domingo, 29 de enero de 2012

En el centenario de José Alameda (I)


Algo sobre sus orígenes

José Alameda
Luis Carlos José Felipe Juan de la Cruz Fernández y López – Valdemoro nació en el número 47 (duplicado, dice él) de la Calle de Goya, en Madrid y sus padres fueron doña María Luisa López – Valdemoro y don Luis Fernández Clérigo, quien entre otros cargos públicos, fuera Juez de Primera Instancia en Marchena, y después en Sevilla; Diputado a las Cortes Constituyentes de la Segunda República; Director General de Registros y Notariado; Vicepresidente de las Cortes y Subsecretario de la Presidencia durante el gobierno de Manuel Azaña. Aficionado a los toros, fue padrino de bautizo del hijo mayor de Chicuelo y Dora la Cordobesita, en el año de 1928.

Por la vía materna, el neonato Luis Carlos José Felipe Juan de la Cruz Fernández y López – Valdemoro estaba emparentado con los Condes de Cazalla del Rey, resultaba ser bisnieto del Conde de Humanes y tuvo como ilustre antepasado también al que fuera Bibliotecario de la Casa Real, don Juan Gualberto López – Valdemoro, Conde de las Navas y del Donadío de Casasola, autor de una obra fundamental en la historia de la tauromaquia: El Espectáculo más Nacional, publicado en junio de 1900 y de la que Luis Carmena y Millán, en sus Lances de Capa escribió lo siguiente:

…La brillante monografía del Conde de las Navas, producto de directas y penosas investigaciones de primera mano, demostrada en todos sus extremos con pruebas ó documentos fehacientes, sin recibir opinión alguna por respetable que parezca, que no esté compulsada y depurada hasta el quilate, vendrá a hacer tabla rasa de numerosas tradiciones que corren como verdades inconcusas, y que sólo son fantasías que han pasado de unos á otros autores sin comprobación ni examen; pues preciso es decir que escritores de alta reputación, como Mariana, Quevedo, Argensola, Jovellanos, Moratín, Larra, el Solitario y cien más, dieron como bueno lo que escrito estaba, y fomentaron la credulidad de sus lectores con patrañas que, en fuerza de ser repetidas, tomaron la categoría de verdades...

Su infancia y primera juventud transcurren entre Marchena y Sevilla, lugares en los que su padre ejerció la judicatura, según su propia afirmación, por haberse equivocado su abuelo paterno en la contrata del edificio del Ministerio de Fomento, error al que se sumó el de su abuelo materno, que dejó su fortuna en la Bolsa de Valores y por ello su vida se transforma radicalmente, pues nos dice:

Me sacaron de la aristocracia ciudadana y me soltaron en el campo. Como a un pájaro recién nacido al que le abren la jaula…

Sus primeros contactos con la fiesta

El Mundo Gráfico, Madrid
7 de noviembre de 1928
Esa cercanía con la vida campirana pronto le llevará por los derroteros de la fiesta, y así visitaba con frecuencia las fincas de Salvador Suárez Ternero y Los Ojuelos de los Gamero Cívico, recordando que el primer festejo taurino que presenció fue una novillada en Marchena, en la dice que actuaron José Salvochea y Enrique García Hilacho; aunque también afirma que en esa misma plaza llegó a ver a Joselito, a Limeño, a Chicuelo y a Juan Luis de la Rosa. Su presentación en la Real Maestranza de Sevilla sería el 20 de abril de 1922, cuando dice que vio actuar a Varelito, Juan Luis de la Rosa, Chicuelo y Manuel Granero (la realidad es que La Rosa no actuó ese día y los toros fueron de Miura). Era la víspera de la tarde en la que Varelito recibiera de un toro de Guadalest la cornada que le causó la muerte y faltaban nada más tres semanas para que Granero se encontrara con Pocapena del Duque de Veragua en Madrid.

De regreso en Madrid continúa sus estudios hasta ingresar en la Universidad Complutense, donde obtiene el grado de Licenciado en Derecho y en el ambiente universitario conoce a Federico García Lorca, Luis Cernuda, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre y se interesa por la obra de los mexicanos Jaime Torres Bodet y Alfonso Reyes. Termina sus estudios un poco antes del inicio de la Guerra Civil, la que le decide a marcharse a París y a Bruselas, donde reside desde el año de 1938 y hasta 1940.

Destino: México

En este último año se embarca a México vía Nueva York. Al cruzar la frontera por ferrocarril por Laredo, se lleva la siguiente impresión:

…Frente a la tensión funcional estadunidense, casi aséptica, el abigarramiento mexicano me fascinó. Nuevo Laredo me pareció un inmenso mercado. Hacía mucho calor. Por todas partes objetos de colores, telas, lacas, plumas, cobre, plata, ónix. Mexican curios. No estoy descubriendo nada. Descubro lo que fue entonces para mí, como encontrarme de pronto un zoco árabe, como si me hubieran trasladado con la lámpara de Aladino…

Portada de El Hijo Pródigo
Noviembre 1944
El 1º de marzo de 1940 es su llegada a su destino definitivo, la Ciudad de México. Pronto se emplea como traductor para la Agencia Francia Libre y casi al tiempo abre una tienda de curiosidades cerca de la Alameda Central. Allí frecuenta a Ramón Gaya, a Juan Gil Albert, a Antonio Sánchez Barbudo y a Pablo Neruda. Poco faltaba para su ingreso a los medios de comunicación, en específico a la crónica taurina, pues el 23 de noviembre de 1941 es invitado a comentar la corrida de ese día al programa Boletín Radiofónico de las Américas de Bonifacio Fernández Aldama. El festejo que comentó fue una corrida de toros en la que actuaron Conchita Cintrón, Ricardo Torres, Calesero y Carlos Arruza. Se le anunció como Carlos Fernández – Valdemoro.

Don Ricardo Hinojosa, director de la XEBZ, que fue la estación en la que se presentó, se interesó por la bien timbrada voz y el dominio tanto del idioma, como del tema de los toros del invitado al programa de Fernández Aldama, por lo que le ofreció que, a partir de la siguiente semana, se hiciera cargo de un programa exclusivamente de toros, a las nueve y media de la noche. Así lo acepta y como dice, sin casi darse cuenta, el todavía Carlos Fernández – Valdemoro se está convirtiendo en cronista profesional. La primera corrida que comenta en solitario, es la del 30 de noviembre de 1941, fecha en la que Jesús Solórzano le corta el rabo a Picoso de La Laguna.

Nace José Alameda

Una vez integrado al medio taurino, siente que para dedicarse a la fiesta, requiere de otro nombre y así lo explica:

…yo necesitaba otro tipo de nombre. Un nombre de guerra, más sencillo, más sonoro, más pegadizo. Y que tampoco diera la impresión de un seudónimo rebuscado… Mi negocio fallido estuvo en la Avenida Juárez, frente a la Alameda, a unos metros del cine Alameda y el comercio de junto era la platería Alameda… Me acordé de la Alameda de Hércules en Sevilla, donde vivieron “El Gallo”, “Gallito” y “Chicuelo”… Faltaba el nombre propio. ¿Por qué uno de la “época de oro”?... Rodolfo es tan determinado, tan “situado” que en cuanto se pronuncia, no se puede pensar más que en Gaona… Con Juan es lo contrario. Demasiado genérico. Juan pueblo, Juan lanas, Juan soldado… Queda José. Es un punto de equilibrio. Y es, además, el nombre de un famoso carpintero, noble oficio… Ya está…

Así, nos narra, a las nueve de la noche de ese 30 de noviembre de 1941, la voz del locutor Eduardo Orvañanos anuncia por primera vez la presencia de José Alameda en los medios mexicanos.

Su rúbrica

José AlamedaLuis Procuna
En el mes de noviembre de 1944 ve la luz el número 20 de la revista literaria El Hijo Pródigo que dirigían diríamos, en collera Xavier Villaurrutia y Octavio Barreda, aparece un ensayo de Carlos Fernández – Valdemoro titulado Disposición a la Muerte, dedicado a José Bergamín. En este ensayo, que aparece publicado entre textos de Luis Cernuda, Ermilo Abreu Gómez y el propio Villaurrutia, el todavía Fernández – Valdemoro propone lo que sería su rúbrica profesional en uno de los aforismos finales del mismo: El toreo no es graciosa huida, sino apasionada entrega

La expresión la estrena José Alameda el 4 de noviembre de 1945, al presentarse en la XEW (La Voz de la América Latina desde México), a donde fue contratado por Othón M. Vélez, que ya le conocía de sus trabajos prestados a Francia Libre y por la tarea desarrollada en su competidora XEBZ.

La frase resulta feliz y pronto se convierte en parte de nuestra habla diaria y el hacer la graciosa huida se convierte en una expresión que resultará hasta manida en un momento determinado. No obstante, fue lo que hizo definitiva la presencia de José Alameda en los medios de comunicación y pronto los demás (aún a estas fechas), comenzaron a buscarle sucedáneos, aunque ninguno tan certero y profundo como éste.

Durante algún tiempo Carlos Fernández – Valdemoro y José Alameda coexistirían, aunque el segundo iría desplazando al primero, hasta quedarse como uno de los principales y más importantes escritores de este asunto, sin dejar aparte sus ensayos filosóficos y su creación poética, porque como ya lo expresé en esta misma Aldea, José Alameda se consideró siempre y primero que nada poeta.

Punto y seguido

El resto de sus datos biográficos los he puesto ya en otro sitio de esta misma Aldea. Mi interés en este su centenario, aunque hay algún sitio mantenido por organizaciones del exilio español que señala como su año de nacimiento el de 1917, apoyándose en una obra colectiva titulada El Exilio Español en México 1939 – 1982, publicada por el Fondo de Cultura Económica.

Mi intención es, durante este año, recuperar algunos textos de Alameda antes de Alameda, es decir, suscritos todavía por Carlos Fernández – Valdemoro, crónicas principalmente, en recuerdo y homenaje de este gran poeta, escritor, cronista e historiador del toreo.

Nota: Las citas de expresiones atribuidas a José Alameda fueron tomadas del libro Retrato Inconcluso, su autobiografía, publicado por Editorial Océano, en 1982.

lunes, 23 de enero de 2012

Relecturas de Invierno (III)


Recuerdos de un Torero. Andrés Luque Gago

Uno de los libros publicados el pasado 2011 que despertaron mi interés desde que se anunció su salida a la luz fue el que titulado Recuerdos de un Torero, trajera a la afición las remembranzas de uno de los más destacados toreros de plata de la segunda mitad del Siglo XX, don Andrés Luque Gago.

Más que una autobiografía, Recuerdos de un Torero resulta ser una recolección ordenada de una serie de recuerdos del paso por los ruedos de Andrés Luque Gago, quien en esa serie de apuntes, ordenados y pulidos por su hijo Andrés Luque Teruel, refleja la intensidad con la que puede vivir su paso por los ruedos aquél que tiene vocación por ser torero y que reconoce en el vestir el terno de seda y alamares una especial dignidad, la que de acuerdo con el ser y el parecer de cada quien, le otorgará su sitio dentro y fuera de los redondeles.

De su paso por el escalafón novilleril, Luque Gago recuerda lo siguiente:

…Tenía buenas formas, me faltaba ambición y, por eso, la principal cualidad para ser figura. En aquél momento, tampoco me acompañaba el físico, condición que, sin duda, y aunque entonces no lo supiese, determinaba la anterior carencia. Esa circunstancia limitaba y, en última instancia, impedía la mentalización necesaria para una lucha tan dura…

De allí su decisión de aceptar la invitación que le hiciera Curro Girón para ir con él como banderillero y a partir de ese momento, iniciar una andadura que duraría treinta años largos en el entorno de los principales toreros de su tiempo.

Ya como hombre de plata, Andrés Luque Gago presenta una serie de retratos de los diestros con los que formó cuadrilla. Luis Miguel Dominguín, Carlos Corbacho, José Julio, Manolo Vázquez, Miguelín, Pedrés, Antonio Bienvenida, Antoñete, Antonio Ordóñez, Francisco Ruiz Miguel, Paquirri, Manolo Arruza y Rafael de Paula. En algunos de esos retratos la técnica empleada es más impresionista que en otros, dependiendo del tiempo y la cercanía mantenidos con sus maestros, pero deja claro en todos los casos, el profundo respeto sentido por los jefes de cuadrilla a cuyas órdenes estuvo.

Por ejemplo, de Ordóñez en el ruedo, dice lo siguiente:

…Nosotros estábamos muy pendientes y cuando remataba, le quitábamos el toro rápido, de manera que evitábamos los tiempos muertos o las simples demoras… Con la mirada nos decía dónde debíamos colocarnos y dónde teníamos que situar al toro. Un simple gesto lo decía todo…

Y de su paso por la cuadrilla de Ruiz Miguel, recuerda esto:

…La diferencia de ganado era abismal. Luis Miguel, veterano y ya por encima de los condicionantes de la temporada, intervenía en corridas elegidas, con toros de ganaderías acreditadas y cómodos de juego y presentación; Ruiz Miguel, joven y capacitado, lo hacía ante todo tipo de toros y las ganaderías más duras incluidas las de Miura, Pablo Romero y todas las variantes de Santa Coloma y Atanasio…

También habla de la necesidad del torero de ir al campo, pues lo reconoce como el laboratorio de la técnica y así repasa primero su formación en los tentaderos de Juan Belmonte en Gómez Cardeña, Joaquín Buendía, los de las familias Galache y Cobaleda, los hermanos Cembrano, pero teniendo siempre como cuartel general de invierno la finca de los Rodríguez Pacheco en Ciudad Rodrigo, lugar en el que reconoce que adquirió el oficio para volverse torero de plata.

Luego, ya maduro y en el lugar de los principales dentro de los de su escalafón, persistiría en el paso por los tentaderos, recordando especialmente los compartidos con Luis Miguel Dominguín y Paquirri:

…Como sucedía con Luis Miguel Dominguín, pasábamos parte del invierno en el campo, en su finca de Cantora. En una ocasión, le compró ochenta vacas con más de diez años a Manuel Camacho, procedencia Núñez, que llevamos entre los dos y a pie de finca a finca, con la única ayuda del picador Antonio Torres. Pasábamos los días entrenando, jugando al fútbol y retentando ese ganado…

Por supuesto que guarda recuerdo y respeto también para sus compañeros Alfredo David – de quien reconoce su gran toreo de capa –, Michelín, El Boni, Julio Pérez Vito, Enrique Bernedo Bojilla y Luis González entre los que más nombra, aunque reconoce como sus espejos a Juan de la Palma, Chaves Flores y Tito de San Bernardo:

…Juan de la Palma, hermano y banderillero de Antonio Ordóñez… se convirtió en toda una referencia. Su dominio de los terrenos y la eficacia con la que desplazaba a los toros le daba un toque elegante sin acaparar ningún protagonismo. Lo veía y pensaba que algún día llegaría a tener esa soltura… Chaves Flores era un modelo para buenos aficionados… ofrecía garantías a toreros de corte muy distinto… Tito de San Bernardo, otro lidiador, capotero le decíamos entonces, con un conocimiento de los terrenos, dominio y temple fuera de lo común…

Andrés Luque Gago dejó la vida profesional como banderillero en abril de 1986 y como señala en el capítulo final del libro, sigue como aficionado disfrutando la fiesta a la que tanto dio y la que mucho también le ha dado. 

En lo personal, le recuerdo en su actuación los domingos 27 de enero y 3 de febrero de 1980, a las órdenes de Rafael de Paula en la Plaza México. Las circunstancias no fueron las propicias para el torero jerezano, pero Andrés Luque Gago pudo cautivarnos con su fino capote de brega, tanto así, que se le otorgó el Trofeo Domecq al mejor de su especialidad por esa temporada 1979 – 1980.

Como lo he afirmado en anteriores oportunidades, espero que con lo aquí presentado se despierte su interés por la lectura de este libro, que es de los que le mantienen a uno prendido a la tela hasta que concluye. Es por eso que no abuso ya en intentar describir la obra, o de citar más de su contenido, invitándoles mejor a que la obtengan y la lean en su integridad.

Recuerdos de un Torero
Andrés Luque Gago
La Isla de Siltolá
Colección Levante
Sevilla, 2011
ISBN 978 – 84 – 15039 – 41 – 9

domingo, 15 de enero de 2012

La forma es también fondo...


Durante el tránsito de la pasada semana, poco se movieron las aguas en torno a las pretensiones – apegadas a la legalidad, por cierto – de los fabulosos hombres G a propósito de la difusión televisiva de sus actuaciones. La única información con cierta sustancia, fue la generada por la reunión sostenida por Simón Casas, empresario de Valencia, con Javier Folqué, quien se manifiesta como Chief Executive Officer (CEO) de All Sports Media (ASM), la empresa gestora de los derechos audiovisuales de los toreros involucrados en este asunto.

La reunión, según la versión de Casas, le proporcionó datos generales y de concepto sobre el asunto y algunas cifras, pero según su propio dicho, tendrá que hacer cuentas para medir la viabilidad de lo que se le pide y por lo mismo, tendrá que retrasar el anuncio de la Feria de Fallas, previsto originalmente para el viernes 20 de enero, dado que el día 18 tendrá una segunda reunión con ASM para presentar la versión definitiva de lo que está en aptitud de ofrecer.

No obstante, habrá que tomar en cuenta algunas informaciones, producidas también en el entorno de la empresa valenciana y que pueden dejar claro el rumbo que va tomando esto. Un día antes de la reunión de Simón Casas con ASM, Santiago López declaró a una emisora de radio que: 

...la cuerda no podía estirarse más de la cuenta… pase lo que pase habrá feria y si no están las figuras habrá otro tipo de atractivos. A lo mejor se trae otra clase de ganaderías, de las llamadas duras, que también tienen mucha aceptación en el público de Valencia.  

Eso me hace pensar que se tiene dispuesto ya un plan de contingencia para el caso de que no haya entendimiento.

Algunas contradicciones más en este asunto


Facsímil de la nota de prensa de la Unión
de Toreros
del 27 de octubre de 2010
Lo que sigue metiendo ruido a todo esto es lo siguiente, desde mi punto de vista. En el mes de octubre pasado trascendió que la Unión de Toreros estaba en negociaciones con una empresa para cederle los derechos de imagen de los toreros afiliados a ella. Por nota de prensa fechada el 27 de ese mes, la referida Unión negó haber cedido esos derechos y señaló que únicamente se recibió a los representantes de una empresa especializada, sin celebrar contrato alguno con ella.

El 10 de enero de este 2012, otra nota de prensa de la misma Unión de Toreros comunica que pone a disposición de sus afiliados los servicios de ASM para que gestione sus derechos de imagen. Y agregan: 





La novedad y la ambición del proyecto no están exentas de riesgos. Más aún cuando la concentración empresarial del sector taurino puede ejercer presiones sobre los propios matadores. Y, en particular, sobre los toreros que se encuentran en posición menos sólida. Es la razón por la que el proyecto arrancará inicialmente con el compromiso adquirido por las principales figuras del escalafón...

Más no explican la manera en la que cubrirán los derechos de los que están en posición menos sólida, tampoco lo hacen respecto de los derechos de los subalternos y mucho menos acerca de los que indudablemente corresponden a los ganaderos. Más bien da la impresión que las diez cabezas más notables de la Unión de Toreros se escudaron tras el membrete de ésta, para lograr sus particulares propósitos, importándoles un soberano cacahuate la suerte y los derechos de los demás.

Opacidad

Por otra parte, los interesados directamente en el asunto no han salido al foro para explicar sus intenciones más allá de la escueta nota de prensa del 10 de enero y de una comunicación de ASM, del día siguiente, con una retórica semejante a la de la nota de prensa de la Unión de Toreros y con el único añadido del anuncio de la primera reunión con Simón Casas

Fuera de lo anterior, ninguno de los involucrados ha salido a la luz pública a expresar qué es lo que espera de todo esto. Ninguna cifra se ha manejado. Entiendo que los números precisos son cuestión propia de cada uno de ellos, pero existen números gruesos o porcentuales que pueden dar una idea de la viabilidad de las peticiones y de lo que lo que podemos esperar como desenlace los que estamos fuera de esto. No obstante, los principales interesados son los que menos se interesan en dar la cara y son quienes, creo, tendrían el deber de hacerlo.

Facsímil de la nota de prensa de la Unión
de Toreros del 10 de enero de 2012
Total, que cada quien maneja sus números, sus cifras, y su probabilística acerca del desenlace de este culebrón, pero quienes realmente tienen los datos duros para exponerlos y dejar en claro la justeza y la viabilidad de sus pretensiones, prefieren adoptar la conducta del avestruz. Quizás les resulta más cómodo y más fácil. Allá ellos.

Y que no me salgan que al aficionado no le asiste derecho de saber de esto. Todo el que tiene un abono para asistir a una plaza de toros, el que saca sus entradas sueltas o incluso, el que se suscribe a un sistema de televisión de paga para poder ver los festejos por ese medio, tiene derecho de saber el destino de sus dineros. Así de fácil y así de claro. Por eso los que están en medio de esta rebatinga debieran dar la cara y exponer lo que es y lo que esperan que sea y dejar de tratar a la afición como el capitis diminutio de todo este asunto.





El brindis al sol

Cuando la opinión general reaccionó en contra de la forma escogida para reclamar lo que legalmente les corresponde, los fabulosos hombres G de inmediato respondieron con un gesto demagógico. Ofrecieron al ente público Televisión Española (TVE) el torear seis corridas televisadas sin problema de dinero

Lo interesante aquí es que pretenden lavar su imagen pública a sabiendas de que su oferta no puede ser ni aceptada por TVE, ni cumplida por ninguna de las dos partes, dada la normatividad interna de la televisora pública hispana, pues como se recordará, el Manual de Estilo que se impuso alli hace más o menos dos años, califica a los toros como cuestión sensible y por ello, con todas sus letras, establece que no emitirá corridas de toros.

La forma es también fondo

Nadie que tenga al menos dos dedos de frente puede negar que los toreros – y cualquier persona –, tiene derecho a percibir la utilidad de la explotación pública de su imagen fija o en movimiento. Pero tampoco nadie que tenga esa misma extensión frontal podrá negar que es una verdad tan grande como una basílica el refrán aquél que reza en la manera de pedir, está el dar.

No obstante desde dentro se comenzaron a deshonrar las maneras de hacer las cosas que existen desde tiempos cuando menos de Joselito El Gallo, que es el que institucionaliza el concepto de apoderado como hoy lo conocemos en la persona de don Manuel Pineda, al que encarga de llevarle sus asuntos en los despachos, para poder dedicarse él en cuerpo y alma a jugarse la vida delante de los toros.

Nota de prensa de ASM, 11 de enero
de 2012
Con la intrusión que los fabulosos hombres G decretaron a favor de ASM, se produce un ninguneo a la figura del apoderado del torero. Hoy, ese apoderado queda nulificado para llevar los asuntos de esos toreros ante determinadas empresas, puesto que – Simón Casas dixit – no saben cómo conducirse cuando hay tele de por medio en este estado de cosas. ¿Hubiera permitido Camará que le pisaran así sus terrenos? La verdad, no lo creo.

Por otra parte, nadie me quita de la cabeza la idea de que la actitud actual de los fabulosos G es cercana al concepto de la extorsión. Me resulta indudable que en octubre, cuando anunciaron que trataban con una empresa gestora de imagen, ya tenían preparado un esquema para reclamar sus derechos en una forma distinta a la acostumbrada.

La pregunta que me hago y que me lleva a la respuesta contenida en el párrafo anterior, es la que deriva del comunicado del 10 de enero pasado. ¿Por qué hasta esa fecha? ¿Por qué no iniciar las gestiones en ese mismo octubre, o antes? Tal parece que su intención era arrinconar al empresario de la primera feria importante del año y sacudirlo con los dineros, para así tener el camino allanado con los siguientes. El primero sería el difícil, así que entre menos tiempo tuviera para negociar, más tendría que ceder. Definitivamente, la táctica tiene tintes extorsivos.

Decía don Jesús Reyes Heroles, un notable político e historiador mexicano, que en la vida pública, la forma es también fondo. Los toreros son hombres públicos y como tales, creo que están obligados a guardar las formas en su quehacer, tanto en los ruedos, como fuera de ellos y más aún, cuando se trata de cuestiones relacionadas a su ejercicio profesional.

El cuidado de esas formas implica, la oportunidad, la transparencia y la lealtad en el actuar. Nada menos y en este asunto, esas virtudes creo que han brillado por su ausencia, dejándoles mal parados a ellos y dañando – una vez más – la imagen de esta fiesta tan propensa al vilipendio.

Corolario: Cuando las formas están mal llevadas, el fondo necesariamente será negativo también.

Y por último, lo que si me queda claro a mí es que ninguno de esos fabulosos hombres G me vuelve a sacar de mi casa. Seguro.

domingo, 8 de enero de 2012

¡Que se vayan!


Esta imagen se la tomé prestada a Antoñito Díaz
de Hasta el Rabo Todo es Toro

Durante cerca de 25 años me dediqué a enseñar temas de Derecho Civil en la Universidad. Uno de los que me gustaron, fue el relativo al patrimonio no pecuniario de las personas, discutido por muchos, porque las teorías clásicas – y aceptadas por los más – postulan que solamente se puede entender por patrimonio aquello que es valorable en dinero.

No obstante, como lo sostiene nuestra Suprema Corte de Justicia de la Nación a propósito del resarcimiento de los daños morales, desde las últimas etapas del Derecho Romano, se admitió la necesidad de resarcirlos, inspirado en un principio de buena fe, y a partir del principio de que junto a los bienes materiales de la vida, objeto de protección jurídica, existen otros inherentes al individuo mismo, que deben también ser tutelados y protegidos, aun cuando no sean bienes materiales.

De ahí parte la idea de que existe un patrimonio no pecuniario de las personas, mismo que se compone de bienes como lo serían la propia imagen; nuestros afectos; nuestras creencias; nuestros sentimientos; nuestra vida privada; nuestra configuración y aspecto físicos; nuestro decoro; nuestro honor; nuestra reputación o la consideración que de nosotros tienen los demás.

Por esa razón muchas de las legislaciones que tutelan la autoría de obras, por ejemplo, establecen entre otras cuestiones, que el retrato de una persona solo puede ser publicado con su consentimiento expreso o con el consentimiento del titular de los derechos correspondientes. En esta última situación, se comprende el caso cuando a cambio de una remuneración se deje retratar. La imagen puede ser publicada sin permiso, cuando la persona sea parte mínima de un grupo o con motivos exclusivamente informativos o periodísticos.

De allí que los llamados por Antoñito Díaz como jédiez – yo les llamo los fabulosos hombres G –, hayan puesto precio especial a su imagen televisiva a partir del 8 de diciembre pasado, con la razón jurídica de su lado, porque al final de cuentas, es su propia imagen la que se transmite por la televisión y se hayan tirado a los brazos de una compañía llamada All Sports Media para, desde su punto de vista, intentar reivindicar lo que es suyo.

El problema aquí es de lo que los mercadólogos y políticos llaman de timing y que en correcto castellano, es de oportunidad. Los fabulosos hombres G, con El Juli a la cabeza, anuncian que negociarán, al margen de sus apoderados y a despecho de costumbres y contratos previos, sus derechos de imagen para la temporada que iniciará en un par de meses y eso, a contra reloj, tiene tintes de una verdadera extorsión.

Hace una docena de años, en una ya casi olvidada rueda de prensa celebrada en lo que fuera el Hotel Victoria de Madrid, Joselito y José Tomás hicieron un anuncio similar, indicando que contaban también con El Juli en sus filas. Al final de cuentas, solo los dos primeros, a los que apoderaba Enrique Martín Arranz se mantuvieron en sus trece, pues el de Velilla de San Antonio, saltó del barco y un mes después, se anunciaba con tele para Sevilla, pretendiendo negar incluso su participación en el intento de asonada de los otros dos. Y hoy retoma el tema, porque quizás cree que hay algo que en el año 2000, no estaba allí para él. 

Me enoja la incongruencia con la que se manejan además de El Juli, José María Manzanares, Miguel Angel Perera, Cayetano, Alejandro Talavante, El Fandi, Manuel Jesús El Cid, Morante de la Puebla y Enrique Ponce en estos días en los que la fiesta es objeto de toda clase de ataques, de dentro y de fuera. En estos momentos no necesita esto. No necesita que quienes se ufanan de ser sus principales, se valgan de esa condición para extorsionar con ella y obtener algo más de lo mucho que la fiesta les ha dado.

¿Por qué no hacer el mismo planteamiento a la mitad de la temporada anterior y dejarlo sobre la mesa para preparar la siguiente? De allí que insista en que su actitud es extorsiva, casi gángsteril, indigna desde mi punto de vista, de alguien que quiera llevar el estandarte de figura del toreo.

Por eso, mi proposición es: ¡Qué se vayan! Que en el llamado circuito paralelo – Enrique Martín dixit –, encuentro nombres suficientes para ofrecer carteles y ferias interesantes para el aficionado, aunque quizás no para el público clavelero y la prensa rosa

El pasado 2011 actuaron en ruedos de España, Francia y Portugal 212 matadores de toros. De entre ellos, extraigo una relación de los que creo que no están metidos en este lamentable asunto y ya me dirán sí no se puede hacer algo de interés: Iván Fandiño, David Mora, Curro Díaz, Serafín Marín, Morenito de Aranda, Javier Castaño, Rubén Pinar, Víctor Puerto, Rafaelillo, Matías Tejela, Uceda Leal, Juan Mora, Miguel Tendero, Leandro, Diego Urdiales, Salvador Vega, Fernando Robleño, Luis Bolívar, Oliva Soto, Sergio Aguilar, Joselillo, Jairo Miguel, Juan Pablo Sánchez, Eugenio de Mora, Arturo Saldívar, El Fundi, Jiménez Fortes, Diego Silveti, Iván García, Joselito Adame, Ambel Posada, Raúl Velasco, Andrés Palacios, José Luis Moreno, Ángel de la Rosa, Alfonso Romero, Frascuelo, Fermín Spínola, Ignacio Garibay, Mari Paz Vega, El CalifaPaulita, Guillermo Albán, El Zapata, Calita, Arturo Macías y El Payo. Con este personal, a lo mejor resulta que entre los emergentes, los recuperables y la legión extranjera, nos encontramos con que hay muchas cosas nuevas bajo el sol. De los toros no hablo, que los perjudicados dicen tenerlos cuando menos apalabrados.

Insisto en que lo que reclaman los jédiez les pertenece, pero no es lo mismo cobrar una deuda vencida ante un tribunal con todas las de la ley, que mandar un par de matones a cobrarla a como dé lugar. Y desde mi punto de vista, con su pésimo timing, la actitud que asumieron se parece más a la última, que a la primera.

Por eso, ¡Que se vayan!, considero que hay opciones para ofrecer ferias más allá de la dignidad sin ellos y con la expectativa de dar un aire nuevo a esto.