de lidia…
Quiero reparar en la narración que se hace de la primera faena de muleta de Juan Sin Miedo. Es un recuento de las suertes que realizó el torero y que es como sigue:
“Espartero” retorna los trastos toricidas al “Meco” quien brinda a sus cuates, los del tendido cálido y tras uno por abajo, uno de rodillas, uno de rodillas por abajo, un alto, uno de costado, un alto, dos de costado, dos por abajo, uno de pitón a pitón, un doblón, uno de costado espeluznante, para una desprendida que partió la herradura… Ovación, oreja, vuelta al ruedo, música y obsequio de todo el tendido cálido que ha recorrido la montera del guanajuatense…
Es la descripción de una tauromaquia añeja, ya por esas fechas condenada al desuso, pero que todavía estaba vigente en la memoria de la afición de esas calendas y por lo tanto, era capaz de apreciarla, de degustarla y de justipreciarla.

Una tarde madrileña de Espartero
Decía al titular esta entrada que esta alternativa era la primera que recibía Manuel Gutiérrez Espartero y efectivamente, así fue. Poco más de un año después, el 24 de agosto de 1941, en Ciudad Juárez, Lorenzo Garza le haría una segunda cesión de trastos, con toros de la ganadería de San Mateo, para doctorarle por segunda ocasión. Una tercera alternativa, el 5 de octubre de 1941, tendría lugar en el mismo Torreón, Coahuila, cuando el mismo Lorenzo Garza cediera a Espartero el toro Saltillero, de Atenco. Este último doctorado lo confirmó Manuel Gutiérrez en El Toreo de la Condesa – allí se le anunció como el ahijado de Garza – el 7 de diciembre de ese 1941, apadrinándole otra vez El Ave de las Tempestades en la cesión del toro Perdigón de San Mateo y en Madrid el 15 de agosto de 1945, siendo su padrino Mario Cabré y fungiendo como testigos Rafael Ponce Rafaelillo y el mexicano Andrés Blando, quien también confirmó su alternativa. El toro de la ceremonia fue Azafranero de los Hermanos Hidalgo.

Posteriormente Espartero renunciaría a esa última alternativa y volvería a torear como novillero, para recibir los trastos por sexta ocasión – cuatro alternativas y dos confirmaciones – esta vez el 11 de octubre de 1959, en Mérida, Yucatán, donde Alfonso Ramírez Calesero, en presencia de Luis Procuna, le volvió a investir como matador de toros.

Manuel Gutiérrez Sánchez Espartero, un caso singular en la historia del toreo, falleció el 20 de diciembre de 1997, a los 83 años de edad, a causa de un accidente de tráfico.

domingo, 4 de mayo de 2014

Las alternativas en la plaza de toros Monumental Aguascalientes

La plaza de toros Monumental Aguascalientes cumple 40 años de haber sido inaugurada el 23 de noviembre de este año. Durante los próximos meses recordaré algunos de los fastos ocurridos en su redondel. El primero de ellos consiste en que el toro que se mató en lo que en esos días era la nueva plaza de toros Monumental, fue un toro de alternativa. Pasadas cuatro décadas, dieciocho son los toreros que han sido investidos como matadores de toros en su ruedo y once de ellos vieron la primera luz en esta Ciudad. 

Con esa base, pasemos pues a revisar esta parte de la historia nuestra plaza y recordemos que en su momento, las alternativas aquí reseñadas representaron el momento en el que se culminaron en todo o en parte, los sueños de esos once toreros que las recibieron.

La alternativa

Los aficionados a los toros hemos presenciado en varias oportunidades la ceremonia por la cual, el matador de toros con más antigüedad en el cartel, al iniciar el último tercio de la lidia, entrega a un novillero muleta y estoque, a cambio del capote de brega y tras de dirigirle unas palabras más o menos breves, sella la entrega de esos trastos con un abrazo a quien a partir de ese momento asciende en el escalafón taurino a la categoría de Matador de Toros. Históricamente no es posible precisar la fecha en la que se otorgó la primera alternativa y así lo señala don José María de Cossío:
...no se puede precisar la fecha en que esta ceremonia se hace con tal rito, pero, sin duda, el hecho de alternar se consideró, desde que se organiza el espectáculo, como alternativa, y el acto de ceder al toro es muy propio de la política y cortesía de los diestros, y aunque sin carácter de obligación debió de practicarse desde tiempos muy antiguos...
Esta situación a la que hace referencia Cossío, nos ilustra que previo al formalismo que reviste hoy al otorgamiento de una alternativa, había una serie de normas consuetudinarias, inveteradas, que revestían un cierto carácter gremial. Así, se iniciaba el aprendizaje como banderillero al lado del maestro, que tenía calidad de espada. Una vez que ese maestro estimaba que el aprendiz era apto para dar una lidia completa a los toros, éste le permitía matar alguno en forma ocasional, adquiriendo el aprendiz la categoría de media espada y al paso del tiempo, si sus aptitudes seguían creciendo, se convertiría en espada y así se iniciaría de nuevo el proceso de la enseñanza taurina, pues ese nuevo espada, se suponía que procedería de igual forma con sus banderilleros. 

La cuestión de la alternativa vendrá a cobrar importancia cuando para el año de 1864, El Chiclanero, apoyado en una cláusula de su contrato, pretende ser primer espada en las corridas del abono madrileño. Cúchares por su parte, aducía que por antigüedad le asistía ese derecho. Total que nadie se puso de acuerdo y al tocar a matar al primer toro que se lidió, compartiendo ellos cartel, los dos intentaron hundirle la espada. Cúchares al final fue el que lo logró, pero creo firmemente que es este el momento en el que se hizo necesario el adoptar una tradición que aparte de dar lucimiento al advenimiento de un nuevo matador de toros, permitiera tener una referencia temporal definida que permitiera establecer el orden de la actuación de los toreros.

Así pues, no debemos perder de vista que la alternativa de un torero, en si es un acontecimiento trascendente y como tal, merece un capítulo aparte en la historia de la fiesta y veremos que en la que ahora como grupo taurino organizado tratamos de bosquejar, no pueden quedar sin repaso las de Fermín Espinosa Armillita, Eduardo Liceaga, Jesús Salazar, Ricardo Sánchez, Luis Fernando Sánchez, Pedro Loredo, Roberto Fernández El Quitos, David Bonilla, Héctor de Granada, Jorge Mora, Fernando Ochoa, Javier Gutiérrez El Cachorro, Gerardo Gaya, Fabián Barba, Arturo Macías, Jairo Miguel, Mario Aguilar y Gerardo Adame toreros todos que iniciaron su camino como matadores de toros, en la plaza de toros Monumental Aguascalientes.

Los catecúmenos

Alternativa de Fermín Espinosa Armillita
23 de noviembre de 1974
Fermín Espinosa Armillita: Recibió la alternativa en la corrida inaugural de la plaza, el 23 de noviembre de 1974. Se la otorgó Manolo Martínez en presencia de Eloy Cavazos. El toro de la cesión fue Hidrocálido de Torrecilla. Confirmó su alternativa en la Plaza México el 4 de enero de 1976 de manos de Manuel Capetillo y actuaría como testigo Curro Rivera. El toro de la ceremonia se llamó Don Chón, de las dehesas del ingeniero Mariano Ramírez. Se despidió de los ruedos en la misma plaza de su alternativa el 3 de mayo de 2002 alternando con Eulalio López Zotoluco y Julián López El Juli. El último toro que mató vestido de luces fue Salmantino, de Los Encinos.

Eduardo Liceaga: En corrida nocturna celebrada el jueves 24 de abril de 1975, Mariano Ramos como padrino y Humberto Moro hijo como testigo le hacen matador de toros con toros de Tequisquiapan. Confirmó su sanmarqueña alternativa en la Capital el 25 de enero de 1976, de manos de Manuel Capetillo y llevando como testigo a Curro Rivera. Los trastos le fueron cedidos para que matara al toro Er Canti, de Cerro Viejo.

Jesus Salazar: Mariano Ramos, su compañero en las lides charras, en presencia del diestro colombiano Juan Gómez, le cede los trastos la tarde del 29 de abril de 1978. Ese día se lidió un encierro de Tequisquiapan del que destacó el tercer toro de la tarde, el número 378, nombrado Molinero, a mi juicio uno de los más bravos que se han lidiado en la historia de la plaza.

Jesús Salazar nunca confirmó su alternativa en la Capital de la República, aunque si actuó en la Plaza México como matador de toros el 29 de abril de ese 1990, en una corrida organizada por el Patronato Taurino del Distrito Federal, en la que, con la complicidad de la Asociación de Matadores, a Jesús y a otros ocho toreros, se les negó el derecho a esa confirmación, so pretexto de que tanta ceremonia restaría seriedad a esa plaza. Esa tarde lidio al toro Chorchero de Manuel de Haro.

Ricardo Sánchez: Es el 1º de mayo de 1982 que Manolo Martínez concedería la última alternativa de su primera etapa en los ruedos, llevando como testigo Manolo Arruza. Los toros para la ocasión fueron de la ganadería de Los Martínez. Ricardo confirmó su alternativa en la Plaza México el 17 de junio de 1983, cuando Mariano Ramos le cediera los trastos para despenar a Flamenco de Manuel Labastida, ante el testimonio del hispano Antonio Sánchez Cáceres. Se despidió de los ruedos el 28 de abril de 1996 en la misma plaza Monumental, siendo el último toro de su carrera, Ingeniero de Real de Saltillo, al que cortó las dos orejas.

Luis Fernando Sánchez: Asciende a matador de toros el día de San Marcos de 1983. Le apadrinó Antonio Lomelín, ante el testimonio de Miguel Espinosa Armillita Chico y el toro de la ceremonia fue Veintiuno, número 241, de Begoña. Confirmó su alternativa el 3 de febrero de 1995, cuando en la Plaza México, Curro Rivera le cediera los trastos para finiquitar a Apóstol de Reyes Huerta, ante Pedro Gutiérrez Moya El Niño de la Capea. Se despidió de los ruedos en la plaza de su alternativa el día 3 de mayo de 2003, cortándole las orejas al último toro que mató vestido de luces de la ganadería de De Santiago.

Pedro Loredo: Logró la alternativa en la Monumental el 7 de mayo de 1983, actuando como padrino Curro Rivera y como testigo Ricardo Sánchez, siendo los toros de Torrecilla.

Roberto Fernández El Quitos: El 22 de abril de 1986, José Antonio Campuzano, en presencia de Jorge Gutiérrez le cedió los trastos para dar muerte al toro número 22, con 482 kilos de peso, nombrado como Caramelo del hierro de La Paz. Confirma su alternativa en la Capital el 5 de febrero de 1993, de manos de Alejandro del Olivar y llevando a Germán Garza como testigo, con el preludio ecuestre de José Antonio Hernández Andrés, siendo los toros anunciados para lidiarse de Jorge de Haro. El toro de la confirmación fue Quitamoños.

David Bonilla: Su alternativa fue el día 16 de noviembre de 1983, actuando como padrino Manolo Arruza y como testigo Ricardo Sánchez, correspondiendo a la terna enfrentarse a un encierro de Torrecilla. El toro de la ceremonia se llamó Recuerdo, marcado con el número 54 y con 450 kilos de peso. David Bonilla se despidió de los ruedos en un festival celebrado en la plaza de toros San Marcos el 19 de octubre de 2008.

Héctor De Granada: El 24 de abril de 1988 el reaparecido Manolo Martínez, en presencia de Miguel Espinosa Armillita Chico, le cedería al primero de los de Begoña que se lidiaron esa tarde, llamado Doble A. Cabe señalar, que es la de Héctor de Granada, la primera alternativa televisada en directo desde la Monumental. Confirma en la Plaza México el 11 de marzo de 1990, de manos de Paco Doddoli y llevando como testigos a Pepe Murillo y a Arturo Díaz El Coyo, quien confirmó también en esa fecha. El toro de la ceremonia fue de Valparaíso y se llamó Duende

Exterior de la plaza. Monumento a
Rafael Rodríguez El Volcán de Aguascalientes
Jorge Mora: Su alternativa tuvo lugar el 24 de abril de 1995, siendo otorgada por Eloy Cavazos en presencia de David Silveti. El toro de la ceremonia fue Debutante, de De Santiago, número 29 y con 504 kilos de peso. La confirmó en la Plaza México el 23 de abril del año 2000 con el toro Profeta de San Manuel, siendo su padrino Alfredo Ferriño y llevando como testigo a Víctor Santos. Jorge Mora se despidió de los ruedos el 28 de noviembre de 2013 en el marco de un festival taurino celebrado en la plaza de toros San Marcos.

Fernando Ochoa: Su alternativa se programó inicialmente para el 25 de diciembre de 1995, pero el clima obligó a posponerla para el 7 de enero de 1996, siendo su padrino Miguel Espinosa Armillita Chico y atestiguando Javier Conde. El toro de la cesión fue Asturiano, de la Viuda de Emilio Fernández. Confirmó su alternativa en la capital mexicana el 4 de febrero de 1996, cuando entró a sustituir a Eloy Cavazos en un cartel que completaron Miguel Espinosa Armillita Chico y José Miguel Arroyo Joselito, siendo el toro de la ceremonia Amor Grande. Fue el primer torero alternativado en la Monumental en torear en ruedos europeos y se cortó el simbólico añadido ayer 3 de mayo de 2014 en Juriquilla, Querétaro. El último toro que mató fue Golondrín, número 62, de Fernando de la Mora, de regalo, al que cortó las dos orejas.

Javier Gutiérrez El Cachorro: Recibió la alternativa el 27 de noviembre de 1999, en la corrida con la que se celebraba el XXV Aniversario de la plaza Monumental. Su padrino fue Julián López El Juli, que por primera vez oficiaba como padrino y como testigo actuó Jerónimo. El toro de la ceremonia fue Garambullo de Xajay, número 652 y con 495 kilos de peso. Una inoportuna cornada recibida el 15 de abril de 2001 en Ciudad Juárez, que le causó una seria lesión en la columna vertebral y al parecer, le quitó de torero. 

Gerardo Gaya: Recibe la alternativa el 27 de abril de 2000. Su padrino fue Eulalio López Zotoluco y ofició como testigo El Juli, correspondiendo a la terna un encierro potosino de De Santiago. El primero de la tarde se llamó Idealista, herrado con el número 101 y anunciado como de 480 kilos de peso. Hasta donde tengo conocimiento, después de esta tarde Gerardo Gaya no volvió a vestir el terno de luces como matador de toros.

Fabián Barba: Recibe la alternativa el día 26 de abril de 2003, de manos de José María Luévano, quien en presencia de Ignacio Garibay le cede al toro Aprendiz, cárdeno carbonero, número 374, con 518 kilos de peso, de José María Arturo Huerta, en tarde, en la que actuara también el rejoneador Fermín Bohórquez. Confirma su doctorado en la Plaza México el 30 de noviembre de 2003, apadrinándole Jorge Gutiérrez y atestiguando la ceremonia el albaceteño Manuel Caballero, recibiendo los trastos para finiquitar al toro Lindos Ojos, de 482 kilos de peso, también de José María Arturo Huerta.

Arturo Macías: El 7 de mayo de 2005, José Luis Angelino, en presencia de Israel Téllez y Pedro Gutiérrez Lorenzo El Capea, le hace matador de toros, cediéndole al toro Cortijero número 553, de 481 kilos, de Xajay. Confirma en la México el 21 de mayo de 2006 con el toro Cordobón, de Barralva, de 529 kilos, siendo su padrino Leonardo Benítez y fungiendo como testigo el también confirmante Guillermo Martínez. Es el primer diestro alternativado en la Monumental en confirmar en la plaza de Las Ventas en Madrid, lo que hizo el 11 de mayo de 2010, cuando Miguel Abellán, en presencia de César Jiménez le cedió al toro Juntaollas de Martelilla.

Jairo Miguel: Recibe la alternativa el 3 de mayo de ese 2008 de manos de Eloy Cavazos, con el testimonio de Eulalio López Zotoluco. El toro de la ceremonia se llamó Talismán, número 519, con 479 kilos de peso y como los demás de la tarde, fue de la ganadería queretana de Bernaldo de Quirós. Confirmó su alternativa en Las Ventas el 9 de junio de 2011,  con el toro Aguilucho de Antonio Bañuelos, le apadrinó Víctor Puerto y fungió como testigo Pedro Gutiérrez Lorenzo El Capea.

Monumento a Miguel Espinosa Armillita Chico
Mario Aguilar: Recibe la alternativa el 1º de noviembre de 2009, siendo su padrino Sebastián Castella y fungiendo como testigo Joselito Adame. El toro de la ceremonia se llamó Cafetero de Bernaldo de Quirós. Confirmó en la Plaza México el 31 de enero de 2010 con el toro Tamarindo, también de Bernaldo de Quirós. Le apadrinó Julián López El Juli y fungió como testigo Arturo Macías.

Gerardo Adame: El 29 de abril de 2011 es investido como matador de toros por Miguel Ángel Perera, quien en presencia de Arturo Macías le cede al toro Vuela Alto de Teófilo Gómez.

A manera de conclusión

La historia de nuestra Monumental se seguirá escribiendo. Esperemos que se sigan otorgando en su redondel la alternativa a toreros que ocupen siempre un sitio de privilegio en la fiesta.

domingo, 15 de septiembre de 2013

14 de septiembre de 1968: Alternativa de Curro Rivera en Torreón

Curro Rivera, Aguascalientes Ca. 1976
Francisco Martín Rivera Agüero nació en la Ciudad de México el 17 de diciembre de 1951. Fue hijo de una de las figuras importantes de la mitad del siglo XX, el potosino Fermín Rivera y sobrino por la vía materna del gran estoqueador bilbaíno Martín Agüero. Se presenta como novillero con caballos en la plaza de toros que hoy lleva el nombre de su padre el día 6 de agosto de 1967, acartelado con Mario Sevilla y Jorge Blando para enfrentar un encierro de Valparaíso.

A partir de esa presentación Curro Rivera realizará una fulgurante campaña por los ruedos mexicanos, ofreciendo a la afición un toreo de sólidas bases técnicas pero reforzado con un refrescante aire nuevo que reflejaba por una parte la juventud del diestro – apenas 16 años – pero por la otra, la intención de escalar las más altas cumbres de la fiesta.

Su alternativa se programó para el día 14 de septiembre de 1968 en la plaza de Torreón, Coahuila, dentro de los festejos de la Feria del Algodón. Le apadrinaría Joselito Huerta y constataría la ceremonia Jaime Rangel. El encierro elegido para la ocasión fue de San Martín. Ya desde la víspera se hacían diversos comentarios sobre ese festejo, que sería el primero de feria. El licenciado Pedro Ramírez Rubio, en su columna Momento Taurino”, del diario El Siglo de Torreón, expresó lo siguiente la víspera:
Gran aparato en torno a Curro Rivera, deseosos estamos de conocerlo y posteriormente emitiré mi opinión... No cabe duda de que su padre conoce el medio... Don José Huerta, el maestro de Tetela de Ocampo, será todo un señor padrino y sabrá darle una buena lección… Jaime Rangel, esperamos verlo en su tarde... Los toros de San Martín y Zacatepec, afirman que son garantía... Parece que al fin el monopolio se acordó de nuestro coso... ¡Suerte a la afición lagunera!
Al día siguiente al festejo, se publicó sin firma, una crónica de la siguiente guisa:
Huerta fue el triunfador de la corrida ayer en esta ciudad. Rivera tomó la alternativa. Joselito Huerta cortó dos orejas, y fue el triunfador de la corrida celebrada ayer en la Plaza de Toros de esta ciudad, en la que tomó la alternativa Curro Rivera quien por pinchar 3 veces perdió los apéndices… Se lidiaron seis toros de San Martín que cumplieron y uno de Zacatepec, manso. Se registró media entrada y la corrida se celebró con tiempo que amenazaba lluvia… Curro Rivera toreó estupendamente con el capote al toro del doctorado por verónicas y gaoneras. Trasteo variado con el sello personal de la casa. Por pinchar tres veces perdió la oportunidad de cortar las dos orejas. En el otro bien con el capote, faena torera y voluntariosa, recibiendo aplausos, y regaló el sobrero de Zacatepec que no se prestó a lucimientos, pero mereció aplausos por su actuación… Joselito Huerta fue ovacionado con el capote en el primero, desarrollando faena de gran maestro destacando las series de derechazos y naturales con adornos. Mató de estocada. Dos orejas; en el otro, se mostró torero y fue aplaudido por variado trasteo, mató de tres viajes y dio vuelta al redondel… Jaime Rangel cargó con lo menos propicio del lote. En el primero fue ovacionado con el capote, trasteo breve, silencio. En el otro, mostrándose voluntarioso y valiente, mata de pinchazo y estocada, escuchando ovación.
El toro de la ceremonia se llamó Presidente y fue de la ganadería titular, por esas fechas recien adquirida por Jose Chafik y Marcelino Miaja a quien la fundó, el picador retirado Juan Aguirre Conejo Chico.

Podrán preguntarse el por qué de lo escueto de la crónica de un festejo ferial. De hecho y en primera instancia yo quedé sorprendido de la cobertura tan breve que se le dio a ese festejo, pero recorriendo las páginas del diario advertí que se había decretado la evacuación de distintas zonas de la ciudad de Torreón previéndose inundaciones por crecientes extraordinarias del río Nazas, debidas estas al ingreso a tierra del huracán Naomi que entró por el puerto de Mazatlán en la costa del Pacífico.

En esa forma, las páginas del diario estaban casi todas ocupadas con las distintas instrucciones que se daban acerca de las zonas tanto de Torreón, como de sus conurbadas Ciudad Lerdo y Gómez Palacio – estas pertenecientes al Estado de Durango – que deberían ser evacuadas con la intención de evitar en lo posible desgracias personales. Igual, se daba cuenta de una compañía vinícola que ofrecía hacer esfuerzos extraordinarios para salvar la cosecha y la producción de la región.

Los festejos de la Feria del Algodón de 1968
Por otra parte, el mismo 15 de septiembre de 1968 se anunció la suspensión del resto de los festejos de la Feria del Algodón en la siguiente gacetilla:
Se suspenden actividades de la feria. Las actividades de la Feria del Algodón tuvieron que ser suspendidas desde anoche y pospuestas para reanudarlas en la fecha que oportunamente se dará a conocer, tanto al público, como a los expositores… Se tomó esta medida en virtud de que el ambiente no es de fiesta y aunque el tiempo hubiera permitido el funcionamiento de la exposición agrícola, industrial, comercial y ganadera, se prefirió posponerla porque quizás hubiera habido pocos visitantes… Hoy tendrán los miembros del Club Rotario y los organizadores de la Feria una entrevista con el Gobernador del Estado, Sr. Braulio Fernández Aguirre, para solicitarle su opinión y su apoyo para pedir de la Secretaría de Gobernación el permiso para prorrogar el plazo que se les había concedido… Por su parte el Centro Campestre suspendió también el Baile de Independencia anunciado para esta noche, no así el Club de Leones, que efectuará el suyo en su Casino de la Colonia San Isidro.
Esta nota no hace alusión a la segunda corrida de la feria, en la que recibiría la alternativa el diestro venezolano Carlos Málaga El Sol, pero el día del festejo – 16 de septiembre – se publicó lo siguiente: 
Carlos Málaga “El Sol”, de Venezuela se hará matador de toros en otra ocasión. Esta tarde aquí estaba anunciada tal ceremonia, pero la corrida se suspendió por los torrenciales aguaceros que están cayendo en la ciudad… La mayor parte de las calles están inundadas, el río Nazas amenaza con desbordarse, y por ese motivo se decidió suspender el festejo taurino… Se dijo que la corrida se dará una vez que se normalice la situación… En el cartel de esta tarde estaban anunciados Raúl García que sería padrino de la alternativa de Carlos Málaga “El Sol” y Eloy Cavazos como testigo y los toros de Zacatepec.
El Sol recibiría la alternativa dos semanas después, el 29 de septiembre, en San Miguel de Allende, de manos de Eloy Cavazos y fungiendo como testigo mi paisano Fabián Ruiz. Los toros serían de Campo Alegre.

Curro Rivera salió de Torreón la noche misma de su alternativa a torear a Ciudad Juárez, plaza en la que recibió una cornada de consideración cuando alternaba mano a mano con Raúl García, perdiendo, según su administración al menos cinco fechas, según nota publicada en el diario El Informador de Guadalajara:
Curro Rivera tiene para 20 días de reposo. El diestro mexicano Curro Rivera que resultó gravemente herido ayer domingo en Ciudad Juárez al día siguiente de su alternativa, tiene una cornada de doce centímetros de extensión en el muslo izquierdo… La parte afectada es la cara anterior del tercio medio y con dos trayectorias, una de doce centímetros y otra de quince, que dejan al descubierto el fémur, la safena y la femoral… Según los médicos que le atienden, Curro Rivera – que por este percance pierde sus cinco primeras corridas como matador de alternativa – tardará en sanar unos veinte días.
Así fue el arranque de una carrera que concluyó en una primera etapa el 15 de noviembre de 1992 en la Plaza México, con el toro Cumbre de Julio Delgado, al que le cortaría las dos orejas, alternando con José Ortega Cano y Miguel Espinosa Armillita Chico. Volvería un par de ocasiones a los ruedos. La primera, el primero de enero de 1995, para dar la alternativa en San Luis Potosí a Miguel Lahoz, con el testimonio de Jorge Gutiérrez y toros de Xajay y una segunda el año 2000, iniciando el 27 de agosto, fecha en la que también en la plaza El Paseo – Fermín Rivera doctoró a Fermín Spínola y a Óscar López Rivera – ambos sus discípulos – y después actuó en un breve número de corridas, cerrando el calendario – 30 de noviembre – en la Plaza México en un festival a beneficio de la Fundación Teletón, en el que cortó dos orejas y junto con El Juli se alzó como triunfador.

Curro Rivera falleció en la finca de La Alianza, asiento de la ganadería que fuera de su padre, el 23 de enero de 2001 a causa de un infarto masivo de miocardio. Se asegura que tras de la redonda actuación del Festival del Teletón del anterior noviembre, la empresa de la Plaza México le había contratado para reaparecer vestido de luces en la corrida del 5 de febrero, la fecha estelar de la temporada americana y que allí se estaba preparando para esa importante cita a la que ya no pudo llegar.

Hoy le recuerdo en este aniversario de su llegada a la dignidad de matador de toros.

domingo, 21 de julio de 2013

22 de julio de 1979: César Pastor recibe la alternativa en Marbella

César Pastor

El anuncio de la alternativa
de César Pastor
Rogelio César Guedimin Victoria nace en la Capital de la República el 7 de mayo de 1958. Al igual que su padre y sus hermanos dedicados a las cosas del toro, deja para otras causas los apellidos paterno y materno y adopta el alias taurino que ya distingue a los de su casa, para anunciarse en los carteles como César Pastor.

Inicia su andar como novillero el 5 de junio de 1978 en Francia, aunque la mayor parte de ese tiempo se preparó en el campo bravo para obtener el oficio necesario que le permitiera iniciar una campaña formal en su tierra y así, se presenta en la Plaza México el 1º de octubre de 1978 alternando con Luis Miguel Chávez y Felipe González para lidiar novillos de Santa Marta. Su actuación le reditúa la vuelta al ruedo al finalizar la lidia del segundo de la tarde y se gana la repetición para el domingo siguiente, para lidiar junto con Felipe González y José Luis Ortega novillos tlaxcaltecas de Manuel de Haro. Esta fue la tarde en la que el monosabio Rafael Domínguez Gamucita fuera mortalmente herido por Minuto, sexto novillo de la lluviosa tarde, que al saltar al callejón prendió al monosabio y le infirió una cornada que terminó con su vida en la enfermería de la plaza la madrugada siguiente.

El 3 de diciembre de ese mismo año participará junto a Martín Agüero, Ángel Majano, Alfonso Hernández El Algabeño, El Pana y Félix Briones en la disputa del Estoque de Plata. Los novillos fueron de San Marcos y por fallos con la espada solo se lleva una cerrada ovación. Al final de este tipo de festejos, la costumbre era que se presentara a la concurrencia unos carteles con los nombres de los alternantes, a efecto de que por aclamación se determinara al ganador del trofeo en disputa. Era claro que sobre los demás, había dos toreros en el ánimo de la gente; César y El Pana. Las pasiones se desbordaron y convirtieron la premiación en un auténtico herradero, por lo que la Asociación de Matadores en primera instancia determinó declarar desierto el argentino alfanje. Posteriormente se rectificó la decisión y en un acto de estricta justicia, posteriormente se entregó el trofeo a César Pastor, quien lo ganó a ley.

Las pasiones fuera de cauce motivaron que para el siguiente domingo – 10 de diciembre –, la empresa ofreciera un mano a mano entre César y El Pana. Los novillos fueron de Begoña y aunque César cortó dos orejas a Confiado, cuarto de la tarde; El Pana logró el indulto del segundo de su lote – Cariñoso –, lo que dejó dispuestas las cosas para que el siguiente domingo se repitiera el cartel de toreros, quienes despacharon una complicada novillada de Campo Alegre, haciendo efectivo aquello de las segundas partes.

El 6 de mayo de 1979 se presenta en Sevilla, alternando con Fernando Vera y Mario Triana y corta la oreja de uno de los novillos de los Hermanos Sampedro que le tocaron en suerte. El 17 de junio siguiente se presenta en Madrid, alternando con el francés Patrick Varin y el sevillano Mario Triana en la lidia de novillos de Rocío de la Cámara y demuestra estar listo para dar el paso que le convierta en matador de toros.

La alternativa

Para el 22 de julio de 1979 es que se anuncia su alternativa en la plaza de Marbella. Rafael de Paula oficiaría como padrino y Paquirri como testigo. La crónica de la corrida publicada en el diario ABC de Sevilla del 24 de ese mes, fue firmada por Gonzalo Fausto y de ella, recojo lo siguiente:
El domingo, en Nueva Andalucía. El mexicano César Pastor recibió la alternativa. Paula, con el peor lote, fue abroncado y Paquirri cortó cuatro orejas. Buena entrada, pero sin llegar, ni mucho menos, al lleno. El coso tiene mucho aforo y asomaban toneladas de cemento. Plaza de toros de Nueva Andalucía, próxima a Marbella, ahora llamada plaza de toros Puerto Banús… El joven mexicano César Pastor, se convirtió en doctor en tauromaquia. Gustó, porque supo dominar el natural nerviosismo, trascendencia, responsabilidad de la alternativa y estuvo aseado, valiente y tesonero. Vistió de grana y oro, y el nuevo terno terminó roto, a consecuencia de las aparatosas cogidas sufridas. Al dar una media para cerrar una serie de verónicas a su primero, fue volteado, afortunadamente sin consecuencias. El azteca clavó tres pares de banderillas. Alargó demasiado – en su afán de agradar – la faena de muleta al toro de la ceremonia. Pinchazo y media que basta. Fue aplaudido y dio la vuelta al ruedo. En su segundo, que brindó a Antonio Ordóñez, estuvo muy bien. Comenzó con pases de rodilla al filo de las tablas. Midió la duración de la faena. Pinchó dos veces en hueso y estocada. Oreja y vuelta al ruedo.
César Pastor recibe la alternativa de manos
de Rafael de Paula
Foto cortesía del blog Toreros Mexicanos
El toro de la ceremonia se llamó Soñador y esa tarde Rafael de Paula fue abroncado por lo que fue interpretado como una actitud indolente de su parte – aunque la crónica dice que sus toros fueron el peor lote de la corrida – y refiere que se escuchó este grito desde los tendidos: «Paula, ¿es que no puedes ni con las “peritas en dulce” de los carlosnuñez?». Por su parte, Paquirri se alzó como el gran triunfador al cortar cuatro orejas y salir en hombros de la plaza.

Confirmó su alternativa el 22 de diciembre de 1979 en la Plaza México, de manos de Curro Rivera y ante el testimonio de Manolo Arruza, lidiando la terna toros de Campo Alegre – el toro de la ceremonia fue Serenito – y el día de San Isidro de 1982, hizo lo propio en Madrid, de manos de José Fuentes y con Francisco Ruiz Miguel de testigo. El toro de la ceremonia se llamó Pelele y fue del hierro de Francisco Martínez Benavides.

César Pastor se fue de los ruedos en Aguascalientes el 3 de mayo de 1998, después de que las empresas, con su actitud, le dijeron que era un torero que no les interesaba. Esa tarde cortó dos orejas y la impresión que causó fue la siguiente:
El quinto de la tarde, herrado con el número 125, de nombre “Zapatito” y con 488 kilogramos fue el toro de la despedida para César Pastor. El diestro salió a entregarse desde el inicio para recibirlo con dos largas cambiadas pegado a las tablas, posteriormente lanceó a la verónica cargando la suerte. Su enemigo cumplió en varas y Pastor, tras hacer un quite por chicuelinas, se decidió a cubrir el tercio de banderillas... Tras brindar la faena al público el torero hizo un segundo brindis a sus pequeños hijos a quienes entregó la montera. Aprovechó el buen estilo del toro para templar sus embestidas, por ambos lados teniendo de fondo “Pelea de Gallos”. Antes de entrar a matar escuchó “Las Golondrinas” y tras dejar una estocada entera y desprendida, las lágrimas rodaron por sus mejillas. En los tendidos surgió una manta que decía “César, torero honesto, la fiesta te necesita ¡quédate!”… La autoridad concedió las dos orejas y Víctor, hermano del diestro, fue el encargado de retirarle la coleta, misma que César entregó a sus hijos entre la ovación general.
César Pastor retornó a los ruedos el 22 de abril de 2007, para alternar en Mexicali con El Pana y Manolo Arruza en la lidia de toros de Jaral de Peñas. La corrida trascendió por la grave cornada sufrida por el banderillero Pepe Luna, de quien se dijo, había muerto en la plaza, sin que fuera cierto. Al final, lo más torero de la sesión fue la actuación de César Pastor, quien tras de esa tarde, no ha vuelto a vestirse de luces.

Otras informaciones de la fecha

La tarde de la alternativa de César Pastor fue una de acontecimientos importantes en las plazas de España. En el Puerto de Santa María, Paco Ojeda recibía la alternativa, con toros de los Herederos de Carlos Núñez de manos de El Viti y llevando como testigo a José Luis Galloso. También con toros de Núñez, El Cordobés reaparecía en solitario en Benidorm cortando la friolera de cinco orejas y un rabo.

En los hechos por venir, se anunciaban dos mixtas en Madrid, para 25 y 29 de julio, con Andrés Torres El Monaguillo y Bartolomé Sánchez Simón con toros de García Romero y dos novillos de Juan Mari Pérez Tabernero para la torera Maribel Atiénzar. La segunda sería con toros de Arcadio Albarrán, luego sustituidos por un encierro del Marqués de Villagodio para Juan Antonio Alcoba Macareno y Sánchez Cáceres que confirmaba y dos novillos de Peralta para Maribel Atiénzar y también se daba a conocer que la alternativa de Espartaco se programaba para el 2 de agosto en Huelva, de manos de El Cordobés.

En la actualidad, César Pastor se dedica a formar toreros y a guiar la carrera de su hijo José María, quien se prepara para iniciar su carrera en los ruedos como novillero.

lunes, 29 de abril de 2013

Tal día como hoy: 1978. Molinero, un gran toro de Tequisquiapan


Para la antepenúltima corrida de la Feria, Mariano Ramos encabezaba un cartel que presentaba como atractivo adicional el hecho de que en el ruedo de la Plaza Monumental Aguascalientes se concedería una alternativa. El toricantano sería el capitalino Jesús Salazar, un torero que como su padrino de alternativa, era practicante del llamado deporte nacional, la charrería y durante la temporada novilleril anterior en la Plaza México, había mostrado un estilo sobrio y de poderío hacia los toros. La terna era completada por un diestro colombiano anunciado como as, Juan Gómez, desconocido para nuestra afición y que representaba una verdadera incógnita para todos. 

Pero la atención la cautivó desde el inicio el bien presentado encierro que envió para la ocasión don Fernando de la Mora Madaleno, que llenaba los corrales de la Monumental por su trapío. Entre todos, destacaba el número 378, negro de pinta y llamado Molinero por su criador. Varias fotografías del toro se publicaron en los diarios de los días anteriores de ese toro y de otros varios que formaron el lote, pasando a ser así el encierro de Tequisquiapan el mayor atractivo de la tarde.

La crónica de don Jesús Gómez Medina destaca entre otras cosas lo siguiente:

Molinero, ¡Qué gran toro de Tequisquiapan!... La séptima corrida de feria hubiera carecido de relieve y se habría señalado por su intrascendencia, si no se hubiese lidiado en ella ese tercer toro de Tequisquiapan... Se llamó “Molinero”, estuvo marcado con el número 378; un bicho negro, largo, enmorrillado, bien puesto de defensas. ¡Un toro – porque eso fue – de lucida presencia!... Y particularmente resultó bravo, embistiendo de principio a fin; aceptó dos puyazos fuertes, recargando; nobilísimo, de exquisito estilo – no llegó a tirar una cornada –; con un son, con un temple delicioso en su acometida. Era, en suma, un toro para una faena de consagración... Infortunadamente correspondió al debutante Juan Gómez, torero colombiano de raquítico arte y que, al parecer se encuentra fuera de forma; el cual con todo su valor y toda su voluntad en juego, de todas formas rayó muy por abajo de las condiciones singulares de “Molinero”. Tan solo de forma intermitente logró Gómez acoplar el ritmo de su toreo a la diáfana y sedeña embestida del de Tequisquiapan: producíase entonces un pase de mejores características que el reducido cónclave coreaba con entusiasmo; mas tornaban a continuación los desaciertos y flaquezas y la faena se frustraba. Y como “Molinero”, mientras tanto, proseguía embistiendo deliciosamente, surgieron los gritos de ¡toro!... ¡toro!, el colombiano requirió de dos pinchazos y una honda delantera para despenarlo y vino entonces el gran momento para don Fernando de la Mora; paseo lento en torno a la gran barrera para los despojos de “Molinero” y vuelta triunfal también para el escrupuloso ganadero queretano...

Respecto de la alternativa de Jesús Salazar y el juego en conjunto de los toros agrega:

Ha sido la de Jesús Salazar una alternativa más, la enésima de las que a últimas fechas se vienen otorgando. Y tan injustificada, tan inmerecida como todas ellas. Porque una alternativa no se da: se gana... De la actuación del flamante doctor tan solo cabría destacar un quite por ceñidas tapatías en el primero. Mariano Ramos hizo la cesión simbólica de trastos, acto que, sin embargo, no tuvo virtud suficiente para hacer de Salazar un verdadero matador de toros, pues lució muy poco al pasar de muleta a este enemigo y al sexto. Además, al de la alternativa lo pinchó repetidas veces... Nota final... El encierro de Tequisquiapan, mejor presentado y con más respeto que varios de los lidiados en anteriores festejos. Y un toro estupendo: "Molinero"; y otro también bueno el berrendo de Mariano Ramos. Además, todos pelearon con bravura con los montados...

Así fue el desenlace de una tarde en la que el protagonismo corrió totalmente a cuenta de los toros lidiados. 

El festejo de hoy: Reses de Begoña para Juan Pablo Sánchez, Arturo Saldívar y Diego Silveti.

domingo, 10 de marzo de 2013

8 de marzo de 1953: Antoñete recibe la alternativa en Castellón

Antoñete en Caracas, con un toro mexicano de
don Manuel de Haro (Cª 1977)
El pasado viernes se cumplieron 60 años de que Antonio Chenel Antoñete fuera investido como matador de toros por Julio Aparicio en la Feria de la Magdalena de Castellón de la Plana, otorgándole una dignidad que llevó por los ruedos del mundo durante casi medio siglo, proclamando siempre una tauromaquia pura, ejemplar y modélica que a despecho del así llamado cambio de los tiempos, nunca perdió su solidez y su aroma.

La de 1953 fue una temporada que inició temprano en el calendario. Ese domingo 8 de marzo aparte de la corrida de Castellón, se dieron dos festejos en Madrid – uno en Las Ventas y otro en La Chata de Carabanchel – y también en Barcelona y Calatayud se celebraron novilladas y la prensa de la época relata el verificativo de una corrida en Casablanca en la que actuó mi compatriota Jesús Córdoba.

Otro aspecto de interés que rodeaba la alternativa de Antoñete es que durante el año de 1952, Antonio Bienvenida había lanzado su campaña contra la manipulación de las astas de los toros – afeitado – y algunos medios de comunicación se habían hecho eco de ella. En el ambiente de esa justa reivindicación, muchas figuras se negaron a alternar con el hijo del Papa Negro, pero al tiempo, al menos en las plazas de más predicamento se comenzaban a ver corridas de mayor arboladura y en apariencia, intactas.

Antoñete contó a Manuel F. Molés lo siguiente:

La gente – rememora Antonio – como si fueran a ver toros contra leones. La campaña contra el afeitado fue de un eco enorme. La verdad es que se afeitaba tanto como se afeita ahora, para las figuras y en las plazas que podían. En las plazas grandes, y sobre todo en las corridas de toreros modestos, el toro salía sin tocar. Pero se formó la mundial y a la postre salió una corrida de Curro Chica, astifina, esaboría, sin clase y con sólo un toro medio bueno al que Aparicio le cortó una oreja. (Antoñete. El Maestro. Pág. 57)

El cartel del 8 de marzo de 1953 en Castellón lo formaron Julio Aparicio, Pedro Martínez Pedrés y Antoñete, que recibiría la alternativa. Los toros serían de los que llevaban en el anca la corona de Braganza, es decir de Curro Chica, de Jerez de la Frontera. El toro de la cesión se llamó Carvajal, número 54, de pelo negro.

Las crónicas del festejo son casi partes informativos de la misma. Tanto la Hoja del Lunes de Madrid del día siguiente de la corrida, como el ABC del 10 de marzo, reproducen la siguiente información generada por la agencia CIFRA:

Castellón de la Plana, 8. – Lleno completo. Toros de Francisco Chica. – Antoñete, que tomaba la alternativa, toreó bien de capa al primero y lo muleteó aceptablemente para una estocada. Se le ovacionó. En el sexto hizo una buena faena, lo despachó de una estocada, un pinchazo y un descabello y fue ovacionado. – Aparicio veroniqueó superiormente al segundo, le hizo una gran faena y lo mató de una estocada. Cortó una oreja. En el otro cumplió con la muleta y acabó con una estocada. – Pedrés muleteó aceptablemente a su primero y lo mató de tres pinchazos y un descabello. En el otro, por el estilo con la muleta, para acabar con media estocada y un descabello. – Pesos: 278, 268, 287, 309, 303 y 286.

Una crónica algo más prolija aparece en el diario que en la fecha se nombraba Nueva España. Diario de Falange Española, Tradicionalista y de las J.O.N.S y que hoy es el Diario del Altoaragón, de Huesca, aparecida al día siguiente de la corrida y que es del tenor siguiente:

Antoñete obtuvo un éxito en Castellón el día de su alternativa. – Castellón de la Plana. Corrida de la Magdalena. Toros de Curro Chica, de Jerez de la Frontera. Alternativa de Antoñete. – Antoñete, en su primero, estuvo valiente y fue ovacionado. A su segundo le hizo una buena faena, acabando de una estocada, pinchazo y descabello. El diestro es despedido con una gran ovación. Aparicio hizo entrega en el primero a Antoñete de los trastos de matar. – Aparicio, en su primero, oyó música en la lidia y se adornó en varios pases de rodillas. Mató de una estocada casi entera y cortó una oreja, aunque el público pedía las dos. Ovación. – A su segundo, Aparicio le hizo una buena faena y lo mató de una casi entera, con derrame. Se lanzó un “capitalista” que fue cogido y recibió una cornada que le produjo destrozos en las partes blandas de la pierna derecha. – Pedrés, en su primero, tiene que salir al quite del “capitalista” que se lanza al ruedo y que después de que se dan dos pases es retirado del ruedo por los peones. El diestro acabó con el toro, después de una faena lucida, de tres pinchazos y descabello; a su segundo enemigo, Pedrés lo toreó por bajo y lo mató de media y descabello.

De la relación que hace J. Lloret, corresponsal del semanario El Ruedo, extraigo lo siguiente:

Dos factores principales contribuyeron al brillante resultado económico de la corrida: el día primaveral que hizo y la propaganda que durante todo el invierno se ha venido haciendo en torno al toro de lidia... En cuanto a peso y edad, vino a Castellón una corrida seria. Pertenecían los toros a la ganadería andaluza de don Francisco de la Chica, y como decimos estuvieron muy bien presentados, ya que dieron un peso en bruto de 501, 516, 530, 557, 549 y 535 kilos, respectivamente, por orden de salida. La corrida no ofreció dificultades para los lidiadores, ya que ninguno de los seis bichos acusó peligro. Cierto que casi todos ellos llegaron muy aplomados al último tercio, pero cúlpese de ello a la poca fuerza que sacaron. Los menos apropiados para el lucimiento fueron los corridos en primero y cuarto lugar, es decir, el toro de la alternativa de Antoñete y el segundo de Julio Aparicio, diestro este último que cortó la única oreja del festejo... Creemos que con Antoñete estamos en presencia de un torero de extraordinarias proporciones, a pesar de que su primera actuación como matador de toros no ha sido muy afortunada. Antoñete es un torero de clase y además lidiador, condición ésta muy interesante si hay que enfrentarse con corridas cuajadas. En su primero se lució en unos lances muy buenos; pero luego los picadores se ensañaron con el bicho y ante la bronca del público el novel matador de toros se desconcertó. En su segundo creímos que iba a llegar la faena grande; pero el toro se vino abajo y el madrileño sólo pudo conseguir unos pases muy buenos con la derecha y dos series de naturales soberbios que ligó con el pase de pecho. Lo que hizo fue de tal calidad que pudo haber cortado la oreja si la estocada no hubiese resultado atravesada...

Entrada a la corrida de la
alternativa de Antoñete
Como podemos ver, el recuento que hace Antoñete en 1996 del resultado de la tarde de su alternativa a través del juego de los toros, no difiere en mucho con lo que las crónicas periodísticas dijeron en su día. Los toros no se prestaron a florituras y los toreros les dieron la lidia que éstos pidieron, siendo reconocidos por ella, pero sin aires de apoteosis. Eran otros tiempos.

Fueron compañeros suyos de quinta entre otros Dámaso Gómez y Manuel Jiménez Chicuelo II y entre los que son o se arraigaron de este lado del mar, Luis Solano, Miguel Ortas y José Zúñiga Joselillo de Colombia y en cuanto a sus actuaciones, siguió a Pedrés que sumó 48; Antonio Ordóñez con 47; César Girón, 41; Jorge Ranchero Aguilar, 39 y Antoñete con 36 al igual que Jumillano, para ser el quinto lugar de su escalafón.

Decía al inicio que Antoñete ejerció su ministerio de matador de toros durante casi medio siglo. Medio siglo en el que vivió con intensidad muchas luces y sombras para escribir una historia con la que, quizás, sin proponérselo, se convirtió en referente de varias generaciones de aficionados y de toreros y con un mérito agregado, atrajo al mundo de la fiesta a personas a las que sin su manera de ser y de ver la vida, quizás no las hubiera interesado en él.

Concluyo esta remembranza con una reflexión de José Carlos Arévalo a propósito de la faena de Antoñete a Atrevido de Osborne en 1966 y que creo que presenta con claridad la manera en la que El Maestro entendía el toreo:

La lidia es un arte de preguntas y respuestas que se hacen mutuamente el torero y el toro. Según este pensamiento, a la par esencial y estratégico, basta para garantizar nuestra atención a la lidia. Toro y torero se niegan en cada embestida y la afirmación de uno supone el fracaso del otro. Solo cuando la conjunción de ambos disuelve (¿o agudiza?) la pugna, el misterio del toro ha sido descubierto y el toreo resplandece. Es mentira, es una superficial tentación platónica creer que la faena ideal cae del cielo, que la regala el toro, que se la regala y nos la regala el torero. Sí así fuera, la lidia carecería de sentido y el arte de torear no justificaría tan paciente espera...
Un interesante documento visual se encuentra en los primeros tres minutos del No – Do del 29 de junio de 1953 (mismo que pueden ver en esta ubicación). No lleva imágenes de la corrida de la alternativa de Antoñete, aunque el cartel de toreros sea el mismo – Aparicio, Pedrés, Antoñete – porque estas corresponden a la Corrida de Beneficencia de ese año. No obstante, nos deja ver lo que sería la primera edad del Torero de Madrid por antonomasia y tener una aproximación a lo que fue la tarde de su alternativa. Los toros fueron de Sánchez Cobaleda.

domingo, 22 de abril de 2012

Tal día como hoy: 1973. En la alternativa de Vito Cavazos, es Curro Rivera el que hace el toreo


El primer toro que se lidiaría en la Feria de San Marcos de 1973 sería un toro de alternativa. El suceso también tendría un dejo de novedad en nuestro ciclo abrileño, pues si bien en el pasado reciente del Coso de la calle de la Democracia se habían celebrado dos ceremonias de investidura de matadores de toros – El lusitano Óscar Rosmano el 29 de noviembre de 1970 y Armando Mora el 28 de marzo de 1971 –, la última que se había celebrado en un festejo sanmarqueño había tenido lugar en 1960, cuando Luis de Seda y Oro elevó a la categoría superior al trianero Rubén Salazar el primero de mayo de ese calendario.

La información previa al festejo, publicada en el diario El Sol del Centro refleja la expectación que producía el serial y en sí el cartel inaugural, tanto por la reaparición de Eloy Cavazos y Curro Rivera, como por la novedad que revestía el investir en la Feria a un nuevo matador de toros, en este caso, David Vito Cavazos. De esa nota, entresaco lo siguiente:

Reaparecen Eloy y Curro y se doctora Vito Cavazos. A guisa de preámbulo de lo que será esta Feria, ya el cartel inicial incluye la actuación de dos de las tres máximas figuras del toreo nacional: Eloy Cavazos, el sensacional pequeño y gran torero de Monterrey; Curro Rivera, el autor de la que fue, indiscutiblemente, la mejor faena en la pasada temporada metropolitana... Y al lado de ambos, compartiendo responsabilidades y disfrutando también, desde hoy, de idéntica jerarquía, Vito Cavazos, que en esta primera corrida alcanza la meta codiciada por cuantos en un día vistieron por vez primera el traje de torear: la alternativa, el doctorado...

Yo asistí a esta corrida. Mis recuerdos se limitan principalmente a los seis toros que se lidiaron en ese festejo al que fui llevado por mi padre. El toro de la ceremonia – un negro listón, al que recuerdo con mucha cara y arrobas – volteó la cara al primer picador y le comenté a mi padre que el toro era manso. En cuanto se colocó de nuevo al toro, este se arrancó de largo, recargando fuerte y metiendo los riñones, propinando un tumbo al piquero y lo que es más, recuerdo que repitió la escena en la siguiente vara. Cuando todo esto sucedió, mi padre me dijo Allí está tu manso, fíjate bien en ese toro, que es muy bravo, porque va a pasar mucho tiempo para que veas otro igual... Al final de la corrida tuve la oportunidad de conocer y felicitar personalmente al Ingeniero Mariano Ramírez, el ganadero de la tarde, quien se encontraba conversando con los matadores retirados Rafael Rodríguez y Humberto Moro y el empresario Guillermo González entre otras personas. No recuerdo la respuesta que me dio don Mariano, pero sí percibí que en ese momento era un hombre inmensamente feliz.

Alguna información más precisa

Para este serial don Jesús Gómez Medina había vuelto a ocupar su cátedra en El Sol del Centro, combinando esa actividad con la Presidencia de los festejos taurinos en la Plaza San Marcos y de su narración de la corrida se desprende con más detalle y precisión lo siguiente:

¡Torear bien!... ¡Torear con arte!... Torear, en suma, como ayer lo hizo con el nobilísimo “Cartujo” del Ing. Mariano Ramírez, Currito Rivera. Feliz conjunción del burel dechado de alegría y excelente estilo, con el torero – torero, con el torero artista.
¡Oh! aquellos naturales cadenciosos, de dilatada trayectoria, ligados a la perfección en el último sitio y culminados, según la ley de toreo rondeño, con el pase de pecho ejecutado al mismo ritmo caricioso de los muletazos precedentes.
Especialmente en la segunda de las dichas series pareció culminar la plasticidad, la hondura y el bien torear. Negreaban las pisadas de “Cartujo” en torno del torero, transformado en epicentro que giraba levemente sobre las plantas, mientras que de su muleta brotaban, como rojas amapolas, la milagrería de aquellos pases naturales, flor de clasicismo, sí; pero nimbados a la vez con la luz iridiscente de un arte juvenil, radioso, alegre...
El toreo es liturgia y rito; pero, también, gallardo desplante, bizarría y alarde jocundo y triunfal.
Más tarde, con la diestra, idéntico derroche de torerismo y de belleza en los derechazos, en los pases circulares, en los molinetes; en toda la gama, en suma, de bien torear a que daba pie la nobleza sin límite y la aterciopelada embestida de “Cartujo”.
A estas alturas, prácticamente las orejas y el rabo estaban ya en las manos de Currito; más precipitóse un tanto éste, llevado sin duda del deseo de acabar cuanto antes; y aunque se fue en corto y por derecho, particularmente la segunda ocasión, pinchó dos veces antes de sepultar hondo el acero, en sitio un tanto trasero... se esfumaron los apéndices; más los aficionados, embriagados todavía de emoción taurina, hicieron a Curro Rivera objeto de una cálida, estentórea ovación, mientras los despojos de “Cartujo” habían desaparecido sin recibir en homenaje de que eran merecedores...

Don Jesús califica la actuación de Eloy Cavazos como integrada por una media faena y la de su hermano David, el toricantano como deslucida. El toro de la alternativa se llamó Esclavino y fue de pelo negro listón.

Algunas reflexiones finales

De la misma crónica de la corrida y a partir del hecho de que don Jesús Gómez Medina estimó en ella que el quinto de la tarde, Cartujo, merecía premio a sus despojos y de otro hecho ocurrido al final de la lidia del cuarto de la tarde, en el sentido de que Alberto Ortiz El Chaval de Orizaba, banderillero de la cuadrilla de Eloy Cavazos ahondara una espada para precipitar la muerte del toro, transcribo lo siguiente:

Se impone concluir esta reseña con algunas consideraciones de carácter netamente personal: ¿por qué el que esto escribe, al actuar como Juez de Plaza, no ordenó los honores que merecían los despojos del estupendo “Cartujo”? ¿Y también por qué no hubo sanción alguna para el Chaval de Orizaba?
En el primer caso, visto el desenlace poco feliz de la gran faena de Curro Rivera y conociendo la índole de los aficionados, juzgué que al tributar un homenaje al astado, aquellos interpretarían que con éste queríase decir que el torero no supo estar a la altura del toro; lo que era inexacto y por tanto, resultaría injusto.
En cuanto a la falta de sanción para el Chaval de Orizaba, que estas líneas sirvan de aviso a él mismo y a otros subalternos, a efecto de que, en los posteriores festejos se abstengan de realizar actos tan rotundamente antitaurinos como el llevado a cabo por dicho banderillero...

El festejo de hoy. 1ª corrida de feria: 2 de Fernando de la Mora para rejones y 4 de Jesús Cabrera para Pablo Hermoso de Mendoza, Rafael Ortega y Alejandro Amaya.

domingo, 7 de agosto de 2011

Una estampa del pasado (VI)

De alternativas, confirmaciones y otras cuestiones (no tan veredes)

El ejemplar de Pan y Toros al que aludo
Durante muchos años las cuestiones relativas a las alternativas y a la antigüedad de los matadores de toros fue una de las zonas grises de la regulación de las fiestas de toros. Es célebre el enfrentamiento que tuvieron sostuvieron Cúchares y El Chiclanero en la Plaza de Madrid por motivos de esa primacía en la actuación en ese ruedo y por consiguiente, en las demás plazas de España. Un interesante desarrollo sobre ese conflicto, lo planteó hace ya un lustro Sota, en la Taurofilia de mi amigo Martín Ruiz Gárate, sitio a donde les invito a dirigir sus pasos para ampliar su visión y conocimiento de ese interesante asunto.

Hace 114 años, en el número 71 del semanario madrileño Pan y Toros, fechado el 8 de agosto de 1897, cuya dirección literaria estaba a cargo de Leopoldo López de Saá y la artística de Emilio Porset, se publicaba un interesante artículo firmado por J. Vázquez acerca del cuestionamiento que se hacía a la alternativa y antigüedad del pundonoroso diestro cordobés Antonio de Dios Moreno Conejito, por el mero hecho de haberla obtenido en la plaza de Linares y no en una plaza de Maestranza o en la misma de Madrid, obligándolo a confirmarla. 

Existe una especie de leyenda, en el sentido de que en realidad, Conejito se negó a recibir de nuevo la alternativa en Madrid por recomendación de su padrino Guerrita, quien se dice le dijo: «Antonio yo te je dao la alternativa y no tienes porque confirmar ná…» Conejito triunfaría ese 11 de julio de 1897, pero a propósito de lo que se consideró un desacato, se libró una gran campaña en contra del diestro y de su padrino, por lo que éste tuvo que acabar confirmando la alternativa de manos de Antonio Moreno Lagartijillo el día 8 de mayo de 1898 con el toro Cartujo de Vicente Martínez.

El artículo al que hago referencia, es en su literalidad, el siguiente:

Datos sobre alternativas
J. Vázquez 
La alternativa, ó mejor dicho, la antigüedad de matador de toros, ¿es válida cuando se adquiere en plaza de provincias, ó solo tiene verdadera validez la que se adquiere en la plaza de toros de esta corte? Esta es toda la cuestión que se viene debatiendo con motivo del asunto del “Conejito”. 
El argumento principal presentado por los defensores del  privilegio á favor de la plaza de Madrid, consiste en decir que todos los diestros han venido aquí á tomar la alternativa, y que es negar la historia de las costumbres taurinas defender que los lidiadores de toros han adquirido en plazas de provincias la antigüedad de tales espadas. 
Si yo demostrase, por lo tanto, que la  plaza de Madrid ha reconocido como matadores de toros á los que con ese carácter adquirido en otras plazas se han presentado en la de Madrid, los partidarios del privilegio tendrán que rendirse á la evidencia, y decir conmigo que la alternativa — según hoy se dice — se adquiere y se concede en las plazas de provincias, aunque no sean de Maestranza. Y reconocido ese derecho,  habrán de convenir  también en que toda la oposición hecha al “Conejito” por creerse matador de toros desde que en Linares alcanzó la antigüedad de espada, ha sido caprichosa é improcedente. 
Si consigo hacer la demostración de lo que dejo consignado, todos los demás argumentos, que fundados en ese principal hacen los mantenedores de la extraña y fantástica teoría del privilegio en este asunto á favor de la plaza de Madrid, caerán deshechos y pulverizados, como edificios faltos de cimientos y levantados sobre movediza arena. 
No quiero ni debo consignar más que aquellos hechos que todo el mundo puede confrontar, y que tienen su fundamento en documentos fehacientes. Los dichos más ó menos agudos, las frases elocuentes, las declamaciones huecas, podrían  deslumbrar, pero no convencerían. Y como deseo llegar al conocimiento de la verdad, examinando los hechos tales como ellos son, y no como yo los quiera pintar, voy á exponer unos cuantos antecedentes; que son decisivos en este asunto.
Nada diré de los años anteriores á 1814, porque cuanto yo dijera, declaro con franqueza que no podría justificarlo. Puede indicarse, sin embargo, como la suposición más racional y más lógica, que Francisco Romero, su hijo Pedro, “Costillares” y otros renombrados diestros del siglo pasado, fueron reconocidos como tales matadores de toros antes de presentarse en la plaza de esta corte.  Si aquí vinieron fue ya con la fama y crédito adquiridos como espadas, sin que aquí hubiera que expedírseles el título que hoy se pretende sea atributo y función privativa de esta plaza. Cualquiera otra suposición no resiste á los más sanos preceptos de la crítica racional. 
Pasemos á relatar los hechos que tienen una comprobación auténtica: 
Antonio Ruíz “Sombrerero” se presentó por primera vez en la plaza de Madrid como  matador de toros el día 7 de octubre de 1816. En el cartel se consignaba que era “nuevo en esta plaza”, y su nombre figura antes que el de Antonio Hernández “Bolero”, á pesar de que éste había estoqueado como espada en Madrid el año 1814, y en algunas corridas de 1815, con Manuel Alonso “Castellano”, Manuel Badén y Juan Núñez “Sentimientos”. Si el “Sombrerero”, nuevo en Madrid el año 1816, figura como más antiguo que el Bolero, ¿no queda reconocida la antigüedad de los matadores  que habían estoqueado en plazas de provincias? 
El cartel de la corrida del día 9 de octubre de 1815 dice: Espadas, Francisco  Herrera, José María Inclán, “nuevo en esta plaza”, y Francisco Hernández “Bolero, que los estoquearán por el orden de su antigüedad”. Inclán, nuevo, torea por delante del “Bolero”, que como queda dicho había estoqueado aquí como tal espada en 1814.
En el cartel anunciando la corrida del día 14 de abril de 1817 se dice: «Espadas, Jerónimo José Cándido, José García Platero, nuevo en esta plaza, y Francisco Hernández Bolero, que los estoquearán por el orden de su antigüedad». ¿Dónde está el privilegio de la plaza de Madrid? 
Para el día 1º de octubre de 1818 se anunció al espada Antonio María Montero “Habanero” como nuevo en esta plaza y acreditado en la de Cádiz y otras principales de Andalucía. O estas frases no indican nada, ó son prueba elocuente del reconocimiento como matador de toros con anterioridad á su venida á esta corte, pues este crédito no puede referirse á la fama alcanzada como picador ó monosabio. El crédito de que aquí se habla es el de matador de toros, adquirido  no en plaza de Maestranza, si no en la de Cádiz y otras principales de Andalucía. 
En el cartel de la corrida del 29 de mayo de 1820, se anunció á Francisco González “Panchón”, nuevo en esta plaza, consignando su nombre antes que el de Badén, el cual con anterioridad había estoqueado en la plaza de Madrid. La frase sacramental, continuamente repetida, «nuevo en esta plaza», solo se aplica en los carteles de aquellos tiempos para los matadores que habían estoqueado en provincias, y no para los que en Madrid habían figurado como sobresalientes ó medios espadas. Nuevo en esta plaza dice el cartel, reconociéndolos por lo tanto el carácter que ya tenían adquirido de matadores de toros. 
Notabilísimo bajo este punto de vista es el cartel en que se anuncia la corrida que había de celebrarse el día 31 de marzo de 1839. Dice así: Espadas: «Juan Pastor, natural de Sevilla, nuevo en esta plaza y que ha trabajado ya con la mayor aceptación en las principales de Andalucía, el cual estoqueará los cuatro  primeros toros. Isidro Santiago y Pedro Párraga, matarán los dos últimos». No llegó á celebrarse esta corrida, siendo suspendida por causa del temporal; pero  consta aprobado el cartel, y de consiguiente para el efecto legal que se discute puede considerarse como celebrada. 
¡Juan Pastor, nuevo en esta plaza, hubiera matado los cuatro primeros bichos, sin otro espada que aquí le hiciera matador de toros! Si la lluvia no lo hubiera impedido, — puesto que fue aprobado el cartel por la autoridad gubernativa — ahí estaría Juan Pastor estoqueando toros sin que nadie le doctorase como matador de toros en esta plaza. ¿Qué indica esto? Lo que dice el cartel; que había trabajado ya con la mayor aceptación en plazas de Andalucía, y que nadie podía despojarle de un derecho allí adquirido. ¿Dónde aparece el tan decantado privilegio de que esta plaza sea la única que reparta ejecutorias de matadores  de toros? No solamente no los reparte, sino que acepta y reconoce como válidas  las expedidas por otras plazas. 
¿Se quieren más pruebas? Pues ahí está el cartel de la corrida del 4 de abril de 1842. Espadas: Las dos primeras Juan Yust, natural de Sevilla, nuevo en esta plaza, y Roque Miranda, quien voluntariamente cede á Yust su antigüedad durante toda la temporada. Leedlo bien, las dos primeras espadas. Roque Miranda que tenía antigüedad en Madrid desde 1828, catorce años antes que aquél, cede  su antigüedad. ¿Podría cederla á un novillero? Imposible. Se la cede antes de que torease en Madrid, á uno que está reconocido como primera espada.  Si Yust no hubiera tenido este carácter, ni Miranda hubiera podido ceder su antigüedad, ni la autoridad lo hubiese consentido. 
Ese cartel es la demostración clara y patente de que la teoría caprichosamente sustentada por los que entienden que la plaza de Madrid posee privilegio exclusivo de dar antigüedad á los matadores de toros  no tiene fundamento en la historia, ni en las costumbres, ni en la razón, ni en la ley. Pero no solamente torea Yust por delante de Roque Miranda, que le había cedido, y podía cederle, su antigüedad, si no que torea también por delante de Francisco Arjona (“Cúchares”), que dos años antes que aquél, en 27 de abril de 1840 había adquirido antigüedad de matador de toros en la plaza de esta corte. ¿Puede darse prueba más elocuente en favor de la validez adquirida por los matadores en provincias? 
Con lo anteriormente expuesto bastaría para convencer á los que, sin prejuicios formados por datos incompletos, estudiasen este asunto, mal  llamado de las alternativas, con completa imparcialidad. 
Para todo aquel que tenga limpia su razón de extrañas y fantásticas teorías, será suficiente lo que he consignado para rendirse á la evidencia de los hechos, y comprender que no existe el más pequeño punto de apoyo en negar al diestro Antonio de Dios (“Conejito”) el derecho que tiene á ser matador de toros desde el día 5 de septiembre de 1895.  Pero cuando se cierran los ojos á la luz y la inteligencia á la verdad, no hay medio de llevar el convencimiento á la razón. Si aquí han venido matadores de toros conservando su antigüedad de provincias — aunque no fuera adquirida en plazas de Maestranza — y han estoqueado por delante de aquellos otros que habían tomado con anterioridad la alternativa en la plaza de Madrid, ¿cómo se puede defender la doctrina opuesta, que no tiene arraigo ni fundamento, ni razón en ninguna parte? 
Anotemos todavía algunos hechos concluyentes. 
Francisco de los Santos había estoqueado en Madrid desde 1840, y con fecha muy anterior á esta Pedro Sánchez “Noteveás”. Se anuncia una corrida de toros para el día 12 de marzo de 1843 y dice el cartel: «Espadas: José Vázquez Parra, nuevo en esta plaza, Pedro Sánchez y Francisco de los Santos Vázquez», nuevo — salió herido — estoqueando por delante de Sánchez y de los Santos. ¡El acabose! 
¿Más? Para la corrida de 17 de abril de 1843 figuran Ezpeleta y Manuel Díaz, los dos de Cádiz, y los dos nuevos en esta plaza. ¿Por qué va primero aquél, si no porque su antigüedad en provincias, y por tanto  reconocida, le hace figurar por delante? 
¿No basta? Pues veamos el cartel de la corrida de 10 de septiembre de 1843: se anuncia como espadas á Pastor, Cúchares, “Lavi” y Juan Martín, nuevo en esta en plaza; y en el siguiente cartel de la corrida del 10 de septiembre del mismo año figuran, Arjona, “Lavi”, Gaspar Díaz, nuevo en esta plaza, y Juan Martín, el mismo que había tomado la alternativa el domingo anterior. ¿Se puede comprender esto si la plaza de Madrid no hubiera reconocido la antigüedad de espadas á los que han adquirido esta investidura en provincias? 
Todavía podríamos exponer el caso de Manuel Domínguez, nuevo en esta plaza, toreando por delante del “Lavi”, y de la presentación del “Tato”, sustituyendo á Casas (“Salamanquino”), y de otros casos, que por ser demasiado conocidos no consigno. 
Hemos demostrado, como nos lo habíamos propuesto, que la antigüedad de espada, y aun de primera espada como se decía entonces (caso de Juan Yust), se adquiría no solamente en la plaza de Madrid sino que también en plazas de provincias, y que la antigüedad adquirida en éstas ha sido respetada y sancionada por la plaza de toros de la coronada villa. 
Negar por lo tanto á “Conejito” el carácter de matador de toros en la plaza de Madrid, es romper con todas las tradiciones y costumbres establecidas en esos tiempos que se llaman clásicos de la tauromaquia.

Cartel con una de las
combinaciones conflictuadas
Esa es la conclusión a la que llegó el autor del artículo que hoy les presento. Más el cuestionamiento que hace a la afición, autoridades y empresa de Madrid sobre ese asunto se trasladó después a las alternativas obtenidas fuera de España. Durante muchos años los toreros mexicanos que obtenían la alternativa aquí, nada más llegar a territorio hispano, tenían que obtener el doctorado en un ruedo español y después confirmarlo en Madrid. Y aún peor, hasta muy entrados los años 70, autores de obras tan prestigiadas como El Cossío, seguían considerando sin validez a las alternativas no obtenidas en plazas españolas al realizar las biografías de los toreros de este lado del mar, aún con los convenios entre los sindicatos de toreros, que las hacían valederas.

Lo mismo sucede en México, pero a resultas de la confirmación de alternativas, asunto que he mencionado en otro lugar de esta misma Aldea, cuando un grupo de pretendidos puristas de esto, pretenden que solamente las que se verifican en la Plaza México son válidas, a despecho de que la reglamentación capitalina señala que basta con que se produzcan en plazas de primera categoría, sin señalar un escenario en particular, pero un prurito tradicionalista les lleva a los que defienden esa postura, a incurrir en esa aberrante postura.

La Puerta de Alcalá y su Plaza de Toros
Al final de cuentas, el toro es el que pone a todo mundo en su sitio y la alternativa resulta ser una ceremonia que emana más de la tradición que de la regulación, si recurriéramos a la probatio diabólica seguramente daríamos con el caso, de una gran cadena de alternativas inválidas, al encontrarnos con una falta de tracto sucesivo o de solución de continuidad en las alternativas de los diestros de los primeros tiempos, precisamente por la aplicación de ese criterio. Pero eso es otro asunto que aquí creo que no viene al caso.

Ojalá que esto les resulte interesante, como me ha resultado a mí.

El ejemplar de Pan y Toros y el cartel cuyas imágenes ilustran este texto, pueden consultarse en la Biblioteca Digital de la Comunidad de Madrid.  

Aldeanos